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Capítulo 14

—¿En donde está liam? — pregunto lola, después de observar con detalle la sala y voltearse a verlo, está con una expresión seria.

Tweek tenía una expresión parecida, no le agradaba para nada tenerlas en su casa, además de ese tonto abogado que contrataron, sus malas intenciones ya eran demasiado obvias.

—En su habitación — contestó cortante.

Lola fijo su vista hacia el pasillo y pudo apreciar una puerta con calcomanias infantiles al final. Sin siquiera preguntarle a tweek si podía verlo, giro su cuerpo y empezó a caminar hacia allá, pero en eso lo escucho hablar muy seriamente.

—¿A donde crees que vas? No te he permitido entrar — le reclamo.

—Bueno, quiero verlo, no me negaras hacer eso justo en la presencia del abogado ¿o si?

—...

La mujer mayor levantó una ceja y miró al rubio con desaprobación, está situación comenzaba a ser cada vez más estresante. No tenía porque negarle nada a la madre de su hijo, estaba actuando cómo un imbécil.

—Entonces... — dijo lola esperando su respuesta.

Tweek no la quería cerca de su hijo, pero... Sólo iba a verlo, al menos sólo eso. Sin embargo, aún tenía sus preocupaciones. Se acercó a su ex y la miró con duda, seguido observo la puerta de la habitación, y suspiro cansado.

—... Dejame hablar con el primero, será muy extraño si de la nada ve entrar a una total desconocida a su habitación — le pidió antes de irse caminando por el pasillo, sin esperar su aprobación, estaba en su casa de cualquier forma, y tenía sus propias reglas.

Lola lo vio entrar desde la distancia y no dijo nada, en cambio su madre empezó a soltar varios comentarios malos hacia tweek.

—Cariño... — tweek cerró la puerta tras de él y se acerco a la cama.

Liam, quien había estado viendo sus programas favoritos sonrio al verlo y levantó sus brazitos.

—Papi ¿ya está listo el almuerzo?

—Ya falta poco cariño, pero antes de que comas... — pauso sus palabras un momento, mientras miro la televisión y luego tomó el control remoto para apagarla.

El niño lo veía curioso y ladeo su cabeza, su papi se veía algo preocupado. Parecía que quería decirle algo malo, y en eso observo cómo este se sentaba en la cama y le acariciaba el cabello.

—Vas a conocer a alguien cariño.

—¿Uh? ¿A quien?

—... A tu mamá — respondió un poco nervioso, y esperando la reacción del niño.

Liam sólo lo miró por un rato sin decir nada, no entendía exactamente lo que pasaba ¿su mamá? ¿De donde había salido? Pensó que nunca la vería, y la verdad tampoco le importaba mucho eso.

—Recuerdas haberla visto en una foto en casa de tus abuelos ¿no?

—... Si papi, pero... ¿Que hace aquí?

—Amor, ella quiere verte.

—¿Por qué?

—Bueno, pues porque ha venido de muy lejos y ahora quiere ver a su hijo, por eso — respondió tweek, siendo muy cuidadoso con sus palabras, por muy enojado que estuviera con ella, su hijo no tenía porque escucharlo decir porquerias de su mamá, el no era así.

—...

—Vas a estar un momento con ella ¿esta bien?

—... Pero no la conozco ¿que le voy a decir? — hablo bajito, cómo asustado.

—Sólo preguntale cosas que quieras saber... Es así cómo la vas a conocer cariño.

—... Bueno.

El padre beso la cabeza de su hijo con cariño y después miró su piernita enyesada. Eso sin duda sería un problema, no podían haber llegado en un peor momento. Conociendo a la exagerada madre de lola, seguramente armaría un alboroto apenas se enterara.

Tweek se alejo del niño y salió de la habitación, respirando hondo y regresando a la sala, en donde volvió a mirar a la castaña y se le acercó, mientras la otra mujer y el abogado los veían atentos, se supone que era algo entre ellos, vaya que eran entrometidos.

—Ya puedes ir a verlo — dijo Tweek sereno.

—Bien... — respondió sin más y empezando a caminar.

—Espera — la hizo detenerse y le habló en voz baja.

—¿Que?

—... Si le empiezas a meter cosas raras en la cabeza no dudaré en mantenerlo lo más alejado posible de ti. No me importa que seas su madre, voy a luchar por mi hijo — le advirtió con una mirada que podría tensar a cualquiera, sorprendentemente a esta no la intimido tanto, después de de todo ya conocía esa otra faceta de su ex-marido.

—Estas muy a la defensiva, trata de calmarte ¿si? — respondió cómo si nada y siguió caminando, aún sintiendo la mirada clavada del rubio sobre ella.

Lola sujeto el picaporte y luego entró a la habitación. El rubio bajó su mirada, la preocupación seguía ahí, comiéndoselo lentamente por dentro, por reflejo junto sus manos, las cuales temblaban y las froto un poco.

—Mientras la señora lola habla con el pequeño, nosotros podemos ir platicando sobre otros asuntos importantes — hablo el abogado de repente y tweek se volteo a verlo.

—¿A qué asuntos se refiere exactamente? — quiso saber.

—No creerás que vinimos hasta aquí solo para que lola pudiera ver a su hijo ¿verdad? — respondió la mujer cruzada de brazos — los asuntos de los que te queremos hablar son los legales por supuesto. Llevas cuatro años cuidando al niño y no te han hecho siquiera un seguimiento estricto.

—¿De qué está hablando?... Nunca ha habido necesidad de que me hagan tal cosa.

—Eso es lo que tu crees. Al menos cada cierto tiempo se le debe hacer un seguimiento a los padres solteros cómo tú, para asegurarse de que lo estás haciendo bien.

—Ngh, eso no es verdad.

—¿Eres abogado?

—No.

—¿Sabes de leyes?

—Pues no, pero aún así no tiene...

—¡Entonces no hables sin pensar! ¡Si no tienes ningún conocimiento sobre el tema mejor quedate callado! — le habló de una manera que no le gustó para nada al rubio ¿pero que le pasaba a esta mujer?

—Oigame muy bien señora, no voy a permitir que me hable así en mi propia casa ¡así que más le vale comportarse! ¿Esta bien? —  dijo en voz alta y ligeramente molesta.

Las miradas de enfrentamiento por parte de ambos eran tan intensas que por poco soltaban chispas. Era claro que no podían arreglar ese conflicto por las buenas, estos jamás podrían concordar en nada.

Mientras en la habitación, liam veía fijamente a la mujer que había entrado a su habitación segundos antes. Supuestamente su papi, ella era su mamá, pero nunca antes la había visto en persona, ni siquiera había escuchado su voz, por lo que el momento no dejaba de ser extraño y algo incomodo para el pequeño.

—Que bonita habitación tienes liam — comentó la castaña, rompiendo nuevamente el silencio ya que el niño no decía nada. Sólo la veía ahí en su cama y cubriéndose parte de la cara con la sabana. El yeso ya era notable y lola lo vio apenas entró.

—...

Está se acercó un poco más y miró sus lindos ojos color cielo, los cuales eran identificos a los de tweek, de hecho podria decirse que era lo único que tenía de tweek. En color de cabello, piel, y fracciones del rostro se inclinaba más hacia ella, y no lo podía negar, liam era un niño muy lindo.

—... Liam, se que no me conoces y por eso actúas así de tímido conmigo, pero para eso estoy aquí, quiero saber más de ti ¿me dejas? — le habló amablemente, y sonriendo un poco.

Liam bajo la sabana y su carita aún se veía dudosa, la mujer frente a él no se veía tan mala, a diferencia de sus abuelos, de hecho era bonita, su mamá era bonita, esa palabra sin embargo le costaba mucho decirla.

—... ¿Por qué nunca estuviste con mi papi ni conmigo? — lanzó la primera pregunta, mientras jugueteaba con sus propias manos.

Esa pregunta no se la esperaba, es decir, el niño sólo tenía cuatro años no creyó que se interesaría tanto en eso. Bueno, tal parece que estaba equivocada. Lola busco encontrar las palabras correctas para responder esa pregunta.

—Bueno...

—Tu nunca me quisiste ¿verdad?

—...

—Mi papi dice que te fuiste cuando yo era muy pequeño, por eso no te recuerdo.

—Y... ¿Sólo eso te ha dicho sobre mi?

—Mmm... Mi papi casi nunca me ha habla sobre ti, pero cuando lo hace sólo me dice que me amas mucho, aunque siempre estés lejos y no vengas a verme — respondió honesto.

Lola bajo su mirada pensativa, no creyó que  Tweek le dijera eso al niño en su ausencia. Quizás sólo no quería darle una mala imagen de ella.

—Que haya estado lejos no significa que me haya olvidado de ti, liam. No vuelvas a decir que nunca te quise por favor...

—Si me quisieras al menos me llamarías por teléfono ¡o haríamos videollamada! Pero papi dice que siempre estás ocupada — levanto sus cejas. La mujer se apeno.

—... Si lo se, te he descuidado muchísimo, y justo por eso te pido perdón, entenderé perfectamente si te molestas.

—No estoy molesto.

—¿No?

—... No puedo molestarme con alguien que no conocía — explicó el niño, encogiendose de hombros.

—... Si, es verdad — esta se le quedó viendo al pequeño. Vaya respuesta, no podía dejar de pensar en lo inteligente que era para su edad.

—No te diré mamá, me sentiría muy raro — le dijo con expresión incomoda.

—Descuida, no tienes que decirlo ahora... Apenas me conoces.

—...

—Y.... ¿Te gusta vivir aquí liam?

—Si, muchísimo.

—¿Cómo te trata tu papá?

—Mi papi... El siempre es muy bueno conmigo, yo lo quiero mucho, es el mejor papi del mundo — dijo sonriente.

Con sólo hablar de su papá su rostro cambió a uno de felicidad pura. Tweek tenía el amor su hijo completamente asegurado, muy a diferencia de ellos.

—Ya veo... Y por cierto ¿que te paso en la pierna? — pregunto curiosa.

—Ah... — miró su yeso y luego a la mujer — es que quería columpiarme más fuerte, y me caí del columpio, pero papi dice que me lo quitaran en unos días.

—... Te caíste del columpio ¿y que estaba haciendo tu papá en ese entonces?

—Estaba hablando con papá, en el café.

—¿Cómo?

—Craig es mi otro papá, el novio de mi papi — aclaro el niño.

—Así que tweek está saliendo con alguien... — dijo lola en voz baja — y ese tal craig ¿cómo es contigo? ¿Te trata bien?

—¡Si! ¡el también es muy bueno, y genial! Me enseña muchas cosas sobre el espacio y siempre jugamos juntos — contó felizmente.

—... Me alegra escuchar eso.

De regreso en la sala, el ambiente era tenso, todos estaban sentados en el sofá y seguían "platicando" sobre los supuestos seguimientos que debían hacerle al padre soltero. Tweek estaba seguro de que no tendría problemas en eso, hasta el momento le había dado todo lo necesario a su hijo, un hogar cómodo, atención, comida, educación, diversión, no tenían porque seguir dudando de sus cuidados, pero la mujer insistía en decir que no era un buen ejemplo ¿a que coño se refería con eso? No tenia ninguna prueba.

—¿Y para ti es un buen ejemplo el traer hombres desconocidos a la casa y hacer cosas indebidas en su presencia? — soltó la estricta mujer, mientras miraba de reojo al abogado.

¿Que tonterías estaba diciendo ahora esta mujer?

—Yo jamás he hecho cosas indebidas frente a mi hijo, señora — respondió serio.

La mujer soltó varias carcajadas por lo bajo, en señal de burla.

—Si, por supuesto, cómo si no supiera cómo son los jóvenes hoy en día... Y tu al ser soltero debes tener mucha más libertad para divertirte con quien quieras ¿o no? lo peor es que con hombres, ese pobre niño no tendrá un buen ejemplo en esta casa.

—Ah ¿Perdón? ¿Está usted insinuando que soy un cualquiera? — pregunto con una ceja levantada.

—¿Me vas a negar que saliste al menos con un hombre durante estos cuatro años?

—Si estuve o no con un hombre ese no es su problema señora ¿que pretende diciéndome todo esto?

—¡No quiero que mi nieto crezca en ese tipo de ambiente! ¡Sólo empeoraras su modo de crianza!

—¡Mi orientación sexual no tiene nada que ver con la crianza de mi hijo, señora! ¡Usted no es más que una ignorante! — respondió ya harto de esta.

—Con qué si ¿eh? — se levantó molesta del sofá, sin dejar de verlo.

Tweek le sostuvo la mirada y en ningún momento se arrepintió de sus palabras, ya estaba harto, le diría sus verdades.

Pero la discusión fue interrumpida por el abogado, quien sabía que no llegarían a ningún lado si continuaban así.

—¡Ya dejen de discutir por favor! — dijo mirándolos — somos adultos, estoy seguro de que pueden resolver esto con más calma.

La mujer respiro hondo, y vio seriamente al rubio.

—Ya veo que contigo tendremos que llegar hasta juicio.

—Por Dios, esto es una exageración... — contestó, aún sintiéndose molesto.

—No, no lo es, sólo quiero recuperar a mi nieto, y que respetes lo que fue nuestro acuerdo en primer lugar. Haré lo que sea con tal de apartarlo de tu lado...

—Pues yo también haré lo que sea para que no me quiten a mi hijo, y buscaré ayuda legal ¿Acaso creen que pueden joderme sólo porque no tengo conocimiento sobre estos temas?

—Bien, entonces nos vemos en el juicio, tweak — dijo sería.

—...

—Pero antes de irme también quiero ver a mi nieto — exigió su ex-suegra.

Tweek volteo sus ojos y miro dirección a la puerta. Si esta reaccionaba exageradamente por un simple rasguño en el niño enloqueceria al verlo con el yeso. Antes de poder responderle vieron a lola salir de la habitación. La mujer camino hasta la sala y se acomodaba el abrigo.

—Hija ¿hablaste con el? — pregunto rápidamente su madre.

—Si mamá, lo hice.

—Que bueno, ya era hora de que este tipo te lo permitiera — miró mal al rubio y se acercó más a la joven — yo también lo veré un momento — aviso, dispuesta a entrar a la habitación.

—Espere... — dijo Tweek.

—¿Que? ¿También me impedirás ver a mi propio nieto? No más me faltaba — contestó enojada.

—Liam se quedó dormido mamá, será mejor que no lo molestes.

—¿Que?

Tweek se le quedó viendo a la castaña, era muy difícil que liam se quedara dormido a esa hora ¿acaso le estaba mintiendo?

—Vamos a casa, allá te diré todo.

—... Está bien, vámonos, y en cuanto lo que dijo el abogado... Hay que tenerlo muy vigilado... — le susurro, refiriéndose al blondo, tweek logró escuchar pero prefirió quedarse callado — Sigo pensando que el niño no debe crecer en un ambiente tan antinatural.

—Quiero hablar con tweek a solas un momento.

—¿A solas? Pero hija, yo te quiero dar todo mi apoyo en esto, pode...

—No hace falta mamá, por favor... Sólo déjanos solos — pidió la mujer, cruzandose de brazos y esperando que esta le hiciera caso.

La madre sólo puso una expresión seria, y sin decir más camino hasta la puerta, saliendo de la casa junto con el abogado. Ya los dos solos en la sala, tweek no tardo en preguntar.

—Liam sigue despierto ¿verdad?

—Mm... Si.

—Le mentiste a tu mamá para que no viera a liam... ¿Por que? — la miró desconfiado.

—... Liam me confesó que le teme a mis padres, y no lo culpo la verdad, son fríos y manipuladores... — contestó tranquila.

—¿Sólo por eso?

—Si tuviera malas intenciones le hubiera permitido entrar a verlo. Claro, asustar a mi propio hijo y encima hacerte quedar mal por el yeso que le colocaron.

—... Pues hubiera sido algo bueno para ustedes ¿no? Después de todo quieren quitarme a mi hijo.

—... Sólo te hice un pequeño favor por dejarme verlo, al menos agradece — respondió esta mirándolo a los ojos, cosa que extraño al rubio.

—Cedí porque prácticamente me presionaste a hacerlo lola, además ¿por qué me ayudas?... — pregunto sin entenderla.

—No lo hago por ti, sino por el... — respondió Clara —... Es un niño muy inteligente, y lindo.

—Aún así sigues teniendo malas intenciones, lo sé... De lo contrario no estarían armando todo este show.

—Tweek, me gustaría que recordaras, que tanto tu cómo yo fuimos víctimas de los egoístas deseos de mis padres, y lo único que quiero ahora es terminar de ayudarlos en esto y largarme nuevamente con mi otra familia.

—... Tal vez si nos usaron en el pasado, pero ahora tenemos nuestras propias vidas, no nos pueden seguir diciendo que hacer, y a mi, no me van a quitar el motivo de mi felicidad, es por eso que peleare por liam. Es lo que cualquier buen padre haría.

—Créeme, que harán de todo con tal de llevarse a liam. Así lo planearon desde un principio tweek.

—Y por lo que veo tu siempre estarás de su lado...

—...

—Bien, hagan lo que sea, no me importa, se que tengo mucha más oportunidad de ganar — Aseguró determinado.

Lola se mostró algo pensativa, recordando la platica que había tenido con su esposo antes de llegar a denver.

"Fue tu primer hijo"  "te importa"

Esas frases no paraban de dar vueltas dentro de su cabeza.

—Dime de una vez que querías decirme, tengo que darle de comer a mi hijo — dijo Tweek sacándola de sus pensamientos.

—... Si, así que... Ahora estás saliendo con alguien.

—...

—Tu hijo me contó todo, y por lo que se ve está encantado con ese tal craig — sonrio un poco.

—Si ¿Y qué con eso?

—... Nada, el simplemente se ve muy feliz.

—Porque lo es, y si se lo llevan... Adiós felicidad, sufriría mucho... — dijo con voz seria.

Un largo silencio se formó en la sala, tweek seguía actuando a la defensiva y lola en parte lo entendía, sólo quería proteger esa sonrisa, a su pequeño y único hijo. En eso la castaña suspiro pesadamente, y dándole fin a la conversación empezó a caminar hasta la puerta.

—Suerte en el juicio... — dijo sin más, para después salir de la casa.

Tweek observo la puerta y frunció un poco el ceño, definitivamente no la entendía. Se comportaba fría e indiferente y al mismo tiempo trataba de ayudarlo, parecía que ni ella misma sabía que hacer en esta situación.

Olvidando por un momento todo ese tema, tweek camino rápido hacia la cocina y se apresuró en servirle la comida a su hijo. Cuando fue a la habitación lo vio recostado en la cama, no jugaba pero aún así estaba despierto y veía el techo.

—Cariño, te traje el almuerzo... — hablo tweek llamando la atención del pequeño, quien lo miró acercarse — esta muy rica así que cometelo todo ¿está bien?

—Papi... — se incorporo lentamente y vio a su papá colocar la bandeja en su regazo, de inmediato tomó la cuchara — Gracias papi.

—De nada amor, y dime ¿Cómo te sientes?

—Muy bien, pero... ¿Ya se fue la señora? — pregunto curioso.

—... Si cariño, ya se fue ¿Te agrado conocerla?

—Mm... Creo que si, no da tanto miedo como los abuelos.

—Eso es bueno supongo.

—Hasta prometió llamarme.

—¿En serio? — dudo un poco sobre eso.

—Si papi.

—Bueno... Espero que cumpla su promesa — le acaricio los cabellos con cariño — come cariño, yo voy a estar afuera un momento.

El pequeño asintió la cabeza mientras empezaba a comer, y veía a su papá salir de la habitación. Tweek entró a su cuarto y se acercó al gabinete, el cual estaba al lado de la cama, luego se agacho y reviso el último cajón, sacó una pequeña libreta y algo serio pasaba página por página, hasta que llegó a la que quería ver. Un número telefónico con el nombre "Gregori" escrito arriba.

Jamás creyó que necesitaría su ayuda algún día, pero esta situación sin duda lo amerita. El ya había demostrado ser un buen abogado y rezaba porque aún anduviera por la ciudad. Sabía que podía confiar plenamente en su capacidad.

Con su teléfono en mano comenzó a registrar el número y después a marcarle.

—...

—¿Hola?

—... Hola Gregori.

Esa voz... No la había escuchado en un tiempo.

Continúara....




























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