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Capítulo 44

Tweek le indicaba a craig en donde se localizaba el jardín de niños mientras este lo escuchaba y obedecía tranquilo, liam jugaba aún con su peluche detrás y al estar ya en una ubicación lo suficientemente correcta según tweek, craig se estaciono y apago el auto, miró al rubio a su lado y en eso ambos abrieron la puerta para salir, esperaron pacientemente a que el niño bajara también y luego lo acompañaron hasta la entrada, en donde se encontraba una de las maestras recibiendo con una amable sonrisa a cada pequeño que llegaba.

—Pero miren a quien tenemos aquí, es nuestro nuevo amiguito liam ¿no? — le habló cariñosamente la mujer, inclinándose un poco para saludar al niño, pero este se veía algo tímido y sólo abrazaba más a su peluche.

—Liam, saluda correctamente a la maestra — le pidió tweek mirándolo.

—... Hola maestra — solto liam con voz bajita al escuchar a su papá. Ya le había prometido portarse bien y estaba haciendo su mejor esfuerzo para que este no se volviera a enojar y se olvidara de su castigo.

La maestra sonrio con ternura.

—No tienes que preocuparte por nada liam, estoy segura de que te vas a divertir mucho y sobretodo aprenderás muchas cosas en nuestro jardín.

—Nhn bueno... — bajo su mirada apenado, luego se volteo a mirar a sus dos papis, en ese momento sólo quería abrazarlos y pedirles que lo llevarán con ellos, pero ya no había vuelta atrás, debía quedarse en esta colorida casa con otros niños — Ugh papis...

La pareja sonrio de manera comprensiva a su hijo, entendían su pequeña inseguridad, pero ya era momento de despedirse.

—Te ira bien hijo — dijo craig acercándose más a este y agachandose a su altura — y seguro que haces unos cuantos amigos, ya no vas a aburrirte tanto mientras nos ves trabajar, eso es bueno — comentó tocandole la cabeza y revolviendo su rebelde melena castaña.

El niño rio alegre y se sintió muchísimo mejor, confiaba plenamente en las palabras de su papi. Luego miró a su otro papi, quien se acercó lo suficiente para darle un fuerte y paternal abrazo, al mismo tiempo que le daba un cariñoso  beso en la frente y lo veía a los ojos.

—Te amamos mucho cariño, mucho mucho — le sostenía los hombros mientras hablaba y sonreía — y ahora... Ve allá dentro y portate muy bien ¿si? Pasaré por ti más tarde.

—Si papi — asintió sonriente, sostuvo firmemente su peluche y seguído se dio la vuelta para correr hacia dentro, dándole una última mirada a sus papás y despidiéndose con una sola mano.

Tweek y craig se despidieron de igual forma y luego lo vieron irse con los demás niños. Este sería un nuevo cambio en la vida de su hijo, y querían que le fuera lo mejor posible.

—Que niño tan obediente — les comento la mujer algo sorprendida — la mayoría de los niños que vienen aquí no dejan de llorar el primer día, son situaciones muy difíciles de manejar jeje.

—Bueno, es que siempre le estoy diciendo a mi hijo cómo es que debe comportarse, así lo eduque, así que si, el sabe que eso de hacer berrinches no está nada bien — contestó el rubio.

—Ya veo... Se ve que usted es un buen padre — dijo esta sonriendo.

Y tweek por supuesto se sintió de lo más orgulloso.

—Si... Si lo soy, gracias — respondió con una sonrisa alagada.

—Cuidado, está alimentando terriblemente su ego paternal — comentó el azabache con una sonrisa burlona y mirándolo.

—Ngh pero que dices — le golpeó suavemente su brazo y escucharon a la mujer reír.

—Jeje bueno, yo tengo que ir con los pequeños ahora. Que tengan un bonito día y con permiso — sonrio la maestra, despidiéndose de estos y adentrándose al preescolar.

—Espero que mi bebé pueda acostumbrarse rápido al preescolar — pensó tweek en su pequeño, algo preocupado mientras caminaban hacia el auto. Al principio no pensó demasiado en eso pero ahora que lo había dejado sólo en un lugar que no conocía estaba teniendo dudas.

—Tranquilo amor... Liam ya no es tan bebé, y va a acostumbrarse ya veras.

—Ngh liam siempre será mi bebé — le recordó claramente y craig suspiro, eso ya lo sabía muy bien.

—Está bien amor — se escuxo con ambas manos enfrente en señal de paz — entonces... ¿Quieres que te lleve a casa o necesitas ir a algún otro lado?

Tweek pensaba en eso hasta que noto la presencia de su nuevo compañero, Francis y su hija se acercaban con algo de prisa y este se detuvo a verlo.

—Tweek, Buenos días — saludo el hombre al ver al rubio y al hombre que lo acompañaba, mientras craig lo veía en silencio y luego a su pareja, al parecer se conocían.

—Hola Francis — respondió sereno a su saludo.

—¡Hola señor! — saludo también la niña y tweek le mostró una linda sonrisa.

—Hola linda, liam ya esta dentro con los demás — le hizo saber a la pequeña.

—¡Que bien! ¿Entonces hoy si se quedará?

—Así es.

La niña sonrio ampliamente y miró a su papá.

—Mira papi, ya todos llegaron, soy la última.

—Lo sé cariño, se nos hizo un poco tarde, así que date prisa y ve con tu maestra.

—Si, pero antes mi abrazo de despedida — la niña alzó los brazos en su dirección y el cariñoso padre la abrazo, despidiéndose de ella para después verla correr con prisa hacia la entrada.

—Que tierna  — dijo tweek enternecido y en eso miró a craig — Ah cierto amor, el es Francis... Es un compañero de trabajo. Francis, el es craig, mi pareja... — presentó al otro y el azabache lo observo.

—Entiendo...  — respondió tranquilamente el azabache, metiendo ambas manos en el bolsillo de su chaqueta.

—Es un gusto craig — por educación le extendió la mano en modo de saludo y craig correspondido sin problema.

—Y... Entonces se conocieron en una de sus reuniones o...

—En realidad es una historia graciosa, fue en el centro comercial y... — empezó a a decir Francis y tweek lo interrumpió.

—¡Hay detalles que no son necesarios contar! jeje — dijo el apenado rubio, sabiendo muy bien lo que diría el otro, y no quería recordar tan vergonzoso momento.

—¿Por qué no cariño? — cuestionó el azabache mientras lo veía extrañado.

—Pues porque es una larga historia y ya son más de las ocho, ya deberías de estar en el consultorio.

Francis captó la indirecta de que este no quería que su pareja se enterara, por lo que guardo silencio.

—... Si, es verdad, se me hace un poco tarde — pensó este y miró al castaño — lo siento pero ya tenemos que irnos, quizás podríamos hablar en otra ocasión con más calma.

—Ah... Seguro.

—Ya lo decidí, llévame a casa — le habló al azabache mientras se dirigian al auto, pero Francis hizo un comentario que alertó al rubio.

—Emm... Tweek, falta poco para que la reunión con los gerentes empiece, si quieres podemos irnos en mi auto y el podría irse sin problemas a su trabajo — se ofreció a llevarlo.

—Ngh ¿reunión? ¿De qué reunión hablas? — lo miró con sorpresa.

—Les envié un correo anoche ¿no lo revisaste?

—Ngh, si lo hice pero no vi nada sobre una reunión hoy.

—Oh vaya... ¿Me habran dado el correo equivocado? — rasco su nuca apenado — que suerte que te encontré aquí para avisarte, ya deberíamos irnos.

—Ugh pero...

En eso el teléfono de craig comenzó a a sonar y este lo sacó de su bolsillo para responder.

—¿Hola?

—Craig, soy Thomas ¡perra barata! Ugh ¿ya estás en camino? butters y yo te estamos esperando, los clientes empiezan a llegar — hablo el rubio oscuro con algo de nervios.

—Lo siento, es que fui a llevar a liam al preescolar ¿que atención necesita la mascota del cliente?

—Su vacuna y otra revisión aparte... — le informo al azabache, mientras veía de reojo al perrito en brazos de su dueño.

—¿Puedes hacerte cargo de eso mientras estoy en camino?

—¿Yo? ¡Digo! Ngh si, si creo que puedo hacerlo.

—Se que puedes, confío en ti — le dijo confiado y el chico se quedó en silencio, apretado un poco el teléfono y respirado hondo.

—Si... Está bien craig, dejamelo a mi — respondió este.

—Perfecto, los veo allá.

Craig sonrio levemente y después colgó.

—¿Ocurrió algo?

—No es nada, pero ya tengo que irme al consultorio cariño.

—Bueno, en ese caso tendré que Aceptar la propuesta de francis — dijo el rubio sin más opción, según francis la reunimos sería dentro de poco y no le daría tiempo de ir por su propio auto en casa.

—No tengo problema con llevarte a casa cariño.

—Ngh no es necesario, no quiero perder tiempo llenando el tanque, iré con Francis tu descuida — le dijo a su pareja y después miró al castaño — iré a sacar unas cosas del auto, ya regreso — le dijo a Francis quien asintió sin problema.

Francis lo veía alejarse con una pequeña sonrisa y perdiéndose por un momento en su figura, le era inevitable sentir algo de atracción por el atractivo rubio, cosa que craig noto y no perdió la oportunidad de soltar un comentario.

—Te gusta observar el lindo paisaje ¿eh? — hablo sarcástico y llamando de inmediato su atención.

—Oh, no, yo no... — balbuceo con algo de nervios, lo había cachado en el acto.

—¿Eres casado Francis? — pregunto alzando una ceja y el castaño se mostró un poco más serio.

—No.

—Entonces eres padre soltero — se dio cuenta y miró a al rubio y de reojo

—Si, sólo eso — admitió sonriendo levemente.

—Y gay, por lo que parece...

—Jaja tranquilo, no se que estés pensando, pero si tanto te interesa saberlo, me inclino hacia los dos lados — le confesó sonriendo y dándose la vuelta — Adiós craig... — se despidió el castaño alejándose hacia su respectivo auto.

—... Joder Dios, no me des más competencia ahora por favor — susurró al azabache agotado y luego camino hacia su auto, abrió la puerta para entrar, y en eso miró a tweek quien aún guardaba algunas cosas en su mochila.

—Ten cuidado con ese tal Francis cariño, se nota que te tiene el ojo puesto... — comentó el azabache viéndolo.

Tweek parpadeo un par de veces y lo miró.

—Francis es sólo un amigo que le gusta bromear jeje... No te preocupes — le aseguro con una sonrisita.

—... Si, pero a diferencia de tus otros ex y pretendientes, este tiene una hija.

—Ngh ¿y que con eso?

Craig estaba por responder a su pregunta pero prefirió callarse, no era bueno tener inseguridades a estas alturas.

—... No, no nada olvidalo estoy pensando puras estupideces — se arrepintió de inmediato y se olvidó de esos pequeños celos que crecían en el.

—Amor... — se acercó a su rostro y le acaricio cariñosamente la mejilla, haciendo que este lo mirara a los ojos — Ni aunque me lluevan diez mil pretendientes nuevos dejaré de fijarme en el maravilloso hombre que eres ¿y sabes por que?

—Lo acabas de decir cariño... Soy maravilloso — respondió con una pequeña sonrisa tranquila.

Tweek rio por eso y seguido le planto un largo beso en los labios, beso que craig correspondió de inmediato y le siguió el ritmo hasta que se separaron por la falta de aire.

—Te adoro — Tweek le acuno el rostro con las manos y craig las toco suavemente, acariciandolas al mismo tiempo.

—También te adoro... Cuidate mucho ¿si?

Ya para despedirse el rubio le dio un último beso y después salió del auto mientras tomaba su mochila, craig lo veía alejarse desde dentro del vehículo y se quedó pensativo.

Ahora que su hijo y esa pequeña eran amigos era posible ver más seguido a ese tal Francis. Definitivamente trataría de ignorar esos pensamientos celosos y lo vería más como el amigo molesto de tweek, quien sólo se ganó su amistad por la relación inocente de sus hijos.

Ya en el consultorio, craig se encontró con tres personas esperando a que fueran atendidas y a butters en su escritorio de recepción, el rubio lo saludo cómo de costumbre y siguió con su trabajo. Al entrar a su oficina vio a thomas acariciando a un lindo cachorro y hablando con la dueña de este, luego anotó algo en un papel, le puso su sello y se lo entregó.

—Gracias por todo doctor — agradecido la mujer mientras cargaba su cachorro y después se retiraba de la oficina. Craig se hizo a un lado para que esta saliera y en eso miró a Thomas.

—¿Te la estás pasando bien? — se acercó al chico, quien rasco su nuca apenado y sonreía.

—Si jeje, hacía ya tiempo que no hacía una consulta ¡mierda! Ugh ¿cómo te fue con tu hijo? — pregunto mientras lo veía quitarse la chaqueta.

—Mm mejor de lo que esperaba. Que liam no sea de esos niños berrinchudos y llorones me hace las cosas más fáciles — le respondió.

—Ya veo... Que suerte tienes ¡puta de mierda!

—Si... Todo un suertudo — alzó sus cejas sin darle demasiada importancia a eso, luego tomó una de sus camisas de veterinario, al igual que una bata y se empezó a quitar la camisa que traía puesta.

Thomas no pudo evitar sonrojarse al ver su torso desnudo y bajó la mirada de golpe, escribiendo disimuladamente en la hoja de papel.

—... Oh mierda, deje a stripe en el auto — maldijo craig por lo bajo y Thomas lo observo nuevamente.

—Agh ¡hijo de puta! Si quieres yo voy por el Ngh — se ofreció rápidamente el chico a ayudar, levantándose de la silla y rodeando el escritorio.

—Te lo agradecería.

—No es problema jeje — dijo el chico que apuntó de salir.

—Hey, espera — lo llamo y este se detuvo.

—¿Si?

—Toma la llave ¿cómo pensabas abrir? — le dijo el azabache tomándolas y lanzandolas en su dirección.

Thomas las atajo, algo avergonzado y asintió rápidamente, se sentía muy estúpido en ese momento.

—Asegurate de colocar bien el seguro — le indico.

—Si, no te preocupes — contestó para después salir.

Craig ignoro por completo su nerviosa actitud y terminó de vestirse. Fue cuestión de minutos para que Thomas regresará con la jaula de estripe en sus manos y la colocará encima de la otra mesa.

—Gracias Thomas — dijo craig mientras tecleaba en su laptop.

—No hay de que ¡Descuidado de mierda! — se tapó la boca un poco y bajo la mirada.

—... ¿Eso fue apropósito? — se detuvo a verlo.

—Ngh no ¡claro que no! P-Perdón.

—No es necesario que te disculpes, pero a veces tus insultos si que van muy de acuerdo a la ocasión ¿no es interesante?

—Más bien humillante — expresó este con descontento.

—No digas eso.

—Sabes que lo es... Y me costó mucho aceptarme así cómo soy, creo que... Deberías saber lo que se siente para darte cuenta.

—Pues si yo tuviera tourette sería genial.

—Nhn no empieces con eso.

—Es en serio, pero en fin, creo que no pensamos igual — le sonrio un poco.

—Si, definitivamente no — suspiro.

—Ah por cierto ¿donde dejaste a Cervero? Creí que aún lo cuidabas — pregunto curioso.

—Philip y damien regresaron hoy temprano, así que ya no necesitan que lo cuide.

—Vaya... ¿Ocurrió algo?

—Al parecer philip comió algo vencido sin querer en un puesto de comida barata y enfermó, por eso regresaron — le contó mientras se encogia de hombros.

—Que pena por el... Pero en fin, ya es momento de trabajar ¿puedes decirle al siguiente cliente que pase por favor?

—Si... — respondió calmado y saliendo de la oficina.

Thomas quería concentrarse Únicamente en su trabajo, y eliminar esos molestos sentimientos en el para siempre, no era correcto y le avergonzaba no haberlos superado aún, creyó ingenuamente que después de su reencuentro lo vería cómo un simple amigo y ya, pero la atracción era tan fuerte que le estaba jugando una mala broma.

"Si no dejo se sentirme así pronto tendre que decírselo y ya, no puedo seguir reprimiendo mis sentimientos" — pensó Thomas inseguro. Craig ya tenía pareja y seguro le iba super bien, sabía que sólo se humillaria a el mismo con decirselo, pero estaba cansado, tenía que quitarse ese peso de encima.

                       *************

Más tarde en el preescolar, liam jugaba y reía con sus nuevos compañeros de clase y se dio cuenta de que el lugar no era tan malo con pensaba. Habían colores de crayones, cuadernos con dibujos para colorear, y sobre todo, muchos juguetes, también le agradaba su maestra, era linda y alegre con ellos, hasta le hizo un dibujo y lo pego en la pizarra con los demás dibujos.

Sin embargo habían niños que no les gustaba compartir y le arrancaban cualquier juguete de las manos, otros que se quejaban y lloraban por todo o Rayaban su hoja de papel, pero a liam no le importaba demasiado eso, el pequeño sólo le decía a su maestra lo ocurrido y está le ofrecía la solución, no entendía porque algunos niños eran tan egoístas y mal educados.

Y cuando el reloj marcó la hora de la salida, todos los niños corrieron a recoger sus mochilas y luego salieron del aula con prisa, saliendo al lugar en donde ya sus padres los esperaban para recogerlos. La maestra seguía parada en la puerta del aula, viendo a los niños retirarse con sus padres, sin embargo está se sorprendió un poco de ver a liam aún en el aula, este recogiendo juguete por juguete y colocándolos en sus respectivos lugares.

—Liam, jeje ya es hora de irse, no es necesario que recojas tu sólo todo este desorden — le habló al niño y este la miró.

—Pero maestra... Mi papi siempre dice que no hay que dejar los juguetes tirados por ningún lado, y que siempre hay que ordenar todo después de jugar — le contó el pequeño y la mujer se le quedó viendo, mostrando una dulce sonrisa y acariciandole cariñosamente el cabello.

—Es bueno que te guste ser ordenado liam... Pero en este caso todos debieron haber ordenado, no te dejaré aquí sólo hasta que termines de ordenar, te ayudaré y mañana lo haremos todos ¿si? — le sonrio.

—Sii — sonrio igual.

Mientras tanto afuera, tweek esperaba algo impaciente y veía a los demás padres salir con sus hijos, incluso Francis recibió a su hija con un cariñoso abrazo y fue a comprarle un helado mientras los esperaban. El rubio inquieto estaba a punto de entrar, pero se detuvo al ver a la maestra salir junto con su querido hijo de la mano.

—Papii — exclamó el niño corriendo hasta el.

—Ngh mi amor — Tweek lo atajo con un fuerte abrazo y lo cargo en brazos, besándole la frente y hablándole con cariño — ¿Estás bien cariño? Te tardaste en salir.

—Estoy bien papi ¡me diverti mucho!

—Que alegría que da escuchar eso mi amor — lo abrazo nuevamente.

—Señor tweak — hablo la mujer y el rubio la miró.

—Ugh maestra ¿por qué se tardo más en salir? ¿Pasó algo?

—No se preocupe todo está perfecto, pero su hijo...

—¿Que pasa con mi hijo?

—Hablemos sobre el un momento...

Continúara...






                               











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