(Últimos capítulos)

Un gigantesco hombre se encontraba platicando con su hija en la pequeña sala de su casa.

¿Quéeeeeeeeeeeeee?, dijo desconcertado el señor Ox tras haber recibido la noticia de que su hija partiría a América del Norte.

Papito, cálmate, se te puede elevar tu presión, decía Milk preocupada tomando de las manos padre.

¿Cómo me pides calma hija después de lo que me has dicho?, decía el señor Ox.

Padre es una gran oportunidad para mí, en una de las más prestigiosas universidades de Canadá culminare la carrera además me darán una beca para hacer mi posgrado y hasta trabajo, decía Milk.

Pero hija, estarás en otro continente a millones de kilómetros de tu país, nos separa un océano hija, decía el señor Ox.

Padre te llamare diariamente, dijo Milk con dulzura.

¿Y Gokú?, acaso no has pensado en él, ese pobre muchacho aún está recuperándose del accidente que sufrió y tú piensas irte además una relación a distancia no funciona hija, siempre los romances a distancia terminan con el tiempo, dijo el señor Ox.

Padre Gokú será dado de alta en unos días, ya está recuperado, ya puede caminar y mover sus brazos aunque con una poco de dificultad pero ya lo hace, decía Milk con calma.

Hija con mucha más razón el necesita aun de ti, no puedes pensar en irte dejándolo convaleciente, dijo el señor Ox.

Padre hay algo que no te he dicho aun y creo que debes saberlo ya, dijo Milk.

¿Qué sucede hija?, dijo el señor Ox preocupado.

Ya no soy novia de Gokú, dijo Milk tratando de mantener la calma.

¿Qué?, dijo el señor Ox desconcertado.

Dejamos de serlos desde antes de que el sufriera el accidente, dijo Milk.

¿Qué?, ¿Por qué?, dijo el señor Ox.

Porque no funciono padre, por eso. Creo que las cosas siempre pasan por algo y ahora me doy cuenta de que eso es cierto si siguiera siendo su novia difícilmente hubiera aceptado esta oportunidad por muy buena que sea en cambio como estoy libre ahora puedo aceptarla. Gokú y yo terminamos por mutuo acuerdo, la relación no daba para más pero decidimos mantener nuestras amistad, dijo Milk tratando de no llorar ante su padre.

A mí no me engañas hija, tú lo sigues amando y por ello quieres irte del país, dijo el señor Ox con nostalgia.

El amor de un solo lado no funciona en una relación de dos padre, dijo Milk con calma.

Si tienes razón hija, dijo el señor Ox abrazando a la pelinegra.

Mientras tanto: "Hospital"

Gokú junto a su padre escuchaban con atención lo que el medico les decía.

En tres días, dijo Gokú con nostalgia mientras pensaba: Ya no volveré a ver a Milk aunque no pueda volver con ella al menos me conformaba con verla todos los días cerca de mí.

Si en tres días, dio el médico.

¿Qué sucede hijo acaso no quieres irte del hospital?, dijo Bardock intrigado.

¡Eh¡ claro que quiero salir del hospital padre, al fin volveré a mi departamento, dijo Gokú fingiendo una sonrisa.

Hijo creo que lo mejor es que vayas con nosotros a casa, en tu departamento nadie podrá cuidarte, a menos que quieras que le pida a Milk que vaya a apoyarte allá, dijo Gine mirando la reacción de su hijo.

¿A Milk?, dijo Gokú.

Si a Milk, dije Gine.

No madre ella tiene que hacer sus cosas, no es justo que yo le quite el tiempo, creo por un tiempo me mudare con ustedes y cuando ya pueda hacer todo solo me iré a mi departamento, dijo Gokú.

Entonces en cuanto volvamos a casa daré la orden de que limpien tu habitación, dijo el señor Son.

¡Gracias padre¡ dijo Gokú.

Casa Ox:

¿Cuándo te irías hija?, dijo el señor Ox con nostalgia.

En una semana, no puedo retrasar más mí partida padre porque tengo que llegar a regularizar mis documentos, a instalarme, ya que las clases inician en dos semanas, dijo Milk con calma.

Claro entiendo mi niña, dijo el señor Ox.

Bueno, creo que es hora de ir al hospital, dijo Milk.

¿Al hospital?, dijo el señor Ox.

Si padre aunque ya no seamos novios, Gokú siempre será alguien muy importante para mí y lo apoyare mientras este en el hospital, se lo prometí, dijo Milk con dulzura.

Hija, dijo el señor Ox.

Papá, las cosas pasan por algo, ¿no?, dijo Milk sonriendo.

Si a lo mejor en el extranjero conoces un nuevo amor, dijo el señor Ox.

Si a lo mejor, dijo la pelinegra fingiendo una sonrisa.

Horas después: "Hospital"

En tres días, decía Milk.

Si eso dijo el médico, dijo Gokú con calma.

Pues me alegra que ya salgas del hospital, dijo Milk aguantando la nostalgia que sentía.

Si a mí también me alegra ello, dijo Gokú.

Entonces empezaremos la cuenta regresiva, dijo Milk.

¿Cuenta regresiva?, dijo Gokú.

Si, la cuenta regresiva para no volvernos a ver cómo te dije, dijo Milk con calma.

¡Ah, eso¡ si iniciamos la cuenta regresiva, dijo Gokú tratando de ocultar su tristeza.

Creo que ya llego la cena, dijo Milk al ver entrar a una mujer con una fuente en la mano.

Si, dijo Gokú.

La pelinegra se sentó en la pequeña silla que estaba junto a la cama del joven de cabello alborotado y desde allí lo apoyaba alcanzándole lo que él le solicitaba.

Minutos después:

No es necesario que te quedes ya puedo hacer mis cosas solo, dijo Gokú.

Si es cierto pero aun sientes malestar, Gokú déjame apoyarte estos últimos días, luego ya no me veras más en tu vida, dijo Milk.

Está bien, dijo Gokú.

Te tomara un tiempo volver a las artes marciales, dijo Milk para cambiar de tema.

Si es cierto, dijo Gokú con nostalgia.

Pero podrías emplear ese tiempo en otras actividades, dijo Milk.

¿En qué?, ya ni puedo volver a la universidad porque postergue mi matricula, dijo Gokú con calma.

Pero podrías apoyar a tu padre en su empresa así te distraes un poco y puedes ir aprendiendo más cosas de la carrera, serian como unas prácticas adelantadas, dijo Milk con dulzura.

¿Ya conseguiste donde hacer tus practicas?, dijo Gokú con curiosidad.

Si, dijo Milk.

Lo sabía siendo tan buena alumna no podías quedarse sin lugar de prácticas, dijo Gokú.

La pelinegra solo sonrió al escuchar ello.

¿Y a que rubro pertenece la empresa en la que harás practicas?, dijo Gokú con curiosidad.

Es una empresa internacional que se dedica a la construcción, dijo Milk con calma.

Pues me alegro por ti, eres una chica muy preparada para tu corta edad, dominas muchos idiomas en cambio yo uno solo, dijo Gokú sonriendo por primera vez con sinceridad desde estaba en el hospital.

En esa empresa podre perfeccionar mis conocimientos de idiomas, dijo Milk con calma mientras miraba por la pequeña ventana de la habitación el oscuro cielo.

Ya debo dormir, dijo Gokú.

Si, dijo Milk.

Al día siguiente:

Milk apoyaba al joven de cabello alborotado en el cambio de su ropa cuando decidió preguntar algo que la inquietaba desde hace mucho.

¿Puedo hacerte una pregunta?, dijo Milk.

¿Qué tipo de pregunta?, dijo Gokú.

Es algo que me da curiosidad y si bien lo nuestro acabo creo que al menos tengo derecho a conocer la verdad, dijo Milk.

¿Qué verdad?, dijo Gokú intrigado.

La que tu escondes en tu corazón, esa verdad que no te deja ser feliz, sé que lo nuestro ya es imposible pero creo que sería bueno que saques todo eso que llevas dentro y que no te permite ser feliz, dijo Milk con dulzura.

¿A dónde quieres llegar con esto?, ¿Qué es lo que quieres saber?, dijo Gokú tratando de mantenerse calmado.

¿Por qué no puedes creer en el amor?, ¿Por qué te convertiste en un casanova que no le importa los sentimientos de las chicas con las que estas?, sé que debe haber un motivo y me gustaría saberlo, decía Milk.

Ese motivo existe pero jure nunca más hablar de el así como también jure no volver a enamorarme, el amor para mí solo seria para divertirme, un pasatiempo, cada año una chica nueva para ello siempre he buscado chicas dispuestas a disfrutar la vida conmigo sin ningún compromiso de por medio pero contigo me equivoque, tu no eras como las chicas con las que yo estaba acostumbrado a salir, chicas muy hermosas de cuerpos espectaculares pero frívolas y vanidosas con las que yo me divertía cada vez que quería sin algún compromiso formal o con las que apenas duraba algunos meses de noviazgo, pero tú no eras así eras más bella que ellas a pesar de no ser tan voluptuosa, tenías un cuerpo perfecto, eras dulce e inocente pero a la vez firme en tus decisiones, esa rebeldía que mostraste al rechazarme en el crucero me cautivo, eras la primera chica difícil para mí, todo un reto conquistarte y esa idea me gustaba tanto así que te convertiste en una obsesión por ello cuando acabo el crucero y no logre mi objetivo que era seducirte pues decidí continuarlo retomando mis estudios en la universidad, el destino me puso en tu misma aula, lo demás tú ya lo sabes, dijo Gokú con calma.

Me estas tratando de decir que nunca me quisiste en serio, que solo fui una obsesión para ti, dijo Milk con voz quebrada.

Si, Milk, yo ya no puedo amar, no puedo confiar, por lo mismo es mejor que en cuanto salgamos de aquí por tu bien y por el mío te mantengas lo más alejada de mí, dijo Gokú.

No te preocupes así será, dijo Milk ocultando su dolor.

Tú no eres como ella, pero ella me sembró la desconfianza, perdóname Milk, tu no merecías mi rechazo pero no......., dijo Gokú viéndose interrumpido por la pelinegra.

No te preocupes, no volverás a saber de mí, ya no digas más, solo te pido que perdones y olvides y le des una nueva oportunidad a que tu corazón vuelva a sentir amor de verdad, dijo Milk con dulzura.

Gokú no dijo nada solo bajo la mirada.

Voy a salir un rato, dijo Milk.

Está bien, dijo Gokú.

La pelinegra al salir de la habitación rompió en llanto tanto así que tuvo que cubrirse la boca con las palmas de su mano para evitar que alguien la escuche pero no era la única que sufría en ese momento, el joven de cabello alborotado también sollozaba en su habitación mientras miraba a la puerta por donde había salido su amada pelinegra.

Horas después:

Milk ayudaba a Gine a guardar en una maleta las pertenecías de Gokú mientras este las observaba.

Ya todo está todo listo en la casa para mañana hijo, decía Gine.

Qué bueno madre, dijo Gokú.

Milk, si gustas puedes ir a apoyar a mi hijo en casa, dijo Gine.

No es necesario madre, dijo Gokú.

Me encantaría hacerlo señora Gine pero su hijo y yo tenemos un trato y yo se cumplir lo que prometo, dijo Milk con calma.

Claro, dijo Gine con nostalgia.

Bueno, ya me tengo que ir, tengo que ir a recoger algo, ya está tu maleta lista, dijo Milk cerrando la maleta.

¡Gracias¡ dijo Gokú.

Ve hija, ve, dijo Gine.

Nos vemos, dijo Milk dulcemente mirando al joven de cabello alborotado que se quedó en completo silencio.

Nos vemos, dijo Gokú antes de que la pelinegra saliera por la puerta.

Hijo no deberías hacerla sufrir así, ella no es como Sora, dijo Gine.

Madre te dije que no quería volver a oír ese nombre, dijo Gokú con rabia.

Está bien, está bien, si lo hice es porque no se me hace justo lo que le estás haciendo a esa jovencita, dijo Gine.

Ella ahora está sufriendo pero de seguro en unas semanas me olvida con otro, dijo Gokú ocultando sus celos.

¿Y tú la olvidaras con otra?, dijo Gine con tristeza.

Si, en cuanto pueda caminar como antes sin apoyos, me buscare otra, la vida sigue madre, no se detiene porque un amor termina, dijo Gokú con calma.

Hijo, me da lástima oírte hablar así, dijo Gine mirando al joven de cabello alborotado con nostalgia.

Mientras tanto: "Universidad"

En una pequeña oficina Milk recibía un pequeño sobre.

Allí está tu boleto y una tarjeta con el lugar donde te hospedaras, decía un hombre de lentes.

¡Gracias¡ dijo Milk.

No agradezcas, te merecerías una beca así que te cubra todo, eres una chica muy estudiosa, solo hay un pequeño detalle, decía el hombre.

Si dígame, dijo Milk.

El vuelo no es para el fin de semana como le dijo el decano sino para mañana a las 1 pm tienes que ir a alistar tu maleta ya hija, dijo el hombre.

¿Para mañana?, dijo Milk.

Si para mañana, dijo el hombre mientras la pelinegra lo miraba sorprendida.