—¿Entendieron?

—Sí, sensei.

—Pasaremos al siguiente tema.

Kōki apunto el título del tema nuevo y sonrió, ya tenía dos meses en clases e iba muy bien. Las clases del preescolar también estaban bien. La empresa iba viento en popa. Pareciera que su vida era perfecta...

Qué mentira más grande.

No era perfecta.

Aunque tenía el apoyo de sus amigos se sentía sólo,  muy sólo.

Todos los días llegaba al mismo departamento, cenaba sólo y dormía sólo. Aveces no podía dormir de escuchar el minutero del reloj.

———

—Eso es todo. Recuerden hacer sus tareas.

—Sí.

Acomodó sus útiles y se preparaba para marchar.

—Furihata-san.

—¿Sí?— Era unos de sus compañeros... Un varón que últimamente lo trataba de cortejar "discretamente".

—¿Aceptaría ir a tomar una taza de café o lo que guste?

—Lo siento. Ya tengo planes— Era verdad, tenía que ir con el psicólogo ya que el pelirrojo no podría atenderlo el siguiente día.

— Está bien. No se preocupe.

—Hasta luego— salió rápido del salón dejando al varón con otros. Hecho mano a su cantimplora de agua y no estaba. Se dió la vuelta y regreso al salón.

—Wataru deberías desistir. Furihata-san es buena persona.

—Sí. Amable, lindo, muy sexi y con muchos millones. Caerá por qué caerá. Nadie puede resistirse a mis encantos. En menos de una semana Ire-sensei  ya estaba en mi cama. Pero a este le sacaré mucho dinero.

—Pues se quedará esperando, Wataru-san.

—¡Furihata!— los  varones se giraron y vieron a un castaño muy enojado, algo que nunca habían visto en esos dos meses.

—Será mejor que busque a alguien más, Wataru-san. Yo no tengo  tiempo para gente como usted.  Es lamentable lo que he escuchado, realmente lo tenía por buen varón. Qué equivocado estaba. Qué bueno que olvidé esto— tomó la cantimplora —Así pude presenciar la clase de persona que es.  No me vuelva hablar.

Vieron marcharse al castaño —Olvide decirte. Su esposo lo engaño y por eso odia a personas a como él... Y como tú.

—Perdí una buena presa. Vamos. Tengo que buscar otra.

—No cambias.

————

Estaba enojado. Furioso. Tenía ganas de golpear algo.

Llegó al consultorio y esperó a que lo llamarán. Una vez que lo llamaron entró —Buenas tardes.

—Buen tarde, Furihata-san..— alzó una ceja sorprendido de ver molestó y con un puchero al castaño —¿Sucede algo?

—...— miró con dudas al pelirrojo —¿Puedo hacer una pregunta?

—Por supuesto.

—Akashi-san siempre ha sido rico.

—Bueno... Mi padre.

—Lo sé— murmuró apenado —No es eso.  Durante el tiempo que he tomado clases,  un varón se me acercó y fue muy amable...

¿Un varón acercándose? Frunció el ceño.

—Por supuesto, no tengo interés amoroso o algo con ese varón. Simplementemente me caía bien porque era amable — ¿Por qué tuvo la necesidad de justificarse? — pero hoy escuché que sólo quería llevarme a la cama y sacarme dinero... Me sentí tan defraudado. Enfadado y aghhh ¡Lo odié!

—Comprendo— de alguna manera esas palabras lo hiceron sentir tranquilo  —Furi... Kōki-san es normal que eso suceda. Y entiendo a la perfección su pregunta y lo que siente.  El 80% de las personas que conozco se me acerca por esa razón, por el dinero de mi padre. Nunca por uno mismo. Siempre se aproximan  a sacar dinero o algún beneficio. Inclusive mi ex esposa me quiso asesinar por quedarse con la empresa. Siempre habrá ese tipo de personas. Pero siempre estará el otro 20℅ que se acercan a uno por la amistad, por que le cae bien. Kōki-san, Tetsuya, Shintarō y los demás son de ese 20℅.  Muy pocas personas se acercan a uno por ese motivo.

Se sintió muy feliz al saber que estaba dentro de ese 20℅. Era verdad, el pelirrojo en su tiempo de estudiantes nunca fue pretencioso o te recalca que tenía dinero. No. Era amable y simpático.  —¿Cómo hace para diferenciarlos?

Sonrió y se le ocurrió una gran idea, o —Le enseñaré la diferencia ¿Me acompañaría está noche? Tengo un evento importante y le serviría para observar de primera mano como diferenciar y tratar a esas personas.

—...— ¿Él acompañar al pelirrojo? No sabia que hacer. Estaba nervioso pero sabía que asistir le ayudaría —Sí.

—Perfecto.  Pasaré por usted en tres  horas pero por ahora tengamos nuestra sesión.