Antepúltimo capítulo.

.
—

Papi. Papá te busca.

Dejó de revisar la tarea —Gracias, Hikaru.

—¿Sigue con eso?

—Sí. Tengo que terminar para mañana. Y me falta algunas cosas que recortar.

—¿Te puedo ayudar?

Sonrió al ver los ojos de cachorro —Claro, pero ¿terminaste tú tarea?

—Sí. Toda.

—Entonces si me ayudarás— se levantó y tendió la mano a su hijo —Vamos. Papá nos espera.

Asintió y tomó la mano de su castaño padre.

Sonrió. Hikaru ya  tenía ocho años. Era un lindo niño adorable y muy querido por los demás. Sin duda lo había heredado de Seijūrō.

—¿Me llamabas, Sei?

El pelirrojo se giró y miró a su novio. Amaba cuando Kōki se vestía así. Un shorts corto que dejaba poco a la imaginación, resaltando su cadera y piernas  de infarto, y una playera blanca de tirantes. Su largo cabello hacia que se viera muy sensual.

—Sí— se acercó y besó al castaño. Kōki respondió al beso.

—uhhh— se cubrió los ojos —No han eso delante de mí.

—Lo siento, Hikaru— Seijūrō le revolvió el cabello a su único hijo. 

—¿Para que me hablabas, sei?

—Voy a viajar.

—¿Cuánto tiempo?

—Dos meses.

—¿Qué. Dos meses?

—Si. Es por la inauguración de las nuevas sucursales. Además de las conferencias.

—Ya veo— murmuró triste. Nunca habían pasado tanto tiempo lejos.

—No estarás solo. Hikaru te acompañará, ¿Verdad? Y no dejará que ningún otro varón se te acerque.

—Si. Cuídare de papi. Y no dejaré que nadie se le acerque.

—¡Seijūrō! No le enseñes a Hikaru ser posesivo.

—No tengo la culpa, Furihata Kōki la tiene por ser tan bello.

Se sonrojó y desvío la mirada.

—Papi parece un tomate.

Seijūrō rió por la comparación de su hijo.

Era cierto que Hikari, físicamente, se parecía a él, pero su personalidad era muy parecida a la de Kōki.

—¿Cuando te marchas?

—En una hora, vine  a empacar.

—Vamos, te ayudaré.

—¡Yo también ayudaré!

Seijūrō sonrió, cargo a su pequeño Hikaru y le revolvió el cabello rojo —Claro, campeón.

Entre los tres alistaron el equipaje del pelirrojo. Al final, los tres se dirigeron al aeropuerto.

—Regresaré lo antes posible.

—Sí. Cuídate— le besó la mejilla a Seijūrō.

Sonrió y lo besó. Cargo a Hikaru y le besó las mejillas  —Cuida de papá.

—Lo haré, papá.

Le entregó a Hikaru a Kōki —Los amo.

Pasajeros  con destino a España, favor de abordar por la puerta 4.

—Ese es mi vuelo.

—Te esperamos— despidieron al pelirrojo, y lo vieron cruzar la puerta.

—Vamos a casa, cariño.

Tomó la mano de su papá y se dirigeron a casa. Kōki miró a su hijo, era la primera vez que estarían mucho tiempo a Seijūrō.  Apenas habían pasado unos minutos y ya lo extrañaba.

————————

Abordó el avión, caminó a primera clase y tomó su asiento.  Sacó el teléfono y miró su fondo de pantalla, era Kōki cargando a Hikaru cuando acaba de nacer.

Habían pasado varios años ya, y seguía igual o más enamorado del castaño. Pero había algo que no lo dejaba ser completamente.

No estaba casado con Kōki.

Tenía miedo de proponerle matrimonio y que el castaño dijera que no quería casarse con él.

Pero sabía que algún día se lo pediría. Tal vez cuando regresará de ese viaje. O tal vez en su aniversario.