A pesar de que Cervero aparentaba ser un perro de lo más agresivo era todo lo contrario, y resistirse a una molesta inyección era lo normal, después de todo los animales no eran tontos y ya sabían para que sus dueños lo traían a ese tipo de lugares, algunos definitivamente le tenían pánico a los veterinarios pero por suerte craig podía entenderlos y sabía controlar la situación, además de que Cervero ya le tenía la suficiente confianza.

Después de aplicarle la inyección a Cervero craig guardo la muestra de sangre en un pequeño envase para luego hacer los análisis y siguió revisándo al perro con cuidado.

—¿De dónde conoces a phillip? — busco algo de conversación y Thomas lo miró.

—Ah... Ugh, es un viejo amigo de la infancia.

—Mm ya veo... — respondió tranquilo, mientras le acariciaba la cabeza a Cervero — bueno, creo que ya es todo... Cervero está recuperándose normalmente de la operación y los resultados estarán listos para mañana.

—A phillip le dará gusto oír eso — sonrio contento por el perro y su amigo.

—No lo dudo ¿cuando regresan de su viaje?

—Mañana por la tarde ¡puto! ¡Reputo!

—... Bien, pues cuidalo bien entonces... Aunque ya se que lo harás.

—Jeje si... — bajo su mirada apenado.

—Gracias por tu ayuda Thomas, aún tienes ese toque con los animales — agradeció el azabache, sujetando con cuidado al perro y colocándolo en el suelo.

—No es ningún problema ¡cara de culo! — exclamó sin querer y después se agacho un poco para acariciar al perro — y si, no he dejado de hacer lo que me gusta — le sonrio.

—... Creo que aún no llegan los demás clientes ¿quieres hablar un rato? — pregunto craig, regresando a su escritorio para sentarse.

—Oh... Si, claro — accedió el chico, caminando hacia la silla y tomando asiento.

—Me alegra verte otra vez Thomas — admitió honesto, aunque en su rostro no se le notara tanto.

—Jeje si esa diminuta sonrisa lo dice todo — bromeó un poco — pero... A mi también me alegra verte craig.

—Si... Y entonces... ¿piensas quedarte en denver o... Sólo viniste de visita? — pregunto interesado.

—En realidad planeo quedarme aquí un tiempo, ya rente una habitación cerca del apartamento de phillip ¡hijo de puta! Ugh.

—Eso es genial — sonrio.

—Sólo quiero intentar hacer algo diferente por mi propia cuenta. Amo a mamá y se que para ella es muy importante hacerse cargo de ese acuario junto a mis abuelos... Quiere que yo siga sus mismos pasos, pero no lose... Creo que me gustan más los perros y otros animales de la superficie jeje ¡mierda! Ugh jeje — se rio algo tímido.

—Te entiendo... Pero aparte de cuidar a Cervero ¿que más planeas hacer?

—No estoy seguro, pero se que aquí en denver también hay algunos zoológicos y hospitales veterinarios, no cuento con el suficiente capital para empezar con un local propio así que mientras tendré que buscar trabajo.

—... Pues creo que llegaste en el momento indicado — respondió el azabache, viéndolo con una sonrisa de medio lado, mientras que Thomas no entendía muy bien lo que quería decir.

                           ***********

Tweek llegaba a casa y en eso estaciono el auto, al apagarlo el sonido de un camión descargando cosas llamó su atención y efectivamente notaron a un gran camión frente a la casa de al lado, a unos sujetos bajando cajas y llevándolas adentro.

—Mira papi, están trayendo muchos regalos a esa casa — comentó inocentemente el pequeño, asomándose por la ventana.

—No creo que sean regalos cariño, más bien parece que alguien se muda — respondió el adulto, mirando fijo a los desconocidos parados en el jardín.

—Ahh — solto el niño al comprender mejor lo que veía.

—Vecinos nuevos ¿eh?... Ngh espero no sean de los molestos — hablo en voz baja y abriendo la puerta para salir — espera que te abra cariño.

Liam asintió y espero pacientemente.

Ya afuera el rubio pudo apreciar mejor a las nuevas personas que vivirían a su lado, viéndolos obviamente sin llamar mucho la atención. Una mujer, un hombre que probablemente era su esposo, y por último un niño como de nueve años.

Tweek no le presto demasiada atención a la familia y abrió  puerta del auto, liam bajó rápidamente del vehículo y sin soltar su peluche corrió hacia la entrada, subiéndo por los pequeños escalones que lo llevaban a la puerta principal, tweek lo siguió de inmediato y sacando la llave de su bolsillo abrió la puerta para entrar junto su hijo.

—Quítate los zapatos y la chaqueta hijo, voy a encender la calefacción — le pidió al niño mientras el se quitaba su abrigo.

—Si papi.

—Ugh hoy hace más frío — tembló un poco el rubio mientras ponía más cálida la sala y después se dirigío a su habitación.

—Papi, papi ¿no iremos a comprar mis cosas para el preescolar? — pregunto el niño siguiéndolo rápido y entrando a su cuarto.

Tweek busco su cuaderno de cuentas del gabinete y en eso se sentó en el borde de la cama, viendo por un momento a su hijo.

—Iremos después de almorzar cariño — le dijo.

—Ngh bueno ¿entonces puedo ver la televisión mientras espero?

—Liam, aún no puedes ver la televisión ¿recuerdas? Sigues castigado.

—Ugh pero papi... — solto cabizbajo.

—Sin peros.

—...

Tweek suspiro.

—Escucha cariño, se un buen niño, y tal vez te reduzca el castigo ¿si?

Al oír eso el niño lo miró con atención, pero estaba algo confuso, no sabía exactamente cómo ser un buen niño ¿que no lo era ya la mayoría del tiempo? Ah claro, por eso su papi casi no lo castigaba, pero ya se había equivocado un par de veces y lo desobedecio, fue muy travieso. Ahora el niño tenía una idea en su lista cabeza, si se portaba mil veces mejor su papi le quitaría completamente el castigo de encima. En eso le sonrio con una mirada de lo más tierna.

—Si papi, está bien, y... Entonces ahora voy ordenar mi habitación, la deje un poco desordenada cuando nos fuimos — dijo el niño con las manos detrás de su espalda y después salió con prisa de la habitación.

Tweek se quedó algo extrañado al oír eso, pero no le tomó demasiada importancia, liam era obediente la mayoria del tiempo pero casi siempre hacia ese tipo de cosas era cuando el mismo se lo ordenaba, algo estaba tramando su pequeño hijo, pensó.

Después de hacer cuentas y hacerle una rápida llamada a su pareja, él rubio se fue directo a la cocina para hacer el almuerzo, liam hizo todo lo posible para que su habitación se viera super ordenada y bonita y después se fue a la cocina.

—¡Papi! Ya ordene mi habitación, y quedo supeer limpia — le aviso sonriente mientras le abrazaba una pierna. Su padre picaba unas verduras y en eso lo miró.

—Ah, genial cariño.

—... ¿Te ayudo a cocinar papi?

Tweek solto una risita y dejo de cortar para darse la vuelta y verlo.

—Jamás te dejaría tocar los cuchillos ni encender las hornillas, aún eres muy pequeño — le dijo cruzandose de brazos.

La gran sonrisa de liam decayó.

—Agh...

—Pero... Ya que tanto quieres ayudar, podrías limpiar un poco la mesa y luego barrer el piso.

—Sii — respondió animado y haciendo lo que le este le pedía, subiéndose a la silla con cuidado y limpiando cuidadosamente con el trapo. Eso lo mantendría ocupado un momento.

El padre sonrio con ternura al ver la escena y después siguió con lo suyo. Y una vez todo listo, tweek sirvió la comida en dos platos y se sentaron a comer.

—¿Hablaste con papá? — pregunto liam, sujetando la cuchara y mirándolo.

—Si cariño.

—¿Y que dijo?

—Pues... Está feliz de que hayas aceptado ir al preescolar y quiere que te compre una mochila super genial o algo así — le contó con una sonrisa.

—¿Una mochila? ¡Super! ¿Y puede ser una mochila espacial? — sus ojitos brillaron de emoción.

—Jeje si cariño cómo tu quieras.

—¡Viva! ¡Quiero que tenga muchas estrellitas! ¡Astronautas, extraterrestres y también constelaciones! — exclamó contento.

—¿Constelaciones?

—Sii.

—Vaya... ¿Cuando aprendiste esa palabra?

—La semana pasada, papi me leyó su libro de astronomía, y dijo que son las estrellas que forman una figura en el espacio — Contesto el niño para sorpresa del rubio, quien lo veía atento a lo que decía.

—Wow jeje que interesante.

—¿Y sabes cuál es mi constelación favorita papi?

—No ¿cual?

—¡La osa mayor! Jeje papi también me enseñó a dibujarla ¡y  la quiero en mi mochila! — imagino felizmente su nueva mochila y tweek rio.

—Ustedes dos son adorables juntos... — sonreía enternecido —  pues espero que podamos encontrar una mochila así de genial — le dijo a su pequeño.

—¡Se que si! — exclamó confiado.

Tweek siguió platicando con el niño hasta que ambos acabaron su comida y después de un rato se alistaron para salir al centro comercial, sin embargo cuando estaban a punto de salir alguien tocó el timbre y el rubio algo extrañado y dándole una mirada a su hijo abrió la puerta, encontrandose con la mujer que horas antes había visto al lado de su casa.

—Ngh hola — saludo mirándola, mientras el niño también la veía en silencio, aferrado a la pierna de su papá.

—Hola, es un gusto... — dijo la mujer con una pequeña pero amable sonrisa — me presento, soy estell, su nueva vecina.

—Ya veo... si, vi al camión descargando sus cosas cuando llegue. Espero que le sea agradable su nuevo hogar, está zona de la ciudad es muy tranquila así que creo que no tendrá problema con eso — le hizo saber el rubio con una sonrisa.

—Es un alivio oír eso, emm... ¿Y cual es su nombre?

—Ah cierto, soy tweek...

—Tweek... Que... Original — dijo esta mirándolo, casi cómo si estuviera examinandolo con la vista, cosa que noto tweek.

—Ngh si, bueno... — rasco su nuca medio incomodo — nosotros ya íbamos de salida así que...

—Lo entiendo no te preocupes, llegue en un mal momento — miro al niño con curiosidad —... ¿Es tu hijo?

—... Si, lo es.

—Parece que eres un pequeño muy tímido — no le quitaba la mirada de encima y liam se escondió más tras la pierna de su papá. La mujer no le dio importancia a la clara incomodidad del niño y regresó su vista al rubio — ¿y que edad tiene?

—Tiene cuatro.

—Ahh...es muy pequeño aún... Bueno, antes de que me vaya me gustaría saber una última cosa.

"¿Por qué me hace tantas preguntas? Apenas y la acabo de conocer, no quiero parecer grosero pero esta mujer obviamente es una chismosa" — pensaba tweek viéndola a la cara y tratando de disimular la molestia que empezaba a crecer en el.

—¿Vives acá sólo con tu hijo?...

—No estell... ¿Algo más que quieras saber? — solto tweek con una ceja levantada y sonrisa disimulada.

La mujer noto eso, así que quiso dejarlo ahí, por el momento sería mejor irse.

—No... Ya me tengo que ir, gracias — le sonrio hipócritamente.

—Muy bien, entonces nosotros ya nos vamos... Que tenga una bonita tarde — dijo tweek educadamente para después salir de la casa, cerrando la puerta y tomando a su hijo de la mano para dirigirse a al auto.

La mujer de cabellos rubios los miró de reojo y después se retiro, yéndose de inmediato a su casa y cambiando su expresión a una amargada. Debía asegurarse que las personas que vivían a su lado no fueran molestas, irrespetuosas, y sobre todo... Unos desvergonzados.

                               *********

Más tarde en el consultorio, craig y Thomas seguían ahí y este último le ayudaba con las vacunas, ya que era a lo que más venían sus clientes, además Thomas no lo hacía nada mal ya que tenía experiencia en eso. El chico dudo al principio sobre aceptar la propuesta de craig, pero al darse cuenta que de todas maneras necesitaría un trabajo pronto y el azabache le estaba poniendo esa atractiva oportunidad en bandeja de plata tuvo que aceptar.

El ya había superado esos sentimientos hace años, no entendía porque se seguía poniendo nervioso cuando este lo veía detenidamente por mucho tiempo o se le acercaba. Se sentía estúpido, y eso le frustraba, pero al menos atender a todas esas mascotas le daba tranquilidad y se concentraba en eso. Mientras Cervero dormía plácidamente en una cama especial para perros en el rincón.

—Bien, es todo por hoy... – dijo craig mirándolo a los ojos y quitándose los guantes.

—¿Ya no quedan clientes? — pregunto Thomas.

—No, le dije a butters que dejara de recibir a clientes que vienen por consulta después de las siete — le informo este, mostrándole una sonrisa cómplice, thomas sólo se quedó callado — gracias Thomas, hiciste un buen trabajo, y bastante rápido para ser el primer día.

Craig camino hasta su escritorio y empezaba a ordenar todo.

—... No craig... Soy yo el que te da las gracias por haberme dado ese trabajo, en verdad... Nhn ¡Maldito idiota! ¡Come mierda! Jeje... Muchas gracias.

—No hay de que, fue divertido ver las expresiones de todos esos clientes cuando soltabas insultos al azar.

—Jaja, no te burles — bajo su mirada apenado.

—No lo hago, jeje en serio fue gracioso... Y sigo pensando que es genial que puedas insultarlos sin sufrir las consecuencias.

—Si claro... — dijo en tono sarcástico mientras volteaba sus ojos.

—Estoy agotado...  — resoplo — pero gracias a tu ayuda el numero de consultas aumento sin duda, me llegaste cómo caído del cielo amigo.

Thomas le sonrio y en eso miro a Cervero, caminando hacia el y agachandose para acariciarlo.

—Ya es hora de volver a casa Cervero, vamos jeje levántate.

—El también está agotado.

—Puedo verlo... Pero aún así debes levantarte, ya casi es hora de que tomes tu medicina así que tenemos que volver al apartamento.

El perro finalmente se canso de que este masajeara su espalda y se levantó lentamente del colchón, soltando un gran bostezo y moviendo su cola.

—Bien... ¡Puta! Ugh te pondré tu correa.

El teléfono de craig comenzó a sonar y en eso lo sujeto, respondiéndo la llamada de inmediato.

—Hey amor — solto craig.

Mientras Thomas escuchaba en silencio, y acariciaba al perro, luego se levanto del suelo, tomó su chaqueta, y salió de la oficina.

—... Ya estoy por salir del consultorio cariño... Los veo en quince minutos... Si, también los amo — sonreía y decía al mismo tiempo que tomaba su abrigo y mochila para salir.

Thomas y butters lo esperaban y en eso lo vieron.

—Adiós chicos, los veo mañana ¡Hijos de puta! — exclamó Thomas sonriendoles amable.

—Hasta mañana jeje — respondió butters sonriendole igual — y adiós a ti también Cervero.

—Thomas, mañana hay una operación... Preparate.

—Ugh ¿de que se trata?

—Extirpación de objeto extraño del cuerpo de un gato, nada difícil — le hizo saber tranquilo.

—... Bien, vendré mentalmente preparado — le respondió con una sonrisita nerviosa, luego se volvió a despedirme y salió del consultorio.

—Es algo extraño, pero me cae bien — comentó butters a craig una vez que este se fue.

—Si... Cómo tu.

—oye... Ugh quizás tengas razón.

—Lo único que importa es que haga bien su trabajo, y confío plenamente en Thomas.

—Es raro que confíes tanto en alguien, se ve que eran muy buenos amigos. Mm o acaso... No me digas que... ¿Fueron algo más? — lo miró interesado pero craig negó con la cabeza.

—No... Nada de eso, ahora ve por las llaves y cierra bien — le ordenó a sus asistente mientras el salía del consultorio con sus cosas.

—Ugh no se para que pregunto — bufo cansado y haciendo lo que este le pedía.

                            *********

Apenas entro a la casa el niño lo recibió con un fuerte abrazo y craig le correspondio, revolviendole los cabellos y preguntándole cómo había estado su día, liam estaba bastante entusiasmado por todas las cosas que habían comprado para su primer día en el preescolar y no tardo en ir a buscar su mochila para mostrársela.

—¿Que tal el trabajo? — pregunto tweek después de plantarle un largo beso en los labios.

—Movido... Pero bastante bien — le sonrio.

—¿De nuevo hubo mucha clientela?

—Si.

—Ngh ¿y ya hiciste el anuncio solicitando a un asistente veterinario?

—Ah... No, ya no será necesario.

—Pero si dijiste que era demasiado trabajo para una sola persona — se rio un poco.

—Quiero decir que ya conseguí a alguien que me ayude cariño — le aclaro.

—Cómo ¿tan rápido? — parpadeo confuso.

—Si... Es que se trata de un amigo mío de la universidad, llegó a la ciudad hace poco y se quedará un tiempo ayudándome.

—Oh... Bueno, eso es genial amor — sonrio feliz por este.

—Si lo es, al menos se que tengo a alguien de confianza.

En eso el niño llegó corriendo y sosteniendo la mochila en sus manos. Esta era azul oscuro y tenía bonitos detalles espaciales.

—¡Mira papi! ¿No es bonita? — se la mostró contento y craig se agacho a su altura, sosteniendola y sonriendo.

—Wow, está increíble... Si que escogiste bien hijo.

—¿Verdad que si?

—Claro que sii, y debe gustarles demasiado, es del espacio y no entre a catorce tiendas por nada — les dijo el rubio.

Craig rio al escuchar eso.

—Dime campeón... ¿Que más te compro papá? — pregunto el azabache, satisfecho de ver esa enorme sonrisa en el rostro del niño.

—¡Ya lo veras! — respondió animado y corriendo a su habitación.

Aprovechando que el niño no estaba tweek miró un poco más serio a su pareja, suspirando pesadamente y cruzandose de brazos.

—Craig... Tengo que hablarte sobre algo.

—... ¿Que sucede? — pregunto extrañado por su repentino cambio de expresión.

—Tenemos nuevos vecinos...

Continúara...