—Soy feliz con Seijūrō— aseguró mirando la lápida.

—Él me enseñó en volver a confiar en mí mismo. Salir a delante. Poco a poco se fue ganando mi corazón. Fuí un tonto y le hice daño, pero hemos sido felices desde entonces.

Sonrió — Hace dos años que estamos juntos, hemos vivido muchas cosas y me acepta con mi pasado, y lo mismo hice yo con el suyo.  Gracias a eso podemos tener mutua confianza en nuestra relación. También, he tendido un bebé. Va a cumplir el año. Se llama Hikaru, es la luz de nuestras vidas.

—Seijūrō dice que es idéntico a mí, pero es un mini Akashi, de eso no tengo duda... Que haya tenido a Hikaru, no queremos decir que no ame y extrañe a Akachan. Al contrario, siempre está en mi mente y en mi corazón, y se que algún día le contaré a Hikaru de Akachan.

Sonrió —Por cierto, mis padres no me hablan, están enojados contigo por no dejarles dinero. Ughhh y mis abuelos están furioso contigo por lo que me hiciste.

—La empresa va muy bien. Kōsuke-san y Souchi-san la manejan muy bien. A mí me falta medio año para graduarme. Al menos ahora entiendo de que me hablan los gerentes. También, con el 20% de la herencia ayude a dos fundaciones. No me mal gastado el dinero de tus padres. De hecho están siendo invertido, y a aumentado el 40%.

—... Bueno, lo que quería decir, era que realmente soy feliz con Seijūrō, Hikaru y todos mis amigos. Y vine a decirte todo esto para dar el siguiente paso en mi vida.

—Vendre nuevamente, no sé cuándo pero lo haré.

Miró unos segundos más y quitó dos narcisos del ramo, y los colocó en las lápidas de Hiroshi —Me hubiese gustado convivir con ustedes. Sabía por Kitikawa que ustedes era muy bondadoso.

Giró para dirigirse hacia Seijūrō pero él, no Chihiro estaban. Solo quedaba reo.

—¿Mejor, Kō-chan?

Tomó uno de los pañuelos desechables, y se limpió las lágrimas —Mucho mejor.

—¿Cómo te sientes al respecto?

—Liberado.

———

Cuándo terminaron se dirigeron  la casa. Takeda les invitó un agua bien fría, y Kōki recorrió la casa. Sin duda era hermosa.

Se despidieron de Takeda,  Reo y Chihiro, y de dirigeron a casa.

Kōki corrió y abrazó su pequeño —Algún día te llevaré a conocer  a Akachan.

Seijūrō sonrió, Kōki parecía otra persona. 

Abrazó al castaño y su pequeño, ambos lo miraron —Los amo.

————

Bostezó, Hikaru se había despertado a las tres de la mañana, tuvo que cambiarle el pañal y darle biberón.

—Ya duerme, cariño.

Un ojo color  café y un rojo lo miraban fijamente.  Hikari había heredado la heterocromía de Seijūrō.

Cómo una orden, Hikaru cerró los ojos.

Se dirigió a la cama y se sentó, iba apagar la luz y vio el diario. Lo sacó y comenzó a escribir.

Siento un peso menos sobre mis hombros.

Me siento liberado.

Siento que ahora si puedo seguir mi vida sin estar atado a Hiroshi. Puedo cerrar este capítulo de mi vida.

Siento que puedo dar el siguiente paso, pero aún no es tiempo.
Quiero disfrutar más al lado de mi novio y mi hijo.

—¿Kōki? Ya duermete— murmuró más dormido que despierto.

—Sí— cerró el diario y apagó las luces. Se acurrucó contra su novio.