Una bella jovencita pelinegra se encontraba sentada sobre su cama leyendo un libro cuando un recuerdo vino a su mente.

-.Recuerdo.-

Un par de jóvenes estaban en una pequeña cafetería platicando mientras bebían unas tazas de café.

¿Por qué?, ¿acaso piensas que no soy atractivo?, dijo el rubio intentando tomar la mano de la pelinegra.

Como dices ello tú sabes que lo eres pero mi corazón no late por ti, creo que cuando alguien te gusta tu corazón debe latir, ¿no?, dijo Milk con calma.

¿Hay alguien que te gusta?, dijo Broly.

Broly será mejor que me vaya, gracias por el café, pero no quiero seguir alimentando ilusión en ti, tal vez lo mejor sea terminar nuestra amistad, dijo Milk mientras se ponía de pie.

-.Fin del recuerdo: Tiempo actual.-

Cuando alguien te gusta los latidos de tu corazón deben acelerarse, eso escuche muchas veces decir a mis compañeras en la escuela y en la preparatoria y debe ser cierto, ahora sé que lo es, Broly es muy apuesto y gentil, yo lo quiero mucho pero no puedo verlo como hombre así quisiera, él es mi amigo, mi hermano, mi corazón no late cuando se acerca a mi o cuando lo veo en cambio Gokú me hace sentir extraña con su sola cercanía, cuando se me acerca o me da un beso en la mejilla mi corazón late muy a prisa además desde que lo conocí personalmente en el crucero no dejo de pensar en él, si con solo verlo por la televisión o por revistas me gustaba ahora que lo veo a diario siento que cada día me gusta más, lo malo es que con el tengo miedo, las cosas que leí de él no son muy buenas, me da temor que solo me quiera como pasatiempo y termine lastimándome además yo no he tenido experiencias previas en el amor y ello me da temor así no podré mantener una relación pues no sé ni cómo actuar frente al chico que me gusta, solo lo evito para que no note mis nervios. Gokú, ¿será cierto todo lo que dicen de ti en las revistas o solo exageran?, tal vez seas muy exigente, tal vez ninguna chica llena sus expectativas y el las termina por ello, pensaba Milk con nostalgia al tiempo que su celular empezó a vibrar.

¿Quién puede ser?, dijo Milk tomando su celular y al ver el nombre de la persona en la que justo estaba pensado su cuerpo empezó a temblar.

Contesta, ¿Qué esperas?, contesta, decía su subconsciente a la pelinegra que de manera nerviosa activo el botón para contestar la llamada.

¡Alo¡ dijo Milk tratando de mantener la calma.

Hola belleza, solo llamaba para pedir un favor, decía el joven de cabello alborotado a través de la línea telefónica.

¿Un favor?, dijo Milk.

Si, dijo Gokú.

¿De qué se trata?, dijo Milk de manera calmada.

Lo que pasa es que no comprendí bien la tarea que nos dejaron y pues quería ver si a la salida de mi entrenamiento en el gimnasio puedo pasar por tu casa para que me la puedas explicar, decía Gokú.

Claro, no hay problema, dijo Milk.

¡Gracias¡ ¡gracias muñeca¡ eres muy buena amiga, decía Gokú mientras la pelinegra sonreía al oír ello.

Gimnasio:
Vas recién en el segundo día de clases y no entendiste la tarea que te dejaron o fue pretexto para ir a ver a esa chica Kakaroto, dijo Vegueta sonriendo.

Fue pretexto, dijo Gokú sonriendo luego de haber dado por concluida la llamada.

Se me hace extraño, dijo Vegueta.

¿Qué?, dijo Gokú

Sera la primera chica que no es del medio público a la que intentas conquistar, dijo Vegueta.

Es que su belleza llamo mi atención además el que no sea del medio público es mejor así no andará cuestionándome nada, dijo Gokú con calma.

¿También la usaras de pasatiempo entonces?, dijo Vegueta.

Si, ya sabes que nunca más volveré a amar, eso ya está decidido seré libre como el viento, así nadie me volverá a lastimar, dijo Gokú.

Bueno si sigues como hasta ahora cerrándole las puertas al amor de seguro seguirás libre siempre, dijo Vegueta.

2 horas después: "Casa Ox"

Un atractivo joven de cabello alborotado sonreía al ver a una bella pelinegra tras una puerta.

¡Hola¡ pasa, dijo Milk con dulzura abriendo la puerta de su casa.

Hola muñeca, dijo Gokú acercándose a besar la mejilla de la pelinegra haciendo que esta se ponga nerviosa.

Pasa, dijo Milk separándose rápidamente de él.

¿Estás sola?, dijo Gokú mientras veía la pequeña sala.

¿Por qué preguntas ello?, dijo Milk intrigada.

Como hay mucho silencio, dijo Gokú.

Es que solo vivimos papá y yo aquí, él ahora está descansando pues tuvo un día muy tedioso en su trabajo, dijo Milk con dulzura.

¿Y tu madre?, dijo Gokú con curiosidad.

Ella falleció cuando nací, dijo Milk con nostalgia mientras tomaba asiento junto a una pequeña mesa.

Lo lamento, dijo Gokú tomando asiento junto a la pelinegra.

No tienes que disculparte, no hiciste nada malo, tú no sabías que era huérfana, dijo Milk con nostalgia.

Mejor te muestro cual es la parte que no comprendí, dijo Gokú con una encantadora sonrisa.

Si, dime cual es, dijo Milk con dulzura.

Esta, dijo Gokú señalando una página de su libro.

Pon atención, te la voy a explicar, dijo Milk dulcemente.

Está bien, dijo Gokú sonriendo.

La pelinegra le explico al joven de cabello alborotado la tarea que él no comprendía mientras este la miraba embelesado sin darse cuenta.

Minutos después:

Y así es como se obtiene el resultado y el balance da positivo, decía Milk con dulzura.

¡Gracias¡ me quedo claro, eres muy buena maestra, dijo Gokú con una encantadora sonrisa.

Qué bueno, fue un placer ayudarte, dijo Milk sonriendo.

En agradecimiento déjame invitarte algo, aún es temprano, dijo Gokú con una encantadora sonrisa que estremecía el corazón de la pelinegra.

No es necesario, dijo Milk con calma.

Milk, por favor, somos amigos, ¿no?, o al menos estamos intentándolo serlo, déjame seguir ganándome tu amistad, yo quiero en verdad ser tu amigo y que tú me consideres así, dijo Gokú.

Está bien, voy a decirle a papá que saldré, dijo Milk.

Ve muñeca, ve, dijo Gokú sonriendo.

La pelinegra fue con su padre mientras el joven de cabello alborotado se quedó mirando una fotografía que estaba sobre la mesa.

Es Milk, dijo Gokú mirando la foto en donde aparecía una pequeña niña siendo abrazada por un gigantesco hombre.

Mientras tanto:

La pelinegra se encontraba en la habitación de su padre platicando con este.

¿Vas a salir?, decía sorprendido el gigantesco hombre.

Si papá, como te dije mi amigo al que le acabo de explicar sobre un trabajo que nos dejaron me quiere invitar algo en agradecimiento, dijo Milk con calma.

Pues ve hija, ve tranquila, me alegra saber que saldrás con un amigo, eres joven tienes derecho a distraerte un poco hija, dijo el señor Ox.

Bueno ya me voy padre, dijo Milk dulcemente antes de salir del lugar.

Luego de hablar con su padre la pelinegra fue a su sala y encontró al joven de cabello alborotado mirando un portarretratos.

Ya podemos irnos, dijo Milk haciendo reaccionar al joven de cabello alborotado.

¡Eh, si¡ estuve mirando la foto, desde niña eras bella, dijo Gokú sonriendo.

¡Gracias¡ dijo Milk.

Y te pareces mucho a tu madre, dijo Gokú mientras dejaba el portarretratos que tenía en la mano en donde aparecían los padres de la pelinegra.

Si mi padre y las personas que conocieron a mamá también me han dicho ello, dijo Milk con dulzura.

Pues es cierto, bueno creo que es momento de irnos, dijo Gokú.

Si, dijo Milk caminando tras el joven de cabello alborotado para salir de su casa.

Tienes una casa muy linda, dijo Gokú mientras se acercaba a su auto.

¡Gracias¡ ¿puedo hacerte una pregunta?, dijo Milk.

Claro, dijo Gokú.

¿A dónde iremos?, dijo Milk mientras subía al auto del joven de cabello alborotado.

A un lugar que te va a encantar, dijo Gokú sonriendo mientras encendía su auto.

La pelinegra miro al joven de cabello alborotado y prefirió no preguntar más.

Minutos después:

Gokú estacionaba su auto en un pequeño local de comida tradicional.

Este es un restaurante en donde te puedes sentir como en tu casa, dijo Gokú sonriendo mientras bajaba de su auto para abrirle la puerta a la pelinegra.

¿Sentirte como en casa?, dijo Milk.

Si, ya entenderás porque cuando entremos, dijo Gokú sonriendo.

El par de pelinegros entraron al pequeño local que estaba decorado con tanta sencillez que transmitía tranquilidad a las personas que entraban a el.

La comida acá es deliciosa y lo mejor de todo es que es un lugar muy privado además de estar rodeado de mucha naturaleza, dijo Gokú mientras detenía sus pasos frente a una de las mesas que casualmente daba a un pequeño acuario.

Un acuario, dijo Milk.

Si y también cuenta con un pequeño vivero, dijo Gokú sonriendo.

No sabía que había un lugar tan lindo en la ciudad, la verdad no salgo mucho, dijo Milk apenada.

No te preocupes conmigo conocerás muchos lugares, claro si lo deseas, dijo Gokú sonriendo.

Milk no dijo nada solo bajo la mirada al tiempo que un mesero se acercó a entregarles las cartas.

La pelinegra miraba los diversos platillos que había en la carta mientras el joven de cabello alborotado hizo lo mismo.

Luego de escoger su platillo hicieron sus pedidos y a los pocos minutos estos llegaron a su mesa.

Está delicioso, dijo Gokú tomando una porción de su platillo con su cubierto para compartirla con la pelinegra.

¿Qué?, dijo Milk.

Pruébalo, dijo Gokú acercando su cubierto a los labios de la pelinegra que abrió su boca para probar lo que el apuesto joven le compartía.

¿Qué te parece?, dijo Gokú sonriendo.

Muy rico, dijo Milk sonriendo.

2 horas después:

Gokú estacionaba su auto frente a la vivienda de la pelinegra.

¡Gracias¡ dijo Milk.

No gracias a ti por aceptarme la invitación, espero y no sea nuestra primera salida, dijo Gokú sonriendo.

Milk solo sonrió ante el comentario del apuesto joven.

2 semanas después:

Ya habían pasado dos semanas desde que Gokú y Milk salieron a comer, si bien no habían vuelto a salir juntos debido a los trabajos que les dejaban en la universidad y a las ocupaciones que cada uno de ellos tenían su amistad había crecido, ambos se la pasaban juntos en la universidad, hacían juntos los trabajos en la biblioteca o en casa de la pelinegra.

Biblioteca:

Un par jovencitos pelinegros platicaban en voz baja mientras hacían un trabajo.

¿El fin de semana?, decía Milk.

Si el fin de semana, me gustaría que mis amigos te conocieran, dijo Gokú sonriendo.

Me estas invitando a tu casa de campo junto a tus amigos, dijo Milk intrigada.

Sí, pero no vayas a pensar que serás la única chica ellos llevaran a sus amigas, dijo Gokú al notar la incertidumbre de la pelinegra.

Bueno siendo así entonces acepto la invitación, dijo Milk dulcemente.

¡Gracias¡ no te vas a arrepentir, ya verás que te divertirás, dijo Gokú mientras se acercaba a darle un beso en la mejilla a la pelinegra.

A la biblioteca se viene a estudiar no a andar de conquistador, dijo un rubio mientras tomaba asiento frente a los pelinegros.

Broly, no es lo que crees, dijo Milk despacio.

Yo solo digo lo que vi, dijo el rubio mientras miraba al joven de cabello alborotado que solo sonrió.

¿Viniste a hacer algún trabajo?, dijo Milk.

Si, vine con mi grupo pero como los vi quise acercarme a saludarlos, ¿y ustedes que están haciendo?, dijo Broly con curiosidad.

Un trabajo, dijo Milk.

Pues a mí me pareció otra cosa, dijo Broly sonriendo.

Broly no empieces con tus cosas, dijo Milk sonriendo mientras el joven de cabello alborotado la miraba y sonreía también.

Horas después: "Gimnasio"

El fin de semana, decían unos jóvenes.

Sí, no querían conocerla, pues la conocerán si van, dijo Gokú con calma.

Claro que queremos conocerla, dijo Yamcha.

Les voy a pedir que lleven a sus amigas o novias para que no se sienta incomoda, ella es muy tímida aunque no lo parezca pues suele mostrarse muy firme, eso la hace encantadora ante mis ojos, dijo Gokú sonriendo mientras sus amigos se miraron entre sí.