Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

8| Una pista

Mérida fue atendida por un par de enfermeros que lograron frenar el sangrado en su nariz y le administraron medicamento para el dolor. Ella no dijo palabra alguna desde que vio a aquella platinada. Algo en su interior le indicaba que no era buena idea hablar sin el permiso de la chica, sin importar que ella no estuviera presente.

—Ya quedó, espero que con el medicamento se pase rápido el dolor. —dijo uno de los enfermeros con una sonrisa, ella solamente lo observó y trató de sonreír, sin lograrlo.

Le dieron algunas indicaciones para cuidarse y le dieron recomendaciones para que su nariz no se inflamara más. La pelirroja asintió despacio con la cabeza, no estaba prestando atención, se sentía aturdida.

Una vez que salió de la habitación donde la atendieron avanzó con pasos tranquilos hacia el elevador, solamente quería salir de ahí. Hamish la vio desde su asiento y se levantó para acercarse a ella, siendo observado por su primo, quién estaba dispuesto a intervenir si hacía falta.

—Mérida. —le llamó con suavidad, ella se encogió en su lugar al escucharlo y sentir la mano de él en su brazo —Lamento mucho..

No lo dejó terminar, se apartó de su toque y siguió avanzando, acelerando su paso para que no la detuviera de nuevo.Hamish no insistió, se quedó en su lugar viéndola subir al elevador al mismo tiempo en que aparecían Astrid y Jack.

—Hey, Hipo.. ¿No se supone que estarías con Elsa? —preguntó el peliblanco al verlo en el pasillo

Mérida levantó la mirada para ver al castaño un par de segundos antes de que las puertas se cerraran. "Elsa", ¿así era como se llamaba aquella chica?Él regresó la mirada a la pareja recién llegada en cuanto la chica desapareció de su vista por aquellas puertas.

—Jack, hola.. —le sonrió a medias, queriendo entender que había pasado —Si.. se supone que.. —suspiró en bajo viendo nuevamente hacia el elevador, esperando ver de nuevo a la pelirroja —Le están haciendo unos estudios. Parece ser que está mejor. —explicó con calma —No creo que tarden mucho en regresarla a su habitación. —les sonrió, Astrid lo observó con curiosidad por su insistente mirada al elevador, mientras que Jack asentía con la cabeza ante la información sobre su hermana.

—De acuerdo. —le sonrió —¿Esta bien si paso a verla en cuanto esté en su habitación?

—Claro, sin problemas. —el castaño asintió con la cabeza suavemente y los llevó a la pequeña sala de espera donde estaba su abuela y su primo —Les presento a mi primo, Snotlout. Y mi querida abuela. —la mujer mayor les sonrió con cariño mientras sentía un dulce beso en su frente por parte del castaño —Lout, nana. Les presento a Jack y Astrid, hermano y cuñada de Elsa.

—Un gusto conocerlos. —comentó la mayor sin perder su sonrisa

—Igualmente, señora.. ¿Abadejo? —le sonrió la rubia con duda, haciendo reír a la mujer con suavidad

—Jorgenson, Amalia Jorgenson. —se presentó

—Lo siento. Un gusto conocerla. —le sonrió apenada

—Oh, descuida, cariño. —les sonrió, levantándose con cuidado y siendo ayudada por el castaño, que estaba parado a su lado —Creo que será mejor volver a casa, antes de que tus padres se preocupen. —habló hacia el pelinegro, que asintió con la cabeza y se levantó

—Un gusto conocerlos. —dijo hacia la pareja mientras se colocaba del otro lado de su abuela —Espero verlos pronto. 

—Igualmente. —le sonrió Jack

—Los acompaño al elevador.. —murmuró el castaño, acompañando a su familia por el pasillo mientras Jack y Astrid se sentaban para esperar noticias de la rubia

—¿Estarás bien si te dejamos solo? —preguntó Snotlout con calma hacia su primo, viendo que parecía algo distraído

—Si.. solo.. —suspiró —Sigo pensando en lo que pasó. —admitió en bajo

—Mi niño, tu novia estará bien. Verás que si. —su abuela le sonrió con cariño, haciéndolo sonreír a él ligeramente

—Si.. es una mujer fuerte. —asintió con la cabeza y abrazó a su abuela por los hombros con cariño

—Cualquier cosa que necesites, llama o manda mensaje. ¿Está bien?

—Por supuesto. —le sonrió a su primo, agradeciéndole en silencio por poder contar con él 

—Oh, mis niños. Extrañaba verlos juntos. —la mayor los abrazó, haciendo reír a ambos al sentir su entusiasmo —Hijo, prométeme que llevarás a esa encantadora chica a cenar en cuanto salga de aquí. Me gustaría conocerla. —le pidió al castaño separándose del abrazo al escuchar que había llegado el elevador

—Le preguntaré, lo prometo. —dejó un beso sobre la frente de la mujer —Vayan con cuidado, por favor.

—La dejaré en casa en una pieza. —le aseguró el pelinegro con una sonrisa, dándole un abrazo al castaño —Si necesitas hablar, sabes que puedes llamarme. —le murmuró, Hipo asintió con la cabeza

—Lo sé, gracias. —le sonrió

—Anda, Lout. Nos están deteniendo el elevador. —le apuró su abuela, avanzando al cubículo, donde un chico de cabello gris detenía la puerta para ella —Gracias. —le agradeció con una sonrisa dulce entrando

—Un placer ayudarle. —le devolvió la sonrisa, haciéndose a un lado para dejar pasar al pelinegro

—Los veo después. —se despidió el castaño con un gesto de su mano y sonrió al ver a su abuela tomar el brazo bueno de Snotlout para sostenerse de él mientras le sonreía

—¿Tu abuela? —preguntó el peligris a su lado una vez que la puerta del elevador se cerró, sonriendo al ver su interacción

—Si.. y mi primo. —asintió, viendo al chico a su lado —Es bueno verte de nuevo, Aster. —le saludó

—Igualmente, aunque esperaría que fuera en mejores condiciones. —soltó una risa desganada y avanzaron juntos de regreso a la salita de espera 

—Ojalá fuera en mejores condiciones. —concordó con él, llegando con Astrid y Jack, quien frunció su ceño al ver ahí al peligris

—¿Tú que haces aquí? —preguntó con enojo, haciendo que Aster detuviera sus pasos

—Vine a ver a mi hermana. —contestó simplemente, permaneciendo cerca de Hipo

—Basta. —Astrid intervino con suavidad al ver que su novio iba a responderle a su hermano

—Siéntate, Aster. —el castaño señaló una silla desocupada y el peligris se sentó en silencio, quedando así Hamish sentado entre ambos hermanos —Es bueno que estén los dos aquí. Están haciéndole unos estudios a Elsa porque hizo movimientos bruscos y sus heridas volvieron a abrirse un poco y.. a sangrar..

—¿Está bien? —preguntó el peligris con preocupación

—Eso.. eso creo.. —dijo con duda

—¿Eso crees? ¿Qué quieres decir? —preguntó Jack, frunciendo su ceño

—Le están haciendo estudios porque cuando la revisaron se dieron cuenta que las heridas estaban casi cicatrizadas. —explicó con calma, desconcertando a los tres ahí

—Sandy dijo en la mañana que aún estaban.. —Aster guardó silencio tratando de entender que pasaba

—En la mañana estaba teniendo una recuperación un tanto lenta. —intervino Milori llegando con ellos, los chicos se levantaron al verlo cerca, los tres queriendo preguntar por la platinada —Está bien. —respondió el mayor con calma —Todo está cicatrizando muy rápido, más de lo que yo había visto nunca.

—Pero.. eso es bueno, ¿no? —preguntó Aster en bajo

—Inusual, sería una palabra más correcta. No sabemos el por qué de su rápida curación ni si tendrá algún otro efecto indeseado. Por ahora.. —suspiró y les sonrió a medias, queriendo calmarlos al verlos tan angustiados —Si, es bueno que se está recuperando. Probablemente le demos el alta esta noche o mañana por la mañana.

Los chicos suspiraron con alivio, especialmente el castaño, que se sentía culpable por haber provocado su sangrado en primer lugar. Se sentó en la silla tras él y sonrió a medias, viendo que Aster y Jack hablaban con el médico para ver si podían entrar a verla, cosa que ambos hicieron. Astrid se sentó junto al castaño y esperaron ahí con calma.

—¿Están peleados? —preguntó el castaño en bajo una vez los hermanos se alejaron hacia la habitación

—Si.. discutieron hace unos días. No tengo muchos detalles al respecto, pero parece ser que es por el tema de sus padres. —contestó la rubia con calma —Jack no quiere testificar contr ellos.

—Oh.. vaya.. —ninguno dijo más nada, solamente esperaron por los hermanos o por nuevas noticias de la platinada

Elsa abrió los ojos, escuchando una discusión entre susurros. Una vez enfocó bien la vista se dio cuenta que ahí estaban sus hermanos, discutiendo en un rincón de la habitación. No entendía de qué hablaban y parecían no haberse dado cuenta de que había despertado.

—Chicos.. —les llamó en un murmullo, haciendo una mueca al sentir ardor en la garganta y trató de sentarse, siendo detenida por los hombros con un suave toque

—Espera, no deberías sentarte sola. —la voz de Jack fue tranquila, le sonrió con cariño mientras soltaba sus hombros para ayudarle a sentarse

—¿Necesitas algo? ¿Quieres agua? —Aster se acercó del otro lado de la cama con un vaso de agua, que la rubia aceptó enseguida —Deberías avisarle a la enfermera que despertó. —murmuró el mayor hacia el peliblanco mientras le ayudaba a Elsa con el vaso

—No eres quien para decirme qué hacer. —Elsa frunció el ceño ante el tono brusco que Jack usó hacia su hermano

—Si, eso es más que claro. Solo le haces caso a tu padre. —la voz de Aster se tornó molesta, pero conservó el tono bajo

—Bueno, eso es algo que jamás podrás hacer tú.. —le respondió el peliblanco con media sonrisa

—Jackson. —le regañó la platinada, sabiendo a lo que se refería —Ya basta.

—No, déjalo. Al fin está comportándose como ese imbécil al que tanto admira. 

Jack le arrebató el vaso con agua y le aventó el líquido al peligris antes que Elsa pudiera decir cualquier cosa. Aster solo retrocedió un par de pasos y limpió su rostro.

—Estás hablando del hombre que te dio un hogar, así que será mejor que cuides tus palabras. —le advirtió con seriedad

—También es quien casi te mata, quien no ha hecho más que aterrorizar a mamá y a nosotros desde siempre. —habló el mayor con aparente calma, agradecido de tener la cama de Elsa entre ellos para evitar cualquier contacto

—Gracias a él tienes una familia. —insistió el peliblanco

—Y gracias a él tu estás perdiendo a la tuya. —murmuró el peligris

—Jack, basta. —Elsa detuvo el brazo de su hermano, quitándole el vaso de vidrio para evitar que fuera a lanzarlo contra el mayor—¿Qué pasa con ustedes? —preguntó desconcertada con sus actitudes

—Tu querido hermano no quiere hacer lo correcto.. —comentó Aster con calma

—No es correcto mandarlos a prisión. —dijo el peliblanco con enojo

—Casi te mata. Y casi mata a Elsa. 

—¿Qué? ¿De que hablan que es lo que pasa? —preguntó confundida

—Van a juzgar a Jeremy por lo que te hizo y por lo que le hizo a Jack. También a mamá por encubrirlo y defenderlo a pesar de que casi los matan. —explicó Aster con calma —Y Jackson se va a negar a testificar.

—Son mis padres, no puedo hacerles eso. —murmuró con enojo, tomando la mano de Elsa

—Casi te mata.. —murmuró ella, apretando el agarre en su mano

—No puedo hacerle eso a mamá.. —negó con la cabeza

—Entiendo.. pero, no puedes..

—No te pongas de su lado, por favor. —le pidió en bajo

—No es ponerse de un lado o del otro. Somos familia. —estiró su mano hacia Aster, que se acercó a tomarla con suavidad —Se trata de protegernos entre nosotros.

—¿Meter a mis padres en prisión es protegernos? —preguntó desconcertado, queriendo soltarse de la rubia, pero esta no lo soltó

—¿Qué pasaría si Jeremy queda libre? —preguntó ella con calma

—Volvería a casa, seguiría tomando, agrediendo, tal vez los correría o..

—Volvería a intentar callarnos a golpes. —Elsa interrumpió a Aster

—Eso no lo saben.. —murmuró el peliblanco

—Entiendo que no quieras causarles problemas, pero no pueden ir por la vida sin consecuencias por sus acciones. —comentó la rubia con calma

—Son mis padres. —el dolor en su voz era más que evidente en ese momento, era más que claro que no quería hacer algo que los pusiera en riesgo

—Lo sé.. —Elsa le sonrió comprensiva y se acercó despacio para atraerlo y abrazarlo —Sé que te duele tener que pasar por esto, lo entendemos. —Aster se acercó para acariciar con calma la espalda de su hermano, que luchaba por no romper en llanto —Pero es necesario. Por ti, por tu seguridad, por tu vida. —apretó un poco el abrazo —No quiero que vuelvas a ir al hospital por sus golpes.

—Pero, mamá..

—Escucha, por mucho que ame a mamá.. no podemos ignorar las cosas malas que ha hecho Jeremy solo para que ella esté bien. —murmuró

—¿Y si ella es condenada?

—No será condenada como él, además...

—También debe pagar por sus acciones. —completó Aster con suavidad

—Va a odiarme. —murmuró el peliblanco acercándose más hacia Elsa

—Lo entenderá en algún momento. Y mientras eso sucede, estaremos juntos. —le aseguró con calma —No voy a dejarte solo.

—No vamos a dejarte solo. —comentó Aster, acercándose para abrazarlo un poco

—Me estás mojando. —se quejó, sonriendo a medias mientras limpiaba las lágrimas de su rostro

—Te aguantas. —lo abrazó más para mojarlo, haciéndolo reír suavemente

—Bueno, aquí es el momento para las disculpas. —les dijo la rubia con una sonrisa cariñosa al verlos más tranquilos

—Lo siento mucho. —dijeron ambos con suavidad, ella los abrazó de nuevo con cuidado

—Los quiero mucho.

—También te quiero. —respondieron al mismo tiempo, riendo los tres con suavidad

Hamish se detuvo en la puerta de la habitación, sonriendo al escucharlos bien. Retirándose de regreso a la salita de espera, donde Astrid se encontraba hablando por teléfono con Toothiana en tono bajo, dándole indicaciones de cómo llegar al hospital.

—Están bien. —le dijo a la rubia con calma una vez estuvo a su lado, ella asintió con la cabeza y le sonrió continuando con la llamada un momento más

Atali suspiró mientras llegaba a su destino, giró a ver a Minden y esta le sonrió comprensiva.

—Vamos, entre más rápido hagamos esto más rápido volveremos con tu hija. —le dijo con calma, la pelirroja asintió con la cabeza y bajaron de la camioneta para avanzar al pequeño edificio que se usaba como una especie de templo donde se investigaban los orígenes dragónicos de la humanidad

—Bienvenidas, las estábamos esperando. —las recibió una mujer castaña, sonriendo con amabilidad

—Muchas gracias por recibirnos, ¿han encontrado algo más? —Atali se acercó primero, sonriendo a medias y siguiendo ambas a la mujer al interior del edificio

—Encontramos algo, una señal muy ligera. —asintió con la cabeza —Esta vez del núcleo de Hildur. 

—¿También está en Berk? —preguntó Minden con suavidad

—Si, está en la ciudad. Aunque parece no haber despertado por completo, el brillo fue muy leve. —las guió por los pasillos hasta una habitación especial que era resguardada por dos mujeres con una armadura

En el centro de la habitación había un pedestal que era iluminado por los rayos de sol que entraban por las ventanas, que eran custodiadas por más mujeres con armadura y armas de combate cuerpo a cuerpo. Las tres se acercaron con calma, notando las dos gemas grises en forma de huevo de dragón que ahí se encontraban, notando que las escamas de una de ellas brillaban con un tono verde, mientras la otra tenía ligeros brillos azules solo en algunas escamas.

—¿Tienen alguna manera de saber dónde podemos buscar? —preguntó atali con una sonrisa al ver el brillo en ambas gemas

—El primer billo no pudimos localizarlo, nos tomó por sorpresa. Sin embargo, el brillo de Hildur.. —le hizo una señal a una de las mujeres que resguardaban el lugar y esta se acercó con lo que parecía ser un mapa —A pesar de ser tenue y estar incompleto, nos dio una pista de donde podemos encontrarle.

Tanto Minden como Atali se sorprendieron al ver que el área encerrada en un círculo dorado era la zona donde estaba el hospital y algunas calles alrededor.

—¿Creen que está en esa zona? —cuestionó Minden en bajo

—Por supuesto. —asintió la castaña —En realidad, creemos que podrían estar juntos.

—Entonces será mejor averiguarlo. —comentó Atali, levantando la mirada hacia la mujer —¿Cuantas de ustedes pueden ir con nosotras para investigar?

—Enviaré a una docena de doncellas aladas con ustedes. Y cualquier manifestación nueva se los haremos saber. —hizo una seña hacia la chica que sostenía el mapa y esta asintió con la cabeza, alejándose para ir a buscar al escuadrón que iría con ellas

La pelirroja asintió igualmente, pensando en su madre, en Mala.. en su adorada hija y los momentos que podría pasar con ella en cuanto todo aquello se resolviera.

Suspiró, sonriendo a medias, estando feliz de al fin tener una pista del paradero de aquellos elegidos que de una vez por todas acabarían con las castas que los dividían. Los encontraría, les ayudaría y de una vez por todas dejaría atrás aquella promesa que había hecho a su madre tantos años atrás. 

Aquella pista le daba esperanza, no solo por poder encontrarlos y cumplir de una vez por todas con aquella ardua tarea que los dioses les habían impuesto siglos atrás, si no que también significaba que al fin sería libre.. 

Al fin tendría esa libertad que tanto había anhelado. Y sabía perfecto lo que haría una vez que las cadenas que la mantenían atada a las doncellas fueran rotas.. Trataría de arreglar a su familia y reparar lo que había roto..

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro