Una bella jovencita pelinegra desayunaba junto a su padre mientras por momentos lo miraba.

¿Sucede algo hija?, dijo el señor Ox.

¡Eh, no papá¡ dijo Milk dulcemente.

Pero te noto como inquieta, como si quisieras decirme algo y no te animaras a hacerlo, dijo el señor Ox.

Bueno si tengo que decirte algo, dijo Milk de manera nerviosa.

¿Qué quieres decirme hija?, no tengas temor, dijo el señor Ox.

Padre lo que voy a decirte quiero que lo tomes con calma que no vayas estar haciendo alarde de ello con tus amigos porque es algo muy importante para mí además no sé hasta donde de, dijo Milk nerviosa.

¿No comprendo hija?, dijo el señor Ox intrigado.

Padre Gokú me pidió que sea su novia y yo acepte, dijo Milk con una dulce sonrisa.

¿Te hiciste novia del joven Son?, dijo el señor Ox feliz.

Si papá pero ya te dije que......., decía la pelinegra siendo interrumpida por su emocionado padre.

Si, ya lo sé hija que sea discreto con mis amigos pero esta noticia es algo increíble, Gokú Son, será mi yerno, decía feliz el gigantesco hombre.

Papá yo no sé si eso llegue a cumplirse, lo estamos intentando como novios, decía la pelinegra con calma.

Hija eres muy bella y dulce estoy seguro que te adueñaras por completo del corazón del joven Son y será mi yerno pero no te preocupes por ahora no le diré nada a mis amigos, dijo el señor Ox.

¡Gracias papá¡ dijo Milk con dulzura.

Luego de la plática con su padre la pelinegra se despidió de este, tomo su bolso unos libros y salió de su casa.

Milk iba caminando hacia el paradero para tomar su bus cuando un auto se detuvo frente a ella.

Sube muñeca bella, dijo Gokú sonriendo desde su auto.

¡Gokú¡ dijo Milk sonriendo mientras subía al auto.

Quise venir por ti, tal vez pase a recogerte a diario, dijo Gokú sonriendo mientras acercaba su rostro al de su novia.

No es necesario que hagas ello yo puedo ir en bus, dijo Milk antes de sentir los labios del joven de cabello alborotado sobre los suyos.

No como crees eres mi chica, yo pasare por ti mientras pueda hacerlo, dijo Gokú sonriendo al romper el beso.

Está bien, dijo Milk con dulzura.

Hora de partir, dijo Gokú con una encantadora sonrisa antes de emprender camino.

Horas después: "Universidad"

Un par de pelinegros estaban sentados en una banca en el patio de su facultad platicando.

Entonces tu padre ya sabe lo nuestro, dijo Gokú.

Si, dijo Milk.

¿Y cómo lo tomo?, dijo Gokú.

Se puso feliz, dijo Milk mientras el joven de cabello alborotado acariciaba con una de sus manos el bello rostro de la jovencita.

Pues que bueno, dijo Gokú antes de acercar su rostro al de la pelinegra para besarla dulcemente haciendo que los jóvenes que pasaban por el patio los miraran y murmuraran entre ellos.

Hay no, ya lo conquisto, dijo una de las chicas que era compañera de aula de ambos.

No puedo creerlo, ella lo cautivo, dijo otra.

Es lógico, Milk es hermosa, dijo un joven.

No creo que la tome en serio, dijo Lunch.

¿Qué?, dijeron los jóvenes.

No se hagan todos sabemos lo mujeriego que es Son por las revistas y televisión, de seguro ella solo es un pasatiempo para él, pobre tonta si se está haciendo ilusiones, dijo con ironía Lunch.

Bueno tal vez tengas razón pero yo estaría feliz al estar con él aunque sea por algún tiempo, dijo una de las jóvenes mirando el momento en que el joven de cabello alborotado rompía el beso y tomaba la mano de la pelinegra para que ambos vayan a otro lado.

Hacen una bella pareja, dijo la otra jovencita.

Pues mejor pareja hubiera hecho conmigo, dijo Lunch con molestia.

Mientras tanto:

Gokú y Milk fueron al cafetín, se acercaron a hacer su pedido y tomaron asiento en una de las mesas a esperarlo.

Sabes estuve pensando en nuestro primer fin de semana como novios, dijo Gokú.

¿Estuviste planificándolo?, dijo Milk con dulzura.

Si, dijo Gokú sonriendo mientras un joven colocaba sobre la mesa un par de refrescos y dos rebanadas de pastel.

¡Gracias¡ dijo Milk.

Se ve delicioso, dijo Gokú mientras llevaba una rebanada de pastel a su boca.

Si, dijo Milk.

Estuve pensando en celebrar nuestra primera semana en la playa, dijo Gokú.

¿En la playa?, dijo Milk.

Si, puedo alquilar una casita allí para estar más cómodos, decía Gokú.

¿Alquilar una casita?, ¿es que acaso pretendes que nos quedemos a pasar la noche en la playa?, dijo Milk alarmada.

Sí, me gustaría ver el ocaso contigo, dijo Gokú sonriendo.

La idea no es mala, pero no creo que sea buena idea quedarnos hasta el siguiente día, podríamos ir y volver el mismo día, dijo Milk con calma.

Está bien lo haremos así, lo que menos quiero es incomodarte, pero de igual manera alquilare la casita por ese día, así estaremos más cómodos, dijo Gokú sonriendo.

Por la tarde: "Gimnasio"

Un grupo de chicos platicaban mientras realizaban una rutina de ejercicios.

Vaya que eres rápido, apenas llevas una semana y ya te la llevas a la playa para que vea el ocaso, decía Yamcha riendo.

No comprendo lo que dice, ¿Qué tiene de malo que la lleve a ver el ocaso?, dijo Gokú haciéndose el ofendido.

Si no te conociera tan bien diría que nada pero sabiendo en lo que te has convertido amigo sé que tus intenciones de llevarla allá a ver el ocaso tiene un fin, dijo riendo Yamcha mientras los demás jóvenes asentían.

Pues lamento informarles que no es así, yo jamás tuve una mala intención con mi invitación a Milk a ver el ocaso, yo lo único que quiero es que ella disfrute ese maravilloso evento, que mal pensados son, dijo el joven de cabello alborotado haciéndose el ofendido.

Bueno cualquiera puede equivocarse amigo, como tú acostumbras a llevar a la playa a las chicas con las que has estado para tener una velada romántica pues de seguro Yamcha supuso que esa era tu intención con Milk, dijo Ten mientras Piccolo asentía.

Si eso pensé, dijo el joven de la cicatriz.

Pues no es esa, iremos el sábado por la mañana y por la noche ya estaremos de regreso, dijo Gokú con calma.

Qué bueno amigo que hayas planificado tu primera semana con ella así, por que no sería bueno que hagas algo que provoque que ella se decepcione de ti antes de tiempo, dijo Vegueta mientras un calvo asentía.

Si lo sé, dijo Gokú.

Casa Ox:

La pelinegra platicaba con su padre en su pequeña sala.

¿El fin de semana?, dijo el señor Ox.

Si papá, dijo Milk.

¿A la playa?, dijo el gigantesco hombre.

Si, dijo Milk.

Pues ya no puedo oponerme a tus decisiones hija, ya eres mayor de edad además yo confió en el joven Son, dijo el señor Ox.

Si sé que ya soy mayor de edad pero sabes que a pesar de ello me gusta pedirte consejos, dijo Milk con dulzura.

Lo se hija, dijo el señor Ox sonriendo.

Fin de semana:

Un apuesto jovencito de cabello alborotado se encontraba fuera de la casa de su bella novia esperando la salida de esta.

Ya estoy aquí, dijo Milk dulcemente.

¡Hola muñeca bella¡ dijo Gokú sonriendo mientras acercaba su rostro para darle un dulce beso a su novia.

Ya nos vamos, dijo Milk al separarse del joven de cabello alborotado.

Si pero antes déjame decirte que estás mucho más hermosa vestida así con ropa tan ligera, dijo Gokú sonriendo.

¡Gracias¡ dijo Milk.

Ahora si vamos, dijo Gokú tomando la mano de su novia para llevarla a su auto.

Horas después:

El joven de cabello alborotado detenía su auto frente a una pequeña casita de playa mientras la pelinegra miraba las olas del mar.

Sus olas son tan calmadas, dijo Milk.

Si es cierto, las olas de esta playa son muy calmadas y su agua es muy cristalina, dijo Gokú sonriendo.

¿Aquí bajaremos?, dijo Milk.

Si, esta es la casita de playa que rente para hoy, dijo Gokú.

Es muy linda, dijo Milk.

Pues bajemos para que la veas por dentro, dijo Gokú sonriendo.

Si, dijo Milk.

El par de pelinegros entraron a la pequeña casita que contaba con un pequeño comedor para dos, una mini cocina, una habitación que contaba con un pequeño bar y servicio higiénico incluido.

En la habitación esta la ducha además desde allí la vista del mar es mar hermosa, ¿quieres verla?, dijo Gokú sonriendo.

Si, dijo Milk.

Entonces vamos, dijo Gokú entrando de la mano de la pelinegra a esta.

El par de pelinegros se acercaron al balcón y desde allí miraron el mar.

La vista es hermosa, dijo Milk sonriendo.

Si es cierto, la vista es hermosa desde aquí pero tú haces que todo parezca más bello aun, dijo Gokú sin pensarlo.

¡Gracias, fue muy lindo lo que dijiste¡ dijo Milk emocionada.

Es la verdad, dijo Gokú al darse cuenta de lo que dijo mientras rodeaba con sus brazos la cintura de la pelinegra para acercarla a él.

Quiero ir a ver el mar, dijo Milk.

¿Qué?, dijo Gokú sonriendo.

Quiero ver el mar más de cerca, quiero tomar el agua entre mis manos, dijo Milk con dulzura.

Está bien, si eso quieres vamos pero antes tienes que cambiarte de ropa, dijo Gokú.

¿Cambiarme de ropa?, dijo Milk.

Si, supongo que trajiste tu traje de baño, dijo Gokú.

Si, dijo Milk.

Entonces te quedas en la habitación para que te lo cambies, yo voy al baño a cambiarme de ropa, dijo Gokú.

Está bien, dijo Milk mientras veía alejarse al joven de cabello alborotado.

Una vez que Gokú entro al baño, la pelinegra se sacó el vestido floreado que llevaba puesto y se quedó con un polo de tirantes y short color rojo.

La pelinegra dejo su vestido sobre una silla junto a su bolso y salió de la habitación hacia el pequeño comedor en donde había unas hamacas.

¡Que lindas¡ pensó la pelinegra mientras se sentaba en una de ellas, al poco tiempo el joven de cabello alborotado llego vestido con un short color azul.

¿Ya estás lista?, dijo Gokú.

Si, dijo Milk poniéndose de pie al tiempo que el joven de cabello alborotado la miro de pies a cabeza.

Pues vamos, dijo Gokú sonriendo mientras tomaba la mano de la pelinegra para salir con ella.

Gokú y Milk llegaron hasta el borde de la playa, la pelinegra tomo en sus manos el agua y se mojaba con ella su rostro mientras el joven de cabello alborotado la miraba embelesado, luego de ello ambos se sentaron en la arena a armar torres con ella.

¿Haber quien hace la torre más alta?, dijo Gokú.

Me parece bien, dijo Milk.

Entonces empecemos, dijo Gokú sonriendo mientras tomaba con sus manos arena húmeda para armar su torre.

Minutos después:

Te gane, decía Milk sonriendo dulcemente.

Si tengo que aceptar mi derrota, dijo Gokú fingiendo tristeza.

No te pongas triste, dijo Milk dulcemente acercando su rostro para besar la mejilla del joven de cabello alborotado que solo sonrió al sentir los cálidos labios de la pelinegra sobre su rostro.

Horas después:

Un par de pelinegros que estaba sentados sobre la arena abrazados miraban el ocaso.

Es hermoso, dijo Milk.

Si, dijo Gokú.

Si es una vista hermosa, el sol al ocultarse y dejar caer la noche en este lugar genera una vista hermosa, dijo Milk con dulzura.

Así es, dijo Gokú mientras acercaba su rostro al de la pelinegra para capturar sus labios y besarla con dulzura.

Te quiero Gokú, dijo Milk dulcemente al separarse de su novio.

Yo también te quiero hermosa, dijo Gokú mirándola dulcemente.

Creo que ya debemos volver a casa, dijo Milk.

Si, tienes razón, vamos a vestirnos y nos vamos, dijo Gokú.

Si, dijo Milk mientras se ponía de pie con la ayuda de su novio quien entrelazo sus dedos con los de ella para entrar a la pequeña cabaña.