A la mañana siguiente en la habitación, de no ser por el molesto sonido del despertador, el cuál comenzó a hacer ruido al marcar las siete y punto, craig seguiría hundido en un profundo sueño. Con los cabellos despeinados y una expresión de completa pereza, craig soltó un débil gruñido molesto y cómo pudo estiró su brazo para apagar el aparato. En eso se percató de qué tweek no estaba a su lado, lo más probable es que haya madrugado mucho más temprano que él, cómo de costumbre.

Se sacó las sábanas de encima y se quedó sentado en el borde por unos segundos, mirando el suelo desinteresado y luego se puso de pie, bostezando. La puerta de la habitación se abrió dejando ver a tweek, quien miró a su pareja con una leve sonrisa y después caminó hacia el espejo para verse.

—Buen día, craig —dijo tweek abriendo el primer gabinete y buscando algo entre sus cosas—. ¿Pudiste descansar?

—Eso creo, cariño... —respondió con voz cansada, luego un olor de perfume inundó sus fosas y observó a su pareja, este ya se encontraba arreglado y terminaba de acomodarse la chaqueta —. Emm, ¿ya vas de salida?

—Si, tendré una rápida consulta con el pediatra y luego dejaré a liam en el kindergarden —le informó.

—Y... ¿No quieres que te acompañe?

Tweek dejó su reflejo y lo miró a los ojos, respirando tranquilo y notandolo extrañado.

—Prefiero que te des un relajante baño y que luego de arreglarte desayunes con calma. Nosotros ya nos vamos, y tu tienes que estar en el consultorio temprano.

—No tengo problema con llegar algo tarde al consultorio, tweek —expresó sereno —. Sólo dame unos quince minutos y...

—Te digo que no será necesario —negó con firmeza y craig se le quedó viendo. El rubio se veía bastante seguro de lo que decía —. Ngh, escucha, no quiero que te sientas obligado a acompañarnos a cualquier lado que vayamos cuando es obvio que también tienes cosas que hacer. Sólo te estoy dando algo de espacio, ¿está bien?

Craig parpadeo al oírlo, y se acercó más a él para asegurarse de que estaba escuchando bien. Aunque ya era claro.

—... Pero no te pedí espacio.

—Si, perdón, creo que la palabra adecuada era tiempo... —corrigió mirando sus ojos esmeralda.

—Mm, ya entiendo. Es por lo que te dije ayer, ¿no?

—No es sólo por eso, craig. Y no quería decírtelo directamente a la cara, pero sabía que tarde o temprano te agobiaria esto de ser papá —fue honesto con su novio y en eso le sonrió.

—¿Qué? ¿Crees que no puedo con esto? —se sintió algo ofendido por su sonrisita de superioridad.

—No dije que no, pero aunque ya hayas aprendido algo sobre paternidad esto sigue siendo algo nuevo para ti. Es una tremenda responsabilidad, una que en más de una ocasión te estresara hasta los huesos.

—...

—Ayer estabas estresadisimo, ¿Crees que no lo note?

Craig soltó un ligero chasquido.

—... Pues si, lo estaba. No es tan sencillo tener que trabajar todo el día y encima estar al pendiente de una pequeña criatura, que además tiene la energía de tres niños juntos. 

—Y lo entiendo muy bien, soy el papá después de todo.

—Si, se que lo has cuidado desde que era un bebé, y que eres todo un experto en el tema. Pero ¿sabes? el trabajo y la paternidad no son las únicas cosas que pueden llegar a estresarme —dijo craig viéndolo muy profundamente a los ojos.

Tweek no admitió nada, pero tampoco respondió de mala manera. Únicamente suspiro y en eso le dio un simple beso en la mejilla, separándose lentamente.

—Voy a encender el auto... Te veo más tarde ¿si? Ah, y despidete de liam que ya debe estar terminando su emparedado —Al decir eso se dio la vuelta, caminó hacía la puerta y salió del cuarto dejandola entreabierta.

Craig veía detenidamente la puerta y pensó en lo que acababa de decirle. Prácticamente que su actitud paranoica lo estaba hartando. Tal vez no fue directo, pero seguramente tweek lo había captado.

El hombre salió de la habitación y se dirigió hacía la sala seguido a  la cocina, en donde liam bebia de su vaso de leche y al terminarlo lo miró con una sonrisa contenta.

—¡Papi! ¿Te quedaste dormido? —dijo el pequeño.

—Jeje, no hijo. Más bien tu papá te despertó más temprano de lo usual.

—Oh... ¿Entonces no vendrás con nosotros? —preguntó al verlo aún con su pijama puesta.

—Tal parece que no, hijo. Portate bien ¿si?

El niño asintió felizmente y dejó el vaso sobre la mesa. Mientras craig le revolvía cariñosamente el cabello con la mano haciéndolo reír.

—Liam, cariño, ya vámonos —se escucho la voz de tweek desde la sala y el pequeño castaño obedeció.

—Sii. Adiós papi, saluda a stripe, ratoncito y los pecesitos de mi parte —Liam se despidió de craig abrazando su pierna, y craig se enternecio por eso. Después corrió hacia su padre en la sala.

Craig se asomó desde la cocina y los vio salir. Antes escuchando a su pareja decir: "Tu desayuno está en el microondas" él sólo agradeció y cuando la puerta se cerró sintió un extraño pero relajante vacío. Le recordaba a todas sus mañanas cuándo aún vivía en su apartamento.

Cuando su única preocupación era seguir aprendiendo todo sobre veterinaria y atender bien a sus peludos pacientes, y nada más.

De repente recordó a los cachorros de la tienda de marsh, es cierto, debía salir lo antes posible al consultorio, una vez ahí preparar todo su equipo y luego irse al centro. No podía dejar pasar ese compromiso.

Sin perder más tiempo fue a darse una caliente ducha y después a vestirse. Mientras se colocaba la chaqueta busco su laptop, la cuál estaba sobre el gabinete a un lado de la cama, este la sujeto y la guardo en su bolso, también tomó las llaves de su auto y por último su teléfono, el cuál casualmente comenzó a sonar. Craig observó la pantalla, dándose cuenta de que era stan.

—Si, si iré marsh, tranquilo. Primero tengo que ir al consultorio para buscar mi equipo y de ahí salgo para el centro —decía este saliendo de la habitación y yendo hacia la cocina.

En tanto hablaba con su amigo sacó su desayuno del microondas y también se sirvió un poco de café. Al sentarse y darle el primer sorbo hizo una expresión medio amarga. Vaya que a tweek le encantaba hacer demasiado fuerte el café.

—Estaré allá a las ocho... O tal vez ocho y media... Tsk, no me apresures Marsh, apenas estoy desayunando. ¿Sabés que? Mejor te veo a las nueve. Adiós —replicó para después colgar la llamada.

Cuando craig salió de casa y se subió a su auto noto al cartero dejando la correspondencia en la puerta. Pensó en regresar y ordenar el papeleo, sin embargo ya se le estaba haciendo tarde, y seguramente tweek se haría cargo, así que sin más encendió el auto y empezó a conducir.

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Tweek mantuvo una larga conversación con el pediatra en presencia del niño, quien se removia aburrido en su asiento mientras los oia. Craig ya lo había puesto al tanto sobre el tdha del pequeño, incluso le mostró todos los resultados médicos, pero a pesar de ello el rubio quería escuchar todo de la boca del médico profesional.

El ambiente le traía uno qué otro recuerdo de su infancia, sólo que ahora en lugar de él se trataba de su pequeño hijo. Por suerte él no era el tipo de padre que ignoraria la condición de su hijo. A diferencia de su terrible padre, él jamás dejaría a su bebé sólo y haría todo lo posible por darle el mejor tratamiento.

Una vez salieron de la clínica, tweek llevó a liam al kindergarden. Se despidió del pequeño con un tierno abrazo y beso en la cabeza y lo vio entrar al colorido kinder junto a sus demás amiguitos, incluyendo a la adorable hija de francis, quien apenas al ver a liam le sujetaba la mano y se iban juntos.

—Si que se llevan bien esos dos —comentó Francis a un lado del rubio.

—Si, son muy buenos amigos —concordo el de ojos celeste.

—Si... Amigos, jeje —recalcó el castaño, mostrando una disimulada sonrisa de medio lado.

Tweek le miró con sospecha.

—¿Qué? ¿No crees que que puedan ser buenos amigos? —alzó una ceja.

Francis rasco su nuca por lo que iba a contar.

—Pues... Digamos que emily no lo considera un simple amigo.

—... ¿De qué hablas?

—Ella dice que es su novio.

—Ngh ¿qué? —expresó con sorpresa.

—Y creo que en verdad le gusta, porque es de lo primero que me habla cuando llegó a casa.

Tweek trató de procesar lo que francis confesó, y parpadeó sin entender. Su bebé aún era demasiado pequeño para esas cosas.

—Por buda, ¿Cómo crees que va a estar hablando en serio, francis? Tu hija apenas tiene cinco. Además, liam no me ha contado nada sobre una supuesta relación —pensó dudoso en su pequeño.

—Quizás le avergüenza decírtelo. Y no porque sean pequeños significa que no puedan sentir un gran cariño inocente el uno por el otro —dijo el padre con tranquilidad —. Hazte la posible idea de que seremos consuegros.

—No, eso no pasará.

—Oh vamos ¿por qué? —se reía burlesco por la actitud de su compañero.

—¡Porqué esa niña obviamente no habla en serio! Ugh, de todos modos tendré que hablar muy seriamente con liam cuando salga.

—Oye, en todo caso debería ser yo el que esté alarmado. Es mi princesa, y que un día de la nada me salga con que tiene novio, y que encima es tu hijo, no es algo que...

—¿Qué tiene de malo mi hijo, eh? —le miró de inmediato con él ceño fruncido.

—Pues nada, pero sigue siendo un chico, y...

—Pues tu hija tampoco me parece tan buen partido para mi liam —defendió sin razón a su adorado hijo y Francis se sintió algo ofendido.

—¿Qué dices? Mi hija es lo más perfecto de este universo. Tu hijo en cambio...

—No te atrevas a insultar a mi hijo, francis... —le advirtió con una mirada fría —. Lo digo en serio.

Francis se quedó callado y luego soltó una risita nerviosa, no se esperaba esa reacción. Y de todos modos, ¿a donde rayos iba esta discusión de hijos?

—... Tranquilo, ¿por qué razón insultaria a un pequeño de cuatro años?

—Ngh, ¿y por qué terminamos discutiendo?

—Por una supuesta relación entre dos niños de kinder. Se oye tan tonto cuando lo digo...

—Ugh, perdón es que me sorprendió mucho la noticia —se apeno el rubio.

—... Pues si lo sobreproteges así de las chicas estando apenas en el kindergarden no me quiero imaginar a futuro —lo observó algo temeroso.

—Mi liam aún es demasiado tierno e inocente, no quiero que ninguna arpía lastime  su corazóncito —exageró el padre y Francis lo veía en silencio —. Sin ofender.

—Ju, descuida... De todas formas, y siendo sincero, tampoco creo que emily este enamorada en serio. Son sólo cosas de niños.

—Si, cosas de niños, así que sería bueno que también hablaras con tu hija, y le aclares de una vez qué liam no tiene permitido tener novia hasta los quince años —dijo el estricto padre, con la intención de darse la vuelta e irse a su auto.

—Cómo digas, tweek. Hasta pronto —giro sus ojos al ver su espalda.

Pero en eso el rubio se detuvo, recordando algo, luego se volvió a dar la vuelta y se le acercó al castaño, quien le miraba de nuevo.

—Emm... ¿De casualidad no tendrás el número de alguna buena niñera? —preguntó interesado.

Francis sonrió vacilante. Tweek era alguien muy especial, pero ahora que lo pensaba bien no sabía si tendría la paciencia suficiente para convivir con alguien así.

                          ***********

Tweek regresó a casa luego de escuchar algunas recomendaciones de francis. Estacionó el auto en el garage y al bajar camino hasta la puerta, donde observó el montón de cartas y documentos en el piso, esté se agachó a recogerlas de inmediato y luego se adentro a la casa, viendo una que otra hoja. Nada fuera de lo normal, sólo recibos de luz, agua, gas. Etc. También había una factura aparte de algo que no sabía exactamente que era.

Tweek la leyó detenidamente y su expresión curiosa pasó a ser más confusa.

—... Es un recibo de pago, del apartamento de craig... Pero, Ngh, ¿que? —tweek lo leyó nuevamente y noto que el pagó efectivamente era reciente.

Tenía la esperanza de que fuera un recibo viejo que llegó por equivocación a la nueva dirección de craig. Pero, ¿cómo no se dio cuenta antes? ¿craig recibía el correo y escondía ese documento en específico para que no se diera cuenta? ¿Por qué razón craig seguía pagando su viejo apartamento?

Acaso...

Acaso ¿craig tenía pensado regresar a su apartamento en algún momento? De sólo pensar eso el corazón de ardió y su saliva al tragar se volvió amarga.

¿Craig tenía planeado dejarlos?

¿Se estába hartando de tener este tipo de vida?

"¿Sabes? El trabajo y la paternidad no son las únicas cosas que pueden llegar a estresarme"

Tweek recordó las palabras de craig esa mañana y sus manos comenzaron a temblar. Tenía razón, el mismo lo estaba alejando. Pero trató de no pensar en lo peor, seguramente había otra razón por la qué craig seguía pagando su alquiler.

¿O no?

Tweek bajo la hoja y respiró profundo.

—... Creo que necesita más tiempo. Y de alguna manera se lo estoy negando —se dijo un poco más tranquilo y serio —. Tengo que hablar con él primero. Ngh, necesito que me explique esto.

Dejó las hojas sobre la mesita de centro de la sala y se fue a su habitación.

Si la respuesta era la que se estaba imaginando, el definitivamente le ahorraría el trabajo de recoger todas sus cosas e irse. Pero quería escucharlo antes de su propia boca.

Continuará...