Capítulo 31
Perfecto, había conseguido por fin mi propósito.
Saray estaba dispuesta ha marcharse cuando la detengo seguro de que ella siente lo mismo que yo. Me ama.
— ¿Para donde vas Saray?
— Me largo Lander, quiero dejarte tranquilo para que disfrutes con otras mujeres.
— Te equivocas.
— Lo dudo. Es más que evidente que estás deseoso de...
— Me quieres dejar de hablar. Quería comprobar si en verdad me amas Saray.
Y aunque parezca un idiota, este imbécil quería saber tu reacción y que entiendas de una vez por todas que tú eres la única mujer en la cual tengo puestos mis cinco sentidos. Y estoy bastante harto de que cualquier problema que surja entre nosotros nos peleemos como unos críos.
— Pues si, te quiero. Y había ido para disculparme e intentar solucionar las cosas entre nosotros. Pero veo que tú poco has cambiado.
— Escúchame Saray. —Me acerco a ella poniendo mis dos manos en sus hombros mirándola con ternura, dejo que la sinceridad de mi corazón le exprese de una vez por todas que jamás la dejaré ir.
— Saray, yo no tengo ninguna intención de acostarme con otra mujer, si no es contigo. Puesto que lo tú me das, en ninguna otra mujer podré encontrar. Tú tienes la magia de hipnotizar me, el elixir de tus besos me atrapan y tus curvas me fascinan.
Quería saber que tú boca mentía comprendiendo que es tú corazón quien te delata.
— Pero si ya te lo he dicho, te quiero.
— Como yo te amo a ti mi hermosa.
— ¿Entonces todo esto ha sido una encerrona para ver mi reacción?
— Exacto. Saray si en verdad nos amamos, porque tenemos que estar así. Siempre discutiendo o a la mínima que surge un problema te quieres alejar de mí. Yo jamás te haría eso, lucho por tí mi hermosa.
Ya no pude aguantar más las ganas de besarla. Su dulce miel me atrae, su manera de tocarme me encanta y esos ojos claros observándome me seducen.
— Nos vamos y hacemos nuestra pequeña fiesta juntos.— Le susurro dándole pequeños besos en su cuello.
— Sí.
Aquello me bastó para agarrarla de su mano e irnos hacia mi apartamento, ni siquiera me preocupaba no llevar puesto mi camiseta.
Lleguemos al apartamento, antes de pasar le pedí que cerrara los ojos.
Agarrándola de su mano la guío hasta el dormitorio donde me he pasado horas colocando velas alrededor de la cama dibujando con pétalos de flor nuestras iniciales encima de la cama.
— Ya puedes abrir los ojos.
La luz de las velas iluminan de inmediato sus ojos, su sonrisa lo dice todo haciendo que yo me extremezca. Mi plan ha salido bien, casi la pierdo pero ahora comprendo cuando dicen que el amor es más fuerte que nosotros mismos.
— Enserio todo esto lo has preparado tú.
— Tenía otra cosa mente, pero será para la próxima vez.
— Viniendo de ti me puedo esperar cualquier cosa. Aún así, me encanta y ahora debo decirte que te quiero.
— Saray, soy todo tuyo y lamento haberte dicho antes que no somos nada. Por ello quiero hacerte entrega de ese anillo.
Es la alianza de mi madre. Ella no tuvo suerte con mi padre puesto que nunca se amaron.
Es lo único y más valioso que tengo de ella y debo decirte que yo sí te amo, intentaré hacerte todos los días feliz, te cuidaré, protegeré hasta que Dios nos separe.
¿Aceptas ser mi novia Saray?
— ¿No se supone que me estás pidiendo en matrimonio?
— No te aceleres, hoy eres mi novia, después de que te compre tu anillo y vayamos a tú casa, pediré permiso para casarnos.
Al menos que quieras que nos fuguemos para casarnos en las Vegas.
Ella se ríe a la vez que me abraza besándome con ternura mirando el anillo de mi madre en su dedo. Su mirada es aún más clara, intensa y bonita.
Cómo soy así de impaciente, empiezo a besarla, la atracción que siento me delata y no deseo desperdiciar un minuto sin atraparla con mis brazos para idolatrar lo que ambos sentimos.
Qué bien he dormido, y poder despertarme junto a Saray me hace aún más afortunado y feliz.
Cuando te sientes enamorado y ves que todo se ha solucionado, piensas que nada túrbido te puede ocurrir.
Paso el mayor tiempo posible junto a mi hermosa Saray, de vez en cuando cerramos la puerta de mi oficina para dar rienda suelta a nuestro deseo.
Si por mí fuera no me apartaba de ella ni un instante. Todo marcha tan bien entre nosotros que esperaré un mes para pedirle en matrimonio.
Todo está claro entre nosotros, Saray habló con su madre, al parecer su opinión respecto a mí no cambia.
Vaya suegra que me voy a hechar. Pero esta me la gano sí o sí.
En ese momento que me encuentro encandilado pensando en Saray, pasa Jacinto y por la cara que trae diría que buenas noticias no me va decir.
— Hola Jacinto no esperaba verte hoy. ¿Algún contratiempo?
— Sí Lander y muy gordo.
— Dime qué ocurre.
— Ha ocurrido una tragedia, el señor Savat un comerciante que le compraba mercancía a José Antonio durante años, ha denunciado a la empresa por vender productos en mal estado.
— Imposible, las bebidas pasan por controles no pueden estar en mal estado.
— No te alteres Lander, lo peor viene ahora. La policía está investigando en la fábrica y si la cosa se complica, Saray podría ir a la cárcel por vender productos en mala calidad.
Un sudor frío recorre despacio mi espalda. Me quedo frío al escuchar lo que le puede suceder a Saray.
— Saray firmó ese contrato, no es cierto.
— Efectivamente. Si la policía investiga, y ven algo fuera de lo normal ella pagará por sus acciones al haber firmado el contrato con el señor Savat.
No tardo en alterarme y preocuparme por lo que le pueda ocurrir a Saray. Me masajeo mis sienes buscando una solución, por nada del mundo permitiré que Saray vaya a la cárcel.
Le pido a Jacinto que me enseñe el contrato, lo leo con detenimiento. No hay nada raro.
De nuevo mi mente comienza a pensar a velocidad de la luz, debo encontrar una solución lo antes posible.
De pronto se me ocurre una idea.
Llamo a Robert mi informático y hombre de confianza.
Le cuento lo que ocurre y le pido el favor de que cambie las firmas y los datos del contrato, al ser posible que ponga mis datos.
Si la policía llegase a investigar más a fondo yo me sería como el único responsable dejando libre de culpa a Saray hasta poder investigar qué ha ocurrido exactamente para que las bebidas estén contaminadas.
En ciertas ocasiones, las circunstancias de la vida o nuestras decisiones hacen que podamos o no estar con la persona que amamos. Después de aquella noche donde Lander me dio un pequeña lección poniendo a su vez mi corazón al límite, averigüe que los dos estamos hechos el uno para el otro.
Pareceré una patética por mí comportamiento, ¿pero quién no duda o mal interpreta las cosas según lo que ve?
Al final lo que se demuestra y lo que más vale son los hechos.
Lander ha demostrado que me ama, y al igual que yo queremos estar juntos.
Ahora todo lo veo de distinta manera, la oscuridad que peligraba se ha ido para dar paso a nubes cargadas de armonía, felicidad y dicha.
Aquella mañana me encontraba en la joyería recogiendo el anillo que me regaló Lander junto a mi hermana. Me estaba algo apretado y decidí agrandarlo para ajustarlo mejor a mi dedo.
Ahora sí me estaba perfecto.
— Es precioso Saray. Dime que ya no volverás a dudar de él.
— Para nada Belisa. Ahora estoy más que segura que los dos nos amamos y estoy dispuesta para afrontar cualquier inconveniente por muy grave que sea junto Lander.
— Wuau. Ya era hora que hablases así.
Al salir de la joyería, Belisa y yo nos dirigimos hacia una tienda de regalos para comprarle algo especial a Lander.
Entramos en la tienda, yo comienzo a mirar algo mientras mi hermana se va dirección hacia los electrodomésticos, no sé que pensará comprar.
Sigo mirando detalles, algo que me pueda dar alguna idea de qué regalarle a Lander cuando llega mi hermana apurada y me saca de la tienda tirando de mí.
— Belisa para que me vas arrancar la muñeca.
— Saray no ha visto las noticias. Están emitiendo una noticia hablando de la fábrica. Al parecer se han fabricado bebidas contaminadas.
—¿ Cómo? Eso es imposible. No puede ser verdad puesto que se pasan con regulidad todos los controles.
— No sé, es lo que he visto por la tele y al parecer hay un gran revuelo la policía está en la fábrica investigando.
— Mierda. ¿Y porqué demonios nadie me lo ha mencionado?
Descompuesta en nervios llamo a Lander necesito saber qué está ocurriendo.
Él me cuenta lo que está pasando. Al parecer Belisa me decía la verdad.
— Vamos, quiero saber que está ocurriendo.
Mi hermana asiente con la cabeza y tras andar un rato en busca de nuestro auto, nos ponemos en marcha hacia la fábrica para averiguar qué está sucediendo.
Al llegar al fábrica el revuelo es visible. La gente grita enojada, los periodistas estás plantados informando de la situación y hay policías por todos sitios y nosotras debemos protegernos por los hombres de seguridad debido a la tensión que se ha creado.
Al llegar a la oficina, Lander viene en mi busca abrazándome preocupado.
— Saray no deberíais haber venido.
— Quiero saber que ocurre y porque se ha formado todo este revuelo siendo mentira. Nunca hemos vendido productos defectuosos.
— Saray, no puedo hablar mucho la policía va venir a interrogarnos, solo te pido que digas que tú hablaste con Hilario y el contrato lo firme yo.
— Como voy hacer algo así. Yo fue quien cerró el negocio con el señor Savat.
— Eso ahora no importa. Quiero que estés a salvo, en el caso que un juez determine que se ha cometido alguna infracción lo menos que deseo es que te ocurra algo malo.
— ¿Y tú?
— Tranquila yo ya tengo a mis abogados trabajando te prometo que estaré bien.
En esos instantes, varios policías entran a la habitación, se indentifican para dar comienzo a una ronda de preguntas.
No sé cuánto tiempo transcurre con exactitud, pero conforme pasa el tiempo la tensión es aún mayor y la presión se va acumulando a tal punto que dos policías se marchan dejando caer que volveremos a vernos.
Aquello no me gusta para nada, todos lo allí presentes permanecemos en silencio cada uno con sus pensamientos.
Lander no ha soltado mi mano en ningún momento. Puedo llegar a comprender que la situación es más grave de lo que yo imaginaba.
— Pero cómo ha podido suceder algo así. No comprendo que una mercancía vaya a salir defectuosa.— Rompió el silencio Belisa. Al igual que todos estaba transtornada con lo sucedido.
— Eso es que alguien tuvo que cambiar la mercancía. — Agregó Jacinto moviendo sus dedos nerviosamente encima de la mesa.
— Opino igual, alguien ha debido sustituir la bebida. ¿Pero porqué?
— Pregunté mirando a todos. Por supuesto nadie sabíamos la respuesta. Aquello era un misterio y toda la culpa y el peso de la ley caería encima nuestro por cometer un delito que ni siquiera hemos hecho.
Ahora nos tocará esperar que es lo que ocurre en estos días.
La angustia, la pesadumbre de no saber exactamente qué era la infracción que habíamos cometido para que los trabajadores salgan a la calle con mancartas acusandonos, la policía seguía investigando dentro de la fábrica y ya habíamos hablado dos veces en la comisaría contando nuestra versión.
Los abogados de Lander trabajan a contrarreloj intentando aplacar está situación que comienza a agravarse.
Y como era de esperar el día que no queríamos que llegase, llegó.
Varios policías fueron a la empresa, mantuvieron una charla con el abogado de Lander.
Yo me encontraba junto a mi madre y mi hermana viendo desde lejos como se llevaban a Lander detenido.
Quería salir corriendo y gritar que era inocente, que yo fui la que firmó aquel maldito contrato, el causante de que nos veamos en esta situación.
— Saray cálmate por favor. — Me repetía mi madre reteniéndome.
— Mamá Lander es inocente. Mamá...—ya no podía soportarlo más, mis fuerzas me abandonaron en el peor momento.
Le había prometido a Lander ser fuerte y quedarme en la empresa luchando para que todo aquella situación se esclarezca.
Con lo que no contaba era con esto.
En ese momento llegó Sergio y Lorenzo. Los dos que durante todo este revuelo han estado al margen llevaban echando más leña al fuego.
— Regina, siento mucho lo sucedido. Pero por fin se ha echo justicia. — Dijo Lorenzo dirigiéndose a mi madre. La cual se plantó delante de él poniéndole en su lugar.
— No necesitamos tus lastimas Lorenzo. Yo confío en Lander y sé que es inocente. Por lo cual aquí no sea hecho justicia.
Aún así, no pararemos hasta encontrar al culpable de todo esto. Esto que nos han echo es una infamia, y quien pretenda hundirnos no lo van a conseguir.
Yo junto a mis hijas lucharemos para salir adelante.
— Regina eres valiente. Pero admite que ese hombre solo ha conseguido crearos problemas.
— Lander es un hombre de los pies a la cabeza. Y en todo momento ha dado la cara, cosa que algunos no han echo.
— Nosotros no hemos hecho nada malo Regina.
— Venga mamá vayamos a casa, tanto tú como Saray necesitáis descansar.
— Esto no se ha terminado. — Fulminé al padre y al hijo antes de marcharme junto a mi madre y mi hermana.
Cómo era de esperar, al salir a la calle, una multitud de personas se abalanzaron a nosotras dándonos empujones, insultando nos, incluso algunos nos golpearon.
Salimos de allí con difilcutad, pero logremos salir enteras.
Estamos asustadas, yo triste, enojada y rabiosa por ver cómo se llevaban detenido a Lander siendo inocente y todo por protegerme a mí.
El tiempo que duró el trayecto hasta mi casa permanecí en silencio pensando en quien o quienes habían podido manipular la mercancía con la intención de hundir la empresa.
____________________________________
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro