Estaban preocupados. No sabían nada del castaño en dos horas.  Lamentablemente a Shintarō no lo habían dejado atenderlo.

—¿Estará bien?— Kazunari estaba preocupado.

—Eso espero— Tetsuya respondió.  También estaba preocupado por su hijo y los demas niños. Ryō y Tatsuya junto con su esposo  se habían llevado a los niños.   Los pobres estaban llorando al ver lo que había pasado con su sensei. Yuu fue él único que no se quiso separar de Yukio. Por eso, Yukio lo tenía dormido sobre su regazo.

—...

—¿Akashi?

—Es mi culpa. Todo es mi culpa.

—No es tú culpa— Kise trataba de calmarlo.

—Si yo no...

—Debiste dejado hablar— Kazunari frunció el ceño —Primero lo hubieses escuchado y luego le hubieses dicho algo. No lo dejaste explicarse o lo que sea que iba hacer.

—Bakao.

—¿Qué? Es la verdad. No dejo que hablará.

—Tiene razón— era cierto. No le dió oportunidad al castaño de hablar. Lo interrumpió y continuó hablando.

—Familiares de Furihata Kōki.

—No tiene familiares— dijo Shintarō rápido a su colega —Somos sus amigos. Su familia. ¿Cuál es su estado?

—Estable pero inconsciente. Recibió un fuerte golpe en la cabeza pero su actividad cerebral está intacta. Tiene dos costillas fracturas, unos cuantos raspones y  el brazo izquierdo se había salido de su lugar,  le colocamos una férula para mantenerlo inmóvil.

—¿Cuándo despertara?

—Es cuestión de minutos o horas, despertara cuando tenga que hacerlo.

—Pu... ¿Puedo verlo?— Seijūrō miró rogando al doctor.

—Bien. Está en terapia Intermedia. Sígame.

Miró una vez más a sus amigos, ellos asintieron, y siguió al doctor.

Entró en la habitación y lo miró... Estaba dormido y algo pálido. Tenía unos cuantos hematomas en los brazos, su brazo izquierdo inmovilizado.

Se aproximó y sentó en el borde de la cama. Le acarició la mejilla y besó la frente —Perdóname...

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Estaba preocupados y no  era  únicamente por Furihata Kōki, quién tenía tres días sin despertar, sino por Akashi Seijūrō. El pelirrojo se había negado a moverse del hospital y estaba muy pálido y con grandes ojeras.

—¿Qué hacemos?

—Lo que quiero saber qué fue exactamente lo que sucedió. Creí que el enano lucharia por Kōki-chan.

—Yo también.

—Entiendan a Akashi— todos miraron al pelo verde —No es desconocido que hasta ahora no se había enamorado.

—¿De verdad?— Daiki y Taiga cuestionaron.

Asintió —Novias sexuales y un matrimonio forzado. Nunca se acostó con su ex-esposa y tampoco podía tener amantes. Sí lo descubrirán, perderían Akashi Corp... Furihata fue ganándose su corazón y se enamoró. Hace un mes  dijo que iba a decirle... Pero salió mal. Escuchó a Furihata decir que no lo amaba o algo así. De verdad sigo sin entender esa parte... Pero supongo que a raíz de eso, él decidió alejarse de Furihata para que no se incomode con su presencia.

—En pocas palabras... ¿El chihuahua es el primer amor de Akashi? — cuestionó daiki.

—Si.

—...

—————————

El ruido constante de algo y un calor confortable hicieron que abriera los ojos.  Pestañeo varias veces hasta que se acostumbro a la claridad; el sol se filtraba por la ventana, era de día. Quiso alzar su mano más dominante para frotar sus ojos  y no pudo, un dolor cruzo en ella —¿Qué..?

El auto y el ruido del auto intentando frenar para no golpearlo llegó a su mente. Cierto. Lo habían atropellado por no fijarse al cruzar, todo por haber huido del pelirrojo... Los ojos rojos llorando cruzaron su mente. Cerró los ojos, habían comenzado a llorar. Levantó su mano derecha para pero lo sintió... Al girar vio al pelirrojo dormido, realmente se veía mal: pálido, con ojeras y una barba de varios días.
Se miraba guapo...

¿Qué hacia allí?

¿No que ya no lo quería ver, y se iba a olvidar de todo?

Apretó su mano y la sacudió levemente. La mirada roja lo miro fijamente.

—Kōki-san

Sintió el abrazo y los besos en las mejillas ¿Qué le pasaba?

—Gracias a Dios has despertado. Déjame hablarle al médico y avisarle  a los...

—¿Qué hace aquí? No qué no quería volver a verme.

Se detuvo por completo. Tenían que aclarar las cosas —Te amo.

Sintió su corazón detenerse y sus mejillas sonrojarse —¿Qué?

—Por eso comencé a enviar las flores— se sentó en el bordo de la cama y sujetó la mano del castaño —  No sé cómo pero me enamoré de Kōki. Se que no me quieres. Lo escuché perfectamente ese día... Mi padre no me ha querido decir de qué estaban hablando, únicamente se disculpó.

—Yo...

—No es tu culpa. Simplementemente me enamoré del bello doncel que eres, de lo valiente y tenaz que eres.

Cada palabra que salía de la boca del pelirrojo, hacia que se sonrojara más y más.

—Por eso mismo decidí alejarme— apretó la mano del castaño —Kōki-san no quiere ninguna relación y yo no puedo hacer nada contra esa decisión. Pero quiero que sepa que lo amo y estaré para Kōki-san...— sonrió y soltó la mano del castaño, se paró y camino a la salida.

—Lo quiero...

—¿Qué?— se giró y miró al castaño.

—Me gusta Aka... Me gusta Seijūrō-san — confesó mirando al pelirrojo —Pero tengo miedo. Miedo de que me vuelva...

—No soy Fukuda— sonrió y se sentó nuevamente en el borde de la cama. Sujeto la mejilla del castaño y lo obligó a mirarlo —Solo déme una oportunidad. Déjeme demostrar cuanto  amo a  Kōki-san— el castaño asintió. Se acercó y lo besó.

Un  beso que hizo latir al mismo ritmo ambos corazones.

Tardaré varios dias en actualizar. Me quedé sin capítulos adelantados y no me percaté de ello hasta ahora  😅
Nos leemos en unos días ^^