Caía la noche en el Digimundo, y todos los presentes esperaban una nueva ofensiva con la ayuda de los Caballeros de la Realeza. Todos estaban listos, pero Ghostdramon llegó algo tarde y por la retaguardia.

Ghostdramon - ¿Están listos para ser aplastados? - 

Taichi - ¡Wargreymon! -

Wargreymon - ¡Estoy listo! -

Meiko - ¡Meicoomon! -

Meicoomon - ¡Ya! -

Alphamon - Listos o no, ¡Ataquen! -

Los Caballeros de la Realeza atacaron, pero el Digimon enemigo era veloz, y en cuestión de segundos, derribó a los Caballeros de la Realeza y a los demás Digimon. Acto seguido, los Pokémon iniciaron una serie de nuevas ofensivas, con el propósito de derribar al enemigo.

Ash - Charizard, ¡Lanzallamas!; Infernape, ¡Súper Golpe!; Pikachu, ¡Impactrueno! -

Ash seguía enfrentándose a Ghostdramon, por lo que sus Pokémon luchaban con todas sus fuerzas varias veces; pero todos estos ataques no eran suficientes, provocando que todos los Pokémon cayeran.

Ghostdramon - Ash, ¿Como creíste que podrías ganar? Ríndete ahora mismo -

Ghostdramon iba a atacar a Ash, pero de repente, una misteriosa fuerza aliada llegó de manera inesperada.

- ¡Kyaaaaah! -

Sin previo aviso, una bola de fuego le dio un fuerte golpe a Ghostdramon.

Ghostdramon - ¡ho-oh! -

Los Caballeros de la Realeza tomaron a Ghostdramon junto a Meicoomon, la cual terminó transportando a los chicos a otro Universo.

Taichi - ¡Meicoomon! -

Ghostdramon - ¿Creíste que podrías conmigo, pequeña inútil? -

Ghostdramon pateó a Meicoomon y absorbió a los Caballeros de la Realeza.