Y así sin más, me fui a dormir que sabía que sería una semana bastante larga.
...
Olimpo(tercera persona)
El Olimpo era un caos.

Zeus estaba de un lado para otro gritando en contra de su hermano por romper el pacto y mandar a su hijo a robar su rayo para destronarlo.

Hera estaba harta por tratar de calmar los constantes berrinches de su esposo.

Demeter, Ares, Afrodita y Athena no sabían qué hacer para que Zeus no le declare la guerra a Poseidón.

Poseidón era un mar de emociones, primero su hermano lo acusa de robar el rayo, luego estaba el echo que con su hijo reclamado este pueda correr peligro, y por último pero más preocupante, el mar mismo había dejado de responderle como siempre lo había hecho.

Por su parte Apollo, Hermes Hefesto, Artemisa, Hades y Hestia se preguntaban cuánto tardarían los idiotas a empezar a atacarse entre sí.

Todo esto y más era lo que pasaba en el Olimpo.

Campamento Mestizo(tercera persona)

En el campamento mestizo las cosas estaban un poco iguales al Olimpo.

El ego de Sebastian aumentó al enterarse de quién era su padre. Pero luego el Sr.D le dio la típica amenaza de convertirlo en delfín. El muy idiota también empezó a notar que casi nadie le hablaba.

Luke le empezó a dar un entrenamiento del demonio que apenas y soportaba, y como este no viajo en el tiempo, sigue sirviendo a Kronos.

Percy se la pasaba de maravilla con sus 'hermanos', sus amigos del futuro y sus nuevos amigos de esa línea temporal.

De vez en cuando recibía visitas de Eros, este le daba consejos sobre sus poderes, ahora era capaz de congelar y hervir la sangre e icor,  también lo entrenaba con diversas armas como la espada y el arco.

A pasado una semana y Percy sabía que mañana se daría la profecía, así que estaba cómodo en su cama, listo para el día de mañana.
...
Percy despertó al oír el sonido de alguien tocando la puerta, fue a ver y se encontró a Quiron en su forma equina, esperando afuera.

-Quiron, ¿qué haces aquí?- preguntó lo más cortes posible.

-Hoy Sebastian recibirá una profecía para recuperar el Rayo Maestro de Zeus, y siento que eres necesario- dijo mientras lo jalaba.

Ya habiendo llegado a la Casa Grande, Percy notó que Sebastian ya estaba ahí, con su siempre presente sonrisa arrogante.

-Ya era hora de que llegaras- dijo dirigiéndose a Percy.

-Yo nadamas vine porque Quiron me quería aquí. Si quieres me voy- dijo pasándole de largo.

Sebastian iba a decir algo, pero Quiron le recordó que tenía que ir a ver al oráculo. Y así lo hizo.

Ya habiendo pasado 20 minutos, Percy se preguntaba si a Sebastian no se le había freído el cerebro, pero finalmente bajo, pálido y sudoroso, pero bajo.

-¿Y pues?- quiso indagar Quiron.- ¿Qué dice la profecía?

El invocador de plagas guíara el camino.
La sabiduría y tu le siguen sin ver.
Irás al oeste, donde te enfrentarás al dios que se ha revelado.
Encontrarás lo robado y lo devolverás.
Serás traicionado por quien se dice ser tu amigo.

-¿Eso es todo?- trato de indagar Quiron.

Sebastian solo asintió, todavía estaba demasiado pálido y asustado como para responder.

-Tu y Percy vallan a empacar sus cosas, por suerte su tercer miembro ya se presentó voluntaria.-

Y así como termino Quiron, justo a su lado se materializó Annabeth, con su gorra en manos.

Percy nadamas fue por su mochila encantada, y a despedirse de sus amigos.

Quiron y Luke los estaban esperando en la colina para despedirse.

Esta vez, Luke le dio los zapatos encantados a Sebastian y Percy esperaba que los zapatos se lo llevaran al Tártaro.

Argos los llevo a los 3 a la ciudad, Percy sacó un teléfono anti-monstruos de su mochila y se puso a escuchar música todo el trayecto.

Todo poso normal hasta la hora en la que las furias abordaron el autobús. Sebastian se puso la gorra de Annabeth y las furias lo pasaron de largo.

Ya cuando llegaron con Annabeth y Percy, Alecto le guiñó un ojo a este muy disimuladamente.

-!!¿Dónde está?!!- gritaron las 3 ancianas a la vez.

-No está aquí- fue todo lo pudo responder Annabeth antes de abalanzarse sobre una.

Las otras 2 tomaron su verdadera forma y se fueron contra Percy. Este como no podía tele-transportarlas al inframundo, tuvo de matarlas para que fueran con Hades para informar su progreso.

El autobús se detuvo cerca Jersey y todos los pasajeros bajaron en estampida, liderados por el conductor.

Justo cuando Percy y Annabeth bajaron, Sebastian se materializó justo al lado de ellos. En cuanto Annabeth lo vio, le soltó una cachetada.

-¿Por qué me golpeas?- le preguntó este medio enojado.

-¿Cómo te atreves a abandonarnos como si nada?- contraatacó ella.

-Lo siento, pero soy más importante, no puedo morir aquí.-

-¿Podrían los 2 dejar de coquetear? Le podrían dar migraña hasta a un sátiro- interrumpio Percy antes de que siguieran.

-!!No estamos coqueteando!!- gritó Annabeth toda roja.

-Lo que sea- dijo Percy pasando entre ambos para ir al bosque, mochila en mano.

Annabeth y Sebastian iban a ir por sus mochilas, pero en ese momento el autobús se prendió en llamas.

Ninguno de los 2 podía creer lo que estaba pasando, pero como Percy ya estaba en el bosque, decidieron seguirlo. Lo que ninguno sabía era que este uso sus poderes para incendiar el autobús.
...
Luego de caminar por varias horas, los 3 finalmente llegaron con Medusa, aunque solo Percy sabía eso.

En cuanto tocaron, Medusa les pregunto qué dónde estaban sus padres.

-No quiero ni saberlo señora- fue todo lo que respondió Percy.

No quería soñar desagradecido ni nada, pero era verdad. Percy no quería saber de sus padres Sally y Poseidón. De su mamá Caos, eso era otra historia.

Comieron ahí, Medusa trato de matar a Annabeth y Percy se vio muy tentado por la idea, pero al final decidió que no y mató a Medusa.

Decidieron quedarse en el local por la noche y salir en la mañana.
...
Luego de sacar todo el dinero del lugar, los 3 compraron boletos para el tren.

Percy se compro un boleto separado de Sebastian y Annabeth para poder pensar tranquilo.

Luego de varios días en el tren llegaron  hasta San Luís y fueron a ver el arco, y como la otra vez, ahí Equidna los abordó y atacó.

Sebastian estaba con una mordida en la pantorrilla, justo al lado de él estaba un agujero de metal derretido.

La Quimera iba a disparar otro chorro de fuego, a Percy no le afectaría puesto las bendiciones de Hestia y Hefesto lo protegían del fuego, pero a los mortales de ahí no.

Como todo héroe, Percy atacó a la Quimera con contracorriente y de un tajo, le rábano la mitad de la cabeza. Dejando solamente polvo dorado.

-!!Maldito!!- gritó Equidna al ver cómo su hijo era, para sus ojos, cruelmente asesinado.- Yo...

Hasta ahí es hasta donde pudo llegar Equidna puesto que Percy la empaló con su espada en el corazón, inmediatamente convirtiéndola en polvo.

Percy volteo la cabeza y vio a Annabeth verlo con lujuria, a Sebastian desmayado, que novedad, y a los mortales completamente aterrados.

Percy decidió tirar a Sebastian al río, puesto que este todavía tenía que sufrir, mucho más.
...
Luego de que Sebastian saliera del río, volvieron a subir a su tren hasta detenerse por completo en Denver.

A pesar de no tener dinero(bueno, Percy tenía una tarjeta de crédito con dinero infinito) fueron a un pequeño restaurante para cenar algo.
Percy P.O.V
Como la última vez, Ares llego dándonos un ida a Las Vegas a cambio de ir por su escudo.

Sebastian y Annabeth aceptaron ir, más yo les dije que me quedaría para asegurarme de que lo del transporte no fuera en broma.

La verdad es que no quería ir con ellos a Waterland y hacer el ridiculo en Hefesto TV, así que fui al centro comercial para pasar el rato.

En cuanto llegue ahí me quede sin habla, en frente de mí se encontraban 2 personas que conozco de la otra línea del tiempo.

Él era un joven afroamericano con ropa demasiado formal para su edad, ella era una joven rubia de mechas rojas con botas de combate.

Enfrente de mí se encontraban los hermanos Kane. Se veían más jóvenes de cuando los conocí, pero sin dudas eran ellos.

Estaban discutiendo tanto que ni siquiera me notaron. Lego se les unió un dúo un tanto raro. Un chico rubio de ojos grises con pelo largo de camiseta verde, y una niña vestida como semáforo.

Luego de un rato viéndoles, me fijo en mi reloj y decido que ya es hora de irme. Aunque antes de salir, escucho a Sadie decirles/gritarles a Cárter y al rubio:

-!!Zia y Sam los van a matar!!-

Esto hizo que la niña semáforo estallara en risas, y aún más al ver cómo Cárter y el otro palidecían.
...
Me tele-transporte cerca del restaurante y unos 5 minutos después llegaron unos muy mojados Sebastian y Annabeth.

-¿Qué les pasó?- les pregunte con toda la inocencia posible.

Justo cuando iban a contestar, Ares hizo acto de presencia con unas mochilas en mano.

-Lo que sucede punk, es que tus amigos dan el tiro en la tele- dijo este entre risas.

Vi como Sebastian con una cara roja se aguantaba las ganas de arrojarle el escudo a Ares.

Yo sé lo entregue sin mucho cuidado y este nos dio las mochilas.

Al momento de pasarlas, me asegura que Sebastian se quedará con la que tendría el Rayo Maestro.

Ares nos señaló el camión a Las Vegas y sin darle michas vueltas al asunto, me dispuse a subir m, siendo seguido segundos después por los otros 2.

Casi al instante caí dormido, aunque no sin antes, darle la comida correcta a los animales.

Dudas, quejas o lo que sea a los comentarios.

Aviso: los capítulos de ahora en adelante serán de mínimo 1 a la semana, por su comprensión gracias.