Capítulo 20
Me quedé casi sin aliento cuando escuché a Regina Mills declararse a Lander. De acuerdo eso ya me lo suponía. Pero... ¿y Lander?
Aún no puedo creer que él sintiera lo mismo por ella.
Porque el amor es tan difícil y complicado en ciertas ocasiones.
Ahora comprendo el dicho de que la curiosidad mató al gato.
Porque si no hubiera salido en busca de Lander impaciente para abrazarlo por haber sido tan bueno con Rebeca. No me hubiera enterado que al igual que Telma lo ama él también él la ama a ella.
Tan solo de pensarlo empiezo a marearme, sencillamente no puedo más, el aire casi no me llega a los pulmones, me arrepiento de haber puesto mis cinco sentidos en Lander.
Él no me ama, y por lo que me acabo de enterar pienso que nunca lo hará.
Maldita bruja, has ganado y eso me fastidia lo suficiente como para comenzar a preparar mi maleta y querer salir de esta mansión y de la vida de Lander. Si continúo a su lado pienso que mi poco orgullo junto a mi pobre corazón van a salir muy mal parados.
— Saray. — Al escuchar la voz de Lander me seco rápido con la palma de mano mi cara. Por nada del mundo deseo que me vea de llorar.
— Lander. ¿Qué haces que no estás en la fiesta?
— Puede esperar. Pero antes quiero hablar contigo y explicarte lo que has visto.
— A ver Lander, mira que no hace falta que me des explicaciones al fin y al cabo somos amigos. — Hablo atropelladamente haciendo como que no pasa nada.
— Quiero dártelas. Primero porque te debo una explicación por haber pensado algo que no es. Y seguido porque aunque nunca he querido compartir este secreto con nadie, tú eres muy importante para mí y deseo contártelo.
Qué momento por favor. Presenciar como Lander habla con tanta suavidad y bondad hace que me derrita como un polo. Siento como todo en mí se va transformando, admirar como sus ojos cenizosos se cargan de agua aunque se ve que lucha interiormente por desvelar su secreto.
— Telma y yo fuimos amantes durante años. Y no sólo compartíamos cama, si no que ella me quitaba hasta el aliento. Siempre me quedaba con ganas de más tanto que llegué a enamorarme como un idiota de ella. Yo fui su aprendiz y ella se limitó a presentarme lo que era el amor y lo que conlleva enamorarse.
— Entonces tú padre llegó a enterarse.
— Exacto. Y por eso nunca me perdonó quitándome todo. Dejándome sin nada hasta sin su perdón.
— Es lógico Lander. Tú también tuviste culpa por acostarte con Telma al fin y al cabo ella era tú madrastra.
— Asumo mi culpa no lo niego. Cómo tampoco desmiento que fue un error de que me gustaba mucho Telma. Sin embargo no pude parar, ansiaba más y más y en cierto modo me merezco lo que me pasó. Pero claro yo por entonces tenía diecisiete años.
— Aún así Lander eso no justifica el odio que sientes realmente hacia ella y porqué te metiste en la agencia prestándote como si no tuvieras sentimientos algunos.
— Me levanté de la cama dándole la espalda, no quería que me viera como comenzaba mi disgusto.
Él me invitó, no llegó a tocarme y se lo agredezco, puesto que después de haber visto como besaba a la bruja no sabría cómo podría reaccionar con su cercanía y tacto, ese que tan perturbada me trae.
— Lo sé, entiendo que tuve que haber parado toda esa locura y no esperar a que mi padre me descubriera para dejar que transcurrieran los años e ir encajando las piezas del puzzle. Mientras tanto tuve que vivir con ese desengaño, el odio de mi padre y sin un peso. Todo tuve que ganarmelo con mi esfuerzo y cuando me enteré de que mi padre enfermó, fui buscando su perdón y nunca lo obtuve.
Conocí a Sharon, me explicó todo referente a la agencia, entonces vi que era una vía fácil de ganar mucho dinero para emprender y construir mi propia empresa con el único objetivo de que no le faltase de de nada a mis hermanos.
Telma fue la causante de mis desdichas y de blindar mi corazón.
Escuchar hablar a Lander con tanto melancolía hizo que me ablandarse. Yo no soy nadie para juzgarlo pero si soy dueña de tomar mis propias decisiones.
— Lander, comprendo que todos y cada uno de nuestros errores tiene un porqué.
Tú dejaste que Telma te apresara con su encantado llegándote a dominar por tu edad y falta de experiencia.
Pero sigo sin explicarme cómo has podido fingir, como puedes soportar estar con mujeres y no sentir nada.
— Porque me sentía vacío.
— Y ahor...¿También estás vacío?.
— Para nada. Contigo todo ha sido novedad para mí. A tú lado soy otra persona, me aportas todo lo que busco en una mujer.
Me quedo sin palabras ante su declaración. Es lo más hermoso que me han dicho en mi vida. Y sin embargo todo esto simplemente es un juego. Y yo no busco una aventura, necesito algo más que una simple distracción.
— Gracias por tus bellas palabras. Pero si quieres que dé un consejo, el amor es un sentimiento que nace dentro de nosotros, en ocasiones el destino nos pone personas que serán nuestras compañeras para toda la vida y otras veces no.
— Saray, dime qué no estás considerando irte por lo sucedido con Telma. Ella no me interesa, ya la dejé de amar.
Bajé mis ojos hacia el suelo afligida. En verdad en ocasiones me siento como una cobarde por huir de mis sentimientos, de la verdad de lo que ha comenzado a crecer dentro de mí interior.
Suspiro varias veces imaginándome que Lander necesita que diga algo.
Y para ser sincera conmigo misma, estoy al borde de la lágrimas, de querer refugiarme en sus brazos y respirar el mismo aire.
Sin embargo aquí estoy, parada ante él con la necesidad de besarlo, de lanzarme a su cuello y decirle cuánto lo quiero.
Pero hay cosas en la vida de las cuales no podemos obtener. Y yo solo he sido la mujer que le pagó para que fingiera ser mi novio ofreciéndome lo que tanto he deseado.
Con lo que no contaba era con el precio tan alto que debía pagar, mi corazón.
— Dicen que el amor comienza cuando menos te lo imaginas, va creciendo dentro de nosotros conforme pasamos momentos con la otra persona. Pero a pesar de que pasen los años, si hubo un amor tan intenso como el de Telma y el tuyo no creo que no quede cenizas. Lander... — Dios mío dame fuerzas para poder decirle esto — Hoy he podido ver como os mirábais, y aunque tú quieras empeñarte en negarlo, sigues enamorado de ella.
— Ahora dime, ¿cómo se puede amar cuando la llave de mi corazón la tienes tú?
Cómo debo querer a Telma según tú.
— Estoy segura que volverás amarla, yo solo soy tu clienta. La mujer que te alquiló y la que ha pagado hasta por acostarse contigo. No puedo ser esa mujer de la cual describes.
— Nunca has pagado por sexo, y si por mí hubiera sido nunca me hubieras dado un peso. El amor no se compra.
— Estoy de acuerdo contigo. Sin embargo, si continúas en la agencia nunca podrás alcanzar el cariño que tanto necesitas. Lander no te conozco mucho, pero en estos días que hemos estado juntos me has devuelto la confianza en mí misma. Has devuelto a la antigua Saray y todo eso es gracias a ti. No te guardo rencor, pero si me gustaría que fuéramos amigos.
— ¿Amigos?
— Por favor. — Mi voz se ha vuelto un susurro. Sus cenizosos ojos siguen observándome con devoción incluso soy testigo de la tristeza que se refleja en su mirada. Aún así, debo de irme si deseo que Lander sea feliz con la bruja de Telma puesto que no le deseo nada malo. Si no todo lo contrario.
— Saray, no puedo ser tú amigo, pero si con eso haces que pueda seguir viéndote y no alejarme de ti lo seré. — Ante él me mostraba entera, nada de lágrimas y mucho menos venirme abajo, aunque ganas de llorar no me faltaban.
Asentí con mi cabeza diciéndole que siempre seríamos amigos y cualquier cosa que necesitara podría buscarme.
Lander no dijo nada, ni cuando me vio preparando mi maleta.
El peor momento fue cuando tuve que despedirme de todos. Allí si lloré como una magdalena.
Miré por última vez a la mansión buscando a Lander, quería no sé el qué, si era yo la que le había dejado claro que no quería nada con él, que mejor ser amigos antes que tener que decirnos adiós.
Y todo esto lo hago por no volver a pasar por lo mismo dos veces.
Ya lo había pasado muy mal con Sergio y con Lander no quería exponer mi corazón a otro golpe del cual me costaría recuperarme.
Abracé a Eloy y comencemos a caminar hasta llegar al taxi.
Durante un buen rato permanecí en silencio con mi cabeza apoyada en el hombro de Eloy.
Al llegar al hotel me llamó mi hermana.
Respondí a su llamada, hablé con ella durante un buen rato dándole la noticia de que mañana mismo volvería a Monterrey, necesitaba hablar con mis padres y poder contarles lo que había hecho. Ahora sólo espero que mis padres me perdonen y me entiendan.
Y como se suele decir todo en un segundo puede cambiar.
Comencé a ponerme nerviosa cuando Belisa me informó que mis padres ya sabían la verdad y estaban esperando mí regreso para hablar seriamente conmigo.
Mis manos temblaban, mi pulso se aceleró, me quedé aturdida durante un momento hasta que escucho la voz de Eloy preguntándome que me ocurre.
— Eloy ha pasado una tragedia. Mis padres se han enterado de la verdad, de que yo contraté a Lander.
— Tampoco es el fin del mundo. No sé porqué te pones así.
— Me pongo mal porque si mis padres no se han comunicado conmigo es porque algo me tienen preparado. Y no será bueno precisamente.
— Tranquila mi linda. Yo me iré contigo y no te dejaré sola. Ahora empaca tus cosas y vayamos hacer una visita a tus papás.
— Ya tengo todo en la maleta. Cuando quieras nos vamos.
— Venga voy a pagar la habitación y nos vamos. Pero hazme prometer una cosa.
— El qué.
— No te dejes de intimidar por tú padre.
En ese momento no supe que responder, me quedé callada pensando en mil cosas sobre lo que mis padres pudieran hacerme.
Sé que no hice lo correcto, pero mi padre tampoco se quedó atrás ofreciéndole dinero a Lander para que se aleje de mí. Bueno por lo menos me dio la posibilidad de acostarme con él.
Eloy y yo nos pusimos en marcha. Durante una hora no podía dejar de pensar en Lander y decidí mandarle un mensaje.
✓ Hola, ¿cómo estás? Yo no estoy bien, mis padres se han enterado de todo y voy hacia Monterrey para hablar con ellos. Tan solo quería saber si volveré a verte.
Miro el móvil durante un buen rato, pero la respuesta no llega. Creo que me he precipitado, voy a parecer hasta tonta por no saber lo que quiero.
En ese momento recibo su mensaje.
✓ Para serte sincero no estoy nada bien. Siento todo lo referente a tus padres, si no fuera porque tengo que quedarme unos días más te hubiera acompañado. Y por supuesto que quiero verte, necesito escuchar tú voz y saber que te ocurre a cada momento. Por favor no me olvides y aquí estoy para lo que necesites.
¡Oh Dios mío! Pero se puede ser más afable y bondadoso. En breve le respondo.
✓ Eres muy amable. Lo tendré en cuenta y lo mismo te digo, cualquier cosa que necesites aquí estoy, nunca te olvidaré.
Cómo he de olvidarte, si en estos días he sido una mujer distinta y tú has sabido sacar lo mejor de mí.
✓ No podré hacerlo. Ahora descansa y mañana cuéntame qué ha sucedido referente a tus padres. Te deseo buen viaje.
No puedo seguir escribiendo, me siento como una estúpida al haber tomado la decisión de alejarme de él.
✓ 😗😗
✓ 💋💋💔 (la mitad es tuyo Saray)
✓ ❤️👄❤️
El que inventó los emoticonos fue un sabio. En ocasiones nos representan lo que no somos capaces a decir.
Cómo es mi caso.
Me gustaría decirle a Lander que lo quiero con todo mi corazón y sin embargo no he sido del todo sincera, y todo porque cuando te lastiman una vez, sientes que volverás a sufrir de nuevo, y cuando te enteras que aquella persona que has comenzado a querer tiene un paso anterior al conocerte a ti, te molesta tanto que incluso te lo tomas como algo personal.
Y es justo lo que me ha pasado a mí con Lander. Me dejado llevar por su pasado en vez de haberme dejado guiar por mí corazón.
___________________________
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro