Reviso una vez más su pequeño bolso. Tenía todo listo.  No faltaba nada.

Tomó la ropa y se dirigió al baño ha tomar una larga, larga, ducha.

———————

Miró una vez más su teléfono. 

Había recibido cientos de mensajes y llamadas durante todo el día, menos de la persona que esperaba.

Ahora comprendió como se sintió Kōki el día de su cumpleaños... .

Tal vez Kōki estaba muy ocupado con Reo, las clases o la empresa...

A quién le mentía.

Estaba desilusionado por no recibir ni un mensaje de su novio.

—Akashi-sensei, llegaron sus 4 últimos pacientes— entregó los expedientes a su jefe.

—Haga pasar al primero— ordenó mientras revisaba el expediente.

—De inmediato.

Soltó un suspiro cuando salió su secretaria. Deseaba no haber trabajado ese día.

———

—Nos vemos en un mes. Recuerde tomar su medicamento.

—Gracias, sensei.

Cerró la laptop tras que saldrá su último paciente.

—Akashi-sensei.

—¿Qué sucede? Creí ya se había ido.

—No. Olvide registrar a un último paciente.

—¿Qué?

—La nueva paciente. Olvide anotarla en la agenda pero ella trae su tarjeta con la cita.

—Hazla pasar. Voy al sanitario. Dígale que espere.

—Esta bien. Hasta el próximo sábado.

—Hasta el sábado. Tenga un buen domingo — Se levantó de su lugar y se dirigió al baño.

———

Secó su rostro y se dirigió al consultorio. Al entrar estaba todo apagado,  extrañado, encendió la luz y se asustó al girar.

—Feliz cumpleaños, Seijūrō-san— sonrió a su novio, le abrazó y besó.

—Kōki...— susurró cuando se separaron.

—Siento no haber enviado mensajes o llamado.

—No te preocupes—  le abrazó y besó la cabeza.

—Le tengo un regalo— sonrió al pelirrojo.

—¿Regalo?

—Sí. Esta en su escritorio..

Observó la pequeña caja blanca con moño rojo que yacía sobre su escritorio, se acercó cuando Kōki lo soltó. Sujetó la caja y sacudió, sonaba algo. Expectante, comenzó abrir la caja, dentro de ella estaba otra caja, una color rojo. Aquello no le gustó y frunció el ceño. Sacó la nueva caja y la abrió.  Frunció más el ceño ante lo que se encontraba en ella.

¿Qué era eso?

Tomó el aparato y vio que tenía el botón power  encendido —No hace nada— apretó el símbolo de + una y otra vez  y nada.

—Kōki ¿Qué es esto?— alzó la mirada  y se quedó paralizado.Su novio ya no tenía zapatos y pantalón puesto. La camisa blanca le llegaba a sus muslos... Miró una vez el aparato y volvió apretarle el símbolo de más.

—aghhh.

—...— sonrió al ver el estado del castaño —¿Así que quieres jugar?

Asintió apenado mientras jadeaba y abría los botones de su camisa, mostrando que se encontraba excitado.

—¿Estas...?

—Sí, sensei ahhhhh— gimió al sentir la contracción por el vibrador.

—Eres muy travieso— aseguró volviendo a pulsar el botón de más, y al fin pudo escuchar el zumbido del vibrador. Al parecer una de sus fantasías se cumplirá en esos momentos.

—So-Solo con Seijūrō-san— aseguró. Nunca había hecho eso. Nunca se había insertado un vibrador por si mismo. Nunca había deseado tanto a alguien...

Volvió a pulsar la tecla y dejó el control en el escritorio —Ven.

Avergonzado, camino hacia el pelirrojo y respondió al demandante beso. Jadeó al sentir la mano blanquecina sobre su miembro, acariciándolo.

—S-Seiii aghh— se aferró al pelirrojo y escondió su rostro en el cuello de su novio.

Rió ante esa acción. Deslizó sus dedos desde la base hasta la punta. El líquido preseminal comenzaba a humedecer su mano. Con la mano disponible, acarició uno de los glúteos,  y deslizó sus dedos a la entrada sintiendo las vibraciones.

—¿Cuanto tiempo hasta estado con él?

—D-Dos horas nghh.

—Vaya. Sí que has resistido— dejó de tocar al castaño y se alejó un poco. Lentamente se desabrochó el cinturón negros y bajo el cierre —¿Lo quieres?

—Esto me lo cobraré caro, sensei~— murmuró con un puchero en sus labios. Empujo a Seijūrō, que hizo que quedara  sentado en la silla, se arrodilló entre las piernas del pelirrojo y, con las manos temblorosas, sacó el miembro del ajustado  bóxer.

Trago duro al sentir las caricias sobre su longitud. Kōki lo estaba torturando, llevaban varios minutos así.

Lamió sus labios y lo besó, para luego comenzar a lamber y engullirlo. En ningún momento apartó la mirada de los ojos rojos.

Se aferró al bordo del escritorio. Quería sujetar a Kōki de los cabellos y hacerlo tragar más pero no podía, Kōki le había dejado claro que no le gustaba aquello.  

—nghhh.

Sonrió victorioso al escucharlo jadear y gemir. Le estaba encantando escuchar al pelirrojo en ese estado.

—Espera— gruñó apartando al castaño.

—¿Qué pasa?

—No resistiré más— se levantó de la silla y ayudó al castaño ponerse de pie.  Quitó la computadora portátil, el teléfono y demás cosas del escritorio hasta dejarlo desocupado. Se despojo de la playera y miró al castaño.

Su vientre se contrajo al ver la mirada anhelante del pelirrojo.

Sujetó de la cadera a Kōki y volvió a besarle. Entre besos lo fue acercando al escritorio, en un rápido movimiento lo colocó a boca abajo al castaño  e hizo que abriera sus piernas.

Estaba avergonzado por la posición. Sabia lo que pasaría:  le retiraría el consolador y lo penetraría.   Se preparó mentalmente mientras sentía como le retiraba el pequeño vibrador.

—¿Dónde conseguiste esto? Dudo que seas capaz de entrar a un sex shop por ti mismo— rió divertido al imaginarse lo avergonzado que estaría.

—Ka-nghh Kazunari—murmuró apenado. Jadeó al sentir la salida del vibrador y soltó un suspiro de alivio, aunque ya quería al pelirrojo en él.

Pero al parecer Akashi no pensaba lo mismo.

—N-No— se removió incómodo.

—No te muevas— enterró sus uñas en la cadera del castaño y aplicó fuerza para que no se moviera.

—N-No. Esta sucio— gruñó, y arqueo su espalda al sentir la humedad lengua invadiéndolo.

—No está sucio.

—Peeengh aghh Dios— se aferró al bordo del escritorio y mordió sus labios.

—Será mejor que me empieces a llamar sensei— pidió mientras seguía jugando con su lengua y acariciándole el erguido miembro.

—Aghhh...— gimió fuertemente.  Ya tenían muchos minutos así, y cada que se iba a correr el pelirrojo se lo impedía. Los dedos de sus pies dolían de mantenerse de puntas  —Seiii nghh te necesito.

Libero al castaño. Se levantó y bajo un poco el pantalón y el bóxer para que no le estorbara. Se rozó contra la entrada de Kōki mientras le besaba la espalda.

Gimió frustrado. El pelirrojo solo se frotaba contra él, y él no quería eso, quería sentirlo.

—AGGGHHH.

—¿Dolió?— se quedó quieto por el grito de su novio. Besó la espalda y mordisqueo su hombro.

—Muévete— rogó moviendo  sus caderas, pero casi no podía por la posición.

Comenzó moverse lentamente. Disfrutando de la estrechez de Kōki.

—nghh... Sensei~ — jadeó al sentir las fuerte estocada. El pobre escritorio se había tambaleado.

—No sabes cuántas veces imaginé esto— aseguró mientras le mordió el lóbulo de la oreja derecha.

—Ngh Pe-pervetido aghhhh.

Dejó de moverse y abandonó el interior del castaño...

Kōki miró al pelirrojo.  Se miraban muy sexy con el ceño fruncido, los brazos cruzados y su erección al máximo —¿Qué?

—No soy pervertido.

Sonrió y se giró, se sentó en escritorio,  cómo pudo subió sus piernas  y quedó con las piernas abiertas mostrando su erección —Entonces el único pervertido soy yo. Imaginé esto tantas veces.

Se lanzó sobre su pareja y  devoro sus labios —¿De verdad?

—Sí Akashi sensei~

—Joder— empujo al castaño y quedó acostado sobre el escritorio. Se acomodó entre sus piernas y lo penetro de una sola estocada, y comenzó a moverse.

—Agh aghh ahmghhh— gimió y enroscó sus piernas alrededor de las caderas del pelirrojo —Seii aghh.

—Joder— beso al castaño demandante y Kōki le respondió enterrando sus uñas en su espalda. Gimió en  el beso. Había descubierto que eso le gustaba... O más bien, que Kōki lo hiciera, que lo marcará.

Un grito muy obsceno escapó de su boca al correrse sin previo aviso. Pero eso al pelirrojo eso no le detuvo, al contrario, Kōki sintió que se había puesto aún más duro y siguió entrando y saliendo una y otra vez.

Sin duda sería una larga noche.

.
Waaaaa no se que me ha pasado  creo que se me ha pasado la mano 🙈
Tendré que cambiar la configuración del fanfic xD

Nos vemos en el siguiente.
Espero les haya gustado.