Capitulo 21: Una noche magica
El coche estaba en completo silencio, ni siquera se atrevia a mirar por el espejo retrovisor para ver a sus hijos. Sabia que ellos no querian estar con su padre y ella no queria alejarse de ellos.
-Ya hemos llegado –Miro atraves del cristal la que habia sido su casa
-¿Por qué tenemos que quedarnos con papa? –Matt la miro molesto
-Cariño, porque vuestro padre tambien quiere estar con vosotros –Raquel lo miro con tristeza
-Eso es mentira –Alex se cruzo de brazo –La otra vez solo lo vimos dos veces
-No os pongais asi, solo seran unos dias –Raquel suspiro –El domingo teneis un partido por la mañana asi, que tendra que llevaros. Despues os vendreis conmigo a casa y haremos una gran barbacoa
-¿De verdad? –Matt sonrio ilusionado
-Claro, estara la tía, Tom, Margaret, Candea, sus hijos –Raquel sonrio levemente –Incluso se lo dire a vuestra tia Estefania y a Daniel
-¿Y Lucas? –Alex fruncio el ceño
-Claro –ella miro a su hijo con ternura –Lucas no puede faltar
Unos leves golpes en la puerta la sobresaltaron, Carlos estaba fuera, acompañado por la niñera. Raquel abrio su puerta y después se dirigio a la parte trasera para sacar a Damian, la niñera se dio prisa en tomarlo, Carlos abrio la otra puerta trasera y espero a que sus hijos mayores bajaran del coche.
-Tienen el partido el domingo a las once –Raquel lo miro a lo ojos –No lo olvides
-No lo hare –sonrio –Y me quedare a verlos
-¿Te han abducido los marcianos? –Raquel se acerco a Damian y le dio un beso en la frente –Se bueno cariño –despues miro a sus otros hijos –Vigilad a vuestro hermano y portaros bien
-Si mama –Matt asintió como todo un hombrecito
-¿Dónde vives ahora? –Carlos pregunto serio
-¿Y a ti que te importa? –Raquel fruncio el ceño
-Tengo derecho a saber donde estan mis hijos –El apreto la mandivula –Y si estan bien cuidados
-Ja, no me hagas reir ¿Quieres? –camino hacia el coche y abrio la puerta –Nos veremos el domingo
Subio a su coche y se dio prisa en salir de alli, no pudo evitar que algunas lagrimas abandonaran sus ojos. No queria alejarse de sus hijos y menos si los dejaba con Carlos, pero no podia hacer nada para impedirlo. Cuando llego a su casa aparco el coche en el garaje y después comenzo a caminar por su calle. Aun era pronto para ir a la casa de Lucas, pero la verdad es que no se veia con fuerzas de estar en su casa ella sola.
Como siempre se maravillo al ver la casa de el mientras se acercaba, subio las escaleras del porche despacio y después toco el timbre. La puerta se abrio a los pocos minutos y Lucas le sonrio.
-¿Estas bien? –Fruncio el ceño
-No –Raquel dio un paso adelante y se abrazo a el, rodeando con los brazos su cintura
-Ya esta –Lucas acaricio su cabello con una mano mientras con la otra la abrazaba –Pronto estaran de vuelta
-Lo se –Raquel se alejo un poco de el y le miro a los ojos –Llego pronto
-Mejor –el sonrio y le dio un leve beso en los labios –Podemos cocinar juntos
-Soy tu invitada ¿y vas a ponerme a cocinar? –Raquel sonrio y le observo cerrar la puerta. Por un momento se sintio incomoda, estaban solos, en su casa y hoy no habria interrupciones.
-Dicen que la cocina es una actividad sensual si se sabe aprovechar –el le hablo aloido mientras pasaba ambos brazos por su cintura y tiraba de ella hacia la cocina
-Asi que realmente lo que pretendes es aprobecharte de mi ¿no? –Raquel sonrio
-Oh, si –el le dio un leve mordisco en el cuello
-Um –Nada mas atravesar la puerta de la cocina un magnifico olor les llego -¿Qué estas cocinando?
-Lasaña de pollo –Lucas la solto y camino hacia una sarten en la que estaba friendo el tomate
-¿Y en que puedo ayudarte? –Raquel sonrio observandole
-Troceando cebolla –el se giro y agacho, de un mueble saco una tabla y la dejo sobre la encimera.
-De acuerdo –Raquel tomo la cebolla que habia sobre la encimera y la coloco sobre la tabla, después tomo el cuchillo -¿Pequeñas?
-En cuadraditos muy pequeños –Lucas le guiño un ojo mientras con un cucharon tomaba un poco de tomate y lo probaba, después volvio a coger un poco y se acerco a ella –ten, prueba
-A ver –Raquel saboreo el tomate y sonrio –Sabes cocinar, fascinante
-¿Dudabas de mi? –Lucas levanto una ceja, dejo el cucharon sobre la encimera y se coloco tras ella, se pego a su cuerpo y tomo ambas manos, Raquel contuvo el aliento –Voy a enseñarte un truco –la guio de forma que rapidamente la cebolla estaba cortada. -¿Ves?
-¿Qué? –Raquel miro sus manos –Ah, si
-¿Te he puesto nerviosa? –Lucas le hablo al oido riendo
-Lucas –Raquel giro levemente el rostro –El tomate
-¿Eh? –entonces el miro la sarten y salio corriendo hacia ella
-Me habras puesto nerviosa, pero yo te he distraido –sonrio satisfecha consigo misma
Una vez tuvieron lista la lasaña, prepararon la mesa del porche y sirvieron dos copas de vino. Cenaron a la luz de la luna mientras se hacian preguntas el uno al otor, hablaban de su pasado e incluso, del futuro.
-¿Tendrias mas hijos? –Lucas la miro fijamente a los ojos
-¿Qué? –Raquel se removio incomoda en el asiento –Supongo, no se
Ambos se quedaron mirandose el uno al otro, entonces al hablar de niños Raquel recordo algo.
-Invite a la hermana de Carlos a la barbacoa –suspiro –es la tia de los niños, la echan de menos y ademas siempre se porto bien conmigo.
-No tienes que darme explicaciones –el alargo la mano y acaricio su mejilla
-Deveriamos recoger esto –Raquel miro la mesa y se levanto de su lugar
-Deja, yo me encargo –El se levanto y tomo los platos
-Te ayudare –Ella recogio las copas y las servilletas
-Como quieras –Lucas sonrio observandola
Ambos caminaron en silencio por la casa hasta llegar a la cocina, Lucas dejo sus cosas en el fregadero y ella sobre la encimera. Se quedaron mirandose el uno al otro, ambos dieron un paso acercandose, Raquel sonrio.
-Hoy no puede interrumpirnos el guardia de los vestuarios, o los niños –Raquel sonrio
-Hoy no –Lucas sonrio levemente y tomandola por la cintura la pego a su cuerpo -¿Tu quieres que nos interrumpan?
-¿Quieres llevarme a tu cuarto de una vez? –Y al oir la contestación de ella, el rio y la cargo en sus brazos sorprendiendola -¡Lucas!
-Me has dicho que te lleve a mi cuarto ¿no? –el la miro divertido mientras caminaba hacia las escaleras
-No me referia a esto exactamente –Raquel se sugeto a su cuello
-Y aquí estamos –Lucas entro a la habitación -¿Quieres que tambien te lleve a mi cama?
-No, bajame –Raquel lo miro a los ojos -¿Qué?
-Ya que estamos aquí –y en dos zancadas el estubo ante la cama –Siempre he querido probar algo
-¿De que hablas? –y Raquel entendio cuando el salto hacia la cama con ella entre sus brazos -¡Lucas!
Y el estruendo del sumier rompiendose sono en toda la habitación, el colchon se hundio hasta el suelo.
-¡Mierda! –Lucas miro a su alrededor sorprendido –No conte con esto
-¿Nos hemos cargado tu cama? –Raquel aun entre sus brazos miro el cabecero –A ver –trato de levantarse pero el se lo impidio
-No, esta vez no vas a escapar –y Lucas la beso con ferocidad
-Tu cama esta rota –Raquel suspiro mientras notaba como el acariciaba su espalda con las manos y bajaba hasta su trasero
-¿Y? –Lucas le mordio el cuello y bajo el tirante de su bestido
-Nada –Raquel comenzo a desabrochar la camisa que el llevaba
Sin darse tregua se desnudaron el uno al otro, mientras se besaban y acariciaban, memorizando cada parte del cuerpo que deseaban y saboreaban cada poro de su piel. Las sabanas se enredaron en sus cuerpos, uniendoles aun mas.
-Eres tan hermosa –Lucas giro tumbandola de espaldas y colocandose entre sus piernas, con su mano derecha acaricio uno de sus muslos mientras con la izquierda acariciaba su mejilla, volvio a depositar un beso en sus labios –Desde el momento en que te vi supe que eras para mi
-Pues yo pense que eras un capullo –Raquel rio recordando aquel encuentro en la tienda
-Nadie ha dicho que no lo sea –Lucas descendio por su cuello besandolo
-Yo lo digo –y Raquel se agarro a sus hombros sintiendo como se adentraba dentro de ella, como la llenaba plenamente y como se unian en uno solo –Ah
-Raquel –pronuncio su nombre al oido de ella mientras se movia despacio, saliendo y entrando, deslizandose con suavidad
-No pares –Y ella se abrazo aun mas a el y se impulso en su busca, siguiendo su deseo de sentirle.
-No pensaba hacerlo –y Lucas acelero el ritmo
La habitación se lleno de sus gemidos y suspiros, del sonido de sus respiraciones aceleradas, hasta que aquel leve murmullo se convirtieron en gritos, que hacian saber al otro el maravilloso placer en el que estaban consumidos.
Y AL FIN HAN TENIDO SU NOCHE.... EN UNA CAMA ROTA, PERO TRATANDOSE DE ESTA PAREJA ¿OS EXTRAÑA?
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