capítulo 61
En el momento que tweek regresó a casa se quedó afuera mirando la puerta con preocupación, sin embargo respiró cerrando sus ojos y después sujetó el picaporte para entrar. Le dolía tanto imaginar cuál había sido la reacción de Liam que aún no se sentía preparado para verlo.
Esperó encontrarlos sentados en la sala pero al ver que no estaban ahí supuso que estarían en la habitación del pequeño. Su preocupación desapareció de golpe al escuchar unas risas alegres provenir de ahí, y con curiosidad caminó por el pasillo hasta notar la puerta del cuarto entreabierta. Al asomarse vió a su hijo sobré la cama rodeado de sus juguetes y a craig sujetando el peluche de extraterrestre. Esté fingía tenerlo atrapado.
—Ngh, chicos —hablo tweek haciendo que éstos detuvieran sus risas y lo miraran.
—Hey Tweek —dijo craig con una leve sonrisa.
—¡Papi! —se alegró de verlo de nuevo, extendiendo sus brazos y empujando al mismo tiempo algunos juguetes al suelo.
—Amor —miro a Liam y lentamente se le acercó. El niño se veía completamente tranquilo. En éso miró fijamente a craig y le habló en voz baja— . Espera, ¿Ya hablaste con él?
—Si. Ya lo sabe todo —contestó.
Tweek regresó su mirada al niño y ahora vió que tenía un puchero enojado.
—No me gustó nada que se separaran —expresó en un bufido —. Pero papi dice que es necesario reparar su relación.
—Amm sí cariño. Craig y yo pensamos que es lo mejor —dijo su padre apenado.
—Yo quería que se casaran.
Craig y tweek se avergonzaron al oír éso. Mientras el niño lo decía de lo más tranquilo.
—Pero creo que aún falta mucho para eso —dijo Liam mirándolos.
—Hehe, bueno, no hay porque apresurar las cosas, Liam —respondió craig sacándolos de ese incómodo ambiente —. Que nos queramos no significa que ya estemos listos para dar un paso tan grande.
—Yo creía que sí.
—Hijo, el matrimonio no es cualquier cosa.
Liam se desanimó por completo al escucharlos. En ningún momento vió una señal o se dio cuenta de
que la relación de sus papis empezaba a ser menos amorosa. Sólo una vez los encontró discutiendo en la sala pero aún así se arreglaron al día siguiente.
—Entonces ahora ¿sólo son amigos?
—Ngh si, supongo que sí.
—Yo no tengo ningún problema con eso —añadió craig.
—¿Y nos vamos a seguir viendo? —le pregunto preocupado al hombre—. Después de todo dijiste que siempre seríamos amigos.
Craig mostró una sonrisa comprensiva y colocó su mano sobre la cabeza del niño.
—Siempre y cuando tenga tiempo, podré verlos —dijo.
Liam sonrió feliz de su respuesta y se movió para darle un cálido abrazo. Aunque en el fondo no quería que se fuera, sabía que podía confiar plenamente en él. Todo estaría bien.
Tweek los miraba enternecido, pero también algo triste. Ésto era cómo un tipo de despedida y al final no tenía idea de si volverían o no, si Craig prefería seguir con su tipo de vida independiente, sería un adiós definitivo. Era la primera vez que sentía tanto miedo de perder a alguien. Eso sólo demostraba lo mucho que lo amaba.
Cómo ya era algo tarde Liam tuvo que ponerse su pijama e irse a la cama en cuestión de minutos. Pero no sin antes recibir las buenas noches de sus dos papis, o de su papi y su ya no tan papi. En fin, aún lo consideraba uno así que no le dió mucha importancia y se durmió tranquilamente.
—No pensé que se lo tomaría tan bien. Ngh, parece que si supiste ser cuidadoso con tus palabras —se cruzó de brazos mientras lo miraba. Ambos ya en la sala.
—Al principio no entendía nada lo que sucedía, y me dolió decírselo así tan repentinamente. Fue inevitable que empezara a llorar —contó al recordar su reacción —. Pero Liam es un niño tan comprensivo e inteligente que supo aceptarlo de la mejor manera.
—En parte, se que aceptó los hechos porque confía mucho en ti. Te quiere cómo a un segundo padre así que todo ese respeto y admiración que te tiene le ayudó a entender las cosas.
—Si, y va a estar bien. Siempre lo estuvo incluso antes de conocerme. No tienes que preocuparte.
Las palabras de craig le hicieron darse cuenta de que tenía toda la razón. Siempre luchó por su bebé desde que aceptó cuidarlo y se independizó, y podía seguir haciéndolo, no importaba lo difícil que fuera el camino está vez.
—Gracias por tu apoyo, craig.
La expresión de Craig no parecía aceptar su agradecimiento. Y entendía el porqué, sin embargo lo decía de todo corazón.
—No tienes que agradecer nada —dijo.
—Si tengo —contestó con firmeza —. Sin tu apoyo ya me hubiera vuelto loco desde lo de la cárcel y la custodia de Liam. También lo cuidaste y siempre estuviste al pendiente de él mientras yo estaba lejos, fuiste tan paciente con nosotros que, ngh, ahora me siento terrible cada vez que recuerdo las cosas que te decía.
Craig guardó silencio y lo veía agachar la cabeza arrepentido. Imaginó lo frustrado que debía estar por no darse cuenta antes. Pero tampoco lo culpaba.
—Si fuiste algo insensible algunas veces—dijo el veterinario bastante directo y tranquilo.
Y tweek lo miró con sorpresa
—Pero yo también admito que debí ser más sincero respecto a mis sentimientos, y decirte todo lo que me estresaba en aquel entonces —suspiró pesadamente —. A veces simplemente quiero reprimir todo y se que lo aparento perfectamente. Pero por dentro estaba vuelto un caos.
—Ngh, pero tú no estuviste mal, craig. Fui yo el cabeza dura que no pudo ponerse en tus zapatos ni darse cuenta de lo que sucedía.
—No eres el culpable de todo tweek. Si es eso lo que tratas de decir.
—En ese caso tú tampoco.
—Exacto. No somos perfectos, y las cosas no funcionaron. Sólo hay que aceptarlo y ver si con él tiempo eso cambia —dio por terminado el tema de conversación, queriendo ya irse a descansar.
Tweek se quedó callado y miró la alfombra de la sala detenidamente. Por su reacción supo que ya debía estar agotado de todo esté rollo.
—Si bueno, ya está decidido. Entonces, ¿quieres pasar la noche aquí o…
Craig lo observó, cómo sí la respuesta dependiera de él.
—No tengo problema con qué duermas en mi cama —se pasó una mano por el cabello.
—Mm, ¿en verdad? Pensé que querrías algo de espacio personal —recordó cómo le había pedido que soltara su hombro.
—Nunca dije eso. Además, solo vamos a dormir —dijo. Mañana si quieres, te ayudaré a empacar tus cosas —se ofreció amablemente.
Craig sonrió un poco.
—Sería de gran ayuda. Gracias.
También le sonrió de vuelta y respirando hondo se levantó del sofá.
—Si aún no has comido nada y quieres servirte algo en la cocina antes de dormir, siéntete libre de hacerlo. Yo iré a cambiarme —le informó el rubio.
Craig asintió y después lo vio perderse por el pasillo. Apenas y recordó que no había comido nada desde que salió del consultorio. Tal vez por eso comenzaba a sentirse algo débil.
—Quiero un sándwich —susurro hambriento y poniéndome de pie.
Algo rápido y sencillo de preparar ya que tampoco quería ensuciar mucho.
Mientras en la habitación tweek terminaba de desabotonar su camisa y luego de quitársela buscaba una de sus tantas pijamas para dormir. Tenía toda una pila de estás gracias a los juegos que hacía con su hijo y justo en eso se topó con su pijama negra de constelaciones y planetas, miró la tela con duda y de reojo dirigió sus ojos a la puerta. Recordó el momento exacto en que craig lo beso con tanta intensidad para luego decirle que estaba demasiado cansado para hacerlo. El también lo estaba en aquel entonces pero ahora, ahora tenía cierto deseó.
Y si, sabía que no estaba bien. Ya no mantenían ese tipo de relación.
Sin embargo.
Sin pensarlo mucho escogió la pijama espacial y se colocó las prendas. No sabía exactamente lo que quería lograr, sólo se estaba dejando llevar. Se paró frente al espejo y peinó sus rebeldes cabellos con los dedos. Se veía bastante bien en su opinión. Y aún conservaba un poco el olor a perfume de cuando salió de casa. En resumen no se veía para nada desagradable a la vista de Craig.
Mostrando naturalidad se subió a la cama y tomó su teléfono, leyendo uno que otro correo mientras lo esperaba. Pronto tendría otra reunión en Denver con su jefe y ese gerente idiota. Cosa que sin duda le incomodaría pero aún así mantendría la cabeza fría y trataría de olvidar aquello. El no necesitaba acostarse con nadie para crecer en su profesión. Lo lograría por sí mismo.
Minutos después apareció craig en la puerta y subió la mirada notandolo. Lucía tan atractivo como siempre, y por su ligera expresión de sorpresa supo que a este le gustaba verlo especialmente con ésa pijama.
—¿Ya cenaste? —pregunto tweek.
—Emm si. Ahora me voy a dar un baño —contestó mirándolo, después fue por una toalla y ropa ligera para dormir.
—Ngh, adelante —regresó su vista al teléfono. Fingiendo desinterés.
Craig lo miró al tomar sus cosas y pensó en la posibilidad de estar malinterpretando todo, sólo era una maldita pijama,Dios. No significaba que se le estuviera insinuando ni nada.
Aunque, curiosamente, también se encontraba en una posición lo suficientemente provocativa para él. O tal vez exageraba, ya que sólo estaba recostado de lado mientras revisaba su teléfono. No era para tanto.
Craig salió de la habitación y tweek bajó el teléfono, sin saber si al menos habían llamado su atención de esa manera. Quizás no fue muy obvio o craig era malo captando indirectas. Pero no lo culpaba, eran pistas demasiado discretas.
Tweek bufó medio frustrado. Tenía que esperar un rato más. Pero aprovechando que Craig seguía en la ducha se inclinó y revisó el primer cajón de su gabinete. Se encontró una caja de condones, la cuál ya estaba abierta y vió que quedaban unos dos. De inmediato lo dejó en su lugar y cerró el cajón mientras regresaba a la cama. El rubio se sentó en posición de indio y comenzó a inquietarse. Nunca antes había tenido tanto deseó por alguien luego de romper una relación. Ni por sus ex. Era una locura.
Su corazón saltó en el instante que volvió a verlo entrar a su habitación. Esté ya vestido y secándose el cabello con la toalla.
—¿Pasa algo? —dijo craig al sentir su intensa mirada.
—No, nada, estoy bien.
—Siento que quieres decirme algo.
—Ugh ¿que?
—¿Prefieres que duerma en el sofá?
—Ngh, no supongas cosas que no estoy pensando craig —frunció el ceño. ¿Cómo podía ser tan lento?
—Pues perdón pero tú actitud me confunde a veces. Cuando salimos de la cafetería no querías ni que te tocará y ahora hasta parece que te pusieras esa pijama a propósito.
—Bueno, estaba un poco molesto pero ya lo superé, y ¿que tiene que ver la pijama? —preguntó con falsa inocencia.
—Sabes que adoro verte con esa pijama. Bien sabes lo que ocurre después.
—Exacto. Bien se lo que pasa después—dijo tweek alzando una ceja.
Craig dejó caer la toalla al suelo y lo veía detenidamente.
—¿Tweek?
Esté suspiró apenado y quiso ser más directo.
—Mañana regresas a tu apartamento. Así que está será nuestra última noche juntos —se encogió de hombros.
Eso era claro. Pero entonces eso significaba que, ¿si se le estaba insinuando?
—Nos acabamos de separar —dijo craig, viendo cómo el rubio sacaba rápidamente algo del primer cajón del gabinete.
—Lose, pero tengo muchas ganas de tener sexo en esté mismo momento —declaro tweek mostrandole la caja. Nunca lo había oído decir eso tan directamente —. Aún quedan tres.
Hubo un corto silencio en la habitación. Ambos se veían detenidamente, y luego de eso craig se le acercó. Ni siquiera lo dudo. Luego de oír su confesión necesitaba más aclaraciones. El también lo deseaba de esa manera, y ya que se darían un tiempo lo aprovecharía al máximo. Craig se subió a la cama y busco de inmediato los labios de tweek, besándolo mientras le sujetaba la cabeza por detrás. Los dulces gemidos que soltaba al abrir su boca y volver a besarlo eran música para sus oídos.
—Nhn, se que debes pensar que estoy loco, pero si hay algo que no puedo negar es que el sexo contigo es maravilloso —gimio tweek mientras que el otro metía una mano por debajo de su camisa y le besaba el cuello.
—Lo mismo digo —respondió jadeante y sin dejar de tocarlo.
Tenía toda la razón. Su química había sido tan fuerte desde el primer momento que estos momentos de pasión sólo se volvían más intensos con el tiempo. Sus caricias y besos lo volvían completamente loco y no le importaba si era domado toda la noche por el azabache.
Tweek entrelazo sus dedos en las sábanas y las apretaba con fuerza mientras el otro empujaba rítmicamente en su punto, una y otra vez haciéndolo gemir y sentir el éxtasis cerca.
Y cuando el acto acababa estos no se detenían. Recuperaban sus respiraciones y luego se dejaban llevar nuevamente, sólo que en distintas posiciones y dejando en claro lo mucho que lo disfrutaban. El rubio intentaba no gritar pero sentía que era imposible cuando craig empezaba a golpear más fuerte en su interior. Sus bocas se encontraban y besaban con pasión, intentando callar los excitados gemidos mientras continuaban moviéndose y se acercaban al orgasmo.
Al final perdieron la noción del tiempo, y sus cuerpos agotados y jadeantes acabaron abrazados y cubiertos por la tela. Fue un acto de lo más intenso, y sus mentes estaban casi en blanco cuando cayeron completamente dormidos.
***********
A la mañana siguiente tweek se despertó con algo de dolor en su cuerpo y cómo pudo fue a darse un relajante baño caliente. luego de vestirse fue a la cocina para prepararse un café, y mientras hacía todo eso en completa soledad pensó en su noche con craig. Sin duda se dejó llevar, a pesar de que se acabaron los únicos preservativos que quedaban, simplemente continuaron a más no poder.
—Ngh, fue una locura —susurró el rubio mientras tomaba su taza y le daba un pequeño sorbo.
—Buen día —se escuchó la voz de craig y tweek alzó su vista al notarlo.
Esté se acercaba a la cocina y Lucia cansado.
—Buen día craig.
—¿Puedo? —Se refirió a la cafetera detrás y tweek asintió dándole paso.
—Adelante.
Craig se sirvió café en una taza y al ver a tweek sentado en la mesa hizo lo mismo acompañándolo. Aún procesaba lo de anoche.
—Aún es temprano y además fin de semana. No pensé que te despertarías tan rápido —dijo tweek.
—Creí qué sería bueno empezar a empacar temprano —respondió.
Recordar eso no le alegraba en lo absoluto, sin embargo ya lo había aceptado así que sólo quedaba ser maduro y comprensible.
—Es verdad. Dije que te ayudaría.
—No tengo muchas cosas. Será rápido —le aseguró con una leve sonrisa.
—Ngh si.
Tweek dió un último sorbo y dejó la taza vacía sobré la mesa, seguido se puso de pie y le dijo a craig que iría al baño.
—Tweek, espera—lo llamó y éste se detuvo a verlo.
—¿Si?
—Lo de anoche —hizo una pequeña pausa—. ¿Qué fue exactamente?
El rubio parpadeó y pensó en lo mismo. Ni él sabía exactamente porqué de la nada le invitó a acostarse con él y tener relaciones toda la noche.
—No debió pasar, lose. Yo sólo, ngh me deje llevar, estaba algo excitado y pues, lo necesitaba.
—Yo diría que ambos lo estábamos.
—Ngh si, y no se tú, pero no me arrepiento en lo absoluto.
—Yo tampoco me arrepiento, tweek. Pero sí se supone que quedamos cómo amigos y nos vamos a dar un tiempo, no creo que se conveniente tener sexo con frecuencia.
Tweek le mostró una sonrisa de medio lado antes de dirigirse al baño.
—Nunca dije que fuéramos a ser amigos con derechos ni nada parecido —dijo.
La vergüenza se apoderó del rostro del azabache. Él mismo había llegado a esa atrevida conclusión.
—N-No espera.
Balbuceo queriendo aclarar las cosas, pero no pudo ni terminar al ver que el rubio ya se había ido al baño. No pudo evitar pensar en lo impredecible que era. Primero quería espacio, luego sexo, y ahora, ahora no tenía idea de lo que quería.
***********
Tan pronto volvieron a encontrarse no perdieron más tiempo y fueron directo a la habitación para empezar a empacar. Aunque el rubio fue antes por un par de cajas, mientras que craig comenzaba a sacar toda su ropa del armario, cuando regresó al cuarto vió que ya estaba por terminar.
—Ngh, eres tan rápido doblando la ropa. Voy a extrañar eso.
—Ya te enseñe cómo hacerlo.
—Pues sí pero tú lo sigues haciendo mejor —alzó las cejas.
Craig giró sus ojos, tomándolo cómo exagerado. No es cómo si el rubio no fuera hábil en muchas otras tareas también. No era necesario el halago. En eso cerró la maleta y lo miró.
—Bien. Ya sólo falta lo demás.
—Te ayudo.
Tweek caminó hacia el gabinete y veía cada objeto que le pertenecía a su expareja. Cómo la adorable foto en el marco donde era apenas un niño, al verla sintió lástima de que se la tuviera que llevar. Es que, se veía tan lindo. Al sujetarla la miró con una tierna sonrisa y suspiró, seguido la guardó en la caja y siguió guardando lo demás.
Craig fue a la otra habitación por sus libros, en dónde se encontraba una pequeña biblioteca y puso los suyos en una caja aparte, luego regresó con tweek y lo vio sentado en el borde de la cama, en eso noto que ya había guardado todo. Tal y cómo había dicho antes, sabía que no les tomaría mucho.
—¿Ya está todo? —preguntó tweek viéndolo.
—Si, creo que no se me olvida nada.
—¿Y tu telescopio?
Craig pensó en su preciado objeto y recordó que lo había usado por última vez en la ventana de la habitación de Liam. Por lo que debía estar guardado en algún lado de ahí.
—Debe estar en…
Antes de terminar su oración escuchó unos pasos apresurados desdé la habitación de Liam y en éso vieron al niño en pijamas parado en la puerta. Este con los cabellos despeinados y viendo a craig con preocupación. Y su expresión no fue mejor al ver las cajas en el suelo.
—¡Papi! ¿Ya te ibas sin despedirte de mí? —se acercó al adulto reclamando.
—Oh, Liam. Claro que no, ¿cómo crees eso? —contestó craig viéndolo.
Liam corrió a abrazar sus piernas y tweek miró a craig con una sonrisa apenada. Estos dos eran simplemente adorables.
—Ya empacamos todo menos mi telescopio —le dijo al niño —. Tú sabes dónde está ¿verdad?
—¡Oh, si! Está en el clóset de mi habitación. Voy a buscarlo —recordó perfectamente y en eso salió corriendo de la habitación.
Craig sonreía levemente y después miró al rubio, quién ahora lo veía con expresión interrogante y se cruzaba de brazos.
—¿Qué pasa? —pregunto.
—Ngh, Liam está tan pendiente de ti que hasta siento que soy invisible —comentó el padre algo celoso al ver que ni los buenos días le había dado.
—Bueno, estoy a punto de irme. Es normal ¿no?
—Si, eres su ídolo —exagero esa última palabra mientras le veía desafiante y luego salía de la habitación —. Voy a preparar el desayuno. Si quieres puedes acompañarnos antes de decir adiós.
Craig lo vió salir del cuarto y luego suspiró. No negaba que Liam le tenía un gran aprecio y admiración, era bastante notable.
Segundos después regresó Liam con la caja del telescopio en sus manos, el cuál era algo pesado pero aún así se las arregló para sostenerlo. Craig le agradeció y rápidamente lo ayudó con eso, seguido lo guardaron con cuidado en su respectiva caja y después se quedaron platicando un rato.
Liam no paraba de decir lo mucho que iba a extrañarlo, y que además esperaba con ansias que volvieran a salir los tres juntos como antes. Siempre sería su familia después de todo. A craig le tranquilizó que el niño pensara de esa manera y que confiara tanto en su palabra.
al salir de la habitación se dirigieron a la cocina y el delicioso olor a pan tostado se hizo presente, era tweek preparando la comida y tarareando una pegajosa melodía. Craig lo miró enternecido y accedió a quedarse a desayunar con ellos. Tanto tweek como liam le mostraron una sonrisa contenta y le pidieron que tomara asiento mientras esperaba. la presencia de craig siempre sería bien recibida en esa casa. No era momento de sentir orgullo ni egoísmo a tal grado de menospreciar los sentimientos y esfuerzos del otro. Los dos eran adultos y podían hablar civilizadamente, entenderse, para apoyarse especialmente y llegar a tomar una sabia decisión.
Fue un lindo momento, pero lamentablemente ya era hora de irse.
Tweek ayudaba a subir todo en el maletero del auto y en eso llegó craig sosteniendo su telescopio y liam brincando a su lado. Estuvo por decirle que él se encargaría de las últimas dos cajas pero se calló de golpe al ver como el rubio las levantaba al mismo tiempo y las guardaba como si el peso fuera casi nulo. A veces tweek lograba sorprenderlo con cada cosa pero en este caso lo dejo pasar y agradeció su ayuda. Antes de subirse, Liam se despidió de él con un fuerte abrazo y Craig sonrió mientras le revolvía sus cabellos.
—Espero que te sigas portando bien.
El pequeño asintió.
—¡Si!
—Genial, eres un buen niño, así que no le causes problemas a tú papá ¿si? —le susurró al niño.
—Si papi, no te preocupes. ¿Y sabés que? —le habló en voz bajita, cómo sí le estuviera contando un secreto—. También me encargaré de que no salga con nadie más —dijo.
—Emm, Liam, no es exactamente lo que…
—¡Tu siempre serás mi papi favorito! Nadie más lo será —lo interrumpió al ver que ya su padre se acercaba más a ambos.
—¿De qué hablan exactamente ustedes dos? —preguntó con sospecha.
—Solo me aseguro de que no se vuelva un niño rebelde en mi ausencia —dijo craig mientras el niño le hacía una cara medio confusa.
—Descuida, craig. Lo tengo bajo control —miró a su hijo, el cuál craig dejaba en el suelo, luego observó al de ojos esmeralda y respiró hondo—. Yo, te deseó lo mejor cómo siempre. En tú trabajo y vida personal.
Craig le sonrió tranquilo y en éso lo vio acercarse. El rubio le dio un amistoso abrazo, aunque en su corazón definitivamente se sintió como algo más profundo y amoroso.
—Adiós —dijo tweek separándose de éste y viendo a su hijo para después cargarlo.
Craig los veía detenidamente y luego de decir adiós abrió la puerta y se subió al auto. Los miró por última vez por la ventana antes de pisar el acelerador, y la sonrisa alegre de Liam diciéndole adiós le hizo sentir un extraño vacío. Tweek también sonreía, pero tenía el presentimiento de que en el fondo se sentía igual o peor que él.
Sin embargo debían ser fuertes y empezar a pensar en su propio bienestar, en su salud, y sobre todo en su felicidad.
Ya el tiempo les haría reflexionar y tomar la decisión más importante…
+++Continuará, en el último capítulo+++
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