Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo Quince

Vio su reflejo en el espejo. Primero de frente y luego de costado. Y ahí estaba. Su pequeña barriga. Era apenas notoria, pero significativa.

Seokjin se lo había dicho. Hacia el final de su tercer mes, aparecería y ahí estaba. Jungkook no pudo evitar sonreír. Un dato para incluir en su bitácora. El día que su barriga apareció. Sutilmente, pero apareció.

—¡Oh! Mi bebé ya puede notar a sus cachorritos...—Jungkook cerró sus ojos, al notar el rico aroma de su alfa, que lo abrazaba por atrás y le dejaba suaves besos en su cuello.

—¿Crees que son los cachorros y no los postres que he comido de más?—. Jungkook sabia porque preguntaba. En su último control, Seokjin su serio obstetra, le había fruncido el ceño, al notar que había subido un kilo y medio, sí ¡un kilo y medio!

—Te dije que aún estás en el peso esperado para un embarazo doble. Eso no significa que no debas cuidarte. Pero estoy seguro que esa barriguita son dotoli y Kong y no los pasteles que has comido.

—Está bien. Voy a confiar en lo que mi doctor dice. Después del trabajo, tengo cita con Yoongi. ¿Alcanzaré a verte, antes que vayas a la universidad?

—Te esperaré bebé. No te preocupes. Además, el profesor Chang está enfermo y no tendremos su clase hoy. Podremos irnos a casa.

—Eso es una gran noticia. ¿Vamos a mi departamento hoy?

Seokjin sabía que Jungkook prefería ir a su propio departamento. Seguramente ya estaba construyendo su nido. Lo sospechaba desde que varias prendas habían desaparecido de su guardarropa. Obviamente el omega se sentía más seguro ahí. Él no tenía problema.

—Claro mi amor. Dónde estés, yo voy. Mi dulce omega, ven aquí—. Seokjin lo acercó a su cuerpo y comenzó a besarlo suavemente primero, pero Jungkook se apretó más a su cuerpo y rápidamente abrió su boca, exigiendo la lengua del alfa. Seokjin llevó sus manos hacia la nuca de Jungkook y acarició con su lengua el labio inferior y luego toda su boca. El omega gemía de placer. ¡Lo besaba tan bien! Sus ojos permanecían cerrados, para centrarse sólo en el sabor de su alfa, en su lengua recorriendo cada rincón de su boca, en esos labios bonitos sobre los suyos...

Cuando Seokjin besaba a Jungkook, nunca era sólo un beso. Cuando al fin dejaba respirar al omega, su boca iba directo a cuello, cerca de su glándula de olor, donde su nariz aspiraba esa mezcla irresistible que tenía desde que se había embarazado y que se le hacía cada vez más familiar y cotidiana. Anhelaba albergar ese aroma, para poder llevarse una parte de Kook a la clínica. Bueno, también siempre llevaba con él, una bufanda que olía a cerezos intensos...

—Debo salir de aquí o Mark me matará...—Seokjin casi no escuchaba la voz del omega, todavía disfrutando de su aroma—Jinnie..., dijiste que hoy acompañarías a Hobi-Hyung en una inseminación...

Seokjin levantó la cabeza, recordando que debía estar a las ocho en la clínica y ya eran las siete y media. Suerte que conocía todos los recovecos para acortar camino y llegar a tiempo.

—Te quiero Kookie. Te veo en la clínica—Le dio otro beso inmenso al omega, que se quedó parado en medio del dormitorio de Seokjin totalmente aturdido por el olor y el sabor del alfa.

Jungkook llegó a su oficina justo a tiempo. Hacía una semana, Yugyeom y él, habían sido ascendidos a Analistas Clase Uno, junto a otras personas que también habían sido promovidas, producto del alto crecimiento que estaba teniendo la empresa. Eso mantenía al omega con mucho trabajo, por lo que tampoco había tenido oportunidad de hablar con su padre. Sabía que su papá, había intentado hablarle, pero el alfa mayor había estado reacio a aceptar la situación de "noviazgo" de su hijo. Por eso, cuando Mark le dijo que debía subir hasta las oficinas de la dirección, se sorprendió.

Con nerviosismo tomó el ascensor y al llegar al último piso, donde estaban las oficinas de su padre, no pudo evitar sentir como su aroma se alteraba por lo nervioso que estaba.

—Jungkook-ah, es tan bueno verte—. La dulce asistente de su padre, siempre lo saludaba con cariño. era una mujer ya mayor, que llevaba muchos años trabajando a su lado, por lo que lo conocía desde cachorro—. Veo que esos cachorritos están creciendo muy bien. Tu papá me contó que eran dos..., espero que no te moleste que me lo haya dicho.

—No Noona, por supuesto que no. En realidad, no había venido hasta acá para poder contarte las buenas noticias. Estoy muy feliz.

—Él también lo está—dijo la omega, apuntando hacia la oficina de Jeon Hyuk—aunque seguro que no lo demuestra mucho. Ya sabes cómo es.

En ese momento la puerta de la oficina del director de Jeon Electronics se abrió y Jungkook pudo percibir el fuerte aroma a pino de su padre.

—Jungkook..., ya estás aquí, pasa a mi oficina—, luego de hacer una señal hacia su hijo, le pidió a su asistente no ser interrumpido.

El omega, intentó controlar sus nervios. Si algo le había enseñado el hombre que ahora se sentaba en el sofá dispuesto en su oficina, era que no podía dejarse impresionar por ninguna persona, independiente de su casta. Pero era difícil mantener la compostura, después de la última conversación o más bien discusión que habían tenido.

—Tu papá—comenzó su padre—, siempre ha sido terriblemente persuasivo conmigo. A través de los años, ha logrado permear, lo que él llama mi inflexibilidad, aun cuando yo lo llamo firmeza. Sin embargo, puedo decir, que, de alguna manera, logra mostrarme cuando estoy equivocado de manera amable y dulce. Tu papá es un gran compañero y no me gusta decepcionarlo. Por eso te llamé. Quiero disculparme contigo por la forma que te hablé la última vez que nos vimos.

Debía ser su embarazo, sin duda, pero Jungkook no pudo evitar las lágrimas. Su padre, un hombre tan duro, estaba ahí, frente a él disculpándose y mirándolo con un amor que el omega comenzaba a entender, pues él mismo lo estaba sintiendo hacia las pequeñas criaturas que llevaba en su vientre.

—No llores Jungkookie..., tus cachorritos pueden sentir todas tus emociones. Lamento haberte hecho pasar por esto. Nada me preocupa más que mi familia y lo sabes. Tu papá, tú y ahora mis dos nietos. Quiero protegerlos, porque es mi deber y porque los amo mucho.

—Lo sé papá...—Jungkook trataba de controlar todas las emociones que ahora estaba experimentando. El aroma de su padre se había suavizado y era agradable el olor a pino que la oficina tenía. Se sintió acogido y seguro, con el hombre que lo había criado de manera tan disciplinada— Yo sólo quiero que entiendas que no he tomado mis decisiones apresuradas. Embarazarme fue algo que medité por largo tiempo y sobre Seokjin..., no lo esperaba en mi vida...simplemente sucedió y de verdad es un buen alfa..., me cuida, quiere a los cachorros...

—Está bien, quiero confiar que así sea. Pero quiero conocerlo. Quiero saber cuáles son sus intenciones contigo. No quiero que juegue con tus sentimientos como lo hizo Sang-Ho. Sé que es unos años mayor que tú, por lo que imagino que es mucho más maduro que ese otro muchacho.

—Es totalmente diferente..., como lo es lo que siento por él. También quiere conocerlos, hablar con ustedes. Gracias por darle la oportunidad.

—Entonces por qué no hablas con tu papá y organizan una cena en casa. Así podremos hablar y conocernos. Tengo curiosidad por ese doctor Kim.

Jungkook sonrió y sin meditarlo demasiado, se lanzó a los brazos de su padre, quien se sorprendió, pero lo envolvió en un abrazo lleno de amor. Ellos pocas veces eran demostrativos de sus afectos y probablemente esta era una de la pocas veces en que se manifestaban así su cariño.

Ya más tranquilo y luego de hablar de las nuevas obligaciones del omega en la empresa y del estado de su embarazo, Jungkook salía con una gran sonrisa de la oficina de su padre. Sin embargo, su padre lo llamó una vez más.

—Kook..., la cena anual será dentro de un mes. No voy a obligarte a ir...

—Papá...yo debo estar ahí. Soy tu hijo y heredero. No importa si él también estará allí. No tengo miedo. Tú me enseñaste a enfrentar estos momentos difíciles.

Jeon Hyuk miró a su hijo. Sabía todo lo fuerte que era. No sólo físicamente, a pesar de ser un omega, sino que la fortaleza de Jungkook estaba en su mente y su formación. Un fuerte orgullo llenó el pecho del alfa mayor.

Apenas llegó a su escritorio, ya recuperado del momento emocionante que había vivido con su padre, Jungkook llamó a Seokjin.

—Bebé... ¿está todo bien?, ¿necesitas algo?, ¿los cachorros...?

—Cariño todo está bien. Más que bien. Mi padre me llamó y hablamos...me pidió disculpas. ¿Puedes creerlo? Jeon Hyuk se disculpó..., fue muy dulce...él quiere conocerte, quiere que vayamos a casa.

—Kook, esas son maravillosas noticias. Me alegro tanto que lo hayas resuelto con él. Y claro que iremos. Quiero que sepa que soy un alfa serio y comprometido. Que lo que tenemos tú y yo no es un capricho...estoy muy contento...quisiera poder tenerte ahora y besarte...

—Guarda esos besos por favor..., yo también quisiera que estuvieras aquí. Ahora quiero que el día pase rápido para abrazarte. Te quiero Seokjinnie.

—Yo también te quiero mi bebé lindo..., cuídate y no dejes de comer...sano.

Jungkook se rio ante el comentario del alfa y luego de prometerle que no comería nada indebido colgó.

—Me dijiste que hoy había sido un buen día, luego de la conversación con tu padre, pero, aun así, noto en ti cierta preocupación. ¿Quieres hablar sobre eso?

Jungkook bajó la vista. Cuando Yoongi lo miraba, se sentía un poco acorralado, porque sabía que el psicólogo, lo leía a la perfección. Llevaba un mes asistiendo a su consulta. Trabajando aquella parte de él que no lograba superar el abandono por parte de Sang-Ho. Y no porque tuviera algún sentimiento por él, sino que simplemente porque se cuestionaba los motivos.

—No es que sea una preocupación, pero no dejo de sentirme inseguro. Seokjin está decidido a hablar con mis padres y sé que me quiere..., pero no puedo negar que tengo miedo. Tengo miedo de decepcionarlo. ¿Qué pasará cuando nazcan los cachorros y ya no tenga tiempo para él? ¿O si se da cuenta, al igual que Sang-Ho que no soy el adecuado para él? Sé que dijiste que no los puedo comparar..., pero ¿y si en realidad yo soy el problema?

Yoongi lo escuchaba atentamente. Sabía cuál era el trasfondo de las inquietudes del omega. Jungkook tenía un conflicto con su formación, la forma en que había sido educado y lo que él realmente era y deseaba ser. Su padre prácticamente lo había formado para comportarse como un alfa, a la defensiva y siempre dispuesto a dar batalla. No era algo malo a los ojos del psicólogo. El problema radicaba en que Jungkook, también tenía otros rasgos Su sentido de paternidad y sus ansias de tener una familia eran propias de los omegas. También en muchos casos su delicadeza y suavidad. Rasgos que evidentemente tenía y que salían a flote especialmente cuando estaba con Seokjin.

—Jungkook..., tú no eres el problema. No eres la primera persona que se separa de su pareja destinada. Es cierto, que cuando se logra encontrarla..., es un choque de emociones y una atracción inmediata difícil de ignorar. Tuviste eso con Sang-Ho y luego a través de la convivencia, descubrieron que tenían cosas en común, pero tal vez, para él no eran suficientes. Y tampoco lo fue para ti. Tú mismo lo has dicho.

Le molestaba que fueras tan independiente y a ti te molestaba su inmadurez. Mira...cuando conocí a Hoseok...ya sabes lo que sucedió. La atracción química fue tan fuerte que ambos entramos en celo. Y cuatro horas después de conocerlo, ya estaba embarazado y marcado. Pero le tomó un año a mi alfa, conquistarme...

—Pensé que tú y él habían "vivido felices para siempre" desde el principio.

Yoongi sonrió recordando esos años—No fue así...no hubo un "felices para siempre" inmediato. Yo estaba indignado con él y conmigo por lo ocurrido. Yo no lo conocía y aunque nuestros lobos morían de amor el uno por el otro, le exigí conocerlo. Y me enamoré poco a poco. Cuando nuestros hijos nacieron...todavía no estaba seguro de nada. Llevaba su marca, si no estaba cerca de Hobi, dolía como el infierno, pero no dejé que sólo fuera eso..., luché por conocer al hombre y que él me conociera. Al final, si tuvimos nuestro felices para siempre, pero no fue fácil. Lo que te quiero decir, es que si bien ser destinados es una ventaja...no es ley.

Ya no. Y sí, tal vez químicamente la atracción existía, pero nunca hubo una real conexión entre ustedes.

—Sin embargo, siento esa conexión con Seokjin. En todos los sentidos. Y ese hilo dorado...

—No quiero entrar en el campo de Namjoon, pero estoy seguro que ese hilo dorado, comenzó a existir cuando ustedes dos se enamoraron...cuando la conexión real se produjo. Todavía no se sabe por qué es tan fuerte..., pero a Jin le gustaste tal y como eres. Con tu dualidad. Con tu fuerza y firmeza y también con la dulzura y sensibilidad que posees. Y más importante aún, es que tú debes aceptarte con esa dualidad. No tienes que elegir cómo ser. Tú eres. Así. Con la formación que te dio tu padre, con la que tu papá omega te entregó, con lo que la naturaleza te trajo a este mundo. Esa suma es Jeon Jungkook y ese hombre-lobo es el que debes querer y aceptar. Tu omega y tú son uno. Un lobo travieso y juguetón y un hombre dulce y amable, pero que no se deja pasar a llevar por nada ni nadie.

—Todo este tiempo, he querido descubrir quién soy realmente. Luchaba por saber si debía ser un omega con formación alfa, o simplemente un omega. Pero al final, sólo son estereotipos. No necesito tener una definición. Sólo debo ser yo. Me has mostrado que en realidad viven en mí ambas personalidades. Y que no tiene nada de malo. Soy así y al parecer, a Kim Seokjin eso le ha gustado...y a mí también me gusta ser así...

—Estoy seguro que está más que encantado. No deberías pensar demasiado en si hay un nuevo destino para ti y Seokjin. Qué fue lo que los unió o los hizo conocerse...no es tan importante como lo que ustedes quieren construir a partir de ahora. Conociéndose, aceptándose. Esa es la base sobre la que debes trabajar.

JungKook se quedó un momento pensando en todo lo que Yoongi le había dicho. Y ahora se sentía un poco más liberado de todos esos oscuros pensamientos que a veces lo invadían. No sería un camino fácil, pero sentía que al menos iba en la dirección correcta.

La sesión había concluido y juntos bajaron hasta el piso donde sus parejas trabajaban. Ambos estaban en la oficina de Seokjin. Antes de que pudieran golpear, Hobi, abrió la puerta.

—Y aquí están estos dos encantadores omegas. Mi dulce Yoongi y el tierno Jungkook.

—¿Qué hiciste que estás tan adulador? —preguntó un poco asustado Yoongi, conocía demasiado bien a su compañero—. ¿Y por qué pienso que es en complicidad contigo? —dijo, mirando a Seokjin.

—Oye...al menos di buenas tardes Seokjin, es un gusto verte. Y deja que mi omega venga aquí.

Jungkook no pudo evitar sonreír. En realidad, los dos alfas se veían muy misteriosos. Pero no dudó en acercarse a Seokjin y besarlo.

—¿Qué están tramando ustedes dos? Yoongi-hyung tiene razón. Ambos tienen cara de culpables.

—No podemos decirles nada aún. Es una sorpresa. Pero les prometo que les va a gustar. A ambos.

En realidad, todo había sido idea de Hoseok. Estaba realmente entusiasmado con la teoría de Namjoon acerca de ser una manada, por lo que había estado buscando un lugar para ir un fin de semana, todos juntos. Y al fin lo había encontrado, por lo que sin consultar a nadie había hecho las reservaciones. Obviamente todavía debía hablar con Namjoon y Jimin, pero estaba seguro que todos aceptarían. Especialmente porque él correría con todos los gastos.

—Me dan miedo tus sorpresas...aun así seré paciente...pero no por mucho...Debemos ir a ver a nuestros pequeños. ¿nos vamos?

—¡Que maravilloso que mi omega confíe tanto en su alfa! Yoongi, ¿te he decepcionado alguna vez?

Como Yoongi se quedó en silencio, Jin y Jungkook se echaron a reír, mientras Hoseok miraba con la boca abierta a su hermoso compañero.

Yoongi se acercó a su Hobi y dejó que éste lo abrazara y lo envolviera en su exquisito aroma. Se despidieron de Jin y Kook, para ir a su hogar.

Cuando quedaron solos, Jin invitó a Jungkook a sentarse en sus piernas. El omega no lo dudó y corrió a sus brazos.

—Cuéntame cómo te fue...

—Fue una muy buena sesión. Yoongi-hyung me hizo ver muchas cosas claramente. ¿Puedo preguntarte algo?

—Siempre bebé...

—¿Qué es lo que más te gusta de mí? Y no me digas que mis pezones...

Seokjin rio grandemente. En realidad, tenía una debilidad por los pezones en desarrollo de Jungkook y no podía dejar cada noche de tocarlos y chuparlos...

—Kookie..., me encanta tu dualidad..., tu fiereza en tus convicciones, tu fuerza y seguridad. Y amo cuando bailas en la cocina esa canción en español que tanto te gusta..., cuando estás acurrucado en el sofá con tus mantitas preferidas, aspirando mi olor o cuando tocas tu vientre y le hablas a Kong y dotoli. Me gusta cuando puedes abrir una lata de comida que yo no puedo abrir... ¿hay algo que Jeon JungKook no pueda hacer? Todo eso me gusta.

Jungkook lo besó. ¿Qué más podía hacer si no besarlo? Seokjin lo quería así y tal vez, incluso, había sido capaz de querer esa dualidad, mucho antes que él mismo la aceptara. No era malo ser muchas cosas a la vez, él no tenía que dejar a un lado ningún aspecto de su personalidad.

—Sé que te asustas pensando que en algún momento me voy a aburrir o voy a descubrir algún defecto tuyo...pero Jungkook, yo tampoco soy perfecto. Tengo mis debilidades, mis defectos y aunque intento esconderlos, estoy seguro que ya los has visto. Y espero que también me aceptes tal como soy. Tengo tendencia a la depresión...a veces me vuelvo inseguro igual que tú. Ser un alfa en esta sociedad tan exigente no es fácil...hace dos años..., me desmoroné y a veces temo que vuelva a pasar..., pero si tú estás a mi lado...cualquier problema lo voy a superar. Y quiero que tu sientas lo mismo...

—Quiero que me cuentes eso de hace dos años..., quiero saber todo de ti. Estamos conociéndonos y no tienes que esconder lo feo de mí...yo quiero saber todo...

—Te prometo que lo haré. Ahora, yo también quiero saber qué es lo que más te gusta de mí. Y no digas que mi gran pene...porque...

—¡Seokjin! ¡Haces que me avergüence! Además, yo nunca he dicho nada sobre tu...ya sabes...

—"¡Más duro Jinnie!, si justo ahí, anúdame alfa, lléname" ...—Seokjin hacía gestos e imitaba la voz del omega— ¡Jeon! ¡Creo que has dicho más que suficiente!

—¡Eres un pervertido! —Jungkook comenzó a darle golpes en el pecho a Seokjin quien no paraba de reír e intentaba detener a su enojado omega, con besitos en su cuello. Finalmente, Jungkook cedió ante aquel dulce gesto.

—Entonces...¿vas a decirme que te gusta de mí?

—Esto...me encanta la forma cómo me haces reír. La manera en que simplemente eres tú, sin máscaras, sin imponerte ni hacerme sentir menos. Me gusta cómo te preocupas por mí, la forma cómo me abrigas cuando me quedo dormido encima de la cama o en el sofá. Como me abrazas por las noches. Como susurras cosa bonitas en mi oído. Amo tu aroma a café y chocolate... ¿sigo?

Seokjin lo miró con devoción. JungKook, su precioso omega lo miraba con sus ojitos brillantes y esa sonrisa que parecía iluminar el universo entero. Al menos el suyo se llenaba de colores.

—Estoy enamorado de ti, mi amor, mi omega...—Jungkook, al escuchar esas preciosas palabra lo besó con esa pasión que le arrebataba el corazón, cada vez que estaba cerca del alfa. Sin poder detenerse, ni contenerse—Mi precioso omega...vamos a casa, quiero estar contigo y hacerte el amor.

La pareja salió de la oficina tomados de la mano y dándose pequeños besos. No había nadie ya, pues las consultas habían terminado, sin embargo, un cierto omega, observaba un poco escondido desde su oficina, la feliz pareja. No podía creer que los rumores que circulaban acerca del doctor Kim y su paciente eran ciertos. Soobin entonces sintió una furia interior que le hizo golpear la pared con rabia.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro