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CAPITULO 12: Lluvia


—Oye ¿No tienes novios muy guapos? Parecen salido de una revista comparados a mí—sonrió ante las palabras de Heil—Lo digo enserio, creí que era un remplazo de alguno pero hasta donde llevo la cuenta soy el cuarto

—Heil solo son mis amigos, te conté de Henry era el que te comente el otro día

—Eso no me lo como, solo míralo, me vas a decir que a ninguno de los dos lo besaste o te gustaron en su tiempo—bajo la vista algo avergonzada porque era cierto, a Angel lo había besado una vez y Henry había sido su primer amor—Lo sabía, viste te lo dije, es que no puedes tener una tentación tan grande al frente y no haber pecado—rio por su comentario

—Termina de arreglar eso y deja de hacer comentarios tan vergonzosos—Angel y Henry estaban en la cocina haciendo las palomitas mientras Heil y yo estábamos arreglando todo para ver los CD que había traído aunque yo había sugerido verlas en internet pero me dijo que así era mejor que hacerlo en Internet

—Solo digo la verdad, seguro lo has pensado en su momento—se sienta a mi lado en el sofá—termine—me remuevo algo incomoda porque había decidido no tomar por Ed y aun el acercamiento me daba algo de miedo con Heil—Oye ¿Tienes más amigos como ellos? Deberías presentármelos

—Eres una persona muy peculiar ¿Qué hay de mis amigas? Aunque todas tienen pareja pero deberías parecer más interesados en ella

—En lo absoluto, las mujeres son un dolor de cabeza, nadie las entiende, creo que solo verte a ti es más que suficiente

—Le doy la razón al chico, ustedes son un dolor de cabeza—veo a Angel sentarse a mi lado con un bol de palomitas, mientras Henry se sienta en un sofá apartado

—Siento que soy el tercer tercio aunque sea el cuarto—sonrió al verlo levantarse y acercase a Henry— ¿Puedo sentarme ahí? —mi amigo lo ve extrañado pero se levanta para ocupar el lugar de Heil que estaba a mi lado, algo me decía que había notado mi incomodidad—Esmeralda vives sola ¿Verdad?

—Te dije que tengo dos hermanos pero salieron con Carlos el fin de semana porque quieren estudiar en una universidad, cambiar de aires—Sus hermanos querían explorar y hacer cosas de chicos normales, nos los culpaba al principio ambos estaban preocupado por mí pero hace poco dejaron de estarlo porque me veían mejor y no los culpaba porque uno había cargado mucho peso desde pequeño y Alex no había vivido en lo absoluto, le sorprendía muchas cosas que veía, sabía que deseaba ver más, aunque yo también tenía curiosidad sobre eso

— ¿Y quién es Carlos? Porque tus padres murieron ¿no? —asiento y suspiro

—Carlos es un amigo muy cercano de su familia, es quien la cuidaba cuando era pequeña—le sonrió ligeramente a Henry porque siempre se me hacía complicado hablar de mi familia

—Nunca se supera una perdida, lo sé muy bien te dije que mi hermano murió hace unos años y es algo que aprendemos a sobrellevar con el tiempo

—Eres una persona muy curiosa Heil, me agradas—noto como Angel sirve cuatro copas de vino entregándonos una a cada uno—Bébelo será nuestro secreto

—Eres muy mala influencia Angel—lo veo sonreír con arrogancia, niego tomado un sorbo—Solo una

—Bien empecemos a ver la película, Perfectos Desconocidos aquí vamos—nunca había escuchado de esa película pero el titula sonaba interesante

***
Veo mi segunda copa de vino de la noche pensando en lo mucho que había cambiado y que no tenía sueño en lo absoluto, Angel se había despedido alegando que tenía algo importante que hacer así que se fue a acostar en una de las habitaciones de mis hermanos, Henry ya estaba casi rendido y Heil estaba concentrado en la película que parecía que le gustaba mucho

—Creo que no te atrape tanto como quería—levanto la vista para ver a Heil observarme—tus amigos me agradan mucho aunque se rinden fácil

—Nunca han sido de acostarse tarde, Angel le gusta despertarse por las tardes y a pesar de le gusta su trabajo odia las mañanas y Henry digamos que sus turnos en los hospitales lo cansan mucho

—Vaya, un fiscal, un policía y un doctor interesante novios

—No vas a dejar nunca de decir eso ¿no?

— ¿tú que piensas? —Suspiro porque sabía que no era así—Tengo algo que confesar—veo que toma un sorbo de su vino, yo lo veo extrañada

—Adelante pero no obtendrás información mía a cambio

—Lo sé—veo que se cruza de piernas y me ve a los ojos— ¿Recuerdas que me dijiste que tienes dinero hace unos días?

— ¿Cómo olvidarlo? Tuviste toda la semana fastidiando por eso

—También lo de tu apellido y el hecho que eres dueña de la tienda donde trabajamos lo sé—asiento porque no me gustaba mucho por donde iba—Sé que me dijiste que no buscara nada de ti pero juro que no lo hice—frunzo el ceño—Tu caso sonó mucho donde trabajo porque eras dueña del lugar sabía que el apellido lo había escuchado en algún lado pero no pensé que fueras tú y como decían que la dueña de la tiene estaba loca y no se sabía nada de ella que por eso tiene un nuevo dueño—me cubro la boca levemente y niego ¿Ya lo sabía? Sabía que media ciudad estaba al tanto de su caso pero no estaba lista para que Heil se enterara de esa manera—Esmeralda ¿Qué tan cierto es?

—Yo…—siento mi cuerpo temblar levemente porque tenía miedo, siempre me daba cuando todos se enteraban quien era realmente, Heil seguro se alejaría de ella a pesar de que ya se había acostumbrado a el—Solo…—mi voz no salía tampoco estaba lista para decírselo

— ¿Por eso no querías que supiera? Sé que no debí pero…

—Heil—siento las manos de Henry en mis antebrazos— ¿Pueden hablar luego? Creo que necesita descansar—soy consciente de que estoy huyendo de nuevo pero no estaba lista para hablar tan pronto de mi pasado además de que él estaba dudando de mi aunque no lo culpaba, era poco el tiempo que nos conocíamos, no quería dejar las cosas así pero por ahora no estaba lista para enfrentarlo—Esmeralda intenta calmarte—veo los ojos de mi amigo y su sonrisa

—Creo que mis intentos de amistades no terminan bien siempre ¿Verdad?

—Heil parece un buen chico, no creo que salga huyendo

—No lo creo, lo ha sabido toda la semana y no me ha dicho nada ¿Me tendrá miedo? ¿Por eso quiso venir a mi casa para comprobar si es cierto?

—Las personas no son tan calculadoras Esmeralda—me toma de las manos—Solo intenta pensar en positivo, es en realidad le molesta la clase de persona que eres es un idiota porque las noticias no siempre dicen la verdad

—Tienes razón, igual es mejor ¿no? Todo lo que me rodea no siempre termina bien, es mejor para las personas así

—Eso no es cierto, tu cambias a las personas a un nivel que no te imaginas y tu cambias con ellos, solo tienes que darte cuenta

— ¿Sabes que te he extrañado un montón? —lo escucho reír y abrazarme

—Iré a llevar a Heil a su habitación, espero que descanses—sonrió al sentir como besa mi frente para salir, estaba más tranquila, solo iba a dejar que Heil tomara su decisión, aprovechara ese tiempo porque ella misma necesitaba espacio para poder asumir lo que pasaba

***
— ¿A dónde me vas a llevar Angel? —veo como el idiota que tengo como amigo conducía, esa mañana cuando desperté, no encontré a Heil, parece que tuvo algo que hacer aunque no le creo por la situación en la que estábamos y Henry tuvo una emergencia en el hospital así que desayuno para luego dejarme sola con Angel quien me arrastro a mi habitación para que me preparara para salir y no había querido decirme a donde

—Sabes ahí sorpresas que son buenas, déjate llevar por el momento

—Sé que las sorpresas por tu parte no son buenas a diferencias de las de Ed—sonrió al recordar mi novio ¿Qué estaría haciendo?

—Deja de pensar en Edward por una vez en el día, esta será una cita conmigo ¿Vale? —no sabía que tenía en mente Angel pero era mejor que pasar el resto del día encerrada en mi habitación pensando en cómo resolver el asunto de Heil

—No pienso en el todo el día—eso era mentira y por la mirada que Angel me lanza sabía que lo era—Bien pero en mi defensa, seguro tú piensas en Emma siempre

—Sé que necesita su espacio, todo lo necesitamos así como tu amigo—lo veo—Henry me lo conto esta mañana, no debes avergonzarte de tu pasado Esmeralda ¿Albert no te lo ha dicho?

—Más veces de las que puedo contar pero que me digan no cambia nada—me recuesto sobre el asiento—Me pregunto si algún día podre tener el valor para enfrentarlo—no lo veía posible, siempre me hacia esa pregunta

—Lo harás—lo veo sonreír—Haz avanzado mucho, ya hasta subes en autobús y puedes estar con tres hombres en una casa sin entrar en pánico—asiento porque era cierto, el día anterior ni siquiera lo había pensado antes— ¿Qué hay de las pesadillas? —últimamente había disminuido

—No me han quitado el sueño—sonrió porque lo único que podía soñar últimamente era con Ed desde que habíamos tenido ese encuentro, dios comenzaba a tener calor—No es tema que quiera conversar

— ¿Sabes que eres como una ventana abierta?—levanto la vista ya que estaba viendo mis manos y me encuentro con Angel sonriendo pícaramente— ¿Sueños húmedos? Dime que no son con Heil

—No lo veo de esa manera—bajo la vista algo avergonzada, no sabía en qué momento su vida había cambiado tanto, antes aborrecía todo lo que tuviera que ver con sexo ahora deseaba tanto poder tener un encuentro como ese con su policía—Dios Angel cambiemos de tema—si seguíamos así terminaría dándome algo

—De acuerdo, no quiero que ensucies mi auto—lo golpeo por el hombro y lo escucho reír—Me alegra que ya estés en esa etapa porque si no lo sabes ¿Ya viste a Edward? En mi opinión esta divino—rio ante su comentario—Créeme si no fuera hetero no estaría con Emma pero no se lo digas seguro se molesta

—No lo hare con la condición de que me digas a donde me llevas

—Lo sobornos no funcionan conmigo—siento como se estaciona—Haz cambiado y para bien, no creo que te hubiera gustado antes hablar de este tema tan a la ligera, en el pasado lo dejaste muy claro que no te gustaba

— ¿Dónde estamos? —veo como sonríe y se baja del auto, yo hago lo mismo aun con las palabras de Angel en mi cabeza, tenía razón, había cambio mucho se preguntaba si ya tenía el valor suficiente para enfrentar a cierta persona

—Bienvenida al paraíso—sonrió al ver una agencia de autos o más bien motos—Esmeralda Díaz hoy compraremos tu nueva moto

— ¿Hablas enserio? Aun no consigo la licencia Angel

—Sera esta semana y necesitas un trasporte, me gusta molestarte pero no quiero que tengas volver a obligarte a hacer algo que no quieres

—Aun me da miedo subir sola a un vehículo Angel, no estoy lista

—Por supuesto que lo estas, una moto es vida ¿Sabias? Son geniales, siempre quise una pero compre mi auto porque soy un fiscal y bueno…

—Bien te dejare conducirla si me ayudas a elegirla

—Esa era mi objetivo, vamos—sonrió siguiéndolo al interior del lugar

***
Mi salida con Angel había terminado bien, elegido una moto negra increíble que tanto como a él como a mí me gustaron, luego de eso almorzamos un rato y me llevo de regreso a mi casa, no usamos la moto por muy tentado que estaba Angel, dijo que en algún punto de la semana me enseñaría hacerla, igual la utilizaría en mi examen de manejo que no era sino hasta el viernes por la tarde, pedí permiso en el trabajo para ese día

Heil no se había atrevido a hablarme y yo soy una experta evadiendo a las personas, lo cual he logrado con éxito, sin el molestando era un poco aburrido estar en la universidad pero debía acostumbrarme a ese silencio si no íbamos a resolver las cosas, no podía hacer mucho tampoco es como si le debiera una explicación

—Así que tuviste un ataque el fin de semana ¿no? —Veo a Albert, era día de terapia, asiento ante su pregunta— ¿Qué tan cercana te has vuelto a el?

—No sé cómo definirlo—bajo la vista porque no lo había pensado—Digamos que tanto como lo solía ser contigo en la universidad

—Es un buen punto—lo veo— ¿Qué? Era tu psicólogo y sabia cosas de ti que no muchos saben pero me tenías un poco de miedo ¿o no?

—Si ¿Crees que deba alejarlo? Si me agrada pero apenas y lo conozco, es muy misteriosos en mi parecer, solo sé que su hermano murió y no me dijo como

—Hay personas que les cuesta abrirse Esmeralda igual que tú, Heil parece ese tipo de persona pero si se aleja no vale la pena

—Me recuerda mucho a Angel cuando recién lo conocí, era una persona muy cerrada a pasar de su actitud, no recuerdo como nos volvimos cercanos

—Edward fue quien los obligo a convivir pero Heil no tiene un Edward ¿O sí? —no le conocía a ningún amigo a Heil

—Casi no habla con mis compañeros en la universidad, dice odiarlos pero no se el motivo aunque él no me lo ha dicho tampoco

—Aun no lo conozco pero por lo que me cuentas de el parece que se había estado debatiendo mucho en si contártelo o no, hablo de lo que descubrió porque después de todo le tomo una semana asimilar todo y aun así te hablo, su mejor forma de contártelo fue cuando estabas más tranquila viendo una película, encima con personas al rededor

—Su plan era que estuviéramos solos o eso creo, no comprendo mucho a Heil

—A mí me parece que sí, dale tiempo, veras que para el final de la semana lo tendrás hablando contigo—veo como anota algo en su libreta, siempre me sacaba de mis casillas—Ahora ¿Qué tal Edward? —bajo la vista—Esmeralda ¿Paso algo?

—Podría decirse que si—la semana pasada habíamos cancelado nuestra cita y por eso teníamos mucho que hablar ese día—Es complicado—lo veo—Pero hubo un avance si podríamos decirlo así—Veo a Albert verme a través de sus lentes sin comprenderme, yo suspiro para comenzar a relatarle la historia

***
La semana se había ido volando y por suerte para Angel había salido todo bien en lo de mi licencia, resulto ser un buen maestro, su rostro de felicidad cuando le mostro la licencia fue un poema, aun no me atrevo ir sola en la moto, prefería tomar el bus en vez de subir a la moto

Lamentablemente Heil no me había hablado, tampoco habías coincidido fuera de clases o el trabajo y como mis clases de manejo terminaron tampoco tenía que hacer mucho el fin de semana ¿Qué clase de chica con pareja no tenía nada que hacer un fin de semana? Ed no le había respondido sus mensajes y no sabía a qué se debía, solo había enviado un par pero ni siquiera lo había visto, sabía que estaba bien por Angel

En mi parecer era algo sospechoso porque no me había contado mucho, solo que era trabajo pero mi mente estaba jugando conmigo porque después de todo aún estaba cerca de April y el había confesado que ella tenía sentimientos por él, no me gustaba esa idea, tampoco podía ir a su casa por su tonto acuerdo, se preguntaba hasta cuando iba a seguir con eso

Ahora que lo pensaba tenía un rato sin sentirse deprimida aunque ese día era diferente porque había tenido el valor suficiente para volver al cementerio a ver a sus padres ¿Por qué? Sentía que podía desahogarse por mi miedo a ser juzgada, su relación con ellos ya estaba mejor ahora era capaz de comprenderlos un poco aunque ambos estaban muertos

—La última vez que vine mi vida era un desastre, en los últimos meses he aprendido a resolver el desastre que tengo por vida, no es nada fácil—suspiro porque deseaba haber traído una botella de vino, estaba molesta con Edward no podía juzgarla—¿Tú también te preocupas tanto como yo por mi madre? —algo le decía que su respuesta era si

Su padre a pesar de ser un hombre importante se preocupaba más por su familia que por su empresa en sí, Carlos le había contado muchas cosas de su padre en el último tiempo, solo había aumentado su admiración por él, a diferencia de su madre, solo la odiaba más, quería ir a ver a su tía a la cárcel para conversar pero sentía que era un herida que no se había a cerrar así de fácil

Era difícil pensar en su madre y todo lo que oculto, sus pensamientos siempre terminaban viajando a una persona que era Brayan el cual odiaba que se metiera en su cabeza, sabía que cuando lo pudiera enfrentar seria el día que ya no tuviera ningún peso sobre sus hombros pero no tenía el valor para verlo a él ni tampoco a su tía ¿Sería capaz de hacerlo pronto?

— ¿Vino? —veo a Heil que sonreía como un tonto ¿Qué hacia ahí? —Te vez más lamentable sin vino—toma asiento a mi lado ofreciéndome la botella, la tomo para tomar un trago, a pesar de todo un escalofría me recorre por el lugar donde estábamos, ya estaba oscureciendo

— ¿Sabes que nos hemos ignorado toda la semana y de repente quieres beber?

—Creí que era yo el que señala a las cosas obvias—me quita la botella para tomar un largo trago—Espero que no se vuelva tu costumbre porque es la mía

—Solo un idiota hace eso queriendo Heil ¿Visitas a tu hermano?

—Si me gusta beber con él y que me escuche—asiento y veo la tumba de mi padre, dejando que el silencio nos rodee, no sabía porque se había acercado a mí—También me gusta hacerlo con mi amante de aquella vez—lo veo extrañada—Pero también me gusta contigo, te vuelves muy habladora cuando bebes

—No veo a otra persona a parte de ti— ¿Era lo que creía?

—Sí y no lo encontraras—toma otro trago—Era más que un amante

—Ed me dijo una vez que la sociedad usa mal esa palabra y la tienen envuelta en un mal estereotipo, amante no es la palabra que todos crees

—Comprendo—sonríe—tu novio me cae muy bien ¿Sabias? O al menos uno de ellos aunque creo que Henry también es un buen tipo y Angel bueno es tan raro como lo eres tú, son tal para cual

—Heil ¿Por qué me estás hablando? Creí que al final habías tomado tu decisión

—Nunca te la dije para que lo asumieras—me ve—Una vez te dije que no creo nada que aparece en las noticias porque mientras no lo vea con hechos no lo voy a creer y si estás loca pero no de esa forma ¿Verdad? —sonrió ante sus palabras—Quiero conocer a Esmeralda Díaz yo mismo y no por lo que dicen los demás ¿Puedo?

—Eres un idiota ¿Lo sabias? —tomo la botella para tomar un largo trago

—siempre me lo recuerdas, disculpa que no me haya acercado pero creí que la que necesitas tiempo eres tú, no soy bueno tratando a algunas personas y no supe que hacer cuando entraste en pánico

—Lo siento, no soy tan normal como aparento

— ¿Aparentas ser normal? Creo que me perdí esa parte—rio ante sus palabras—Las chicas no Emo no son normales

—Siendo tu creo que es bueno eso ¿no? —lo veo asentir—Entonces si sabes todo de mi al menos mi historia

—Que en mi opinión parece salida de una película pero seguro fue difícil

—Si pero valió la pena porque tengo los mejores amigos del mundo

—Edward parece tú caballero en brillante armadura después de cómo te ayudo

—Lo es y estoy muy agradecía con él por lo que hizo

—Hasta yo por eso sigo sin entender porque no ha pasado nada en los últimos 5 años, si no lo haces tú lo hare yo—me ve— ¿Es tan difícil?

—Bastante pero estoy trabajando en ello—me sonríe—Tu hermano y novia ¿Cómo murieron? ¿Hace cuánto?

—Bueno—veo que enciende un cigarro y se aleja un poco para que el humo no me moleste—es difícil también, mi hermano murió en un accidente hace unos años—se le notaba que aún le dolía su perdida—Y nunca dije que fuera a mi novia—frunzo el ceño al escucharlo—Lluvia—levanto la vista al cielo observando la lluvia caer, ambos estábamos bajo un árbol, así que estábamos seguros—Genial—veo como deja el cigarrillo, lo pisa para sonreír—¿Vienes?

— ¿Estás loco? Odio la lluvia—veo como se quita su chaqueta para verme— ¿No estás muy mayor para bañarte en la lluvia?

—Nunca se es grande para dejar de divertirse Esmeralda, vamos solo dejate llevar

—Ve tú, de verdad no me gusta la lluvia—odiaba los truenos y el sonido, había aprendido a sobrellevarla pero no me gustaba mojarme con ella

—La lluvia limpia el alma, deja que se lleve todas tus preocupaciones, desde que recuerdo me ha gustado—me extiende la mano y veo como sus ojos brillan como si fuera un niño pequeño—Ven, solo déjate llevar—lo veo con duda pero aun así tomo su mano ¿Qué más da? Estábamos solo en un cementerio

—Dios esta helada Heil—lo escucho reír y comenzar a dar vuelta como idiota, yo rio ante lo tonto que se ve pero parecía feliz

—Ven—me jala de la mano y ambos comenzamos a dar vuelta sin parar, observo el cielo sin dejar de reír por lo tonto de la situación, se sentía realmente bien aunque tuviera mojada hasta cada pequeña hebra de mi cabello— ¿Vez?

—Si—suelto sus manos para correr y dar vueltas sin sentido alguna, ambos comenzamos bailar bajo la lluvia con movimientos extraños y rio ante las caras de Heil, la vida sí que daba vuelta

—Era mi novio—escucho sus palabras y lo veo, me sonreía ¿Había escuchado mal? —Fabián era mi pareja, me gustan los hombres Esmeralda—me cubro la boca algo sorprendida por su confesión, no parecía estar jugado, debí darme cuenta cuando hacia comentarios acerca de mis amigos

—Ed es mío—es lo único que logro decir y el comienza a reír ante mis palabras—Creo que debí saberlo desde que aceptaste ir con el sin rechistar

—Admito que si me atrae pero como te dije no soy de esos

—Más te vale tenerlo bien en claro porque es mío

—De acuerdo—me acerco a él para sonreírle—pasaron muchas cosas respeto a él y yo así que no se lo cuento a muchas personas

—Es bueno saber que soy parte de esas personas ahora—veo que baja la vista, parecía triste por algo, seguro tenía que ver con la muerte de su novio—Me hubiera gustado conocerlo siempre había querido tener un amigo Gay

—Ahora lo tienes y seguro te hubiera odiado como yo lo hice al principio—rio ante su cometario y me acerco para abrazarlo al ver sus lágrimas caer—Si te hubiera encantado conocerlo Esmeralda

—Seguro que sí, no te preocupes tu secreto está a salvo conmigo—sabia lo difícil que podía ser exponerse ante las personas y el miedo que se podía sentir, seguro para Heil era igual de difícil que lo había sido para mí— ¿Hace cuánto?

—Dos años y aun duele como el primer día—siento que me corresponde el abrazo, no me molestaba, estaba vulnerable en ese momento—La lluvia sí que te deja una sensación de libertad

—Te lo dije—nos alejamos para vernos a los ojos—No sé si estoy igual de roto que tu Esmeralda pero sé que igual que la mía tu vida ha sido difícil y me gustaría ayudarte a superar todos esos miedos que tienes

—Te lo permitiré solo si tu dejas que te libere que esos recuerdos tormentosos que te consumen, se lo que se puede sentir Heil

—Creo que ambos somos un desastre—asiento—Necesitamos terapia

—Mucha diría yo, estamos un poco locos—el ríe y yo me uno a él, era bueno que Heil estuviera de vuelta

— ¿Esmeralda? —me sorprendo al escuchar esa voz a pesar de la lluvia, me volteo para ver la mirada fría de Edward ¿Qué hacia ahí?

Continuara...

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