El Olimpo(tercera persona)

El Olimpo, el hogar de los dioses, regularmente lleno de movimiento y transitado, con sus hermosos jardines y palacios. Pero...algo parece...apagado, fuera de lugar...y es que...todos los seres que se esperarían ver en las calles a estas hora del día...estaban reunidos todos y cada uno en la sala del trono.

Sala del trono

En la sala del trono reinaba un silencio sepulcral. Todo ser mitológico grecorromano se encontraba ahí.

Los 14 Olímpicos(Hades y Hestia obtuvieron tronos luego de la Segunda Guerra Gigante) se miraban agitados, como si hubieran estado gritando(cosa que así fue).

Todos los Olímpicos, menos 6 de ellos, tenían una expresión de ira pura dirigida a un solo punto.

Un joven, pelo negro, piel bronceada, ojos verdes y cuerpo atlético, se encontraba encadenado en el centro de la sala. Estaba de rodillas, con el pelo cubriéndole la cara, y varios cortes y moretones por su cuerpo.

!!Perseo Aquiles Jackson!!- gritó el Rey de los Dioses, Zeus con su Rayo Maestro en mano- se le a traído aquí el día de hoy para ser juzgado por traición. ¿Alguna pregunta?

El joven, Percy Jackson, hijo de Poseidón, héroe del Olimpo, terror de titanes y gigantes, antiguo pretor del Campamento Júpiter, antiguo líder del Campamento Mestizo levanto la cara, revelando unos ojos que antes transmitían alegría y esperanza, y ahora estaban muertos. El brillo se fue.

En su mente solo se hacía una pregunta: ¿Cómo deje que esto pasara? Con la vista enfocó primero a los dioses que lo acusaban, a los pocos que lo defendían, y al causante de todo: su 'muy querido hermano.'

Y al lado del culpable, se encontraban sus 'muy fieles amigos.' Solo unos cuantos tienen el derecho de llamarse así, y la mayoría están muertos.

Se preguntará ¿cómo pasó esto?

Flashback (Percy P.O.V)

No puedo creer que, luego de 2 meses, finalmente complete las pruebas de Athena, finalmente podré casarme con mi listilla.

Sé que varios se preguntarán: ¿oye Percy, no son muy jóvenes? Pues, a un año de haber derrotado a los gigantes y haber salvado al mundo(de nuevo), me di cuenta de que al ser mestizos, no duramos mucho, así que mejor hacer las cosas de una vez.

El anillo ya lo tenía hecho, el mismo Hefesto con ayuda de Tyson, lo construyeron. La bendición de Athena, luego de hacer los 12 trabajos de Hércules, ya está.

Ahora solo me falta el lugar y momento adecuado para proponérselo. El plan era casi perfecto.

Llego hasta el pino de Thalía y miro colina abajo. El campamento se nota tan movido como siempre. Empiezo mi camino hasta la Casa Grande, para informar a Quiron de mi regreso.

Por el camino, los campistas me ven llegar y se sorprenden. Y no tardó en notar que algunos en vez de mirarme con alegría por mi regreso, me miran con pena, miedo, pero la mayoría me mira con odio y asco.

Esos sí que se me hace extraño. No debe ser gran cosa. A lo mejor están molestos por no decirles dónde estuve por 2 meses, si debe ser por eso.

Llego hasta la Casa Grande y ahí veo a Quiron, en su silla de ruedas de mágica. Y noto que al momento de verme, se le ilumina la cara.

-Percy, mi muchacho. Qué bueno que regresaste- está es la clase de bienvenida que esperaba.- Espero que hayas podido completar tu cometido- al ser el único en el campamento al que le conté mi plan, sabe por qué me fui.

-Tarde 2 meses pero si, conseguí completar los trabajos de Hércules- dije con una sonrisa.- ¿Qué a pasado desde que me fui.

Quiron parecía dudar de si decirme algo, luego de un rato de pensar se armo de valor y contarme.

-Un nuevo hijo de Poseidón llego al campamento, ni siquiera una semana después de que te fuiste- eso sí que me tomó por sorpresa.- El mismo Poseidón se presentó para reclamarlo. Tiene tu misma edad(17), y su nombre es Sebastian Evans.

Simplemente me despedí de Quiron y me dirigí a mi cabaña. Si tengo un hermano quiero conocerlo y llevarme bien con el.

Aunque, tengo que admitir que estaba algo celoso del echo de que al sujeto mi propio padre en persona viene a reclamarlo. Yo tuve que esperar una semana, y eso que fue un poco antes de ser atacado por un perro del infierno.

Pero también, tengo que admitir que los tiempos son distintos desde entonces así decidí alegrarme por mi nuevo hermano.

Llegue a mi cabaña y justo cuando iba a tocar la perilla, la puerta se abre desde dentro.

El sujeto que tengo enfrente tenía pelo castaño claro y ojos verdes, un tanto pálidos, pero aun así verdes, piel un tanto pálida, y una sonrisa arrogante en la cara.

-No nos parecemos en nada- fue lo primero que pensé al verlo.

-Percy Jackson, hijo de Poseidón- dije extendiendo la mano en forma de saludo.

-Sebastian Evans, el semidiós más poderoso de todos los tiempos- dijo sin siquiera darme la mano, todo con un tono burlesco.- Con que tú eres mi hermano, el farsante.

-¿Cómo?- dije verdaderamente sorprendido por lo último que dijo.

-El farsante- lo volvió a repetir con voz cansada.- Todo el campamento sabe que no hiciste nada en ninguna de las guerras, solo robaste el crédito de alguien más- de nuevo me dio esa sonrisa arrogante.

-Lo que digas- dije restándole importancia y pasando de lado adentro de la cabaña. Dejé mis cosas en mi cama y salí a buscar a Annabeth.

La empiezo a buscar por todo el campamento, pero nada. Y no e podido evitar notar el echo de que prácticamente todo el campamento me estaba matando con la mirada.

Luego de un rato me rindo y me dirijo a la playa para calmarme como siempre. En cuanto llegó, veo que una pareja ya está ahí, comiéndose la cara el uno al otro.

Decido irme para darles algo de privacidad, pero justo cuando me di la vuelta la sangre me hirvió por lo que escuche.

-Te amo Sebastian- fue la voz de mi listilla la que dijo eso y sentía como algo en mi interior se rompía lenta y dolorosamente.

Con una ira que no había sentido nunca, el mar empezó a rugir incontrolablemente, un terremoto sin precedentes se sintió, y una tormenta inmensa se creó.

De la nada 14 brillos hicieron acto de presencia. Eran nada más y nada menos que los 14 Olímpicos. La mayoría con armaduras y símbolos de poder en mano. Tenían una cara de miedo en cuanto vieron la causa del desastre.

-!!Poseidón!!- rugió Zeus- detén esto.

Mi padre levanto su tridente y una mirada de confusión cruzó su cara.

-No puedo- dijo en un susurro a Zeus.

Zeus, Poseidón y Hades cruzaron sus símbolos y poder y lentamente el clima se empezó a controlar.

Yo estaba de rodillas en el suelo. El desgaste de energía fue increíble, nunca me había sentido tan candado en toda mi vida.

Voltee a ver a Annabeth, que estaba abrazada de Sebastian, con miedo puro en su cara. Entonces me dijo algo que terminó por destruirme.

-Jamás te ame- y con eso beso a Sebastian.

Antes de que pudiera hacer algo más, sentí un golpe en la cabeza, y con eso, el mundo se oscureció.
...
El Olimpo- Ahora(Tercera persona)

Zeus tenía su rayo apuntando directo a Percy, esperando su respuesta para vaporizarlo al instante.

-¿Con qué pruebas se me acusa?- preguntó Percy, todavía débil y conmocionado por los eventos que acaban de pasar.

-!!Tu sabes lo que hiciste, bastardo!!- gritó Piper, quien estaba siendo sujetada por Jason para no echársele encima.

-!!Iris!!- llamo Zeus a la diosa del arco iris.- Muestra las pruebas.

En cuanto la diosa empezó a rodar los mensajes, se podía ver a Percy robando el Rayo Maestro, a Percy envenenar el árbol de Thalía, a Percy encadenando a Artemisa para luego discutir con Atlas formas de convencerla para sostener el cielo(ante esto Artemisa dirigió una mirada de adió, pero a Zeus), a Percy junto al sarcófago de Kronos, a Percy discutiendo planes de invasión tanto al Campamento Mestizo como a Manhattan. Y los vídeos seguían y seguían haciendo quedar todavía más mal al pobre.

La mayoría de la sala le estaba gritando cosas a Percy, entre las cuales las más repetidas eran: asesino, traidor, mentiroso, farsante, al Tártaro.

Zeus, con un movimiento de mano, callo a todos en la sala, luego le dirigió una mirada a Poseidón y este asintió con la cabeza.

Poseidón se levanto de su trono, y se dirigió a Percy a paso lento, todavía en su altura piadosa. En cuanto llegó a su hijo, se le notaban en los ojos muchos sentimientos, pero el predominante era uno: ira. Toda la ira dirigida hacia Percy.

-Yo Poseidón- hablo con una voz llena de rencor- dios del mar, te desheredo a ti, Perseo Aquiles Jackson, como mi hijo y príncipe a mi trono- extiendo su mano y una luz verdosa empezó a cubrir a ambos.

Muchos se llevaron una sorpresa inmensa cuando, en lugar de Percy, Poseidón callo de rodillas gritando de dolor. Duró un momento hasta que terminó.

-!!Tio, ¿se encuentra bien?!!- preguntó Ares quien corrió a ayudar a Poseidón.- ¿Qué pasó?

-El mar- dijo Poseidón con expresión horrorizada.- Al mar no le gusto mi decisión, perdí control del 70% de este.

Eso dejó a muchos con la boca abierta. El dios del mar ahora nada mas tiene un 30% del poder de este.

Con la ayuda de Ares, Poseidón se volvió a sentar en su trono, pues este estaba muy débil.

-Ahora a votar- dijo Zeus un poco intranquilo por los últimos eventos- ¿quién está a favor de la pena de muerte?

8 manos se levantaron al aire: Zeus, Hera, Poseidón, Demeter, Ares, Afrodita, Dionisio y Athena.

-Los que estén en contra- volvió a preguntar Zeus, muy feliz por el claro resultado.

6 manos se levantaron esta vez: Hestia, Hades, Apollo, Artemisa, Hermes y Hefesto.

Zeus miraba a sus hijos y hermanos muy disgustado, pero se le pasó casi de inmediato al recordar el por qué perdieron.

-!!Yo Zeus, rey del Olimpo, sentenció a Perseo Aquiles Jackson, por cargos de traición, a pena de muerte inmediata!!- Zeus anunció con gran emoción que se le comparaba a niño en Navidad, mientras arrojaba su rayo a Percy quien todavía se encontraba encadenado sin posibilidad de escapar.

(Percy P.O.V)

Veía como la reina del drama arrojaba su encendedor sobrevalorado y solamente cerré los ojos para esperar el dolor.

Luego de lo que se sintieron como varios segundos para ver qué tardaba tanto, y me sorprendí de ver el rayo a solo centímetros de de mi cara.

-No te preocupes- dijo una voz de mujer a mi espalda.

En cuanto se posicionó a mi frente casi me da un ataque. La mujer era tan hermosa que aria quedar a Afrodita como un sapo viejo.

Tanto su pelo y ropa eran tan negros que le darían envidia a Hades. Sus ojos parecían galaxias en movimiento. Su piel era era blanca, no al punto de ser pálida, solo blanca de la tonalidad perfecta.

No sé cómo lo supe, pero me arrodillé como pude y dije- Lady Caos, ¿a qué le debo el honor?- pregunté con mucha curiosidad, puesto que no todos los días veías al primer ser en el universo.

-Percy Jackson- dijo Caos, luego de hacerme levantar la cara.- A través de mi existencia y visitas a diferentes mundos, tú eres una constante que tiene el poder de hacer que las personas te sigan hasta el infierno y de vuelta.

-Diferentes mundos?-

-Así es, los mortales los llaman universos paralelos- eso lo entendí mejor(gracias Marvel y DC)-, todos tienen al menos un doble en otro mundo, pero tú tienes uno en cada uno, yo por otra parte, soy un ser único.

-Y que es lo que quiere conmigo si existen tantos como yo?- pregunté aún más interesado.

-Tú eres el que más a sufrido- dijo con una tristeza espontánea.- Cada Percy Jackson que conozco tiene a alguien. Sufrieron si, pero tenían a alguien. Pero tu fuiste traicionado por el 'amor de tu vida' y te quedaste solo a punto de morir, y cuando lo hagas, las personas que en verdad te aman sufrirán.

-A donde quiere llegar con esto?-

-Otra constante que e visto es que la mayoría de Olímpicos dejaron de ser dignos de su poder- ahora estaba usando un tono más serio y enojado.- Por eso te ofrezco un oportunidad.

-Una oportunidad de que?-

-De cambiar el mundo- ahora parecía decidida.- Tu, Percy Jackson, volverás en tiempo(con más poder) al día que descubriste quién eras, y cambiaras el mundo. ¿Aceptas?

Lo pensé por un momento y me di cuenta que los que dice es verdad. Solo pelee por el Olimpo por qué eran mejores que la otra opción. Así que me decidí.

-Acepto-

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