Alexis

—Si mamá, no lo olvidé.

—Bueno, adiós llega temprano.

—Esta bien, adiós —colgué el celular y lo metí en el bolsillo delantero de mis pantalones.

Seguí caminando por el callejón, siempre tomo ese camino aunque fuera peligroso es corto, y me  gusta caminar pero no tanto como para tomar el otro camino que es tres veces más largo que este.

—Auxilio, por fav-- —escucho que alguien grita pidiendo ayuda, intento acercarme lo más sigiloso que puedo para no llamar la atención, cuando estoy lo suficientemente cerca veo que es una chica y al parecer está siendo asaltada por unos pandilleros. Llamo a la policía y denuncio un asalto, en cuanto cuelgo me aproximo, desmayo a uno que estaba alejado de los demás y por suerte ninguno de los otros tres se dio cuenta de mi presencia, me aproximé a otro y hice lo mismo con el anterior. Mi padre me había enseñado algunas técnicas ya que el era policía. Esta vez si me notaron y vinieron los dos hacia mi, le di un puñetazo a uno y luego pateé a el otro dejándolos en el suelo, cuando iba a desatar a la chica se levantó el primero y me golpeó

—¡Corre no te dejes atrapar! —le dije, mientras intentaba defenderme, por fin pude darle un puñetazo que lo dejo inconsciente. Miro a mi alrededor para estar seguro de que ya no quedan más pero para mi sorpresa me encuentro a la chica de antes escondida detrás de un hubo de basura.

—Ese no es buen escondite —le sigo— ahí podrían encontrarte con mucha facilidad.

Salió h se aproximó a mi —ya lo sé, solo esperaba a que terminaras, quería agradecerte por salvarme

—De nada, pero por que no corriste a tu casa o llamaste a la policía en vez de quedarte ahí, y si ese hombre me hubiera hecho algo tu que habrías hecho eh —soné un poco enfadado

—Está bien lo siento —dijo

—Vale, ¿quieres que te acompañe a tu casa? —me ofrecí

—No, no muchas gracias, ya me has ayudado bastante, de verdad te lo agradezco, me iré yo sola —se dio la vuela y se fué antes de que pudiera decir algo

—Como tu quieras —dije en completa soledad

Minutos despues:

Brenda

Entré a mi casa por la ventana de mi habitación para que nadie se diera cuenta de que había salido, luego de darme una ducha bajé a cenar como siempre lo hacía.

—Hola mamá

—Que tanto hacías en tu habitación que no saliste en toda la tarde.

—Estaba leyendo, ya voy a la mitad del libro, hubiera leído un poco más sino hubiera sido porque me quedé dormida —mentí, y la verdad lo hice mucho mejor de lo que esperaba, creo que logré convencerla, ahora solo tengo que recordar lo que dije por si Frank pregunta algo.

Al final Frank no vino a cenar así que no me hizo falta volver a mentir durante toda la noche. Que Frank no viniera a cenar ya era algo normal de lo que no había que preocuparse así que las dos comimos tranquilamente y luego fuimos a dormir a nuestras respectivas habitaciones.

A la mañana siguiente desayune junto con mamá y después me encerré en la habitación supuestamente a terminar el libro de ayer, pero la verdad era que me iba a volver a escapar, no lo llamemos así digamos que voy a dar un paseo sin permiso, suena mejor.
Hice lo mismo de ayer salí por la ventana y la deje abierta para luego volver a entrar. En pocos minuto me encontraba en la misma banca de ayer escuchando musica y viendo la gente pasar. Siento una mano posarse en mi hombro y me volteo bruscamente, con un poco de miedo por quien podría ser.

—¿Que haces aquí Bren? —se me acelera el corazón y siento como empiezo a debilitarme