El ambiente era silencioso, casi asfixiante a su parecer. Se removió incómodo por las miradas.

—¿Nos vas a explicar eso de que estás viudo, y que ahora estás con él? ¿Por qué no nos habías avisado. Me enteré por esto.

—A-Abuelos...

—Explícate, Kōki Furihata.

—Yo....

¿Qué les decía?

Ese día cumplían meses de novio y fueron a cenar a un restaurante y luego al cine. Cuando y regresaron a al complejo de departamentos, fue una gran sorpresa regresar y encontrar en la recepción a sus abuelos.

Observó a sus abuelos sin saber que responder.

Furihata Nana era pelinegra y ojos verdes. Mientras que su abuelo, Furihata Rin, era castaño de ojos cafés. Muchos decían que ambos se parecían.

—¿Cuando regresaron? —se atrevió a preguntar. Sus abuelos habían ido de viaje a New York, a visitar un primo de su abuela... De eso, ya habían pasado 5 años. Se quedaron a vivir en New York porque les gustó el lugar.

—Ayer. Tu padre los ha dicho lo mal agradecido que fuiste con ellos.

—¿Perdón? — de seguro escuchó mal.

—Sí, Kou nos dijo que los abandonaste en cuanto recibiste la herencia de Hiroshi-san, y desde entonces estás con Akashi. Ni tan siquiera los vas a visitar.

—¿No les dijo lo demás?

—¿Lo demás?

—¿Saben cómo murió Fukuda?— apretó los puños.

—Dijo que lo asaltaron y lo hirieron...

Kōki rio —Hasta en eso les mienten.

—¿Qué?

—Después de que ustedes se fueron, Hiroshi comenzó a cambiar.

El semblante destrozado de su nieto y el semblante serio del pelirrojo les indicó que era un tema delicado.

—Comenzó a una bofetada, disculpas, golpes... Hasta violación.

—¿Qué?—gritaron horrorizados.

—Me violó incontables veces hasta hace dos años... —sollozó —cuando al fin me decidí a dejarlo, descubrí que estaba embarazado...

Sujetó la mano del castaño y froto la espalda.

—...

—Días después, decidido a marcharme, empaque mis cosas pero todo salió mal. Ese día me violó y golpeó tanto que aborte...

Nana cubrió su boca y sollozó.

—Mientras abortaba él se suicidó...— sollozó y se cubrió la boca —Cu-Cuando desperté, mi mundo se acabó. Había abortado a mi bebé y Hiroshi estaba muerto...

—Tranquilo, Kōki— abrazó a su pareja.

—Cariño—Nana abrazó a su único nieto.

—A-A los pocos días el testamento se leyó. Hiroshi me dejó todo con la condición de que no le diera di un centavo a mis padres. De hacerlo, la empresa cerraría y dejaría cientos de desempleados.

—Kōki...

-—Cuando se enteraron, me reclamaron. Pero yo ya lo sabía...

—¿Qué sabías?

—Mis padres me vendieron a Hiroshi.

—Imposible—su hijo era incapaz de hacer algo así.

Kōki se levantó y fue a su habitación, al regresar le entregó copias del contrato de venta y los pagos mensuales.

—Su amado hijo me vendió.
Mis propios padres me vendieron.

Leyeron los papeles y ambos reconocieron la escritura de su hijo.

—Dios...

—¿Qué le sucedió a nuestro hijo?— Nana lloraba a mares ¿Cómo su hijo pudo hacer eso?

—Yo lo supe hace dos años. Fue horrible saberlo...

—...

Kōki sintió el pulgar de su novio en muñeca —Desde de eso, viví con los Kagami unos días... Ellos me convencieron de ver un psicólogo, por la pesadillas y todo— suspiró —El día de la primer sesión me enteré que Seijūrō-san sería mi psicólogo. Ni tan siquiera sabía era psicólogo. Nunca tuvimos tanta comunicación, después de todo, solo éramos conocidos con amigos en común.

Seijūrō no se sintió mal al escuchar eso. Después de todo el castaño tenía razón. Él había le pensado lo mismo durante años.

—De eso ya dos años. Hasta hace unos meses fue que me di cuenta que me... Me ... — se sonrojó y desvió la mirada — me gustaba y decidimos darnos una  oportunidad.

Miraron al pelirrojo, hasta el momento se habían mantenido en silencio.

—etto...

—¿Eres feliz, Kōki?— cuestionó Rin.

—Eso intentó. Quiero ser feliz.

—Vale...— Rin miró a Akashi. El pelirrojo nunca aparato la mirada.

—Respecto a esto— Nana señaló la revista donde se miraba a Akashi estrujarle un glúteo a su nieto.

Las mejillas y orejas de ambos se tornaron rojo remolacha.

—¿Se están cuidando?

—¡Abuela!

Rin rió a carcajadas al ver las reacciones de ambos. Al parecer Akashi le estaba haciendo bien a su lindo nieto. 

Ahora tenía que hablar con su hijo... Si es  que podía llamarlo hijo después de lo hizo.