Tocar fondo en sentido figurado, es llegar al punto de sentirte tan mal y desdichado que te parece que tu vida no podría estar peor.

Al estar entre los brazos de Jimin tenia sentimientos contradictorios, el de no poder caer mas bajo como para utilizar a una persona para olvidar a alguien mas y el de satisfacción de todo lo bueno que me hacia sentir ese hombre.

El estar sentada en su hombría me daba un placer inimaginable, como puedo sentir placer sin que haga algún movimiento, sus manos recorriendo mi espalda solo provocaban que arqueara mi espalda para dejarla libre acceso a mis senos, y no desaprovechó la oportinidad, el sentir sus carnosos labios y suave lengua sobre una parte tan sensible en mi solo provoco que quisiera mas, asi que mientras el se entretenía lamiendo, mordiendo y besando, yo inicie con suaves movimientos de cadera, los cuales detuve al sentir sus dedos enterados en mi cadera, el estaba tomando el control y yo se lo permitiría.

Con Nam siempre fue todo muy suave ya que nunca quería lastimarme, nunca me penetro con la intensidad que penetro a esa mujer, tampoco me podía quejar ya que así lo disfrutaba mucho. Pero a Jimin no le importaba lastimarme, ya que desde que inicio fue duro, mis quejidos eran una combinación de deseo y dolor, cuando se canso de tenerme arriba de un rápido movimiento me puso en cuatro y el atrás de mi, para poder profundizar aun mas, pero eso no era todo lo que queria, soltó una mano de mi cadera, primero sentí caricias para después sentir como ardía mi gluteo, repitió el acto 4 veces hasta que sintió como terminaba yo para seguirme el.

Intente dormir sobre su pecho, pero era imposible, el ardor no me lo permitia, al igual que el dolor de mi cadera, quien diría que este hombre con cara de angel hace una hora intentaba partirme en dos, pero no, no era ninguna de las dos, era mas bien la sensación de sentir invadido mi espacio.

Rápidamente me puse mi ropa, sin hacer ruido, no quería despertarlo.

Al salir del hotel tome un taxi, para dirigirme a mi casa, ese departamento el cual tenia miedo de ir, pero en ese momento tenia que afrontar todo.

Al llegar, todo estaba tal y como lo había dejado, tenia que ir a mi recamara, las sabanas aun estaban puestas, esas sabanas sucia, donde Nam había estado con esa mujer, las quite y las tire, no las quería en mi hogar, las lagrimas amenazaron con salir, así que solo me dedique a pensar en Jimin.

Nunca fui de solo usar a los hombres para acostarme con ellos, Nam fue mi primer todo, siempre me dedique a mis estudios, no me interesaba salir, pero cuando lo vi en la facultad cambio todo, y lo sigue cambiando.

Casi diario iba al bar donde se encontraba Jimin, lo único que cambiaba es que ahora en lugar de ir al hotel íbamos a su casa, ninguno de los dos buscaba algo mas que sexo, así que no era necesario nada entre nosotros.

Estaba bien con eso, pero Tae insistía que no podía seguir así. Que yo no era asi.

El acto con Jimin cada ocacion se volvía mas violento, pasamos de solo nalgadas a también mordidas, arañazos y marcas.

Después de casi un mes Tae ya no me dejaba tranquila con dejar esa "relacion", hasta que me iso mirarme en el espejo, y lo que vi no me gusto, no era yo.

Decidí ir por ultima vez a ese bar, bueno eso tenia diciendo toda la semana, no podía alejarme de el ahora, no quería alejarme de el.

A pesar de no tener una relación a Jimin no le gustaba que alguien mas me mirara.

Y esa noche alguien lo hiso, alguien mas me hablo, y a el no le gusto, por primera vez me golpeo pero no para darme placer, sentí mi mejilla arder, mientras era arrastrada del brazo a su departamento pensaba en que no debía permitir esto, que tenia que alejarme de el, terminar todo, no era sano, pero no pude, terminando nuevamente en su cama.