CAPITULO 22: Amo a este hombre
—No Esmeralda, no existe manera que suba a esa cosa y te dije ya que no estoy de acuerdo con que la conserves—escucho que se queja de mi propuesta, hace solo unos minutos decía que haría todo por ella y ahora esto, definitivamente ella no era la única bipolar en la relación
— ¿Qué paso con lo que me dijiste hace solo un segundo?
—Que haría todo por ti, no especifique que si te gustara o no y esto es por ti para cuidarte solo que no te das cuenta, no dije que necesariamente lo ibas a querer—no puedo evitar soltar una leve risa, este hombre siempre terminado ganado de una forma u otra pero no me iba a retractar
—Enserio nunca se puede contigo—me acerco a él tomándolo de los brazo, suspiro al tocarlos, me gustaba sus brazos que la abrazara con ellos era lo mejor del mundo, no puedo evitar reír ante mis pensamientos
— ¿Te causa risa mi rabieta? Porque es que me imagino que es lo que piensas, estoy seguro que Angel fue el que te metió la idea en la cabeza
—Me gusta la moto Ed y no voy a venderla te guste o no—lo abrazo del cuello, gracias a los zapatos que llevaba estaba a su misma altura, Ed no era un hombre muy alto—Que tal si le das una oportunidad y así te aseguras que sea buena conduciéndola, dijiste que harías todo por mi y no me voy a dejar convencer con esa explicación tuya—acaricio su cabello, veo que evita mis ojos estaba nerviosos y no faltaba mucho para convencerlo, solo tenía que elegir las palabras adecuadas
—Esmeralda enserio es muy peligrosa ¿Sabes cuantos accidentes de motos suceden a diario? No quiero que subas más a ella—Era terco pero yo más
—Lo sé pero aprendí a conducir muy bien y Angel se aseguró de ello pero…—me alejo—Si quieres volvemos a dentro a discutir el tema y así perderíamos el día de hoy para obtener el resultado que no pienso venderla—me cruzo de brazos viéndolo desafiante, sonrió al escucharlo suspirar
—Eres un dolor de cabeza—siento como toma mi cintura—No sé porque termine enamorado de ti—rio al sentir que me besa rápidamente—Bien vamos en la dichosa moto—lo abrazo del cuello para verlo a los ojos
—Sé que cuidarme sola y ahora puedo decirlo con toda seguridad
—Quiero comprobar eso—sonrió, ese hombre tenía sus momentos pero no creía que fuera a cansarse de el en algún momento de su vida—Siempre te cuidare las espaldas aunque tú no lo necesites
—Y por eso es que camino con toda la seguridad del mundo—le doy un rápido beso para alejarme y sacar las llaves de la moto—Esto va a ser emocionante ¿Dónde te llevo bombo? —Rio al ver que arquea una ceja al no creerse lo que había dicho— ¿Qué?
—Nada, cascos no saldremos sin ellos—asiento entrando para buscarlos, algo me decía que esta iba a ser una cita muy entretenida
***
—Esmeralda por dios no puedes tan siquiera conducir más lento, creí que moriría de un paro cardiaco—rio al ver que se quita el casco dejando su cabello despeinado, me muerdo el labio inferior, se veía demasiado bien para ser verdad, Edward siempre quería aparentar ser perfecto aunque él sabía que no lo era pero era una persona muy pulcra, ordenada, serio y muy reservado con sus cosas por eso le encantaba cuando dejaba esa faceta de lado porque sentía que mostraba como era realmente pero seguía siendo perfecto
—Exageras Ed—desvió mi mirada al saber que me había quedado observando más de lo debido— ¿Enserio esta es tu cita perfecta? —me tenso al sentir como me quita el casco con cuidado para acomodar mi cabello
—Las citas son para conocer a tu pareja y pasar un buen rato con ella, divertirse pensé en lo que más te gustaba y solo pude imaginar una película o leer un libro pero lo hacemos todo el tiempo—me ve a los ojos una vez que arregla mi alborotado cabello—salgamos de la rutina y es un lugar poco concurrido
—Por las flores creí que sería algo romántico—me toma de los hombros y observo el establecimiento, era un árcade
—Salgamos de los estándares de las citas que una cena romántica, jugar videojuegos aunque no lo hago seguido sé que a ti te gustan—se acerca a mi oído—Aunque si tengo una sorpresa reservada mientras ¿Qué opinas?
—Bueno es año nuevo y me imagino que no hay muchas personas—suspiro, tenía razón debían salir de la rutina aunque ella le gustaban esas cosas, en toda su vida había soñado tener una vida normal y tener citas normales, las deseaba, cuando salía con Edward las disfrutaba bástate, hacer cosas simples era algo que le encantaba porque nunca lo había hecho
—Muestra entusiasmo ¿no? —siento que toma mi mano para entrar en el lugar y no había muchas personas—Bueno nos quedaremos un rato, espera aquí—observo que se aleja para pedir los tickets, aprovecho para ver el lugar y había varios juegos, por suerte muchos eran de pareja, sus ojos se fijan en un barco grande, era un videojuego pero le gustaba, seguro a Ed le encantaba y ¿Ese era un just dancer? Solía verlo en televisión pero no en persona, también tenía un mesa de ping pon hasta de hockey de mesa, tenía que ganarle a Ed en ese—Esmeralda compre solo unas cuantas, podemos ir al centro comercial si no te gusta y…
—Quiero el de baile tardaste mucho—lo tomo de la mano para jalarlo—ven Ed perderemos el turno—habían estado dos personas bailando pero ahora estaba libre, tenía que jugar en esa cosa—Te voy a ganar, elijo la música—le arrebato dos fichas para colocarlas dentro de la máquina y comenzar a buscar una música, noto que Ed se había quedado observándome— ¿Qué? He querido jugar desde que tengo memoria y quiero ganarte, sé que si hay algo que no eres muy bueno son en los videojuegos
— ¿Eso crees? —Veo que sonríe de manera coqueta, se veían muy bien—Tu tampoco es que seas una experta ¿o Sí?
—Es una suerte que tú tampoco—coloca la canción—Vamos que ya empieza—lo veo— ¿O tienes miedo Suarez? —escucha que ríe
—En tus sueños Díaz—se coloca a mi lado para verme, esos ojos me volvían loca pero no iba a dejar que me ganara, ni en ese ni en otro juego
***
Me cruzo de brazos nuevamente al ver a Edward en la estúpida silla masajeadora, llevaba al redor de 30 minutos ahí, desde que la vio y probo término prendido a esa cosa para mí no era la gran cosa porque en mi antigua casa teníamos una, a Brayan también le gustaba
Entendía porque Ed le gustaba, daba buenos masajes pero Dios no era la gran cosa, el estúpido lugar estaba por cerrar y el ahí, habíamos probado todos los juegos pero en competencia estábamos en empate, había un último juego que quería jugar para desempatar pero el niño no quería moverse
— ¿Es enserio Edward? Llevas más de media hora ahí
—Exageras, solo son 5 minutos—había gastado varias fichas —Esta cosa es el cielo
— ¿Quién viene a un Árcade a gastar fichas en una silla de masajes?
—Pues yo, el trabajo suele estresarme mucho, quien sabe cuándo vuelva a venir
—Ed el lugar está por cerrar, quiero el desempate en la mesa de hockey
—Solo dame unos minutos más y estoy contigo—sonrió al ver sus ojos cerrados y el cuerpo moverse ante los movimientos de la silla, me gustaba como se veía pero Dios quería jugar una última vez
—Eso me dijiste hace media hora, si quieres que compro una estúpida silla de masajeando cuando nos mudemos pero vamos quiero jugar—veo que abre los ojos viéndome con sorpresa— ¿Ahora qué?
—Lo dices como si fuera la cosa más normal del mundo comprar una silla de estas que seguro valen una millonada—olvidaba lo orgulloso que era el niño, si él le había salvado literal la vida ¿Qué problema había que lo consintiera de esa forma? Edward se merecía eso y más
—Lo es, puedes buscarla en internet y la compro, no hay problema
—No hay manera que te deje hacer eso—rio porque con o sin su aprobación la compraría—Enserio te dejaría para casarme con esta cosa
—Ahora sí creo que no la compro, si acapara tu atención—veo que sonríe—Ed
—Bien—sonrió al ver que se levanta, extiendo mi mano para que la tome, la ve pero luego observa a la silla, vuelve a mi mano y después a la silla, parecía debatirse entre las dos—Adiós, sé que lo nuestro fue corto pero por ti ahora sé que es el amor a primera vista
—Deja el drama y vamos—escucho que reí y toma mi mano para guiarme al juego de mesa de hockey, coloca las fichas—aquí voy
—Ya te gane tres veces en esta y tú ni una vez ¿Por qué elegiste esta? —no le iba a decir que estaba frustrada porque era mejor en el estúpido juego
—Quiero superarme—sonríe y comenzamos, veo que mueve su mano agiblemente y yo hago lo mismo con la mía, había comenzado a seguir el ritmo de esa cosa
— ¿De verdad me comprarías la silla? He estado reuniendo para mi auto aunque creo que va a esperar por la casa pero podría comprar la silla
—Ed concéntrate—logro meterle una disco—deja de pensar en la silla
—Lo siento pero de verdad es como el cielo, tengo que tener una pero definitivamente no caeré tan bajo para que tú me la compres—logro meter otro, no es justo estaba distraído
—Mierda Ed concéntrate, no quiero ganar si dejas que lo haga
—Oye cuida tu vocabulario por favor—noto que se centra un poco más, logrando meter uno en mi parte de la mesa— ¿Cuántos crees que cueste? —ruedo los ojos al escucharlo otra vez
—No lo sé Ed pero enserio deja lo de la silla—veo que asiente pero aun así noto que aún seguía pensado en ella, Dios ahora estaba celosa de una estúpida silla
—Jóvenes estamos por cerrar—Ed le presta atención pero yo solo logro impacientarme al ver que no toma enserio el juego
—De acuerdo—en un movimiento rápido, logra que el disco entre de mi lado de la mesa y luego al volver a colocarlo en la mesa nuevamente , logra meter otro dando la victoria, frunzo el ceño—Soy bueno con los reflejos
—Dios no es justo, eres bueno en todo—siento que me toma del hombro pero lo aparto frustrada por mi derrota, estúpido Edward y su perfecta sonrisa ¿Por qué tenía que ser bueno en todo? Hasta en las citas porque a pesar de haber perdido y no estar convencida al principio del lugar, se la había pasado de maravilla
—No te molestes Esmeralda—escucho que me sigue pero no quiero escucharlo, me detengo porque algo llama mi atención, Dios era uno de esos peluches que solía tener cuando era niña, era idéntico al que me dio mi padre cuando cumplí 5
—Ed mira ese caballo—si de niña adoraba los caballo—Mi padre me regalo uno idéntico a ese cuando tenía 5 años, el peluche termino degollado por un perro que tuve en esa época pero recuerdo lo triste que me puse hasta odiaba mi perro por matar a mi caballo
—Así que la de los caballos viene desde niña—sonrió y me acerco al máquina, ahí estaba el peluche, era una de esas que insertabas la moneda y podía mover la garra con unos controles que estaba fuera de la pequeña cabina que contenía diferentes premios y uno era su peluche—lo ganare para ti
— ¿Enserio? —asiente y veo que introduce la moneda en la maquina comenzando a hacer el primer intento, luego de 5 minutos más ya llevaba el intento número 6 y nada de mi peluche, la verdad era entretenido ver a Edward perder la paciencia con la máquina—Ed me está dando hambre ¿Vamos?
—Dije que ganaría ese peluche para ti pero no entiendo esta máquina—rio porque parecía calcular el movimiento de la garra y ante ponerse a lo que podría pasar pero le daba el mismo resultado, yo solo pensaba que era cosa de suerte y no de cálculos—Diablos, esta es mi última moneda
—Ese vocabulario caballero—rio y me acerco—yo lo hare, permiso
—No lo lograras, es una estafa, solo vamos, ya luego comprare uno igual—le arrebato la moneda—Esmeralda—Inserto la moneda
—Déjame concéntrame—fijo mi objetivo y si ganaba el estúpido muñeco me encantaría pero la maquina solo atina a agarrar un pequeño peluche que estaba cerca, parecía un pulpo pero solo tenía 7 brazos— ¿Enserio?
—Oye lograste tener algo, yo ni siquiera logre eso—veo el peluche y sonreía, no me gustaba era blanco y adorable, no iba conmigo, se lo extiendo a Ed— ¿Qué?
—Es tuyo, no me gustan estas cosas—observo su sonrisa—Igual puede ser tu regalo de navidad
—Muy graciosa—me toma de la cintura—Gracias—suspiro al sentir sus labios sobre los míos, me fascinaban esos labios— ¿Vamos? Pero esta vez conduzco yo y…—frunzo el ceño al ver que me muestra una pañoleta ¿Qué tenía planeado?
***
Estaba nerviosa y tenía miedo podía sentir el ruido al mi alrededor pero también podía sentir los brazos de Ed sobre los míos guiándome en el camino, no estaba acostumbrada a sentirme tan vulnerable pero confiaba en Ed aunque lo hacia mi cuerpo apenas respondía por suerte había hecho un repaso mental de lo que Albert me había dicho en esos casos de sentirme atrapada, el lugar feliz era el indicado en ese momento pero terminaba centrándome en el olor del hombre a mi lado, sus manos en mi cuerpo
Solo me concentraba en el cuerpo de Ed cerca del mío y su tacto con eso bastaba para estar más tranquila pero aun así tenia mis dudas pero no podía hacer otra cosa que confiar en mi novio que estaba segura que sería incapaz de hacerme algo
— ¿Lista? —siento un leve cosquilleo recorrer mi cuerpo entero por la voz de Edward sobre mi oído, estaba nerviosa pero el miedo se había ido, ahora estaba impaciente por saber cuál era el misterio
—Sí, espero que no sea un secuestro y me haya dejado traer
—Ya quieras encerrarte conmigo en una habitación ¿no? —rio ante sus palabras, era bueno que tuviera bromas de ese tipo, le daba mucha confianza, además era ella que siempre se comía con la mirada a Edward pero algo le decía que no era la única que lo hacía solo que quizás la más abierta
—Por supuesto pero ambos sabemos que no solo soy yo—ahora es el turno de el de reír—Quítame esta cosa Ed
—Que impaciente—suspiro y siento como se pone tras de mí para quitarme el pañuelo que envolvía mis ojos, me cuesta un poco enfocar mí vista en lo que tenía delante de mis ojos, me cubre la boca, no podía creerlo— ¿te gusta?
—Dios eso es poco—era el parque donde nos solíamos pasar en mi primer año de universidad, ese donde viví tantos momentos junto a él y también al resto del grupo, ahora frente a mí se extendía un pequeña manta rodeada de lámparas colocadas alrededor del lugar para darle un aspecto más íntimo, sobre la manta estaba un serie de platos que se suponía que era nuestra cena de esa noche y rio al ver la botella de vino a pesar de que él no bebía sabía que a mí me encantaba—Ed—lo abrazo del cuello para verlo sonreír—Me encanta, eres el mejor
—Algo bueno tenía que hacer en este año que no me he portado de la mejor manera—me toma de la cintura para verme a los ojos, podía perderme en ese color de ojos, era de un verde tan intenso que podía mirarlo por horas y nunca cansarme de el—Gracias a Dios te gusta
— ¿Cómo no? es la primera vez que hacen algo así para mí—uno nuestros labios siendo un beso lleno de amor, era lento nos tomábamos nuestro tiempo para disfrutar de nuestro labios, solía ser así, no había apuro por nada, ambos sabíamos lo que sentíamos el uno por el otro
—Sabes que haría todo por ti—rio al separarnos, recordaba nuestra discusión de la tarde, no había un día que no hiciéramos eso— ¿Comemos?
—Muero de hambre—me toma de la mano guiándome a la manta y tomamos asiento, sonrió al ver que abre la botella de vino sirviéndome en una copa y el también en otra— ¿Bebes?
—Solo una alguien tiene que conducir—asiento y veo que lo prueba—Es delicioso—sonrió al ver su rostro, nunca había probado el vino—No sabía que algo así podía saber de esta manera
—Te lo dije, es la bebida alcohólica más deliciosa—no quería beber mucho así que solo tomo un sorbo, quería recordar cada parte de ese día que Edward se había esmerado tanto en que disfrutara—¿En qué momento lo preparaste?
—Tuve algo de ayuda—veo que sirve nuestra comida, era pasta con albóndiga—Tristemente no cocine el día de hoy pero si deje unas instrucciones muy específicas de lo que tenían que hacer así que espero que quede perfecto
—Típico de ti—ya me imaginaba de quien se trataba, mis hermanos habían estado muy misteriosos en la mañana, seguro era que se sentía mal porque se iban y me dejaba sola aunque al final yo había tomado la decisión de no ir pero si me hubiera encantado viajar pero sin Edward no se veía lejos
—El postre si tuve el placer de hacerlo pero nunca puedo superar tus expectativas mujer así que no seas tan dura cuando lo pruebes
—Siempre superas mis expectativas—me sonríe podía ver un leve sonrojo en sus mejillas— ¿Te he dicho que me encanta que seas la persona de quien me enamore? —veo que voltea la mirada nervioso, rio porque me gustaba verlo así
—Una vez lo hiciste—comienzo a probar mi comida, estaba deliciosa—Siento que fue hace mucho que sucedió eso, hemos recorrido bastante desde ese entonces—lo observo, recordaba muy bien esa etapa, mi hermano por todo lo que paso, se merecía hacer lo que quería y no solo Alex también David que sus padres estaba tan avergonzados con el que ni siquiera estando en casa por cárcel dejaban que los visitara seguido, se había alejado de su hijo aunque los comprendía solo quería que el siguiera adelante porque no sabía cuándo podrían salir de esa casa, había cometido muchos delitos al aliarse con Brayan, aunque se había arrepentido pero eso no fue suficiente para la juez
—Lo recuerdo—lo veo a los ojos, todos deseábamos la felicidad de las persona que queremos por eso no se había puesto en contra de lo querían hacer sus hermanos, se preguntaba si Edward era feliz con ella, siempre estaba tenso a su alrededor aunque las cosas habían cambiado desde hace unos meses—Ed ¿Eres feliz? —me ve extrañado—Solo digo, Alex y David se irán a ver universidades y estoy casi segura de que terminaran enamorados de la ciudades en el extranjero, nunca he salido de este lugar y no voy a mentir me gustaría ir con ellos porque también tengo curiosidad pero también quiero estar contigo, soy feliz mientras tú lo seas—siento que toma mi mano
—Esmeralda te he dicho que no te detengas de lo que quieras hacer, no quiero ser un obstáculo en tu camino
—No lo eres, solo que quiero estar contigo, estoy segura que unas lindas tiendas no me harán sentir lo que tú me haces sentir, eso no es felicidad—le sonrió—Esto si lo es a pesar de todo lo que no ha pasado sé que estoy en lugar correcto
—Me alegra escuchar eso—me sonrojo al sentir sus labios sobre mi mano y veo que comienza acariciar mis nudillos, mientras se lleva la copa de vino a los labios, hasta bebiendo se veían sexy ¿Qué me pasaba? ¿Eran las hormonas?
—Aunque hay mucho en lo que quiero trabajar y cerrar—aun no hablaba con Albert referente a mis terapias— ¿Sabes que Albert piensa que ya puedo dejar de verlo?
— ¿Enserio? —parecía extrañado—No creo que aun estés lista
—Piensa que si pero yo tampoco me siento lista hay cosas que quiero cerrar como lo es mi historia con Brayan—noto que detiene su caricia para verme—No es un tema que me guste pero quiero vencer mi pasado para poder seguir, no quiero seguir viviendo con miedos y seguir adelante con lo que quiero—lo veo—antes creí que no podía perdonar a mis padres por lo que hicieron pero ahora soy capaz de ir conversar con ellos aunque aún sigo pensando porque mi madre lo hizo quisiera hablar con mi tía referente a eso
— ¿No crees que es muy rápido? —niego levemente, ya estaba lista para seguir con todo eso, era momento si quería formar una vida con Ed
—También pensaba a deshacerme de la casa donde solía vivir, ha Alex no le importaba porque apenas se acuerda de ella pero yo la tengo muy bien grabada en mi mente, jamás podría volver a vivir en ella pero si dejarla a alguien más ¿Qué opinas de convertirla en un refugio para animales?
—Dios te encanta los animales—sonrió—Yo te apoyare en lo que quieras hacer
—Y yo también—ahora soy yo quien acaricia sus mudillos, me gustaba tanto la mano de Ed cuando la tomaba siento que nos compactábamos a la perfección—Te apoyare en lo que necesites así como lo que pasa en tu familia—puedo sentir como se tensa ante la mención de su familia—Ed
—Estoy bien con ellos, no sé de qué hablas, siempre hablo con mi hermano y mi tía como siempre me adora—aleja mi mano para servirse otra copa de vino
—Si pero no es toda tu familia ¿Cuándo me ibas a decir lo de tu hermana?
—Esmeralda tú tienes suficiente con tu vida, es algo que puedo resolver
—Tanto que llevas alrededor de cuatro años así—veo que suspira—Ed si queremos que funciones tenemos que poner ambos de nuestro lado aunque si no me quieres contar entenderé
—Tienes razón—me toma la mano nuevamente para verme—Te lo contare pero no hoy, no quiero comenzar el año así—noto que ve su reloj—Casi es hora—me toma de la otra mano—Hablemos de eso luego pero un paso a la vez, la situación no es nada fácil y más si tu estas en medio
—Quizás pueda ayudarte a resolverlo
—Está bien, lo intentaremos—me da un suave beso—Ahora tenemos algo que hacer—veo que se termina la copa de vino y sonrió, le había gustado a este paso quizás termine conduciendo yo—Es hora—se levanta y me extiende la mano la tomo para ayudarme a hacer lo mismo— ¿Recuerdas cuando pasamos navidad en el hotel de mi tía? —me dejo guiar fuera de la manta y noto que había un bolso cerca de un árbol, el comienza a buscar algo de ahí
— ¿Cómo olvidar esas vacaciones? Aún recuerdo que vi desnudo a Angel—escucho que ríe pero mi mente solo recordaba la mirada de Ed cuando me vio a mí sin ropa, frunzo el ceño al recordar su mirada ¿Dónde la había visto antes?
—Ni me lo recuerdes, una vez mi hermano la vio por casualidad cuando me ayudaba en un caso y Dios pase la vergüenza de mi vida, pensaba que tenía un fetiche con Angel o algo así—rio ante sus palabras, veo que saca una linterna flotante, le recordaba muy bien—Hicimos flotar una de estas entre todos
—Lo recuerdo, me encanto la vista—veo que me extiende un papel
—Deseo de año nuevo—sonrió sabido lo que iba a escribir— ¿aquella vez se te cumplió lo que habías deseado? —lo veo, no había pedido nada y hasta ahora tampoco quería hacerlo, solo decir gracias por todo lo que había hecho desde que ese par de esmeraldas se habían fijado en ella por primera vez
—Eso parece, este año espero que también—escribo lo que quería y se lo entrego, veo que ata el papel a la linterna y lo ayudo a encenderla, sonrió al verla flotara por los aire, se veía hermosa—¿Qué pediste tu aquella vez? —veo que observa la linterna, parecía recordar algo, en aquella ocasión también estaba nostálgico, le había gustado seguir observándola esa vez luego cometido uno de los mejores errores que pudo cometer porque si no fuera por eso Edward se hubiera alejado de ella definitivamente
—Tu felicidad—lo veo con sorpresa—Parece que si se cumplieron porque estás aquí y veo a la mujer más hermosa que he conocido sonriendo—siento mis lágrimas acumularse, su mirada me decía tantas cosas
—Yo simplemente agradecí por lo que tenía en ese momento y hasta ahora sigo haciéndolo—me acerco a el—Por ahora más que nunca lo hago porque estás aquí—me toma de la mejilla, sonrió viendo su rostro que comienza a iluminarse por las luces de los fuegos artificiales que significaba la bienvenida del año nuevo pero no me importaba en absoluto verlo, el rostro de Ed me gustaba mas
—Es un buen deseo, sigo deseando tu felicidad ahora más que nunca porque tu felicidad es la mía—me toma de la cintura
—Y yo agradeciendo por tenerte en mi vida—me sonríe y une nuestros labios en suave beso
Continuará...
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