No puedo creer esto, Dios necesitaba tener pruebas de esto, ella esperaba que de verdad la noche terminara de una forma diferente, si se imaginaba a ella en una cama junto a Edward pero no precisamente de esa manera

—Hueles muy bien—escucho su risa en mi hombro, su aliento me llena las fosas nasales, aun en ese estado se veían perfecto— ¿Qué hice para tener una novia de esta altura? —ahora era mi turno de reír

—Ed deja de decir tonterías y cuidado que puedes caerte—se apoyaba sobre mi hombro, tenía miedo que se cayera en su estado de ebriedad, se había tomado toda la botella el solo—No puedo creer que te hayas embriagado

—Shhhh—sonrió al sentir su dedo sobre mis labios—por favor no digas eso, es imposible que yo Edward Suarez termine ebrio, un mal chiste—siento como se recuesta en mi cuello, podía sentir todo mi cuerpo removerse por su respiración ahí, este hombre iba a terminar con mi control— ¿Qué tal si continuamos lo que dejamos pendiente el otro día?

—Ahora me estas ofreciendo una propuesta indecente definitivamente no eres tu—intento moverlo para dirigirnos a su casa pero no se mueve—Ed

— ¿Si Heil te lo ofreciera aceptarías? —esto si es el colmo— ¿Te gusta verdad? Sé que mis ojos no soy la gran cosa y es más joven que yo pero ¿Acaso no cuenta que te he sido fiel todo este tiempo? Es lo mínimo que me merezco sinceridad

—Ed por dios, no tengo nada con Heil, te hubiera dejado abandonado en el parque y estaría con él en este momento

—Lo haces por obligación porque te ayude, no me amas—siento como se aleja y se tambalea, no puedo evitar reír al verlo así, el serio Edward Suarez haciendo una escena de celos ebrio en medio de la noche

—Claro porque te propuse vivir conmigo porque me sentía obligada y también sigo esperándote por obligación, es algo que quiero perder mi tiempo cuando no tuve mucho desde que tenía 9—escucho que ríe, estaba loco ya—¿Entramos?

—Entonces consumamos esto hoy, ven—veo que se acerca para intentar agarrarme pero lo que logra es caer al suelo, rio al verlo—Esmeralda

—Lo siento—me pongo de cuclillas para verlo que se pone en un ovillo, cubriendo su cara entre sus piernas—Te vez terriblemente tierno—me ve con esos ojos que me vuelven loca, me observa con intensidad

—Es lo último que un hombre quiere escuchar de una mujer que desea—rio ante sus palabras—Enserio me gusta tu risa—me sorprende al tomarme de la mano jalándome caemos en el suelo, estábamos en el césped de su casa— ¿Puedes mudarte ya conmigo? La idea me fascina verte todos los días y llegar a casa que hayas hecho un desastre en la cocina por intentar cocinar algo para mi

—Gracias por el voto de confianza—me recuesto junto a el para ver el cielo, le gustaba esta fase de Edward, decían que los borrachos era sinceros

—Eres un desastre ándate pero te adoro—rio al sentir sus labios sobre mi frente—un torbellino que entro a mi vida y arraso todo a su paso pero solo se llevó lo que necesitaba llevarse aunque me gustaría mi estabilidad mental de vuelta

—Aun la tienes Ed, no conozco a otro hombres que piense tanto las cosas como tú, ni siquiera puedes dar un paso sin pensarlo tres veces—siento que niega, levanto mi vista para verlo, observa el cielo que estaba estrellado

—Mentira, es muy difícil mantenerlo ¿Sabes cuantas noches he soñado contigo? Las duchas frías no están sirviendo y más cuando me besas de esa manera, deberías detenerlos porque creo que voy a terminar en un hospital—me separo para verlo aún tenía una sonrisa en su cara pero podía ver ese brillo en sus ojos que me gustaba

— ¿Hablas enserio? —siento que me toma de la mejilla, cierro los ojos sintiendo su calor—Ed si de verdad sufres tanto podemos dejar esto y…

—Ni loco voy a dejar de intentarlo, ese idiota de Heil no se me va adelantar—rio ante sus repentinos celos—Estas fría, entremos y consigamos más vino—veo que se levanta repentinamente, rio al ver que se tambalea pero logra mantenerse de pie—¿Sabes que quiero probar?

—No lo sé dime—me levanto para seguirlo, estaba buscando algo en sus bolsillos que me imaginaba que era las llaves de la casa

—El ron, en mi película favorita es lo que beben los piratas, deberías dármelo de regalo de navidad ya que solo me diste un tonto peluche pero al idiota de Heil si le diste algo significativo pero a tu novio nada—Sonrió al ver que se balance, comenzando a bailar—Todos gritando yojo, yojo, yojo…

—Estas muy celoso de Heil—rio al ver que asiente aun tatareando aquella música de la película—Ed cuidado te caes—corro al ver que iba a hacerlo pero me detengo al ver que alguien más lo hace por mí, frunzo el ceño al ver la melena rubia sobre sus hombros

— ¿Por qué esta así? —Aprieto los puños a ver que Edward le sonríe tontamente y la toma del rostro observándola con cautela—el no bebería nunca ¿Por qué lo obligas a hacer cosas que no quiere?

—Oye April tú no eres amargada ¿Me vas acompañar a beber? —No sabía porque solo me había quedado observar la escena, me sentía extrañamente intimidada por ella, ahora que sabía que de verdad le gustaba Edward pensaba que quizás las cosas no estaban bien como estaban, pensaba que Ed si estaría mejor con esa mujer pero el había tomado su decisión ¿no?

—Tú no bebes, te ayudo a entrar—veo como Ed niega y sonríe

—No puedo, prometí que me iba alejar de ti—veo que se aleja y se acerca a mí, para abrazarme de los hombros—Mira es la mujer de mi vida y muy hermosa ¿Sabes que estoy celoso de su amigo de ojos color miel? Pero no se lo digas puede terminara subiéndole el autoestima—lo último lo había susurrando pero igual lo habíamos escuchado las dos, en otra situación me reiría pero no con esa mujer ahí

— ¿Que el hiciste? Ed no es así—bajo la vista, no era totalmente mi culpa, quizás no se esforzara tanto por los problemas que teníamos— ¿Por qué no te das cuenta de una buena vez que no eres buena para él? ¿Cuándo lo dejaras ir? ¿Cuándo termine arruinado su carrera por ti? ¿Sabes que ahora hablan de él en la estación porque me ordeno cambiar de escuadrón solo por ti? lo ven poco profesional que no puede diferenciar su vida laboral de la personal y el que tu hayas estado yendo a la estación el último año interrumpiendo los interrogatorios no ayudaron mucho

—No me lo conto—es lo único que sale de mis labios, Ed parecía dormitar, estaba cansado, llevábamos todo el día corriendo de un lado a otro

—Claro porque si te dicen cualquier cosa te quiebras en mil pedazos pero eso es que siempre se calla todo lo que tiene que ver contigo pero yo no, solo logras distraerlo y ponerlo en una difícil situación

—Solo lo dices porque quieres estar con él pero no te lo daré

—Claro, es tu defensa pero no te lo digo por eso, solo quiero lo mejor para él y sé que tú no lo eres, nunca hubiera bebido de esta manera, solo míralo hasta está vendiendo su casa solo por ti

—Esmeralda—escucho su voz cerca de mi oído parecía estar absorto a lo que pasaba—Hueles muy bien—sonrió para verlo, abre los ojos para observarme y lo escucho reír, Dios lo amaba no iba dejarlo ir aunque esa mujer tenía razón

—Me eligió por algo y a ti no—la veo—No es un premio, tampoco es una persona que se deja manipular por los demás, siempre ha pensado bien las cosas y sé que no soy buena para el pero ambos trabajamos en eso ¿Tanto te duele que te rechaza que tienes que intentar ir por mi lado más vulnerable?

—Nunca haría algo como eso, solo busca que abras los ojos ya que él no lo hace

—Claro porque no te gusta aprovecharte de la situación como aquel beso que le diste cuando habíamos discutir—veo que frunce el ceño—Porque es normal estar despierta pasada las 2 de la mañana esperando en el sofá de tu casa que el llegara o me vas a decir que no lo estabas esperando

—No sabes lo que haces, Edward se dará cuenta lo que significas en su vida y espero que no sea tarde para arrepentirse

—Sé muy bien lo que hago—muevo ligeramente a Ed—Muero de frio Ed

—Sí, claro—noto que bosteza y comienza a caminar lo ayudo pero se detiene frente a la puerta para ver a April—Oye no deberías estar afuera a esta hora, hace frio ¿Quieres beber una copa?

—No Ed, estoy bien, intenta dormir—asiente y abre la puerta, lo sigo quería asegurarme que no se terminara bebiendo otra botella

—April es una buena persona pero la odias—me cruzo de brazos para darme un poco de calor, el frio afuera era horrible, ni la chaqueta que tenía me había logrado cubrir por completo pero más que por el frio era porque me encontraba insegura por las palabras de esa mujer

—Heil es un buena persona aun así lo odias—hace una seña con sus manos señalándome—Intenta dormir, te llevo hasta tu habitación, es tarde

—No estoy cansado Esmeralda—me ve, solo aparto mi vista porque no me atrevía a verlo—Estas molesta conmigo después que me esforcé en complacerte

—No estoy molesta Ed, solo cansada, tengo que conducir—veo que se dirige a la puerta, cerrándola con seguro lo veo extrañada— ¿Qué haces?

—No saldrás de aquí así podremos terminar nuestra noche de pasión además de que es tarde, no voy a dejar que salgas —sonrió, uno intentando alejarse de el pero le sale con eso

—Así que ahora me vas a retener contra mi voluntad—en su estado podía quitarle las llaves fácilmente pero no quería hacerlo—encima quieres hacer cosas conmigo

—En mi defensa empezaste primero, hora temo despertar sin ropa a tu lado, si con tu manera de mirarme me siento violado—rio ante sus palabras

—Bien no me iré pero tampoco haremos nada pero si puedo dormir contigo

—Pero no tengo sueño—lo tomo de la mano para guiarlo a la habitación y lo ayudo a acostarse, quito su chaqueta y zapatos— ¿Me cuentas algo para dormir?

—No me se nada—me recuesto a su lado para observarlo ¿Qué podía hacer con él? Estaba en una encrucijada, el tampoco había sido del todo sincero

—Eres una escritora, puede hacer algo—siento que me rodea con sus brazos, olía tan bien a pesar del olor que desprendía de vino pero no le molestaba, solo Edward podía lograr que estuviera con el aun en ese estado—Te cuento yo

—Una niña que vivía encerrada en un castillo, vivía rodeada de lujos, lo que pidiera ella lo obtenía por eso nunca le dio curiosidad saber que había mas allá de esas murallas, nunca le importo, estaba conforme—siento como mete una bajo mi blusa para hacerme leves caricias—Me desconcentras

—Tu olor siempre lo hace y no me quejo—rio al escucharlo—Esa niña debió tener una razón para no tener curiosidad de saber que ahí afuera

—Había algo que no le había contado a nadie, si había salido una vez de ese lugar pero lo que consigo afuera solo logro lastimarla por eso no quiso volver a salir

—No se debe juzgar a la primera vez por eso existe la segundas oportunidades—me alejo para verlo cerrar los ojos—No todo en la vida son cosas materiales

—Ella no lo sabía pero llego una vez un grupo de personas derrumbando esas murallas, resulta que esa niña pertenecía a otro lugar y las personas que la tenía atrapada nunca se lo habían dicho porque la quería solo para ella pero esas personas que fueron por ella la hicieron cambiar—veo que su respiración se vuelve más lenta, estaba dormido—le dio una segunda oportunidad al mundo pero esas personas se volvieron tan importantes que llego a creer que quizás estaban mejor sin ella porque su mundo era tan diferente a los de ellos—me acurruco en su pecho, intentando dejarse llevar por el olor de su novio

***

Escucho un ruido que retumba en toda la habitación ¿Qué sonaba así? Abro los ojos para buscar el estúpido ruido, era el celular, una llamada entrante de un número desconocido ¿Quién llamaba a esa hora? Ignoro el celular para sentarme sobre la cama y ver que era la habitación de Edward, lo observo a mi lado aun dormía, se veía tan bien seguro ella era un desastre

Quería intentar ser una buena novia para el todo lo posible y apoyarlo como él ya lo había hecho antes si no podía quizás ahí fuera hora de darle la razón a esa mujer, me levanto entrando al baño para levarme la cara y darme una ducha rápida, quería intentar cocinar algo para Edward

Una vez lista, me dirijo a la cocina para buscar algo que prepárale, lo que me dijo la noche anterior viene a mi mente así que solo iba a hacer unos sándwich ¿Quién podía arruinar eso? Acompañarlo con café sería perfecto

Noto que la casa estaba un poco vacía, había varias cajas regadas por todas partes lo que confirmaba que si estaba preparándose para mudarse, la noche anterior no había notado las cajas que estaban por casi toda la casa

Decidió dejar eso de lado para preparar el menú que tenía en mente comienzo a buscar lo que necesito para comenzar a prepáralo, dejo el agua calentarse para el café hasta que escucho unos golpes fuertes en la puerta ¿Por qué tocaban de esa manera? Siento mis instintos activarse y miles de imágenes desagradables pasan por mi cabeza

—Edward abre la puerta—reconozco la voz enseguida aunque eso no me agradaba mas ¿Qué hacía ahí tan temprano? —Diablos abre de una buena vez—si seguía así despertaría a Edward, me acerco a la puerta para abrirla

—Oye vas a terminar tumbado la puerta, pensé que ibas a dejar de molestar

—Esto no tiene nada que ver con eso ¿Dónde está? —parecía alterada por algo

—Está dormido seguro se siente mal por lo que paso—veo que intenta pasar pero la detengo para verla desafiante, no iba dejar que lo viera en ese estado—No escuchaste, está dormido, lo que sea que quieres decirle puede esperar

—Por supuesto que no ¿Vez de lo que hablo? Solo eres un obstáculo en su vida, solo te pones a ti primero antes que el

—Eso no es cierto, siempre pienso en lo que es mejor para el

— ¿Esmeralda? —Ambas vemos a soñoliento Edward salir de la habitación, estaba sin camisa porque en medio de la noche había dicho que estaba incómodo con toda esa ropa encima— ¿Por qué discuten tan temprano? Mi cabeza me está matando—April aprovecha mi distracción para entrar—April ¿Qué sucede?

—Ya pasa más de medio día Edward ¿Podemos hablar? —veo que Ed la observa y luego me ve a mi

—Creí que ya habíamos aclarado esto April, no lo hagas…

—Es sobre el caso—noto que Ed se tensa, suspiro, era típico que se fuera por su lado más vulnerable ¿Por qué Edward se dejaba manipular de esa manera?

— ¿Sucedió algo? —me dirijo a la cocina para terminar de preparar el desayuno que ahora era almuerzo por la hora pero no logro escuchar nada, mi mirada se desvía al ver a Edward volver a la habitación

—Esmeralda—veo a April que me observa con los brazos cruzados, no sabía que había dicho, me dirijo a la habitación para ver a Edward arreglando su uniforme—Tengo que irme ¿Alguien de casualidad llamo?

—Si escuche tu celular pero como no está identificado, no te desperté

—Dios ¿Por qué no lo hiciste? —su voz se escuchaba ligeramente molesta—No sabes lo importante que era

—Disculpa por pensar en ti antes de atender la llamada de un desconocido

—No te moleste, solo que era importante—veo en su mirada una ligera preocupación— ¿Puedes irte sola?

—Se cuidarme sola hace mucho, aprendí del mejor ¿no? —Veo que me sonríe través del espejo— ¿A dónde vas? creí que tenías libre hoy

—Lo mismo pensé—se acerca una vez que termina de arreglar su ropa—iré a verte por la tarde—besa mi frente para irse, aprieto mis puños porque había perdido la batalla pero no la guerra

***

—Así que la cita termino siendo buena a pesar de mi interferencia—me encontraba en mi habitación recogiendo algunas cosas porque era un desastre, aun no pensaba empacar porque ni siquiera habíamos visitado una casa, mientras arreglaba mi habitación Heil estaba al teléfono

—Sí y déjame decirte que no creas que no me di cuenta que le dijiste lo de su trasero, quizás él no lo noto por su molestia pero yo sí que lo note

—Tenía que decírselo y el celoso de mi cuando tú lo celas a el también conmigo—ruedo los ojos al escucharlo—Pero no termino nada como creías

—Pues se embriago así que no pude hacer nada además esa mujer también ¿Puedes creer que esta mañana se fue con ella después de lo que me dijo ayer?

—Me dijiste que es rubia los hombres se vuelven loca por ellas aunque las pelirrojas no están tan mal—me siento sobre la cama para ver los libros que había comprado en la convención y sonrió al ver el que le había traído a Ed, se supone que era su regalo de navidad pero se le habían olvidado entregárselo

—Si claro, debería pintar mi cabello de rubio

—Oh no dice que no tiene cerebro, te prefiero mil veces así—rio ante su cometario

—Créeme que esta tiene mucho cerebro y acabas de admitir que eres masoquista porque te gusta como soy

— ¿Para qué negarlo? Tienes una gran personalidad por cierto las vacaciones llegan a su fin, en dos días de regreso

—Ni me lo recuerdes aunque ahora podre molestarte más

—Sabes que me adoras y te hago falta—rio ¿Para qué negarlo? Heil siempre le subía el ánimo, ese día estuvo amargada porque Edward se había ido con esa mujer y en cuanto Heil la llamo todo había quedado en segundo plano

—Eso no cierto—levanto mi mirada del libro que tenía en mis manos para ver a Edward en la puerta ¿Cuánto llevaba ahí?

—Lo suficiente para saber qué quieres pintar tu cabello de rubio—siento mi cara arder a escucharlo

—Otra vez la dejas sin palabras—noto que Edward se acerca a mi celular para tomarlo ¿Qué pensaba hacer?

— ¿Por qué no buscas otra chica? Esta es mía—rio al escucharlo—No pienso dártela

—Me entero que es un premio, tienes suerte que ella lo quiera así

—Déjalo ya Heil—le arrebato el celular a Edward viéndolo desafiante aún estaba molesto con él por lo de esta tarde—Nos vemos pronto

—Suerte, contare los días—suspiro al escucharlo colgar, dejo mi celular sobre la mesa y continuo arreglando la habitación

— ¿Contara los días? Ese chico necesita saber cuál es su lugar

—También lo necesita saber April pero ya que tú no te molestas en aclarar eso yo tampoco me molesto con Heil ¿Qué piensas?

— ¿Enserio Esmeralda? —me encojo de hombros—Claro defiéndelo después de todo él te coquetea descaradamente frente a mi nariz y a ti no te importa hasta le diste un regalo cuando a tu novio nada

—Eres un idiota a veces Edward—le lanzo el libro que le estaba guardando—Feliz navidad—salgo de la habitación dejándolo solo para dirigirme a la cocina, tenía planeado prepara algo para mis hermanos porque dentro de poco se irían, en ese momento estaban empacando lo que necesitaban y Carlos buscando todo lo que iba a necesitar para su viaje

Ato mi cabello en una cola alta, comenzaba a crecerme otra vez, tenía que cortarlo, comienzo a buscar lo que necesitaba para preparar un dulce que haría de limón, lo había aprendido a preparar hace poco y a sus hermanos le había encantado así que se había decidido por ese

—Gracias—veo de reojo a Ed que me había seguido, tenía el libro en su mano, era el que estaba firmado—Esmeralda no puedes molestarte porque tengo razón

—Yo también la tengo—escucho sus pasos acercarse pero lo ignoro para concéntrame en mi labor, Sabia que molestándome no iba a ganar nada pero el también la defendía y no podía aceptar que el dejara que lo manipularan

—Era sobre el caso la llamada, no podía quedarme contigo—siento mis ojos arder porque me molestaba no poder reclamarle, esa mujer si tenía razón, ella era una egoísta y solo era un estorbo en la vida de Edward—April aún está en el caso conmigo porque aún está en proceso de que la trasladen, parece que tardaran unos días más, luego me mudare contigo y quizás la vea poco ¿Qué más quieres?

—No te estoy pidiendo explicaciones Edward—me sorprendo al sentir que me toma de la mano para que lo viera a los ojos, no sabía en qué momento se había acercado a mí—¿Por qué viniste?

—Porque te conozco lo suficiente para saber que te molestarías además he hecho todo lo que creí correcto y necesario para que esté tranquila pero tú no, ese hombre te dice esas cosas y tú no haces nada—No podía decirle lo que Heil era, había prometido guardar el secreto

—Solo es un amigo pero April no es cualquier amiga—me alejo para buscar más ingredientes en la nevera pero Edward me impide el paso, lo observo desafiante

—Heil tampoco es cualquier amigo—me ve a los ojos, no sabía que esperaba de mi ¿Por qué siempre terminaban así?

—No voy a alejarlo si es lo que quieres, dijiste que podía tener amigos es más me apoyabas que los tuviera cuando te dije que no estaba lista pero aun así lo intente por ti cuando lo tengo te molestas solo porque es un hombre

—No me molesta que sea un hombre Esmeralda, me molesta que este enamorado de ti y quiera arrebatarte de mi lado

—No sabía que estabas tan inseguro de mis sentimientos por ti

—Lo mismo puedo decir de ti y April—siento mis ojos vuelven arde, claro que tenía miedo que me lo quitara, yo tenía todas las de perder

—Por supuesto que lo estoy ¿Has visto esa mujer? Cualquiera que tenga ojos se daría cuenta que están hechos para estar juntos, es mucho más bonita que yo, inteligente fuerte y astuta ¿Qué más quieres de una mujer? Todo lo contrario en mi porque en ella puedes confiar pero yo no soy confiable, solo logro traer problemas en tu vida cuando ella puede ayudar a resolver los tuyos pero yo no solo te causo más, soy un desastre Ed y no soy lo que necesitas en tu vida pero quiero aferrarme a que si puedo estar en ella—en ese punto mis lágrimas corrían por mis mejillas bajo la atenta mirada de Edward

—Es bueno escucharlo porque no soy el único inseguro aquí—lo veo con sorpresa—Desde que el llego a tu vida has cambiando mucho y solo te abierto los ojos, te hizo darte cuenta de muchas cosas y tengo miedo de que un día llegues ante mi porque finalmente te diste cuenta de que no soy lo necesitas en tu vida, cada día solo cambias más y te conozco menos, cada día formas mas tu vida y vas superándote a ti misma pero no soy yo el que está a tu lado apoyándote, no soy yo el que te escucha hablar de lo que te gusta y te disgusta, tampoco el que te aconseja como antes, tengo miedo de que avances con él y me dejes atrás pero no quiero detenerte porque es el que te hace bien y yo no—el también lloraba

No sabía que Edward pudiera tener algo así como era la inseguridad y miedo, le sorprendía sus palabras de todo lo que pensaba de Heil, si solo supiera lo que pasaba realmente pero igual tenía que dejarle claro que no era verdad, el había salido adelante no siempre fue por Heil si no porque quería ser mejor persona por él, por eso ahora era esa nueva versión de ella misma

—No podemos seguir así Esmeralda ¿Vez porque te dije que no era buena idea vivir juntos? siempre terminamos discutiendo, nuestros problemas siempre son más grandes, esto tiene que parar

—Lo que yo veo es que siempre terminado siendo sinceros el uno al otro—limpio mis lágrimas y me acerco a hacer lo mismo con las de el—Me esforcé tanto porque quería ser una persona que puedas estar orgulloso

—Eso no es necesario—me toma de la mejilla—desde que te conocí supe lo valiente que eras porque cualquiera en tu lugar se hubiera rendido aunque tu digieras que habías perdido todo tipo de esperanza y nadie va cambiar la perspectiva que tengo de ti—siento que me rodea con sus brazos, adoraba que hiciera eso—No me veo con nadie más que no sea contigo, pronto la tendré lejos de mi

—Está bien—lo observo—No me importa, se lo que sientes por mí y confió en ti—le doy un rápido beso, él sonríe—Pero eres mío y encárgate de que lo tenga en mente si no quieres que yo no se lo aclare a Heil—lo escucho reír

—Eres un caso cariño—siento que me besa la frente—Bien ¿Te ayudo con lo que estás haciendo? Me parece que perdiste tiempo conmigo

—Suena genial—no creí que volviera a tener dudas sobre April, si quería que todo saliera bien en sus vidas era mejor ver las cosas desde otro punto de vista aunque significaba dejar sus caprichos de lado