-No se porque te hago caso –volvio a mirarse al espejo –Es demasiado…

-Estas genial –Analia rio divertida

-Es muy corto –miro sus piernas -¿Y porque un vestido?

-Es una cita –Analia bufo molesta -¿Qué quieres llevar? ¿Un chándal?

-Ni siquiera se donde vamos –Raquel fruncio el ceño

-Pues a un restaurante –Analia se apoyo en la puerta -¿Dónde si no?

-Pues que bien –No es que le hiciera mucha ilusión., Cuando salía con Carlos solo iban a un restaurante a comer y de vuelta a casa. ¿Pero por que se acordaba de el? -¿Qué hora es?

-Las ocho –Analia miro su reloj

-Llego tarde –tomo el bolso y salio corriendo al salón

-Pues que te espere –Analia la siguió molesta -¿No podía ser la maldita reunión otro dia?

-Cuanto antes lo arregle mejor –respondio dando un beso a cada uno de sus hijos –Portaos bien y haced caso a tita

-Si mami –Alex sonrio

-Mama estas muy guapa –Matt la miro con cariño

-Gracias cielo –ella sonrio y camino hacia la puerta

-Pasatelo bien –Analia la observo –Y si no quieres venir a dormir no pasa nada

-UFf –Raquel la miro molesta y salio del apartamento cerrando la puerta tras ella.

El trayecto a la oficina de Carlos se le hizo eterno. No hacia mas que recordar el ultimo dia que lo había recorrido, Aquella noche en la que descubrió que toda su vida era una falsa. Y cuando aparco el coche y se bajo, un escalofrio recorrio su cuerpo. Tenia que acabar con esto rápido.

Y cuando llego a la planta en la que estaban esperándola, cuando camino por aquel pasillo y vio quien estaba sentada ante la oficina. Penso que fácilmente podría darle un ataque de histeria allí mismo.

Cuando Vanesa la vio, bajo la mirada visiblemente avergonzada. Por un momento tuvo la tentación de insultarla, pero respiro profundamente y paso ante ella, entro a la oficina y se paro ante los tres hombres que la esperaban.

-Pensaba que ya no vendrías –Carlos hablo sin levantar la vista de sus papeles

-¿Podemos darnos prisa con el asunto? –Raquel ignoro su indirecta

-¿Tienes prisa? –Levanto la vista de los papeles y se quedo mirándola sorprendido

-A lo que vamos –Tom la miro con el ceño fruncido y después sonrio –La queja

-La señora, perdón señorita …-El abogado de Carlos empezó ha hablar

-Mi representada solo esta cumpliendo con su trabajo como periodista –Tom le interrumpio –Y la única alusión que ha hecho como personal, es un comentario expresando su opinon al final del articulo.

-Un articulo que trata sobre la separación –Carlos miro a Raquel con los ojos entrecerrados –Y encima hablas de engaños

-¿De que mejor hablar? De eso entiendo muy bien –Raquel respondio de forma sagaz, después miro al abogado –Soy periodista, me pidieron que escribiera el rincón de la mujer y lo hice basándome en las estadísticas de muchas mujeres separadas. Al final del articulo expreso mi opinon personal, nada mas. –sonrio –Es mi trabajo y pienso seguir haciéndolo

-Nadie te pide que dejes de hacer tu trabajo pero separa tu vida profesional de tu vida personal –Carlos impidió que su abogado hablara, adelantándose

-Podria decirte lo mismo –Y ella le miro a los ojos –Supongo que sigues tirándote a esa secretaria que esta sentada junto a tu puerta. ¿Cuándo acaba tu vida personal y empieza la laboral? ¿Cuándo llegas a nuestra casa? ¿Cuándo la metes en nuestra cama? ¿O tienes ratos de descanso cuando te la tiras aquí en el despacho?

-¡¿Cómo te atreves?! –Carlos se levanto de su asiento molesto

-¡¿Cómo me atrevo?! ¡¿Cómo te atreves tu?! –Y Raquel dio un paso adelante -¡Me pones los cuernos, me pides el divorcio, te llevas a esa guarra a nuestra casai! ¡A nuestra propia cama! ¡Y encima te atreves a decirme como debo trabajar! ¡¿Qué puedo escribi y que no?! –Lo miraba furiosa -¡Pues te digo una cosa! ¡Metete tu maldita queja por donde te quepa! ¡Ese es mi trabajo! ¡Y además me gusta hacerlo! ¡Y nada ni nadie me va a impedir hacer con mi vida lo que me da la gana! ¡Ya se esta cursando el maldito divorcio asi que déjame en paz y dedícate a vivir tu vida! –se giro y salio del despacho dando un portazo. Al salir de allí se dio cuenta de que todos los empleados la miraban, levanto la cabeza con orgullo y se paro ante la mesa de la secretaria –Debes valorarte muy poco como mujer para tener que quitarle el marido a otra. Mis felicitaciones no sabes la alaja que te llevas –dio dos pasos hacia la salida pero se paro y se giro a mirarla de nuevo -.Por cierto, dale la vuelta al colchón, esta puesto del lado de invierno –y asombrosamente satisfecha camino hasta el ascensor, entro en el, pulso la planta baja y mientras las puertas se cerraban, sonrio.

Espero en la puerta del edificio a que Tom bajara y el, en cuanto la vio sonrio.

-Podria haberme ahorrado el viaje –le guiño un ojo –Estuviste genial, en cuanto se lo cuente a mi mujer te llamara como loca.

-Me he quedado muy bien –respiro tranquila

-Y el alucinado –sonrio pensativo –Carlos se quedo tan sorprendido que no pudo cerrar la boca.

-¿Y entonces? –Ella fruncio el ceño

-Le has acojonado, no hay queja –se encogio de hombros

-Bien –sonrio –Bueno tengo que irme

Cuando llego al aparcamiento del Campo de futbol, Lucas ya estaba allí esperándola, aparco el coche y bajo de el. Aunque no iba muy arreglado tenia que admitir que se veía guapo con un pantalón vaqueron y una camisa blanca.

-Hola –El se acerco con una sonrisa y la miro de arriba abajo –Estas muy guapa

-Gracias –ella le sonrio -¿Y a donde vamos?

El no respondio, le tendio la mano con una amplia sonrisa. Raquel dudo por un momento, pero finalmente tomo su mano y se dejo guiar. ¿Al interior del campo de futbol?

-¿No me llevaras a ver un partido? –Empezaba a pensar que esto no era buena idea

-¿Desde cuando los niños juegan partidos por la noche? –El levanto una ceja mirándola de reojo

-¿Entonces? –Raquel frunció el ceño

-Este partido lo jugamos tu y yo –Y el se paro en la entrada al césped del campo

-¿Qué? –Raquel lo miro como si estuviera loco, entonces miro hacia delante y sus ojos se abrieron con sorpresa –Dios Santo

-Vamos –El tiro de su mano y la llevo hasta la mesa, retiro la silla para que se sentara

-Has preparado una cena en mitad de un campo de futbol –Miraba la mesa blanca con un centro de rosas rojas. El campo estaba totalmente iluminado con las luces de noche.

-¿Para que hemos quedado? –Se sento frente a ella mirándola como si fuera obvio

-¿Por el destino? –Respondio dudosa

-Para conocernos –el sonrio, abrió los brazos –Y este soy yo, esto es lo que me gusta

Raquel se quedo mirándolo en silencio. ¿Esto estaba pasando? ¿Por qué no había conocido a este hombre antes?

-¿Tienes hambre? –y el destapo los platos

-¿Has cocinado tu? –Raquel miro la pasta y después a el

-Si –el asitnio -.Puedes comer tranquila, soy bueno –se rasco la cabeza –Pero solo cocinando pasta

-Vale, apunto eso para la próxima –ella rio divertida

-¿Significa eso que hay próxima? –El levanto una ceja

-No te hagas ilusiones –ella cogio el tenedor y la probo –Umm, esta buena

-Gracias –El le guiño un ojo –Bueno, ¿Por qué no me cuentas de ti?

-¿De mi? –Raquel suspiro -¿Qué mas quieres saber? Soy una madre separada, en proceso de divorcio y con tres hijos.

-Tres hijos –El fruncio el ceño –Alex, Matt ¿y?

-Damian, el mas pequeño –Ella le sonrio

-¿Hace mucho que te separaste? –El la miro disimuladamente

-Pues unos dos meses –Raquel suspiro y dejo el tenedor en el plato –Mas o menos desde que descubri que mi marido me la pegaba con la secretaria.

-No debi preguntar –la miro incomodo

-No, ¿Por qué? –se encogio de hombros –Esta soy yo, esta es mi vida. Me estoy divorciando de un capullo, que se ha llevado a su amante a vivir a nuestra casa y que no se interesa lo mas minimo por nuestros hijos. Sin embargo parace decidido a molestarme constantemente incluso metiéndose en mi trabajo. Vivo en casa de mi hermana mientras me mudo, aunque ya encontré una casita, a la que ir con mis tres hijos y con el perro. ¿Me olvido algo?

-Eres una periodista excelente –Y el sonrio –Me encanto el articulo

-Oh Dios –Raquel se tapo la cara

-Vale con eso si te incomode –Raul se levanto de su lugar y se paro junto a ella tendiéndole la mano

-¿Qué? –Ella fruncio el ceño

-Voy a enseñarte mi mundo –Le guiño un ojo

Raquel tomo su mano y se levanto, el miro sus pies y fruncio el ceño.

-¿Puedes quitarte los zapatos? –Volvio a mirarla

-¿Enserio? –Raquel lo miro sorprendida

-Esta bien, yo antes –y rápidamente se deshizo de los zapatos

-Me gustan los calcetines –Raquel rio mirando unos calcetines de dibujitos

-Me los regalaron mis sobrinas –se encogio de hombros y sonrio

-¿Sobrinas? –Raquel pregunto mientras se agachaba a quitarse los zapatos

-Dejame –el se arodillo en el césped y empezó a quitárselos –Tengo dos sobrinas, hijas de mi hermana menor. Son la única familia que tengo. Ya –se incorporo y la tomo de la mano.

La guio por el campo de futbol hasta parase ante la portería.

-¿Te gusta el futbol? –Tomo una pelota que había en el suelo

-Oh si, me encanta –Raquel rodo los ojos –Un par de neandertales corriendo sudorosos tras una pelota para darle patadas

-Es una forma de verlo –rio divertido, dejo la pelota en el suelo –Golpeala

-¿En serio? –Ella fruncio el ceño

-Vamos –asintio sonriendo

-Como quieras –y le dio una patada -¿Gol no?

-Si –sonrio y se coloco en la portería, se la devolvió y se puso de portero –Prueba ahora

Y Raquel la golpeo, pero el la paro.

-Otra vez –ella lo miro molesta y cuando el se la devolvió la golpeo de nuevo, pero el volvió a pararla –Otra vez

-¿Ves? –Lucas camino hacia ella con la pelota en las manos –Se trata de ganar, el poder que te da, marcar un gol.

-¿Asi haces que mis hijos se vuelvan locos por este deporte? –lo miro divertida

-Cuando acabe contigo seras tu la que se vuelva loca por esto –el le guiño un ojo –O por el entrenador

-¿Eres un poquito creido no? –Raquel lo observo caminar hasta el centro del campo y dejar la pelota en el suelo

-¿Yo? Si soy muy timido -se alejo de la pelota y la miro –Acercate

-¿Y ahora que quieres hacer? –Raquel camino hacia allí

-Vamos a jugar –El sonrio –Si yo gano, tengo otra cita

-¿Y si gano yo? –Raquel levanto una ceja

-¿Qué quieres? –El la miro a los ojos

-Tu camiseta –Raquel respondio y el la miro sorprendido –Quiero decir la camiseta que tienes firmada por esos jugadores, los que le gustan a mis hijos.

-Ah –el sonrio –Bien. Juguemos, sin trampas.

-Sin trampas –Raquel asintió

Y sin trampas no sirvió de nada. Terminaron corriendo uno tras el otro, agarrándose de la ropa, dándose empujones, haciendo la zancadilla. Y todo lo posible por arrebatarle el balón al otro.

-¡Me has tocado el culo! –Raquel lo miro molesta -¡No te rias!

-¡Tu me empujaste! –El se encogio de hombros mientras corria con el balón

-¡Ven aquí! –Raquel corrió hacia el y le agarro del brazo

-¡Me estas agarrando! –El seguía moviéndose para impedir que cogiera la pelota

-¡Pues que el arbitro me pite falta! –Raquel se encogio de hombros mientras metia el pie en medio de los suyos y daba una patada al balón

-¡Tramposa! –Raul la agarro de la cintura para alejarla del balón

-¡Ah! –y ella tropezó

Juntos se precipitaron al césped, ella tumbada sobre la fina hierva y el sobre ella, sujetándola de la cintura. De repente todo quedo en silencio, solo se oian sus respiraciones, aceleradas por aquel juego que esa noche se había vuelto en una forma de acercarse el uno al otro. Aunque Raquel no pensó que la cercanía seria hasta ese punto,

Hasta el punto de tenerle sobre ella, de sentir su cuerpo cerca, su piel caliente, su respiración sobre su boca y finalmente sus labios. Sus labios que sin previo aviso se habían posado sobre los de ella. Un beso lento y dulce, cargado de sensaciones, de sentimientos.

-No –Raquel lo aparto asustada

-Perdona, yo ..-Lucas se levanto rápidamente, aunque no tan rápido como ella -¡Espera! ¡Raquel!

Raquel corrió hacia la mesa y tomando su bolso salio del campo de futbol a toda prisa, se subio a su coche y arranco. Se marcho de allí, descalza, sin sus zapatos y con las lagrimas resbalando por sus mejillas.

PARECE QUE LA CITA HA IDO BASTANTE BIEN… HASTA EL BESO ¿QUE LE PASA A RAQUEL? ¿SE HA ASUSTADO? … VEREMOS QUE PASA ENTRE ESOS DOS. OS DEJO UNA FOTO DE RAQUEL VESTIDA PARA LA CITA