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Capítulo Doce

Jimin y Tae miraban a Jungkook. Era como el quinto pantalón deportivo que se probaba.

—¿Por qué no usas el negro de ahí? o tal vez podría ser el negro de allá—. Jimin le hablaba en un tono burlesco y un poco brusco. No entendía cuál era la diferencia. Al omega le encantaba el negro y todos sus pantalones deportivos y una buena cantidad de vestir eran de ese color. Por eso, le exasperaba que no eligiera un maldito pantalón para ir a correr.

Por supuesto que Jungkook no se pondría cualquier cosa para ir a correr con su ¿cita? ¿novio? ni pensar en ¿su alfa?, especialmente si era un hombre tan atractivo. Seguramente los y las omegas y betas admirarían al hermoso ejemplar que era el alfa y Jungkook no quería lucir deslucido a su lado.

—Creo que estoy engordando. Este me queda demasiado apretado y el otro está muy viejo. ¡Debí comprar uno nuevo!

—Ya Jungkook... No entiendo —intervino finalmente Tae, quien veía con preocupación la mirada asesina de su compañero hacia su amigo—. Cuál es el afán de elegir algo especial, si vamos a ir a correr en nuestra forma de lobos. La ropa apenas te durará puesta.

Jungkook miró a sus amigos. Tal vez tenían razón. Sólo era que él quería verse lindo para el alfa. Seokjin era muy atractivo y él no se consideraba que lo fuera tanto, por lo que a veces la inseguridad lo volvía a atacar y se sentía un poco preocupado respecto a la atención que le podría brindar. Se preguntaba si lo continuaría considerando atractivo cuando su vientre comenzara a abultarse y su cara y extremidades se hincharan.

Desde aquel día de la cena, del acalorado encuentro en su departamento y la pacifica conversación posterior, ellos se hablaban a diario. Varias veces en el día. Y el jueves, con la excusa de llevarle mandarinas, Seokjin había pasado a verlo. Estuvieron casi una hora besándose y tocándose un poquito más. Dejando a sus lobos ansiosos y a ellos con un problema que tuvieron que solucionar en la soledad de la habitación de cada uno. Jungkook pudo notar que el alfa era en extremo protector con él y sus cachorros. Pues estaba no sólo llamándolo varias veces durante el día para saber si estaban bien, si no que le enviaba consejos acerca de su alimentación, de la forma cómo debía descansar sus pies y un largo etcétera.

—Ese alfa está loco por ti. Aunque aparecieras ahí con una bolsa de basura, estoy seguro que te encontraría hermoso. Dime, ¿cuántas veces te ha llamado hoy en la mañana? —Jimin preguntó aun cuando ya casi podía adivinar la respuesta.

—Él está en clases ahora, no me ha podido...

—¿Cuántas Jungkook? ¿Le vas a mentir a las dos personas que mejor te conocen en este mundo?

El rostro de Jungkook ardía. Él era orgulloso y no iba a reconocer, lo que sus mejores amigos, querían demostrar.

—So-Sólo tres o cuatro veces..., pero en realidad son mensajes. Sólo hemos hablado dos veces, en sus break.

—Eso es más de lo que Jimin y yo hablamos en todo el día, Jungkook y créeme extraño mucho a mi alfa...y está en mi pensamiento todo el día...

—¡No es justo Tae! Ustedes tienen el lazo y pueden hablarse todo lo que quieran, sólo a través de su pensamiento. Jinnie y yo sólo tenemos el celular...

—Jinnie...¿eh? ¿Qué más no nos has contado, acerca de lo que tú y ese médico tuyo han hecho?

—No hemos hecho nada, si es que a sexo te refieres Taehyung. Él es muy respetuoso.

—Supongo que ya te dijo que puedes hacerlo...

—Jinnie...,digo Seokjin-hyung, dice que el sexo es muy saludable en un embarazo. Las feromonas ayudan al bebé y eso..., pero eso es información que le entrega a todos sus pacientes. Además, él sabe que yo no tengo con quien ...

—Y apuesto a que él estaría encantado de poder ayudarte ...—Taehyung estaba disfrutando este momento de incomodidad de Jungkook. Cuando estaba con el odioso destinado, todo lo que escuchaba del omega eran quejas y la forma grosera como a veces, le hablaba. Verlo ahora, tan emocionado, con el alfa que le hablaba bonito, era gratificante, pero también gracioso.

—Será mejor que use esos vaqueros rasgados. Como dices, no necesito la ropa para correr, pero después lo voy a invitar a almorzar, así es que será mejor que use algo más adecuado.

Cuando al fin lograron que el omega se vistiera, maquillara y se pusiera los accesorios que "combinaban", caminaron hasta el parque. Jungkook se fijó en el edificio que estaba delante y que era donde vivía Seokjin. El alfa ya le había avisado que iba en camino y que los encontraría en la entrada.

Era sábado al mediodía y varias familias ya estaban corriendo en sus formas lobunas. También algunos lobos solitarios. Escogieron uno de los lugares donde podían sacarse la ropa en privacidad y se sentaron a esperar a la cita de Jungkook.

No pasaron ni diez minutos cuando el lobo de Jungkook sintió la presencia de Seokjin.

—¡Estás tan lindo! —fue lo primero que le dijo al omega apenas llegó hasta él, para luego tomar su rostro y besarlo, dejando a Jungkook algo mareado y a Jimin y Tae carraspeando para llamar su atención.

—Lo siento. Es un placer volver a verlos y muchas gracias por traer a Kookie.

Taehyung y Jimin hicieron una reverencia en saludo, intentando contener las ganas de reír. Sabían que al omega no le gustaba que lo llamaran "Kookie", pero al parecer no tenía inconveniente en que el Alfa lo hiciera.

—¿Nos vamos ya? Tengo muchas ganas de correr y mi omega está ansioso.

—Kookie, debes tomarlo con calma. Recuerda que tienes a los cachorros. Tu proceso de cambio debe ser lento y comenzaremos con un pequeño trote—Seokjin miraba con tanta dulzura a Jungkook, que sus amigos se dieron cuenta que los sentimientos del alfa eran reales.

—Nosotros correremos más rápido, pero estaremos cerca—. Se apresuró a decir Jimin. Consideraba importante darle espacio y privacidad a la pareja. Tae estuvo de acuerdo.

Los cuatro fueron hasta el lugar dispuesto para que se sacaran la ropa y pudieran guardarlas en casilleros. Como las buenas costumbres indicaban, ninguno miró más allá de lo que debía cuando la ropa había abandonado sus cuerpos. Jungkook, sin embargo, no pudo evitarlo y tuvo que echar una pequeña mirada rápida al magnífico cuerpo del alfa. Hombros anchos, cintura pequeña y ¡wow!, un miembro grueso y hermoso que reposaba tranquilo entre sus piernas. Para su vergüenza el suyo ante ese cuerpo se puso duro, por lo que rápidamente guardó la ropa y se transformó. Seguido de Jimin y Tae.

Jimin era un ejemplar magnífico. Un lobo con patas gruesas y musculosas. Con un hermoso color caramelo. Tae era más pequeño, pero igualmente hermoso. Era gris con su hocico blanco. El de Jungkook blanco como la nieve. Pequeño, con pelaje hermoso y que apenas vio a Tae, corrió a lamerlo. Jimin trató de detenerlo, pero luego se rindió.

De pronto el lobo blanco se detuvo al sentir un aroma conocido. Alzó su vista y sus ojos brillaron. Un gran lobo negro lo miraba fijamente. Sin pensarlo dejó a sus amigos atrás y corrió hacia el alfa. Los lobos de Jimin y Tae, pasaron por el lado de ellos y se echaron a correr.

Cuando llegó hasta el lobo negro, pudo ver un destello de luz en su mirada. Era como una imagen de ellos, de otro tiempo y época, pasado, futuro... no era claro, pero estaba ahí. El lobo blanco aulló y el lobo negro sabía lo que eso significaba. Era la bienvenida que el omega le hacía a su alfa, como un reconocimiento a su amor y lealtad. Era un aullido que se hacía entre compañeros, pero que nació instintivamente de la garganta del omega.

Seokjin entonces, le indicó con su cabeza al lobo pequeño que lo siguiera y ambos comenzaron a correr suavemente. Jungkook que mantenía su conexión con su lobo, se sintió tranquilo. Por primera vez sintió a su lobo de igual manera. Siempre era un torbellino que corría desbocadamente. Sin embargo al estar al lado del alfa seguía el ritmo pausado que éste llevaba.

Fue un largo paseo. Seokjin y su lobo conocían muy bien el lugar y los llevó a un área más privada. Estaba detrás de una arboleda, por lo que pocos parecían saber de su existencia, pues cuando llegaron no había nadie. Un pequeño lago adornaba el lugar y ambos lobos bebieron de sus limpias aguas.

El lobo negro, fue a recostarse bajo la sombra de un árbol y el pequeño omega fue tras él y se acostó apoyando su cabeza en el vientre del alfa. Cerraron sus ojos por un momento, y al abrirlos lo vieron.

Un hilo dorado rodeaba sus patas delanteras y las mantenía unidas. Era delgado, apenas perceptible. Las conciencias humanas de ambos lobos se dieron cuenta que aquello era un hecho extraordinario y sin dudarlo volvieron a su forma humana, sin importar su desnudez. El hilo rodeaba sus muñecas.

—Dime que estás viendo lo mismo que yo—preguntó emocionado Seokjin.

—Estoy viendo un hilo dorado Jinnie... Eso es...

—Jungkook... no sé exactamente lo que significa, pero creo que el destino nos quiere unir de alguna manera. Tú y yo juntos...

Sin importar nada más, Seokjin se abalanzó sobre Jungkook para cubrirlo con su cuerpo desnudo. Lo hizo con cuidado para no aplastar el vientre donde estaban los cachorros. Aun así, sus cuerpos se tocaban. Se besaron rozando sus cuerpos. Cada pedazo de piel. El hilo permanecía ahí.

—Permíteme cortejarte Jungkook. Quiero ser tu alfa.

JungKook no supo que decir. Sentir la boca de Jin sobre la suya y el cuerpo de aquel precioso hombre era mucho para sus sentidos.

—Yo... quiero también ser tu omega, pero Jinnie... Dijimos que nos daríamos tiempo para conocernos. Esto es hermoso, pero quiero que nuestro vínculo sea fuerte antes de tomar decisiones apresuradas. ¿No crees?

Seokjin lo entendía, era sólo que su lobo estaba empujándolo a apresurar todo. Se separó de Jungkook dejando un suave beso en sus labios.

—Tienes razón, Kookie. Vamos a tomarlo con calma y a buscar algunas respuestas. Ven conmigo. Volvieron entonces ambos a su forma de lobos y el hilo desapareció. Trotaron felices uno al lado del otro, con el pequeño omega atacando y mordisqueando al lobo negro, hasta que llegaron a su punto de partida, donde Jimin y Tae, ya estaban vestidos. Ellos hicieron lo propio. Tae se acercó al omega que parecía un poco nervioso.

Jungkook terminaba de sacar sus cosas del casillero.

—¿Pasó algo Jungkookie? Volvieron muy nerviosos y emocionados. Hyung hizo algo indebido o...

—No Tae, claro que no...Fue solo que...pasó algo extraordinario. Vimos un hilo dorado que nos unía y...

Tae estaba tratando de procesar esa información. ¿Hilo dorado? Por supuesto que él sabía de lo que se trataba.

—¿Estás seguro que no lo imaginaste? Tal vez tu omega...

—No Tete, ambos lo vimos y tomamos nuestra forma humana y seguía ahí...

Se acercaron a Jimin y Seokjin, quien también le había relatado lo que había sucedido.

—Hyung dice que vieron ¿un hilo dorado? —Preguntó un conmocionado Jimin.

JungKook apenas movió la cabeza. Estaba confundido y alborotado. Recordaba cuando había conocido a Sang-Ho. Vio el hilo rojo que los marcaba como destinados...Pero ¿un hilo dorado?

—Vamos a calmarnos y hablar tranquilos. Vamos a comer algo—Jimin entendía que los planes iniciales habían cambiado. Intuía que su compañero omega, podía saber un poco acerca de lo que acababa de suceder.

Todos asintieron y caminaron hacia un pequeño restaurante que estaba en el mismo parque.

Seokjin se acercó a Jungkook y lo abrazó. El omega inmediatamente se refugió en el aroma tranquilizador que le ofrecía el alfa.

Luego de acomodarse y ordenar, Seokjin busco la mirada del omega. Vio un poco de temor. ¡Lo entendía! Él también estaba asustado, porque no lograba entender todos estos últimos acontecimientos.

—De acuerdo con nuestras tradiciones y estudios—comenzó a explicar Taehyung—existe el hilo rojo del destino. La mayoría de las parejas destinadas, logra verlo en el primer encuentro. O cuando se toma la forma de lobo o en el éxtasis del orgasmo.

—Lo vi con Jae-Hwan, cuando me presenté como alfa y nos reconocimos. —acotó Jin.

—Lo mismo yo con Sang-Ho pero después de eso, no lo volví a ver— Jungkook se ruborizó al decir esto.

—Bueno—siguió Tae— El hilo dorado se cree que se forma entre no destinados, luego del lazo. Es decir, cuando el alfa muerde al omega. Es lo que el doctor Kim llama "Un nuevo destino".

—¡Mi hermano y tú han estudiosos esto! —Seokjin estaba sorprendido. No sabía que su hermano había llegado tan lejos en sus investigaciones.

—Por supuesto. Él mismo lo experimentó con su compañero. Ese hilo al principio es débil, pero se va fortaleciendo y haciéndose más visible con los años.

—Pero nosotros no...

—No están enlazados. Lo sé Jungkook—completó Tae—. Y eso es lo que a ustedes los vuelve tan especial. Tal vez se produce desde antes. No tenemos todos los antecedentes para saberlo. Siempre se ha pensado que son mitos y que no puede existir "Un nuevo destino"

—A qué te refieres con eso? —Jin y Kook habían preguntado al mismo tiempo. Estaban llenos de preguntas.

—Bueno es una teoría de hyung y mía. Pero pensamos que cuando dos no destinados se enlazan, se reescribe la historia. Se borra todo lo que hubiese sido si esos lobos hubiesen encontrado a su pareja destinada y se empieza a construir una nueva historia. Lo curioso con ustedes es que todo es tan rápido ... ¿Hace cuánto que se conocen?, ¿dos, tres meses? y miren lo que sucedió hoy.

—¿Eso quiere decir que hyung y yo ahora estamos destinados a estar juntos? —Jungkook estaba conmocionado y conmovido.

—No tengo una respuesta segura para eso amigo. Pero podría ser así.

Aquello era demasiada información para Jungkook. De pronto un temor tremendo lo atacó y se paró abruptamente de la mesa.

—Necesito tomar un poco de aire. Caminaré hasta mi casa. Jimin lo llamó, pero Tae lo detuvo cuando vio a Jin ir tras él.

—Jungkook espera por favor—el alfa caminaba rápido detrás del testarudo omega. Este se dio la vuelta y lo miró con ojos angustiados.

—Necesito estar solo... Esto es demasiado para mí. Entiéndeme, no quiero volver a pasar por esto.

Seokjin entendió de inmediato a lo que se refería Jungkook. Tae había hablado de un nuevo destino y Jungkook pensó en la posibilidad de volver ser abandonado.

—No te voy a dejar solo, con todos esos pensamientos dando vueltas en tu cabeza.

JungKook, sin embargo, siguió caminando hacia su departamento. Mientras Seokjin lo seguía en silencio. Entendía que, en ese momento, necesitaba ordenarse y calmarse.

Sabía que todos estos hechos recientes eran un cúmulo de información que para él también era difícil de aceptar y entender. Pero no podía negar, que la idea de tener una vida junto al omega, le parecía maravillosa. También entendía que ellos recién se conocían y habían dejado que las cosas fluyeran naturalmente. Sin embargo, lo que había visto... Ese hilo, ese destello de una vida juntos... Era nuevo y casi irracional. Le gustaba el omega y sabía que enamorarse, quererse, tomaba tiempo y conocimiento mutuo. Más aún para Jungkook que había sido herido por el abandono por parte de su destinado.

Cuando llegaron al edificio, JungKook miró a Seokjin.

—Déjame subir contigo y hablemos. No quiero irme, sabiendo que estas angustiado. No le hace bien a los cachorritos.

JungKook asintió y subieron. Al llegar, cayó sobre su sofá, con los brazos sobre sus piernas y la cabeza agachada. Seokjin se sentó a su lado con cautela y acariciando su cabello.

—Sé que todo esto que sucedió allá es extraño y créeme que al igual que tu no encuentro una respuesta y estoy temeroso. Sólo quiero pensar que quien sea que fuera nos está dando una segunda oportunidad de tener a alguien a nuestro lado. Y estoy feliz de que seas tú.

—Yo no sé qué pensar... No quiero que te quedes conmigo sólo porque el destino o diosa luna o quien sea que exista ha decido que sea así. Yo quiero que estés conmigo por ser Jeon Jungkook. Que te enamore de mí, por como soy, no porque un maldito hilo nos une.

—Jungkook..., me gustas tal y como eres. Te lo dije desde un principio. Y siento que cada día que pasa en esto pocos meses que nos conocemos ha sido un precioso aprendizaje para descubrirte y darme cuenta que eres la persona y el omega que quiero a mi lado.

—Pero hoy... En el bosque hablaste de ser mi alfa...Jin te conozco hace dos meses...y es tonto..., porque yo también quiero llegar a ser tu omega...pero tengo tanto miedo...no quiero que te des cuenta al final que no soy lo que querías.

—Sé que ese alfa te hirió mucho. Y que todavía sientes inseguridades. Pero debes creerme cuando te digo que a mis ojos, lo que he visto hasta ahora, me encanta. Me gustas y dudo mucho que vaya a decepcionarme de ti. Eres precioso e inteligente. Tal vez un poco obstinando..., pero yo tampoco soy perfecto. Jungkook..., tal vez si vas con Yoongi, él pueda ayudarte a superar esa inseguridad que todavía mantienes. Y yo estaré ahí para ti. Eres maravilloso, Jeon Jungkook. Un omega precioso y estoy seguro que eres el indicado para mí. Y no voy a presionarte con los cachorros. Son tuyos, hasta que tú lo decidas. Pero también quiero ser parte de sus vidas. Tú y ellos me importan mucho.

—Tú también me importas, Seokjin. Te dije que no pretendía encontrar un alfa. Todos mis deseos estaban puestos en ser padre. Pero llegaste a mi vida y te aseguro que no quiero que salgas de ella. Tal vez tengas razón. Buscar apoyo psicológico, para borrar estas inseguridades y quererme un poco más. Si Yoongi-hyung quiere ayudarme, lo tomaré. Me gusta que estemos juntos, y no voy a negar que he pensado en ti como mi alfa, pero no quiero equivocarme. No quiero herirte ni herirme. No ahora que hay dos personas creciendo dentro de mí y que dependerán totalmente de mí.

—Prometo que haré lo imposible, para nunca herirte Jungkook. A veces los hombres-lobos y especialmente los alfas somos torpes y si alguna vez digo o hago algo que te pueda herir en lo más mínimo, te doy permiso para que me golpees...

—No seas tonto, jamás te golpearía. Me gustas tanto...Seokjin...y prometo que también haré lo posible, para nunca herirte.

Seokjin pudo sentir como el omega se relajaba. Era tan comprensible, ninguno de los dos entendía mucho todo lo que pasaba y sinceramente esperaba que su hermano pudiera darle algunas respuestas. Mientras el cuidaría de su omega y los cachorritos.

—Llama a Jimin que debe estar con un ataque de nervios, quería ir tras de ti, cuando te vio salir. ¿Qué te parece si te preparo una tina caliente, luego masajeo tus pies y tenemos una tarde de dramas?

—Me encanta esa idea..., gracias Jinnie..., eres un gran hombre..., si diosa luna o el destino o el universo, te escogió para ser mi alfa...no puedo estar más agradecido.

Seokjin lo miró, acarició su rostro casi infantil y besó sus labios. El piercing siempre le hacía cosquillas, así es que sonrió. Pensó que tendría que llamar a Yoongi, para que atendiera a Jungkook. Y a su hermano.

Pero ahora estaba totalmente concentrado en su precioso omega. Caminó al baño, dispuesto a preparar ese baño tibio.





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