Jungkook miraba a Jimin y Tae que con los brazos cruzados parecían no haber aprobado la gran noticia que les acababa de dar. Probablemente no era una idea convencional, pero ¡vamos! pensaba Jungkook, estábamos en pleno siglo XXI y la idea que un omega sólo podía tener un hijo si tenía un alfa y más aún, si estaba enlazado, resultaba arcaica y obsoleta.

—Jungkook... ¿te das cuenta que apenas tienes veinticinco años? Muchas cosas pueden suceder. Sang-Ho no fue el final de tu vida—. Jimin, su amigo alfa desde cachorros estaba estupefacto con la noticia que el omega les acababa de dar. Ser padre...sin un alfa. Probablemente pensó, era fruto de su pena por la pérdida de su destinado.

—Exacto. No fue el final. Por eso debo continuar mi vida y realizar todos mis sueños. Y uno de ellos es ser padre. Siempre pensé que lo sería con mi pareja destinada, pero ya ves Jimin, las divinidades no lo quisieron así.

—Pero todavía puedes conocer a un alfa que te ame y...

—Por favor...ni siquiera mi pareja destinada fue capaz de amarme lo suficiente..., ¿por qué otro alfa lo haría? Además, no necesito uno para ser feliz. Y quiero ser un padre joven. Tengo una posición económica sólida. Lo voy a hacer. Y esa clínica es la solución.

Efectivamente Jungkook había oído hablar de la Clínica de Fertilización Asistida Hope, a partir de una conversación de una omega de su oficina que había recurrido a ella, al no lograr un embarazo con su pareja alfa. Al buscar información en su página web, supo que, además de realizar embarazos asistidos, tenía un banco de donantes de espermios y que estaba abierto para toda clase de omegas y betas, sin importar su estatus.

Básicamente la historia de Jeon Jungkook se resumía en que hacía casi un año, su pareja destinada, con quien se había encontrado a la edad de veintidós años, mientras ambos estudiaban en la escuela de negocios, lo había abandonado.

—Jungkook, ya te dije que Park Sang-Ho estaba mal. Su parte humana no tenía una conexión sólida con su lobo. Probablemente el abuso de supresores lo llevó a un estado de total separación de su alfa. Por eso éste reconoció y amó a tu omega, pero su lado humano finalmente no hizo la unión contigo. Eso no quiere decir que otro alfa no te pueda amar.

—Esas son las teorías de tu gurú Tae..., Sang-ho, simplemente era un imbécil.

Taehyung se había titulado de Psiquiatra hacía un año y trabajaba en investigación con un reputado Profesor y Psiquiatra, Kim Namjoon. El Profesor Kim era un estudioso de la naturaleza espiritual de las relaciones entre las distintas castas: alfas, omegas, deltas, gamas y betas. Claro, algunos lo criticaban, porque no consideraban esto una ciencia, sino más bien mitos y cuentos de ancianos pasados de modas. Jungkook era uno de los que opinaban esto último.

—No deberías ser tan incrédulo. El profesor Kim cree que algunos hombres-lobos no dejan desarrollar su lado e instinto animal. Y eso ha ido en aumento con la evolución de nuestra especie. Más aun con el uso de supresores. Cada vez más se intenta controlar el celo, algo tan natural en nuestra especie. Por eso existen también esas clínicas donde quieres ir. La modernidad a traído avances importantes, pero también infertilidad y la pérdida de nuestros vínculos más profundos.

Jungkook puso los ojos en blanco. No le interesaban las teorías sobre lobos, hombres y su "conexión". A él lo había abandonado su alfa, que se suponía la magnífica diosa luna los había destinado, desde el comienzo de los tiempos..., al menos en los casi tres años que estuvieron juntos, el tonto alfa no había osado marcarlo. Sabía que podría haber muerto. Que muchos omegas caían en una depresión tan profunda que incluso dejaban este mundo, al ser abandonados y con un lazo roto.

Sang-Ho no quería ser padre y esa fue la principal razón para dejar a Jungkook, además de no haberse sentido nunca verdaderamente atraído. Aun cuando su naturaleza, su alfa le gritaba que ese bonito omega era su predestinado. Y a pesar del dolor de su lobo lo había dejado.

—Tus padres, ¿qué opinan acerca de tener un hijo de un donante anónimo, JungKook? ¿Has pensado que le dirás a tu hijo o hija cuando pregunten por su padre? ¿Le vas a mostrar una probeta?

—Jimin..., eres altamente irritable........ Ofuscado Jungkook no tenía respuesta para eso. Tal vez estaba siendo egoísta, tal vez debería pensar en el futuro de su hijo sin un padre alfa..., pero no. , él encontraría la forma—. Se lo iré explicando poco a poco, en la medida que crezca lo entenderá. Y estoy seguro que puedo darle mucho amor. En cuanto a mis padres, no están de acuerdo del todo, pero tampoco se oponen a la idea. Ellos quieren un heredero y esta es la forma de tenerlo. Además, en cuanto vean al cachorro, se olvidarán de cualquier prejuicio, estoy seguro.

Y definitivamente él no iba a cambiar de opinión. Había esperado dos largos meses para conseguir una cita con el doctor Jung Hoseok, el director de la Clínica y quien finalmente evaluaba y aprobaba las solicitudes de donación. Él sería padre, lo había deseado desde que se presentó como omega. Probablemente era otra de sus extrañas características. Un omega cuyo padre alfa lo había empoderado desde un principio al ser el único hijo y futuro heredero de las compañías Jeon. Era fuerte, seguro de sí y nada de sumiso. Probablemente todas estas características habían hecho que su propio destinado desistiera de permanecer a su lado.

—Jungkook...somos tus amigos y si decides hacer esto, estaremos contigo. ¿Quieres que te acompañe a tu cita con el doctor?, puedo hablar con el profesor Kim, para llegar más tarde.

—No es necesario Taehyung, pero te lo agradezco. A los dos. Sé que creen que es apresurado, pero no quiero vivir lamentándome por lo que me pasó. Perder a Sang-Ho dolió mucho, sentir a mi omega enfermo tanto tiempo fue...como un ardor interior casi insoportable, pero me levanté y me siento capaz de retomar mi vida y eso incluye tener a mi hijo.

Dos días después, Jungkook esperaba nervioso en la amplia sala de espera de la Clínica Hope. Se había demorado dos meses en conseguir una cita, y durante ese tiempo, su ansiedad había ido en aumento, más aun pensando que debía convencer al Director de incluirlo en su programa de donación.

—Señor Jeon, ya puede pasar. El doctor Jung lo recibirá en este momento—. La voz suave de la omega que lo había recibido lo sacó de sus pensamientos y caminó nervioso hacia la oficina, del hombre que eventualmente podría cambiar su vida.

Se sorprendió, cuando vio a un joven y sonriente doctor Jung. El creía que sería un alfa ya entrado en años, sin embargo, era unos diez años mayor que él.

—Bienvenido señor Jeon. Soy el doctor Jung Hoseok, obstetra y director de la clínica—El alfa extendió su mano y Jungkook lo saludó con respeto—. Es usted muy joven... ¿puedo llamarlo por su nombre?

A Jungkook le agradó de inmediato el doctor Jung. Irradiaba una energía positiva y feliz, poco común en un alfa. Su olor era agradable, madera y algo más, que no supo distinguir en ese momento. Además, la sencillez con la que lo recibió lo conmovió. En general, todavía los alfas tendían a marcar distancia con los omegas, especialmente los machos y jóvenes.

—Por supuesto doctor Jung. Jungkook está bien.

—Bien, he leído tu solicitud. Dice que quieres una donación de espermios y una inseminación artificial—Jungkook asintió tímido—. Seré claro contigo, como lo soy con todos mis pacientes. No discriminamos a nadie para este procedimiento. No importa si tienes una pareja o no, tampoco el género y hasta cierto punto la edad, pero sí nos aseguramos que el futuro padre o madre, esté en buenas condiciones de salud, tanto físicas como psicológicas. ¿lo entiendes?

El doctor Jung Hoseok era siempre directo. Cuando salió de la universidad, había querido de inmediato trabajar en fertilización asistida. Gracias a que su padre era rico, pudo montar rápidamente su clínica junto a su pareja Min Yoongi. Su omega, era psicólogo y trabajaba a la par con él. Ambos eran de mentalidad abierta y querían darle una oportunidad a cualquiera para ser padre o madre. Sin embargo, tomaban las precauciones necesarias para no cometer algún error fatal. Años atrás una clínica similar a Hope, cerró, luego que se descubrió que usaban la donación de espermios para "fabricar" cachorros y luego venderlos a padres desesperados y quien sabe a quién más... Por eso realizaban no sólo pruebas físicas, sino también psicológicas.

—Lo entiendo perfectamente. Estoy seguro que lograré pasar todas las pruebas.

—Está bien. Vamos a realizar varios exámenes para comprobar tu estado de salud, ¿te has hecho alguna vez un estudio de fertilidad? — Jungkook negó—Lo imaginaba, eres muy joven para algo así. ¿Tampoco has estado embarazado, o has tenido algún aborto? —Jungkook seguía negando.

—Nunca intenté embarazarme. Conocí a mi pareja destinada hace tres años, pero...hace nueve meses...él... me dejó. No estábamos enlazados aún.

Hoseok se sorprendió un poco con esa información. Las parejas destinadas eran tan difíciles de encontrar, y cuando lo hacían, el vínculo era muy fuerte de inmediato. Tanto que algunos omegas y alfas entraban en celo en forma instantánea. A él y Yoongi les había pasado y sin poder controlarse lo había embarazado, cuando todavía estaban estudiando.

Yoongi sin embargo, había salido victorioso y pudo llevar a buen término su embarazo con tres preciosos cachorros y sus estudios. Por eso le sorprendía el abandono. Incluso sin el lazo, era muy difícil que una pareja se separara. Por supuesto que habían casos en que el lazo se rompía por infidelidades o incompatibilidad, pero seguían siendo escasos.

—Lo entiendo. Espero que no estés tomando esta decisión, porque tu pareja te haya abandonado. Un hijo no puede llenar ese vacío Jungkook.

—No, no es eso. Se lo aseguro. Una de las razones por las que él me dejó, fue justamente porque yo deseaba ser padre y él consideraba que éramos demasiado jóvenes. No tenía la intención de darme un hijo. Pero es algo que yo he deseado desde siempre. Sé que puede verse extraño. Mi padre es un empresario y yo soy su heredero. Me crio casi como un alfa, pero mis instintos de omega...están vivos. Sinceramente quería formar una familia con mi destinado, pero si él ya no está no quiero renunciar a mi sueño de un hijo.

Hoseok comprendió entonces que probablemente Jungkook era hijo de Jeon Hyuk. Dueño de un conglomerado de empresas de telecomunicaciones. Todo el mundo sabía que su heredero era un omega. Volvió a escrutarlos con su mirada. Era un paciente distinto. Con una fuerza interior, que transmitía seguridad, pero por fuera, a pesar de su piercing en la ceja y labio, se veía casi como un niño, como un cachorrito desvalido. Extraña dualidad, pensó. Esperaba que su Yoongi, pudiera descifrarlo de mejor manera. Su pareja era un omega muy sensible y estaba seguro que lograría evaluarlo correctamente.

—Entonces, lo que haremos serán los exámenes físicos y una conversación con nuestro psicólogo. Si todo sale bien, deberás firmar tu consentimiento para el procedimiento, además de llenar un cuestionario que nos ayudará a encontrar los donantes adecuados para ti.

—Esto es seguro ¿verdad? ¿Esos donantes no pueden reclamar paternidad ni nada de eso? —Hoseok sonrió. Era una duda que muchos omegas y betas tenían.

—No, ellos firman una renuncia a todo derecho sobre su donación. La mayoría de nuestros donantes, son profesionales o estudiantes universitarios, que creen en nuestro proyecto de darle una oportunidad a aquellos que no pueden ser padres. Tampoco tú puedes saber la identidad del donante, ni podrás solicitarla, más allá de los datos que te proporcionaremos con cada ficha.

Jungkook estaba de acuerdo. Era exactamente lo que quería y necesitaba. Un hijo que fuera sólo suyo. Por eso había escogido este método. Él podría haber buscado un alfa que le diera un hijo, pero implicaba más problemas de lo que estaba dispuesto a enfrentar. Un donante anónimo era lo ideal.

—Entonces, Jungkook, mi secretaria te dará los horarios para los exámenes y la cita con el psicólogo. Los resultados demoran dos o tres días. Si todo está bien, te llamaremos para que hagas tu selección.

El doctor Jung se levantó y acompañó a Jungkook hasta su secretaria, para indicarle que agendara las horas necesarias. Se despidieron con cortesía y con una amplia sonrisa de parte del doctor Jung.

—Bien, los exámenes físicos pueden ser realizados pasado mañana y tiene suerte, porque el psicólogo puede atenderlo en este momento. Un paciente canceló su hora. ¿Puede quedarse?

Jungkook asintió. Todo estaba yendo muy rápido y de pronto se sintió nervioso. Tal vez su sueño de ser padre se cumpliría muy pronto.

La secretaria le indicó que subiera al siguiente piso, y que Min Yoongi lo recibiría. Se dirigió al ascensor y cuando las puertas se abrieron, se encontró con unos ojos café que lo miraron atentamente. Jungkook se estremeció. En la empresa de su padre estaba acostumbrado a lidiar con alfas que lo miraban con desconfianza, dudando que un omega tan joven y con un carácter y apariencia tan rebelde, pudiera hacerse cargo de tal negocio. Pero él siempre sostenía su mirada y terminaba doblegándolos. Pero estos ojos cafés, lo habían puesto nervioso, a pesar que apenas fueron unos segundos que sintió su intensa mirada. El alfa lo saludó, era médico, pues llevaba su bata blanca puesta. Salió del ascensor y Jungkook subió sintiendo todavía el peso de la mirada.

Cuando se abrió la puerta del ascensor en el piso donde Min Yoongi lo esperaba, una bonita omega lo recibió.

—El señor Min lo entrevistará en un momento—.Lo condujo entonces a una pequeña sala. Estaba un poco nervioso. Debía mostrarse seguro frente al psicólogo que probablemente buscaría alguna anomalía en su cabeza por querer tener un hijo a los veinticinco años.