CAPITULO 10: Caricias
Atención el capítulo contiene escenas para mayores de 18 si continúa leyendo bajo su jurisdicción
CAPITULO 10: Caricias
A pesar de encontrarme leyendo un documento sobre mi nuevo caso de esa chica mi mente no estaba ahí si no en esa mujer que me vuelve loco ¿Qué podía hacer con ella? No debió pasar por alto lo que sucedió cuando la fui a buscarla en el cementerio la encontrara ebria solo que sus besos me volvían loco, sabía que no estaba bien pero dejarse llevar por sus caricias era algo que no podía evitar
Había pasado un tiempo después de eso y mi mente terminaba divagando a ese día en específico, ni hablar de las noches de sueño que me había robado, era insano estar así, el agua fría no parecía ayudar mucho y se sentí despreciable si se tocaba pensando en Esmeralda
Igual estaba molesto con ella por lo que había pasado, tenía que ponerle claro ese asunto del alcohol si no podría salir mal las cosas y ni se diga si seguía hacerlo, lo que Carlos le había dicho de ese extraño curso en la universidad no le gustaba encima salía muy tarde para su gusto ¿Y si bebía? Albert dijo que no había de que preocuparse pero Dios si no se sacaba eso de la cabeza iba a explotar
—Ed te traje café—veo a April, habíamos hablado del beso que intento darme al final éramos compañeros de trabajo, le aclare la situación que no pasaría nada y me dijo que solo había sido un impulso no le creí porque era algo que me estaba negando a ver hace tiempo por eso había tomado mi distancia con ella
—Gracias—lo tomo para beber un poco dejando que el sabor me tranquilizara pero aun así no podía dejar de estar preocupado por Esmeralda
— ¿Aun sigues leyendo eso? —Veo el documento apenas iba por la primera parte, no podía concentrarme— ¿Pasa algo?
—No—veo mi celular aún faltaba para que Esmeralda salir según el horario que sabía ¿Cómo se estaba trasportando? ¿Alguien la llevaba? ¿Se iba en taxi o en bus? El que estuviera molesto no significaba que no le preocupaba
—Ed ¿Por qué no dejamos esto para después? Es tarde—siento como me toma del brazo—Podemos ir a cocinar algo rico y…
—Puedes ir tu sola—me levanto alejándola y tomo mis cosas, no podía seguir así por culpa de Esmeralda—Nos vemos mañana April—sin más salgo y me dirijo a el auto que usaba de la comisaria para dirigirme a la universidad de Esmeralda
Sabía que está siendo frio con April pero debía tomar distancia no sentía otra cosa que no fuera cariño a pesar de mi situación con Esmeralda mi mente solo podía verla a ella y nadie más, aunque estuviera molesto por desobedecerme, sabía que no era una niña pero debía aprender a comportarse
Solo hablábamos del caso que ahora estábamos trabajado con ayuda de la estancion de un estado porque habían visto a la chica por allá, la estaban buscando y si la encontraba significaba que yo tenía que viajar para allá esperaba que no fuera un viaje largo después de todo tenia resolver muchas cosas con Esmeralda ¿Debía dejar de lado lo de la distancia? Aunque él era el primero en romperla pero últimamente la necesitaba más de la cuenta, ni siquiera se molestaba en llamarme ¿Cómo le estaba yendo en la universidad? ¿Se había hecho amigo de ese chico?
Me estaciono en la universidad pero la veo cerrada ¿Se había ido ya? Avanzo un poco a ver si estaba en la parada de bus esperando que no lo estuviera tomando pero la veo de espalda con ese chico que no recordaba su nombre, me bajo del auto y aun no se dan cuenta de mi presencia, no me gustaba que estuviera solos a esa hora igual ¿Qué hacia el ahí? ¿Acompañándola? Esmeralda tenía personas de sobra que lo hicieran aunque en ese momento no la tenia
—Me gusta lo idiota que eres, otra cosa es que eres gracioso, el autoestima enserio la tienes por las nubes, eres insufrible pero soportable, extrañamente inteligente a tu manera y me gusta cómo me relajo a tu al redor a pesar de que me sacas de mis casillas ¿Contento? —frunzo el ceño al escucharla ¿Se le estaba confesando? El imaginarme a Esmeralda saliendo con ese hombre me repugna y yo como un estúpido siéndole fiel cuando coquetea con alguien mas
—Muy satisfecho Esmeralda Díaz, no era tan difícil ¿Verdad? —veo la sonrisa en los labios de ese chico solo provocando más mi molestia, Esmeralda no tenía el derecho, esas palabras debía decirlas a mí, me acerco para tomarla del brazo sin poder controlar mi fuerza y la siento sobresaltarse, no le presento atención y veo con furia a ese chico que estaba coqueteando con mi novia —Parece que nos descubrieron con las manos en la masa—Esmeralda parecía algo asustada por mi repentina aparición y la sonrisa de ese chico más sus palabras parecía que solo estaba jugando con ella, debía confiar en Esmeralda ¿no?
—Te vine a buscar—la veo que aún estaba como confundida— ¿La estabas acompañando? —Veo como el chico asiente—Vamos te llevo—suelto a Esmeralda y me subo al auto intento calmarme porque solo estaban conversando pero ¿Sobre qué? Yo no era esa clase de persona que juzgaba sin saber las razones, Esmeralda me amaba debía ser suficiente con eso
Pongo el auto en marcha cuando escucho a ambos subirse en la parte trasera ¿Por qué se sentó con él? No me gustaba en lo absoluto, su lugar era a mi lado donde podía observarla, estaba molesta y el también igual me debía una explicación, si era verdad que estaba en ese curso tenía que averiguarlo
—Ese curso que hacen ¿Lo hacen juntos? —me atrevo a preguntarle porque no sabía que hacia ese chico a esa hora rondando a Esmeralda, sería el colmo que estuviera haciendo ese curso juntos ¿Verdad? ¿No era suficiente con que fueran compañeros? Dios comenzaba a entender porque Esmeralda odiaba a April
—Si—escucho la respuesta rápida de Esmeralda, no me sonaba para nada convincente ¿Qué me ocultaba?
—Claro literatura, son muy buenos pero es más para ponernos al día, unas clases extras nunca están de más además Esmeralda y yo siempre quedamos para leer un poco, me conto que le gusta Gabriel García Márquez— Era extraño que digiera eso porque Esmeralda no lo conocía, no era la clase de libros que frecuentaba pero últimamente no hablaban
— ¿Enserio? Hasta donde sé, no le gusta ese género
—Heil me lo mostro—sonaba convincente pero igual dudaba mucho que lo leyera aunque al parecer se llevaba muy bien con ese chico, no me gustaba en lo absoluto
—Tendrás que mostrarmela no soy fan de la fantasía— pasan unos minutos que están en silencio y veo por el retrovisor que escribían ambos en su teléfono, me molesta la sonrisa de Esmeralda ¿Estaban hablando por mensajes? ¿Qué me estaba ocultando? No quería creer que le gustaba ese chico si no me lo hubiera dicho no lo hubiera notado— ¿Esmeralda? —levanta la vista del celular y me ve por el retrovisor, borra su sonrisa en ese instante, parecía nerviosa ahora
—Si claro lo hare, uno muy buen es…—me fijo en el camino pero noto como tarda en responder la pregunta—Cien años de soledad divino—no lo había leído pero si era mentira el mismo lo averiguaría ¿Por qué le mentía? ¿Tan bajo había llegado su relación que lo hacía ahora sin molestarse en ocultar algo?
—Habla de la historia de una familia muy grande…gira a la derecha y puedes dejarme en la esquina—sigo lo que me indica a pesar de empiezo a odiar su voz— ¿Edward?
—Si es mi nombre, disculpa por no recordar el tuyo creo que Esmeralda nunca nos presentó, no sabía que era amigos—era verdad, no lo recordaba, el solo pensar en el hecho que Esmeralda esta haciendo su vida me hacía sentir extraño pero eso era lo que yo quería ¿no?
—Yo tampoco—me estaciono al escucharlo—Solo quería decirte que solo era broma lo que hablábamos en la parada no seas tan duro con ella—no debería estar molesto, solo eran amigos al menos no parecía que había algo, me daría cuenta ¿Verdad?—nos vemos—una vez que el chico sale y no puedo dejar el tema de lado, como me mintió
— ¿Te incomoda hablar con él frente a mí? —La observo de reojo y veo que guarda su celular nerviosa, comenzaba a inquietarme, sentía que no conocía a Esmeralda, estaba un poco cambiada— ¿Crees que no vi que se escribían?
—Sé que eres observador—veo que se pasa para el asiento de copiloto y me sonríe—Igual ¿Quién te hablo de mi curso? —la observo unos segundo, si le decía seguro no confiaría mas en Carlos pero él también estaba preocupado porque le había comentado lo que pensaba de Esmeralda —además no te cuesta enviarme un mensaje si vas a ir por mí se supone que nos tomamos un tiempo ¿no?
—Pregunte primero Esmeralda—pongo en marcha el auto, ignorando su pregunta pero veo como solo observa por la ventana— ¿Es todo lo que me darás?
—Edward no puedes jugar de esta manera conmigo—noto como estaba algo inquieta, tenía razón pero no lo iba a admitir, yo solo estaba ahí porque quería ayudarla y ella me sale con insultos—Me pides un tiempo y aun así estas merodeándome pero si lo hago yo te molestas, no es justo solo acepta que te equivocaste y dejemos esto
—No lo hare ¿Qué hablabas con ese chico? ¿Puedes aclarármelo? —sé que no tiene nada que ver con el tema pero quería saberlo además no podía rebatirla tenía la razón, yo había puesto la distancia y aun así la buscaba, no sabía que estaba haciendo, solo quería resolver nuestros problemas de una buena vez
—Solo conversamos ¿Por qué escuchas cosas que no debes? — estaba molesta y a la defensiva, desde hace tiempo no me rebatía de esa manera algo había cambiado en las ultimas semana y no fue por el
—Esmeralda solo llegaba y estaba hablando de cosas que ante mis oídos no se le dicen a un amigo además ¿Desde cuándo son tan cercanos?
— ¿Estas celoso? —El escucharlo en sus labios sonaba irreal, no era así, no tenía miedo por un hombre como ese, Esmeralda me quería a mí, dependía de mí, su amor no se iba a ir en unos días—Es ridículo
—Ridículo es que pienses que estoy celoso porque no es así, confió en que no pasa nada pero si me gustaría saber que hablaban por teléfono cuando no los veía
—Tendrás que quedarte con la curiosidad porque no te lo diré—me molestaba que se comportaba como una niña, se supone que él era el molesto ahí no ella—igual ¿Por qué estás aquí?
—Por nada, ni siquiera sé porque vine—si le decía porque había ido por ella solo empeoraría la situación y se negaría a hablar como lo estaba haciendo
—Entonces puedes dejarme en alguna parada conseguiré un taxi—estaba loca si pensaba que eso pasaría ¿Para qué? ¿Y si se iba a beber? El solo pensarlo me molestaba ¿Desde cuándo había tantos secretos entre ellos?
— ¿Para que vayas otra vez hacer lo que quieras? No pasara—me centro en el camino porque el solo verla me enfurecía mas—No juegues conmigo Esmeralda, sabes como soy
—No lo sé y si puedo hacer lo que quiera porque soy dueña de mi vida, Se directo Edward ¿Por qué viniste?
—Por nada—me estaciono, era mejor dejarlo estar por un rato, no íbamos a llegar a nada si seguíamos así—Te llamare después
—Mejor no lo hagas y tampoco vuelvas por mi idiota—la veo bajarse y yo solo golpeo el volate del auto molesto, estúpida Esmeralda, el solo que quería protegerla pero siempre terminaba haciendo esas estúpidas rabietas, si no quería hablar bien no lo haría, era una adulta ¿No? podía cuidarse sola
***
Era el colmo ahora se negaba a verlo a pesar de que estuvo preocupado porque no la había encontrado y no se habían dignado a responder mis mensajes, me moleste cuando la vi con ese chico otra vez pero no estaba haciendo nada aun así no pude sentirme mal porque Esmeralda parecía divertiste con el algo que conmigo no pasaba últimamente, esos días los extrañaba
Quizás si necesitaba más tiempo, una semana no era suficiente, se había equivocado con lo que bebía porque no era así, si asistía a ese tonto curso confiaba en que si, Angel se lo había confirmado y que el mismo la llevaba hasta su casa por eso lado se había tranquilizado
Pero de verdad necesitaba resolver todo eso, su mente no daba para más por culpa de esa mujer
—Ed ¿Qué piensas de esta dirección? Dice que la frecuenta mucho—veo lo que me mostraba April, estábamos en mi casa revisando unos papeles que nos habían llegado porque parecía que la madre de la víctima no tenía una casa en sí pero si asistía a muchos lugares en el estado, no parecía preocupada por la desaparición de su hija en lo absoluto
—Podríamos ir a igual a todos April e investigar—estábamos en mi casa porque April no se sentía bien y decidimos ir a mi casa para que descansara un poco al menos a la de ella pero dijo que estaba más cómoda en la mía, preparamos algo de comer, ella se había duchado aunque yo le insistía en que descansara pero se negó y ahora estaba en piyama pero era cubierta por una bata que le ofrecí porque era muy reveladora y me sentía incomodo por eso
— ¿Qué tal si la interrogamos de nuevo? —ya la habíamos interrogado pero no dijo nada relevante en mi opinión solo había puesto la denuncia porque tenían miedo de que la niña digiera algo, se notaba la urgencia por encontrarla y parecía que ella también la buscaba por su lado porque asistía a muchos lugares, los que estábamos revisando
—No servirá de nada igual ellos no saben dónde está y si le hicieron algo no lo dirán, por algo la niña se oculta—veo que se levanta para ir a la cocina, no tenía cabeza para ese caso aunque de verdad quería encontrar a esa niña ¿Debía ir donde la había visto por ultima vez? —April—me levanto para acercarme a ella pero está a alterase se le cae el café caliente sobre mí—Mierda
—Dios Ed, lo siento, te ayudo—noto como se acerca a mi camisa y la alejo rápidamente, me dolía la zona pero igual era consiente de que estábamos solo y que ella me veía como alguien importante
—No, tomare una ducha—me encamino a mi cuarto y cierro la puerta para quítame la ropa, entro al baño para ducharme y intentar que el ardor se detenga, ya no dolía tanto—Esto nunca me pasa—todo por andar tan distraído, no parecía el, tenía que hacer algo, moría de ganas de resolver el problema y poder por lo menos abrazar a Esmeralda, volver a cómo eran antes por lo menos poder besarla, el recuerdo de nuestro beso en el auto viene a mí—¿Qué me has hecho mujer? —soy consciente de lo que han provocado mis pensamientos pero termino de ducharme para envolverme en una toalla y salir pero me sorprendo al ver a April sobre la cama acostada sin la bata ¿Qué hacía? —April ¿Qué haces aquí? —frunzo el ceño al escuchar unos pasos mi mirada viaja a la entrada de mi habitación y se cruza con los ojos de Esmeralda, puedo ver el dolor en ellos—Esmeralda no es—tomo mi ropa al segundo que la veo salir corriendo, entro al baño para vestirme y salir tras de ella dejando a April sola, no me importaba en ese momento
Ya su relación estaba lo suficiente extraña como para que las cosas se pusieran peor ¿Cómo era capaz si quiera pensar que podía hacerle algo así? Dios hace un momento estaba pensando en cosas impuras por ella ¿De verdad creía que podía hacerle algo así? Tenía que aclarar ahora, la situación se podía mal interpretar porque seguro hasta él lo hubiera hecho
Me recorro la calle pero no doy con ella aun así continuo buscándola desesperado, no debía estar lejos, tenía que encontrarla con lo inestable que era podía hacer algo que seguro se arrepintiera
— ¿Dónde estás Esmeralda? —escucho un llanto y lo reconozco enseguida, lo sigo para encontrar a la chica que amo en una acera sentada con una botella entre sus manos, eso no me gusto pero me preocupaba su estado—Esmeralda—me acerco y ella me observa unos segundos parece darse cuenta que soy yo en el último segundo
—Largo—se levanta y se tambalea logro atraparla—No me toques—me empuja pero no dejo que me aleje, me observa con furia—Si no me quieres solo tenías que decírmelo pero ¿De verdad tenía que traicionarme de esa manera?
—Vamos a mi casa y conversamos allá—le quito la botella y escucho como protesta pero la ignoro para tomarla entre mis brazos, soy consciente de cómo me golpea pero sigo avanzando—Sabes que te adoro
—Eres un idiota, pensé de verdad que me quería, lo creí, bájame Edward—escucho sus quejas sin decir ningún palabra porque sabía que en su estado de ebriedad no íbamos a solucionar nada, cuando llego a la casa, la dejo en el sofá
—Vamos a Hablar así que ni pienses en moverte, ya vuelvo —me voy a mi habitación y me acerco a April que aún estaba en la cama dormida—April—la muevo y veo que abre los ojos, toco su frente, tenía fiebre —Deberías tomar otra ducha y intentar dormir ¿Puedes?
—Lo siento, me siento muy cansada de verdad—asiento y veo como se levanta para salir, tomo entre mis cosas una crema para untármela en mi abdomen y vuelvo a la sala sin camisa y ver a Esmeralda estaba entretenida con las hojas que estaba esparcidas en la mesa
—Esmeralda—deja lo que hace para verme—No pasaba nada entre ella y yo lo juro—me acerco a la cocina y le sirvo una taza de café para entregársela parecía nerviosa—De verdad no pasa nada—veo que baja la vista, sus lágrimas había desaparecido— ¿Esmeralda?
—No te creo—me ve a los ojos—Sé que por eso estas tan frio conmigo y me molesta que lo estés, vine aquí…—me baja la vista la tomo de la barbilla—yo lo vi, sabía que tarde o temprano lo harías porque no soy suficiente
—Lo eres pero no te sigas haciendo esto, April está enferma y se recostó en la cama porque tiene fiebre, yo solo tomaba una duchaba ¿Porque te mentiría?—baja la vista algo avergonzada—y si notaste algo extraño en mi yo…
—La deseas ¿Verdad? Eso es algo que no puedes negar
—Te deseo a ti—me atrevo a verla algo nervioso—No es la primera vez que solo pensar en ti despierta mucho deseo en mi Esmeralda pero sé que no puedes por eso no te ínsito y…
—Puedo hacerlo—me toma del rostro, estaba nervioso, su respiración era irregular y solo el hecho de que podía perderla me dolía, quería que supiera lo que sentía y lo que me hacía sentir—Déjame intentarlo
—Esmeralda no es sano que bebas, te lo dije ¿Por qué no escuchas? Ese día fui porque sé que lo hiciste el día del cementerio y si lo haces por mi yo no te estoy pidiendo, estaba molesto por eso, por ser tan inmadura
—No quiero discutir ¿De verdad no pasa nada entre ustedes?
—Solo es mi compañera y trabajamos, te deseo solo a ti—noto como se acerca y soy capaz de percibir su olor a flores y alcohol
—Demuéstramelo entonces—me sentía como un chiquillo, Esmeralda me ponía los pelos de puntas, el solo imaginármela entre mis brazos, es cuando esos sonidos salir de sus labios, mi entrepierna me da un tiro con solo pensarlo—Ed por favor—sus labios están cada vez más cerca
—Eres un pecado—le plato un beso hambriento de deseo sobre sus labios dejando de pensar en ese momento que escucho un gemido de sus labios por la ímpetu de mi beso pero no tarda en corresponderme de la misma forma salvaje, haciendo que cada fibra de mi ser se despierte ante la sensación
La tomo de la cintura para acercarla más a mí, me deja un espacio entre sus piernas para tener más accesos a ella pero siento como sus manos recorren mi espalda y yo sin pensarlo la recuesto sobre el sofá aun metido entre sus piernas, deseando más de ella
Mi cuerpo comenzaba arder ante nuestro apasionado beso, yo me atrevo a explorar hace que comienzo a recorrer su espalda de manera cuidadosa y encima bajar mis besos cuando escucho una protesta de sus labios al dejarle de dar atención, escucho un suspiro al sentir mis besos sobre su cuello, me muevo un poco para que mi peso no la aplastara pero logro un gemido de su parte al sentir nuestros sexos rozarse levemente
Quería mas de eso, sin pensarlo comienzo a meter mi mano bajo su blusa y buscar el broche de su sujetador, lo deshago para mover mis manos a sus pechos y gime al sentirme masajearlo, eran suaves, dejo mis besos en su cuello para poder bajar a su pechos y tomar uno entre mis labios, siento su cuerpo temblar por mi acción pero gemir, Dios me iba a volver loco
—Ed—escucho mi nombre en un susurro y la observo para ver su sonrisa, sus ojos brillaban de una manera diferente, vuelvo a sus labios para levantarla del sofá y encaminarme con ella a la habitación, la recuesto en la cama y me alejo para observarla, su respiración era agitada, sus labios estaban rojos por mis besos y podía ver uno de sus senos, se veía deliciosa
—Esmeralda—saco su camisa para poder tener a la vista sus dos pechos y seguir saboreándolos, ella me continua acariciando pero un quejido sale de mis labios, era la estúpida quemadura del café, podía soportar el dolor de una bala pero no de un café, aun ardía un poco
— ¿Estas bien? —la observo, se veía divina pero no podía seguir, no estaba en todas sus condiciones, si Esmeralda y yo íbamos a hacer el amor tenía que ser ambos queriendo y en todo nuestros sentidos
—Es por la quemadura—la beso una última vez y me alejo buscando con la mirada su camisa y sujetador, la tomo para entregársela
— ¿Ed? —veo que se sienta y sus lágrimas se acumulan en sus ojos—Es a ella
—Por Dios Esmeralda no—la observo, era toda una tentación, quería mandar mis sentidos al diablo para poder dejarme llevar por mis instintos— ¿No vez lo que me provocas? —Busco la colcha para cubrirla—No es el momento
—Yo pienso que si—deja caer la sabana y se acerca a mi desvió mi mirada y puedo sentir como abraza por la espalda, podía sentir sus pechos detrás de mí—Vamos Ed, solo déjate llevar, ambos lo queremos—comienza a besarme en la espalda y sube lentamente hasta llegar a mi cuello, tenía debilidad y no por alguna parte de mi cuerpo si no por Esmeralda
—Si lo queremos—cierro mis ojos disfrutando de sus caricias y puedo sentir sus manos recorrerme hasta llegar a mi mono que solía usar de piyama, su mano viaja al interior de este, mi respiración se detiene y tomo su mano en el momento que toca mi miembro—Para—comienza a mover su mano y yo solo gruño comenzado a guiar su mano mientras aumenta el ritmo cada vez más rápido, soy consciente de como estoy a punto de venirme porque era algo que llevaba conteniendo—Esmeralda—su nombre me sale como un gemido y cuando abro los ojos la veo observándome, me había venido en las manos de Esmeralda y ella me veía fascinada—Estoy loco por ti ¿Lo sabes? —Me sonríe pero asiente—Voy a tener que volverme a cambiar
— ¿Te acompaño? —era hermosa, aún tenía el pelo desordenado y sin camisa, me sentía un poco liberado gracias a ella
—No pero puedo ayudarte—la jalo y beso nuevamente para recostarla sobre la cama, no podía dejarla así, le quito el pantalón y la dejo en pantis para comenzar a besarla en todo su cuerpo, mi miembro vuelve a la jugada pero sé que debo contenerme—Solo por hoy—la veo a los ojos cuando mi mano entra en su bragas y veo como su rostro se contrae por el deseo, estaba muy húmeda
—Dios Ed—sonrió al escucharla y comienzo a jugar con sus pliegues hasta que introduzco mis dedos en su entre pierna y me fascino con su rostro, su cuerpo comienza a temblar y temo que entre en pánico cuando ve mi mirada me sostiene mi mano e igual que yo lo hice guía mis movimientos, observo como muerde su labio inferior—No te detengas—con su otra mano hace que me acerque para unir nuestros labios, aumento más el ritmo de mis estocadas apenas soy consciente de su temblor pero sus labios me exigen más y ella llevaba el ritmo con su mano hasta que siento como se viene entre mis manos, su cuerpo deja de temblar y me siento en la cama para verla intentar calmar su respiración, tenía los ojos cerrados y estaba sonrojada podía verlo
No podía creer que me había dejado llevar por mis instintos y los besos de Esmeralda pero sentía de todo menos arrepentimiento en ese momento, solo quería mas pero sabía que no podía pedirle más, bendito alcohol pero sabía que no podía permitirle que lo hiciera aunque por sus movimientos parece que el alcohol se había ido de su sistema
—Esmeralda—abre los ojos y me fascino con ellos porque tenían un brillo distinto— ¿Todo bien? —Me acerco a ella y me asiente—Debes ducharte igual yo
—Quiero más—sonrió y beso sus labios pero fue corto—Ed por favor
—Mañana me vas a odiar lo sé ¿Quieres que te ayude a ducharte? —me sonríe porque sé que a pesar del deseo que tengo por ella, me preocupaba que en su estado no pueda hacerlo sola
—Por favor—ríe y la ayudo a levantarse para dirigirnos ambos al baño, esperaba que Esmeralda no me odiara mañana por lo que habíamos hecho aun a pesar de lo que paso teníamos que aclarar nuestra situación por ahora me dejaría llevar por la risa traviesa de mi novia
Notas de la autora:
Lo prometido es deuda, me tuve que tomar mi tiempo para este capítulo Pero por fin está en sus manos ahora...
¿Que tal? Estuvo intenso, era una de las escenas más esperadas que quería escribir y todavia me falta porque en esta parte quiero mostrar el proceso de superación de Esmeralda, como llevo todo ese peso sobre sus hombros, espero lo hayan disfrutado tanto como yo
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