CAPITULO 18: Libertad
Podía sentir el movimiento del caballo y sobre mi espalda estaba Heil recostado, parecía cansado, me había enseñado a cabalgar, no había sido difícil aprender, en la primera hora estuvo pendiente de cómo lo hacía pero luego de la hora no le presto más atención a lo que hacía, aun no salíamos del camino de tierra
—Creo que vamos a morir y no veo señal de nada cerca Esmeralda aún no hay recepción y seguro que si volvemos nos terminen matando ¿Y si nos persiguen?
—Deja de ser tan dramático, solo es un caballo y ya estamos lo suficiente lejos, solo disfruta del paisaje, seguro pronto encontraremos la carretera
— ¿Por qué estás tan positiva? Tú sueles ser la mal humorada no yo
—Estaba asustada cuando no vi el bus pero después de lo que me paso no hay nada peor y sé que no puedo depender de los demás, estoy cansada de eso, quiero un cambio en mi vida, Albert me dijo que yo soy la que debo dar el primer paso porque nadie lo dará por mí
— ¿Puedo saber quién es Albert? ¿Algún consejero?
—Es mi psicólogo, llevo en terapia por varios años, según él ha comenzado a ver un cambio en mí y piensa que necesito avanzar por mí misma
—No sabía que lo tuyo era tan grave para tener uno personal
—Creo que debieron internarme pero eso me hubiera alterado más de lo que estaba, pase por mucho Heil, desde los 9 estuve encerrada en una mansión sin posibilidad de salir y fui golpeada hasta abusada, no tenía permitido ver a la única persona que mantenía con vida que ni siquiera era mi hermano el que estaba conmigo, ya he tenido mucho ayuda
—Entonces todo lo que ronda de ti es cierto hasta tu estado mental—el hablar de eso no me gustaba pero quería hacerlo, yo era la única persona que podía hacer que las personas pensaran diferente de mi
—No todo, me medicaban para me comportara así, no fui inestable si no está que hirieron a Edward y me llevaron fuera del estado donde vivimos, ahí fue donde me rompí totalmente dure un año completo si hablar y fue una época difícil para mí, tenía miedo de todo apenas y recuerdo esa época pero según me contaron tuve muchos ataques hasta intente quitarme la vida varias veces
—No quiero imaginar lo difícil que es para ti ahora ¿Estas mejor?
—El que pueda hablar contigo de esta forma creo que he mejorado—aprieto mis puños porque comenzaba a tener recuerdos de esa época, mis pensamientos, todas las pesadillas esos hombres—Edward me ayudó mucho después de lo que deje entrar de nuevo a mi vida
— ¿Edward? ¿Dependes mucho de el? —sonrió tristemente
—Pues si intento cambiar de hecho y creo que voy por buen camino, creo que su vida es más complicada por mi culpa, hemos pasado por mucho por eso me niego a dejarlo ir y parece que el a mí también
—Pero no se puede forzar una relación aunque ambos lo intente
—Pienso igual pero siempre estamos dispuesto a intentarlo, no quiero dejarlo
—Te entiendo pero a veces es necesario hacerlo aunque no lo queramos
—Si—siento mis lágrimas acumularse porque tenía razón— ¿Qué hay de ti? ¿Nada interésate que contar? Yo he mejorado con mis terapias poco a poco
—Si tengo que contar pero tengo curiosidad ¿Desde cuándo tienes esta fobia del contacto humano? No me quiero imaginar lo complicado que pudo ser para ti y Edward, si les tienes tanto miedo a las personas
—Creo que fue cuando tenía 12 años y bueno Edward fue el que se acercó primero, el cuerpo se acostumbra al contacto y con Ed sucedió así igual que paso contigo, quiero que lo haga de forma natural, ser lo suficiente fuerte para poder estar tranquila, saber que no me harán daño porque puedo yo misma defenderme de todo lo que venga
—Es muy valiente de tu parte que quieras avanzar de esa manera, seguro lo logras muy pronto, entiendo porque nunca han tenido relaciones
—Estoy trabajando en eso hace poco logramos un avance pero todo fue por el alcohol Albert dice que con el tiempo mi cuerpo se le hará normal pero he intentado y solo he logrado volver a los besos, por lo menos dormir pero por algo se empieza, Edward quiere hacerlo pero que yo sea totalmente consiente de mi cuerpo—sonrió porque como lo amaba, esa manera de pensar era única
—Es una buena persona, si no lo quieres me lo quedo
—Por nada en el mundo lo dejare, es mío
—Calma tigra que solo es broma ¿Podemos descansar? —asiento y me acerco a un árbol estábamos como en una montaña se podía ver la sabana extenderse ante nosotros—Es una buena vista
— ¿Verdad que si? Se ve genial—nos bajamos del caballo para dejarlo descansar, por suerte para él había un charco de agua y estaba bebiendo de ahí, tenía hambre y algo de sed, esperaba que llegáramos pronto a la carretera—Es hermoso, en al autobús no hubiéramos logrado verlo
—Hay que verle el lado bueno a esta locura pero en verdad estoy agotado—veo se cubre la cara y sonrió—No comprendo cómo puedes ver todo esto así
—Ya he sufrido mucho estoy cansada de hacerlo, me di cuenta de eso el día que me intentaron quitar la ropa, no voy a permitir que eso suceda otra vez, me ha tomado mucho llegar a este punto y quiero que el siguiente hombre que me toque de esa manera sea Edward, nadie mas
—Espero que mis fantasmas se dispersen igual que los tuyos, ese psicólogo es muy bueno, debería ir a verlo
—Puedes hacerlo, Albert es muy bueno en su trabajo—me pongo frente a el—Ahí una terapia que me enseño que es muy buena
—Ahora te la quieres dar de psicóloga en esta situación
—Inténtalo, solo un momento si no lo dejamos ¿Vale? —me ve con algo de duda
—Está bien—sonrió— ¿Qué quieres hacer?
—Gritar—me ve extrañdo—Albert me dice que lo escriba pero que es mejor gritar en un lugar amplio donde nadie te escuche, nunca lo hicimos porque me daba miedo salir lejos con el pero ahora puedo hacerlo
— ¿Quieres que solo grite? —Niego— ¿Entonces?
—Grita lo que te molesta, todos tus problemas, tus miedos, hazlo sin temor a ser juzgado—lo veo bajar la vista—Vamos, eres más valiente que yo Heil
—Esmeralda hace mucho que no me abro con nadie, solo dejémoslo
—Yo ya lo he hecho—me levanto y veo la sabana que se extendía ante nosotros— ¡Tengo miedo a cambiar pero también a no hacerlo! —sonrió porque se sentía maravilloso—Inténtalo ¡Odio cómo se comporta Edward! —Lo veo—Puedes comenzar con algo sencillo
—Estás loca—sonrió al ver que se levanta— ¡Odio no saber cocinar!—asiento y lo alientó a seguir— ¡Odio este estúpido caballo! ¡Temo que Esmeralda se vuelva más loca de lo que ya está! —rio al escucharlo—Creo que perdí la cabeza
— ¡Quiero poder vivir sin temores! ¡No quiero ser esclava más de mis miedos! ¡Temo no ser suficiente para Ed! —respiro profundo, me sentía muy bien, debía probar más seguido esa técnica— ¡Temo ser odiada! ¡Temo a la soledad!
— ¡Temo a la soledad! ¡Temo olvidar! ¡Temo a enamorarme de alguien más que no sea Fabián! ¡Estoy cansado de ser juzgado solo por mi orientación! ¡Quiero ser aceptado! ¡Me siento culpable por su partida! —Veo que cada vez que gritaba sus lágrimas cae por sus mejillas— ¡Extraño a Fabián y duele pero no quiero olvidarlo! ¡No quiero seguir viviendo pero se que debo!
—Heil—me ve entre lágrimas, le sonrió— ¿Cómo te sientes?
—Tengo que ver a ese psicólogo—ambos reímos—Me han criticado mucho Esmeralda por mi orientación, por eso los compañeros en la universidad
— ¿Te odian solo porque te gustan los hombres?
—La historias es más complicada que eso, en realidad estamos en una sociedad que no le importa si nos gusta un hombre o una mujer pero hay veces que las personas pueden ser muy crueles, los padres de Fabián no lo aceptaban, mi familia siempre ha sido diferente en realidad llegue a pensar que no le importaba a mi madre, en la universidad descubrieron todo mi relación con él y todo termino muy mal para él, no pude apoyarlo Esmeralda aun cuando él lo hizo tanto—veo se cubre el rostro continuando llorando—lo perdí y fue mi culpa
—No creo que el piense de esa forma Heil, si te amaba no creo que quiera verte en este estado y te culpe de algo
—Él se suicidó—lo veo con sorpresa—Y quería acompañarlo, de verdad lo pensaba y aún sigo creyéndolo pero sé que él no quiere eso para mí—me ve—Los de la clase lo criticaron porque era unos de los mejores alumnos de la universidad aunque no hablamos de inteligencia pero él ocultaba su orientación, ni siquiera me trataba en la universidad mucho porque todos sabían que a mí me gustaban los hombres, siempre me hacían bromas pero nunca me ha importado eso pero Fabián, con él era diferente
—No creo que sea tu culpa Heil
—Lo fue, debí verlo venir, no debía alejarme quizás él no lo hubiera hecho si no hubiéramos discutido ese día yo…—veo que se cubre la cara frustrado
—Está bien si no quieres hablar de eso ¿Quieres continuar o esperar un poco más? Estoy segura que la carretera está cerca
—Estoy bien—veo como suspira y limpia sus lágrimas—Solo dame tiempo
—No tengo prisa—lo ayudo a subirse al caballo para seguir avanzando, comenzaba a oscurecer y no era bueno— ¿Crees que debemos buscar algo para pasar la noche? No me gustaría caminar en la oscuridad
—Sí, deberíamos hacerlo, es lo mejor por ahora—asiento—tengo una idea, soy un experto en estas cosas—lo veo extrañada pero dejo que tome el mando para comenzar a avanzar a quien sabe a donde
***
Estábamos sentados frente a una pequeña fogata, solo se podía escuchar el ruido del rio cayendo y los grillos, Heil había conseguido un rio según lo que había aprendido para su corta edad conocía muchos trucos, con el rio conseguimos comida porque logramos atrapar algunos peces y agua para los tres
Ya estaba oscuro y lo único que nos daba luz era la pequeña fogata que Heil había hecho, le había contado que su padre le gustaba mucho la naturaleza y lo solía llevar seguido de campamento, había mantenido la tradición incluso después de su muerte aunque a su madre no le gustaba pero el solía hacerlo solo
—Estarías muerta sin mi ¿no? —Sonrió viendo el fuego— ¿Sabes? Tenía tiempo sin acampar de esta manera, de hecho después de la muerte de Fabián
—Me imagino que lo hacías con el seguido ¿no? —Veo que asiente—Cuéntame que hacían podemos hacerlo cuando lo hagamos con los muchachos
—Ya te lo conté y otras clases de cosas pero es contenido para +18—niego y el ríe al ver mi rostro—Cuando murió, hui muy lejos de hecho fui de campamento para estar solo recordarlo, llorar y intentar sanar pero no lo logre, quería estar solo
—Me imagino que debió ser duro, cuando muere alguien a veces sientes que es mentira que en cualquier momento esa persona aparecerá y te saludara como antes pero no es así, duele como si te arrancaran un pedazo de ti pero aprendemos a vivir con eso, permitirte recordarlo en tu corazón y solo nos acostumbramos a su ausencia física
—Yo aún no me acostumbro a su ausencia, Fabián era todo para mí pero sé que no quiere que sufra por mucho tiempo—veo que baja la vista para observar el fuego—Sabes me dejo una carta antes de irse
— ¿Se despidió de ti? —veo que se encoge de hombros— ¿No la has leído? —recordaba el miedo de leer el contenido de la caja fuerte una vez que la abrí, sabía que podían haber cosas que no le gustaban
—No y no sé si pueda hacerlo algún día porque si lo hizo es porque yo no era suficiente para el Esmeralda, no lo hacía feliz y eso me duele en el alma
—Se cómo te sientes—me levanto para sentarme a su lado y recostar su cabeza sobre mi hombro—Pero Fabián no pensaba eso, estoy seguro que no te odiaba, seguro eras la única persona en todo el mundo que lo hacía olvidar el sufrimiento por el que estaba pasado
— ¿Por qué crees eso? No lo conociste, Fue egoísta de su parte irse y no llevarme con él, a veces pienso eso pero no lo culpo que haya querido descasar, me merezco seguir sufriendo por eso es que nunca lo intente yo también
—Pues hace unos años conocí a unas personas que me llenaban por completo, Ed era una de esas y pasar tiempo con él siempre me ha fascinado, no solo fue Edward, tengo muchos amigos más pero al regresar a mi casa era otra historia, quería desaparecer dejar de luchar, estaba cansada solo podía ver el abismo hasta que Ed me enseño que era ser egoísta—sonrió al recordar nuestro primer beso— a desear más para mí, obtener lo que quería
—No me imagino lo difícil que pudo ser para ti
—Lo fue y mucho aun lo es, de hecho no ha sido un buen año y ansió que termine para cambiar mi historia porque he notado que he comenzado a hacerlo—lo veo—estuve en el lugar de Fabián y quizás nunca logre hacerlo porque el que muriera significaba que ellos también lo hacían conmigo y si hice todo eso fue por ellos, aunque quería ser egoísta también quería que ellos no sufrieran más por mí, yo era la causante de su sufrimiento así que era mejor quitarles esa carga de encima, cuando me di cuenta lo que hizo mi egoísmo decidí dejarlos ir y que ellos fueran feliz aunque eso significaba que yo no estaría con ellos—limpio sus lágrimas que comenzaban a caer, parecía que si había acertado—No sé qué clase de problemas tuvieron pero Fabián tuvo que verse atrapado y sin salidas para hacerlo, estaba cansado de luchar no porque no fueras suficiente si no por el hecho de que él no se sentía suficiente para ti y no eras feliz con el
—Es tonto de su parte—veo que baja la vista—es un idiota si pensaba de esa manera ¿Qué no me hacía feliz? Con solo verlo yo…—veo que su cubre la cara lo rodeo con mis brazos para dejarlo desahogarse, parecía que Heil si tenía mucho que sanar
—Tienes mucho que sanar y yo también podemos hacerlos juntos—veo que asiente y solo se acerca más a mí para cubrir su rostro, siempre aparentaba ser fuerte, yo conocía muy bien eso porque yo siempre intentaba a serlo pero Albert me había enseñado que eso no era bueno, si no dejarse ir y desahogarse era lo mejor que podía hacer, esperaba que ambos algún día puedan terminar ese largo camino que parecía no tener fin
***
—Me duele todo el cuerpo Esmeralda, no eres muy cómoda que digamos
—Y tú tampoco pero veo que a pesar de las quejas dormiste bien
— ¿Quién no? estaba agotado de todo—sonrió al escucharlo—Gracias por cierto, en cuanto llegue lo primero que haré será leer la carta
—Es bueno, sirve para cerrar ese ciclo, mi padre me dejo algo parecido a eso aunque creo que mi reacción no fue muy buena pero si me hizo pensar mucho y dejar el miedo atrás, tengo mucho miedos, estoy tratando de superarlos uno por uno, me tomo mi tiempo
—No todo es lo que parece tú le haces mucho honor a esa palabra—sonrió porque era cierto—Conocí a Fabián cuando estaba en una de las peores etapas de mi vida, él fue el que me ayudo a salir de ahí
— ¿Qué hay de tu hermano? Me contaste que estaba muerto también
—Si por el conocí a Fabián, en su muerte de hecho, eran amigos en la universidad, mi hermano nunca fue muy conversador sobre sus amistades, yo apenas estaba en la secundaria
— ¿Era mayor que tu entonces? —el asiente—Así que te gustan mayores
—No me gustaba por su edad si no por su físico, sabes Edward es mayor y…
—No sigas porque te juro que te dejo aquí mismo—lo escucho reír— ¿De que murió tu hermano? ¿Estaba enfermo?
—Fue un accidente de auto ¿Te gusto acampar? —entendí que no quería hablar del tema, estaba bien por ahora
—No fue tan malo, las estrellas, el rio pero no me gustaron los insecto
— ¿Cómo te sentiste? ¿Verdad que es genial? —sonrió porque me había fascinado a pesar de la situación, se había sentido tan libre, le gustaba eso, vivir esas clases de experiencias la hacía sentirse viva
—Viva, me encanto ¿Haz viajado mucho?
—Pues al menos por el país sí, mi padre era camionero y viajaba mucho, a veces lo acompañaba junto con mi hermano, la solíamos pasar en grande aunque casi siempre era en vacaciones, sabes vivimos en un país maravilloso, no te imaginas todo lo que he visto, una vez nos bañamos en un cascada, el agua estaba helada pero era refrescante también una vez fuimos para las playas de Margarita, las playas de allá son fantásticas
—Me imagino que debió ser fascinante—me gustaría intentarlo, probar todas esas cosas de las que Heil hablaba
—La comida es fascinante también aunque nada mejor que la comida andina ¿haz probados sus pescados? Son maravillosos
—Heil mira—siento como se asoma—Es la carretera—casi podía ver su sonrisa
—Siiiiiiii, ya era hora seguro ahí personas cerca ya y señal aunque mi batería seguro ya murió hace rato, podremos pedir un teléfono
—Para tu suerte soy muy precavida—le doy las riendas del caballo y saco mi celular—Lo apague en cuanto salimos de ese lugar me imagine que en un rato no tendríamos cobertura—lo enciendo y esperamos unos minutos hasta que siento como comienza a vibrar como loco
—Dios era la mujer más inteligente que conozco—rio al sentir como me abraza—Estamos salvados, ya no te soporto—niego y se escucha una melodía salir de mi celular—Contesta—era Edward, sentía que me iba a regañar por desaparecer y más con Heil, apenas nuestra relación estaba mejorando
— ¿Esmeralda? ¿Eres tú? ¿Dónde estás? ¿Estas bien? —escuchar su voz hace que mi corazón se acelere, sabía que solo llevaba un día sin escucharlo pero sentía que había pasado una eternidad desde la última vez que la había escuchado
—Estoy bien, no te preocupes y si soy yo, de donde estoy no sé exactamente
—Dios ¿Por qué no me llamaste? Debiste llegar ayer en la noche, tu autobús llego con tus cosas pero sin ti ¿Qué paso? Desde ayer me estoy volviendo loco
—Lo siento, el bus nos dejó en una parada que hizo, parece que se olvidó de nosotros, no había recepción de celular
—Pero ¿Estas bien? ¿Comiste? ¿Estás sola? No tienes que estar nerviosa, estoy intentado rastrear la señal de tu celular para ir por ti
—Estoy con Heil y si comimos, resulto ser un experto en acampar y terminamos durmiendo cerca de un rio pero no pasado nada y estoy muy tranquila
—Dios Esmeralda ¿Cómo pudiste ser tan distraída? no se muevan de ahí, ya tengo la dirección ¿Es un lugar seguro? —veo al rededor y Heil se encoge de hombros, mi vista se enfoca en una especie de pueblo que había más adelante
—Hay un pueblo cerca, nos quedaremos ahí ¿Puedes traer un corral para trasportar animales? Por favor es para Heil
—Seguro pero no te muevas de ese lugar, tardare unas horas—asiento y cuelgo, bueno eso significaba que nuestra aventura había terminado
— ¿Estaba muy preocupado? —Asiento— ¿Se molestó porque estaba contigo?
—Creo que se aliviado porque no estaba sola, siempre pone mi seguridad por encima de todo, así es Edward—hago que el caballo siga avanzando
—Dios creo que voy a dormir por el resto de mi vida en cuanto lleguemos
—Ni se te ocurra, esta noche celebraremos y seguro llegamos en la noche, así que no te vas a escapar de eso
—Muy insistente con el tema ¿no? —sonrió porque estaba de mejor humor ya que tenia de vuelta la señal del celular
—Sabes ahora que mi celular funciona como es, merecemos que este viaje mejore, sé que la naturaleza es genial pero nada como la civilización
— ¿De que estas hablando? —Heil se merecía un poco de diversión y distracción además ¿Por qué no sacarle provecho a ese viaje?
***
Llevamos un rato paseado por todo el pueblo y terminamos comprando muchas cosas, con la ayuda de Carlos fue sencillo y además pudimos comer algo decente, Heil parecía contento y alegaba que haces años no comía algo parecido, a veces parecía un adolecente en pleno desarrollo y yo que creía que no existía persona más dramática que yo pero parece que Heil me igualaba
Después de nuestro paseo habíamos llamado a Edward para decirlos el lugar exacto donde estábamos, era un pueblo muy bonito, le encantaba la arquitectura de las casas y la comida era deliciosa además las personas eran muy amables, habían comprado hasta ropa del lugar y se habían cambiado y duchado hasta le había comprado comida al caballo que la había llamado Silver, había decidido adoptarlo, seguro en la casa de Carlos había espacio además era muy bonito
—No puedo creer que en verdad le pusiste nombre al tonto caballo que fue el causante de que mi tobillo terminara así—veo que lo tenía vendado, habíamos pasado por un consultorio médico para que le revisaran el pie a Heil pero no era nada grave, solo tenía que tener reposo por unos días y usar unas muletas las cual me había encargado de conseguirle
—En su defensa te montaste y ni siquiera te conocía además de que solo se asustó por tu feo rostro ¿Verdad Silver? —le acaricio la melena mientras le daba una manzana, estaba mas cómoda ahora con él a pesar de que al principio le tenía un poco de miedo
— ¿Qué? ¿Sabes cuantos mueren por este cuerpecito?
—No creo que sean muchos ya que estas soltero en estos momentos
—Eso dolió—veo que se cruza de brazos fingiendo enfado—después de todo lo que hemos pasado juntos y con lo sensible que estoy ¿Me tratas así? Debes entenderme, fue culpa de El que termine con mi pie así y estaré condenado a estas estúpidas muletas
—Solo serán un par de días, no es para tanto—rio al ver que frunzo el ceño—Dios Heil pareces un adolecente quejándote por el caballo, este animal nos llevó sobre su lomo por varias horas y a pesar de su error te cargo todo el camino aquí por tu pie, deberías agradecerle
—Claro porque era lo mínimo que podía hacer después de torcérmelo
— ¿Te das cuenta de que estamos hablando de un caballo?
— ¿Te das cuenta que defiendes a un tonto caballo?
—Esto no puede ser enserio—niego al ver su rostro
—Esmeralda—levanto mi vista y veo como Edward corre así a mí me levanto para hacer lo mismo, no podía creer que había llegado finalmente, llevábamos unas horas esperando por el
—Ed—siento como me envuelve en sus brazos, no me había dado cuenta de lo mucho que extrañaba su olor y su tacto hasta ese momento, respiro profundo para dejarme envolver por las sensaciones que tanto extrañaba, habían sido un día pero lo había extrañado como si hubiera sido años—Te extrañe
—En tu vida no me vuelvas a hacer algo así—veo que se separa para revisarme para ver si tenía alguna herida pero estaba perfecta—Dios Esmeralda ¿En que estabas pensando? No me trajo lindos recuerdos que hayas desaparecido sin decir nada ¿Sabes cuánto me preocupe cuando te fui a sorprender a buscarte en el bus y aparecen tus cosas pero no tú? Ya estaba organizando una búsqueda completa
—Fui un despiste del autobús, no me regañes Ed—sonrió volviendo a abrazarlo escucho que suspira correspondiendo el abrazo—no quise preocuparte de verdad—me alejo para tomarlo de la mejilla— ¿Nada para decirme aparte de regaños? Porque parece que solo haces eso últimamente
—Solo me preocupo—siento como me toma de la mejilla, cierro los ojos sintiendo su caricia—Te extrañe—sonrió al sentir sus labios sobre los míos, sentía que estaba de vuelta a casa
Continuará...
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