🌟FINAL 1/2
◇°•○♡○•°◇
Había pasado un poca mas de una semana desde el incidente con Jimin, luego de que el rubio despertó y se percato que la presencia del pelirosa faltaba en aquella silenciosa mañana en el departamento de Hoseok, se convenció de que todo había terminado, de que era hora de olvidar y superar cualquier sentimiento que le produjera el menor.
Era hora de soltar y superar...
Claramente esa misma noche lloro todas las lagrimas que estuvo tratando de contener desde la ida del menor hasta su regreso en el aeropuerto.
Jimin nunca lo perdonaría, nunca consideraría darle una oportunidad y mucho menos estaría con una persona tan horrible como el...
Y ahora lo comprendía. El día que jimin le escupió en la cara las palabras mas crueles que pudo haber escuchado no tenían el significado que él creyó en ese momento.
"Jamas estaría con una persona tan horrible como tu"
Jimin no sé refería a su aspecto físico, sino a lo horrible que se había convertido su alma al fallarle a la amistad que se había creado a bases de todos esos meses de apoyo y ayuda mutua.
¿Se había convertido en lo que alguna vez le prometio a su querida madre no ser jamás?
Por eso decidió que retrataría la bella sonrisa de Jimin en lo mas profundo de su corazón, guardándolo y atesorandolo hasta su ultimo momento de vida.
Sin embargo era hora de dejar que las cosas tomaran su rumbo natural, dejando libre de cualquier sentimiento al menor y obligándose a si mismo a dejar de pensar.
Este era el comienzo de un doloroso proceso de olvido...
(Una semana después)
La música clásica en piano sonaba en todo el recinto del elegante restaurante japonés, los meseros caminaban de aquí para allá, vistiendo sus pulcros trajes negros con su correspondiente corbatín oscuro, llevando platillos que costaban miles de Wones cada uno.
El ambiente era cálido y familiar, o por lo menos así lo sentía Yoongi, quien no podía dejar de sonreír y reír de los malos chistes de Jin y las malas respuestas irónicas de Hoseok.
Jin rio de aquella manera tan única y particular luego de que su pareja y futuro esposo casi rompiera la copa de vino tratando de hacer un simple brindis por la futura boda que se iba a llevar a cabo dentro de unos meses.
Hoseok lloriqueo por el titulo de padrino que le otorgo Jin con un abrazo y un gran beso en la mejilla.
Yoongi quien no podía dejar de mostrar sus pequeñas y rosadas encías fue elogiado por la pareja por la gran elegancia y porte que trasmitía con las prendas que el pelirrojo se había esmerado tanto en planificar y diseñar.
La cena que se había planificado se había postergado hasta esta noche, en la cual el alto castaño planeaba darle una sorpresa al rubio...
Jin carraspeo, llamando la atención de todos en la mesa, incluida la del rubio. Sonrió y levanto la fina copa de cristal que contenía un vino selecto de muchos años, invitando a que los demás hagan lo mismo.
—Propongo un brindis por Yoongi—dijo con alegría, levantando la copa y tomando un leve sorbo del vino—brindo por la resplandeciente sonrisa de tu rostro y tu nuevo cargo en mi empresa—agrego con una pequeña sonrisa cómplice que compartió con el pelirrojo—.
Hoseok y Namjoon levantaron con una sonrisas sus copas, chocándolas sutilmente con la copa del castaño mayor.
El rubio, quien no se unió al brindis y mucho menos tomo sorbo de la copa, frunció su ceño en confusión, no entendiendo a lo que se refería Jin.
—¿Que? ¿De que hablas, Jin?—pregunto yoongi, con una pequeña sonrisa avergonzada por no entender lo que traía tan felices a todos—.
—¿Te acuerdas que hace unas semanas te pregunte los lugares exactos en los que trabajabas?—pregunto Jin con una simpática sonrisa en sus regordetes labios—Pues Namjoon y yo nos dimos en el trabajo de visitar tus antiguos trabajos a preguntar tu desempeño en el ámbito laboral a tus antiguos jefes.
—Y ambos llegamos a la conclusión de que ayudarías mucho a Jin como asistente de presidencia —continuo las palabras del castaño con una sonrisa hermosa de hoyuelos—eres el candidato perfecto para ayudar y suplantar a Jin por cualquier inconveniente que se pueda llegar a dar.
—Nammie tiene razon, estoy seguro de que te desempeñaras muy bien como mi asistente—finalizó sonriéndole en grande al alto moreno—sabes manejar la bolsa, las inversiones, los ingresos y egresos y el mercado bursátil ¿que mas necesito que eso?—enumero con una sonrisa que compartía dulcemente con el moreno menor— ¿que dices? ¿Aceptas?
Yoongi se quedo pasmado unos largos segundos, viendo como todos ponían sus expectantes miradas sobre el, esperando una respuesta a la gran propuesta de trabajo.
—Mira, si no estas totalmente convencido de trabajar conmigo como asistente...—dijo con un tono de voz gracioso y sugerente, sacando un pequeño papel del bolsillo de su carísima chaqueta—esto es lo que vas a ganar—puso el pequeño papel en la mesa y lo arrastro hasta la clara vista del rubio—.
El rubio antes de mirar el papel sintió como su garganta picaba en resequedad, así que tomo en mano la copa de agua y tomo un sorbo, viendo por fin el papel que le había extendido el mayor.
Lo siguiente no se lo espero ni en mil años, mucho menos Hoseok, quien fue bañado por restos de agua y saliva por cortesía del rubio, el cual escupió y casi se ahogo con el agua que había mantenido en su boca unos segundos.
¿¡3700 euros al mes!? Eso en wones era una cantidad exorbitante de dinero...
—¡Yoongi! ¡Tarde meses en diseñar este conjunto!—lloriqueo el pelirrojo con un puchero en sus labios y tratando de secar sus prendas y rostro con un pañuelo de seda—.
Yoongi ignoro olímpicamente el pequeño berrinche del menor, quien fue el centro de la particular risa del castaño de hombros anchos.
—¿Entonces? ¿Si aceptas?—pregunto esta vez Namjoon, abrazando por el hombro a su prometido—.
—Claro que aceptó—contestó con una sonrisa sin pensarlo mas de dos veces—me encantaría trabajar contigo Jin hyung—agradeció con una leve reverencia, tomando su copa de vino y extendiéndola en alto, incitando a los demás a que repitan su acción—brindo por las nuevas oportunidades de la vida—brindo con una sonrisa de rosas encías, chocando sus copas con regocijo entre todos los presentes—¡salud!
La mañana había llegado y el vespertino sol golpeaba en el reluciente cristal de la ventana de la habitación del pelirrojo, quien estaba cambiando con una mueca aburrida los canales de la gran television.
—Yoongi, despierta de una vez...—llamo al rubio que estaba acostado a un lado suyo, alargando con un puchero en sus labios la última letra—.
Yoongi se removió entre las sábanas por el infantil llamado del menor, apretando sus ojos al sentir una leve pulsada en su cabeza, odiando profundamente la decisión de haber tomado alcohol la noche anterior luego de la cena en el restaurante.
—Te dije que no era buena idea tomar vodka puro—se burlo con una sonrisa el menor, soltando una simpática risa y aturdiendo un poco al mayor—.
—Fue tu idea tomar alcohol luego de la cena...—dijo, fulminando con la mirada al pelirrojo, echándole la completa culpa—yo solo iba a irme a mi humilde casa a dormir.
—¿Y dejar el nombramiento sin su digna celebración?—agrego parándose de la cama y agarrando el teléfono fijo de la habitación—.
—¿Que haces?—pregunto con el ceño fruncido el rubio, sintiéndose fastidiado por la fuerte luz del sol que golpeaba en sus aun adormilados ojos—maldito sol...¿porque no te matas?
—¿Siempre tan alegre con la naturaleza?—rio con su típica risa contagiosa, marcando rápidamente en el teléfono—llamo a Jin para decirle que voy faltar al trabajo hoy—informo con una sonrisa resplandeciente en el rostro, notándose a leguas la emoción que sentía—iré a visitar a un viejo amigo.
El mayor vio directamente al perfil sonriente del pelirrojo, percatándose de que en sus labios se había pitando una sonrisa que había sido contagiada por la alegra aura de Hoseok.
Por un momento se vio a si mismo perdido en sus pensamientos respecto al pelirrojo, quien había sido amable y agradable desde la primera vez que habían cruzado miradas en aquel día en la oficina de Jin.
Planteando en el la duda de si Hoseok era alguna clase de rayo de esperanza que había sido mandado únicamente para hacerle dar cuenta que en la vida había nuevas oportunidades luego de tocar fondo.
¿Quien será ese viejo amigo?
¿Quien mas tendría la suerte de poder apreciar la bonita y reluciente sonrisa en forma de corazón? Aquella que cada vez que este sonreía te contagiaba sin remedio de su peculiar risa.
Definitivamente personas como Hoseok valían mas que cualquier metal precioso o joya reluciente. El era esa clase de persona que te encariñabas aun y sin querer hacerlo, haciéndote rogar por un poco de su atención o una minúscula muestras de su alegre y pura alma.
En tan poco tiempo Hoseok logró demostrar que las amistades no se basan en un simple aspecto o una estupida etiqueta que impone la ridícula sociedad y que define sobre las clases sociales y lo que esta bien y lo que se debe de hacer.
Hoseok demostró que mientras tengas una alma bondadosa lo demás no importa...
—Me alegro mucho por ti...—hablo con suavidad, saliendo de sus pensamientos y sonriéndole genuinamente al bonito pelirrojo—Hoseok...—llamo en un murmuro lo suficientemente alto como para que el menor lograra escucharlo, haciendo que lo mirara atentamente, sentándose a un lado suyo y esperando pacientemente a que continuara hablando—.
Sin embargo el rubio no supo que seguir diciéndole al menor, sorprendiéndolo completamente cuando se abalanzo encima suyo, apretándolo en un cálido abrazo...
—Wow amigo ¿que ocurre?—pregunto confundido pero con una enorme sonrisa en sus labios, aceptando el abrazo, rodeando el pequeño cuerpo del mayor y escondiendo su nariz en la curvatura de su cuello, olisqueando el aroma natural que desprendía el rubio—.
—Hobi...—llamo nuevamente, siendo su voz opacada por un extraño nudo en su garganta, apretando aun mas el abrazo y escondiendo también su pequeña nariz en la curvatura del cuello del menor—te quiero...
Dijo sinceramente desde lo mas profundo de su corazón, apretando sus ojos y obligándose a si mismo a dejar de sentir ese raro sentimiento en el pecho.
—¿Acaso rompiste algo y tienes miedo de decirme?—bromeo, separándose del abrazo delicadamente y viendo directamente a los ojos del rubio, percatándose que no había pizca de gracia o juego en su mirada—oye...—sonrió sinceramente, levantado el mentón del rubio y uniendo nuevamente ambos cuerpos en un fuerte abrazo— yo también te quiero, Yoongi.
Ambos se separaron, mirándose a los ojos sin formular palabra alguna, pero diciéndose todo con una simple mirada, compartiendo pensamiento y sentimientos...
—Sé que pensaras que es raro...—empezó a hablar suavemente, parándose de la cama y colocándose una chaqueta del perchero—pero sentí ese abrazo como una despedida...
En ese instante, el rubio sintió como el teléfono vibraba en el bolsillo de su pantalón, distrayéndolo y interrumpiéndolo del momento que estaba compartiendo con le menor.
—No seas paranoico...—tranquilizo con una pequeña sonrisa, ocultando en su interior el hecho de aquel abrazo lo sintió de igual manera como una despedida—.
Escucho al menor reír suavemente, viendo como este arreglaba un poco su ropa y su cabello. Listo para irse a su encuentro con aquel viejo amigo.
—¿Tu que harás, Yoongi?—pregunto interesadamente en los planes del mayor, viendo como este ignoraba su pregunta y sacaba su teléfono del bolsillo—.
El rubio desbloqueo la pantalla, percatándose que había mas de 10 mensajes de un mismo numero desconocido...
¿Jimin quería verlo? ¿Él quería disculparse?
Por mas que intento no pintar una sonrisa en su labios, le fue inevitable no sentir como su corazón se anticipaba de la emoción por volver a ver al menor.
Apretó sus ojos unos segundos, dejando que su parte reaccionar lo abofeteara con fuerza, destruyendo su emoción en cuestión de segundos.
No podía seguir haciéndose eso...
No era sana para ninguno de los dos, y emocionarse por una simple reunión es retroceder varios pasos en su progreso de una nueva vida lejos del menor.
¿Era una buena idea verlo una ultima vez para hacerle asimilar a su corazón que esto había terminado?
—¿Y bien?—pregunto nuevamente el menor, sacando de le profundos pensamientos al rubio, quien arrojo su teléfono rápidamente a la cama—¿harás algo?
—Si...—afirmo suavemente y de manera pausada—iré un momento al puerto—pregunto mientras se levantaba de la cama y acomodaba un poco su arrugada ropa—¿tardaras mucho?
—No, en realidad quiero darle algo así como una visita sorpresa—hablo con emoción total en su voz—no creo tardar mucho en saludarlo.
El rubio asintió con una mueca extraña en su rostro, viendo como el pelirrojo se colocaba rápidamente algo de perfume, ambos saliendo apresuradamente de la casa y tomando distintos caminos...
Narra hoseok:
Salí apresuradamente de mi departamento, despidiendo a Yoongi con la mano desde la lejanía, viendo como tomaba otro camino muy distinto al mío.
¿Que haría Yoongi en el puerto?
Sentía una gran curiosidad picar en mi interior, sin embargo me contuve de preguntar y indagar sobre los planes de Yoongi.
Sus motivos tendrá...
Trague duramente, sintiendo mi garganta picar y como mi estomago tenia pequeños estragos en una rara sensación de que algo estaba por ocurrir...
La casa en donde ahora vivía Taehyung no estaba muy lejos de la mía, así que me fue fácil encontrar la dirección que me había dado Jisung, ex-estilista de Taehyung.
Sentía mi corazón bombear con fuerza, dejando mi corazón a la expectativa del sentimiento que sentiré al volver a ver a la persona que alguna vez en el pasado fue mi TODO.
¿Que habrá hecho de su vida? ¿Que habrá pasado todos estos años separados? ¿Recordará la promesa que algunas vez nos hicimos de niños?
Esas y muchas preguntas mas rondaba por mi cabeza, pintando inconscientemente una gran sonrisa en mis labios.
Doble en la esquina, buscando con la mirada una gran casa de 3 pisos con la misma descripción que me había dado Jisung. Sonreí en grande cuando la vi, que mas que una casa parecía una mansión.
Me acerque rápidamente al pórtico, percatándome que se encontraba levemente abierta...
Acomode un poco mis prendas de ropa y peine un poco mi cabello, pinte una enorme sonrisa en mis labios y me prepare emocionalmente para tocar el timbre.
Pero...
Un murmulló muy alto se escucho dentro de la casa, desorientándome un poco al escucharse como claras suplicas y un lastimero llanto.
Aparte mi mano del timbre, siendo mi curiosidad mas grande que mi repentino miedo por los desgarradores gritos y el prologando llanto de una...¿mujer?
Me escondí a un lado del pórtico, pudiendo apreciar desde la ventana y la pequeña redecilla de la persiana mal cerrada.
De pronto toda la emoción que sentía en la mañana desapareció en cuestión de milisegundos, reemplazándolo por una horrible sensación de vacío y asco...
—¡Por favor déjenlo!—gritó una mujer en ropa algo harapienta y claramente muy humilde, siendo sostenida por dos grande hombres que impedían sus movimientos frenéticos—¡no puedes hacernos esto!
Vi como la mujer fue abofeteada con fuerza por un hombre alto y uniformado, callándola de su llanto y sus fuertes gritos.
Sentí mi corazón latir con fuerza cuando vi como el mismo Taehyung se acercaba a la mujer y la agarraba de los cabellos, obligándola a hincarse en el suelo...
—Escúchame bien, idiota...—hablo con aquella voz profunda y gruesa, haciéndome sentir un escalofrío como hace mucho no lo sentía—vuélveme a levantar la voz y mato enfrente de tus ojos a tu querido esposo y tu pequeño hijo.
De pronto unos hombre con la ropa manchada en...¿sangre? Entraron con un señor de contextura pequeña, bañado en sangre, manchando en su mayoría su ropa y toda la parte de su cuello.
Tape mi boca sintiendo el asco y la impresión calar por mi garganta, no soportando la gran cantidad de sangre y lo violeta que se veía al escena.
—¿Ves?—hablo nuevamente Taehyung, haciendo una seña con la mano, claramente ordenándole algo a los hombres que aún sostenían el casi desfallecido señor—esto es lo que ocurre cuando pides dinero y no lo devuelves a tiempo—escuche como hablo con total frialdad, tirando al hombre al suelo, el cual casi no se movía—.
—¡CARIÑO!—grito nuevamente la mujer, tratando de soltarse del agarre y soltando tantas lagrimas como la sangre que se desprendía de su dañando labio—¿¡donde esta Beomgyu!?—pregunto en lagrimas, en una claro estado de desesperación por saber el paradero del que supuse que era su pequeño hijo—.
De repente Taehyung volvió a abofetear con fuerza a la mujer, como si le tuviera un gran odio...
—Encárguense de ellos...—escuche nuevamente la voz de Taehyung, viendo como se limpiaba las manos con un paño y acomodaba su negro cabello. Los hombre agarraron a los dos mayores y llevándoselos—.
El no era Taehyung...
El no era el mismo niño que lloro reiteradas veces en mis brazos y que se resguardaba en mi cuando le temía a las cosas que lo superaban emocionalmente.
El no el mejor amigo que yo quería y ansiaba por volver a ver.
—Joven Taehyung—hablo esta vez un hombre un poco mas delgado y de contextura pequeña, sacándome de mis horribles pensamientos—el joven Yoongi ya se encuentra en el deposito número cinco del puerto—informo, haciendo que mis ojos se abrirá de manera exorbitante y creara un gran y horrible estrago en mi estómago en cuestión de pocos segundos—.
¿Yoongi? ¿El puerto?
Era tanta la coincidencia que no me cabía duda de que era el mismísimo Yoongi de quien hablaba..,
—Bien, prosigamos con lo demás...—hablo mientras se colocaba un saco y guardaba algo en el bolsillo interior que no lo logre ver con total claridad—.
—¿Que pasara con el joven jimin?—oí nuevamente la voz del sujeto, haciéndome sentir algo raro, pues el nombre se me hacía demasiado parecido a otro que escuché hace algo de tiempo atrás—.
—Yo me encargaré personalmente de el—hablo con un tono de voz tétrico que solo hacia erizar mi piel—haré que vaya voluntariamente para allá, asi que preparen todo y no dejen que nadie entre y que nadie se acerque, ni siquiera ustedes—dio claras ordenes, agarrando la llave de un auto y acercándose lentamente a la puerta—es hora de darle una sorpresita a jimin.
Escuche como río de manera ronca y muy vacía, haciéndome rectificar que aquella persona que estaba ahí no era el Taehyung que yo conocía y mucho menos una persona que estaba en todos sus sentidos.
Escuche los claros pasos de Taehyung, alarmándome demasiado por el temor de que me descubriera y ese sea mi final.
Me apresure a esconderme en un arbusto que estaba cerca del pórtico, haciendo lo mejor posible de regular mi acelerada respiración y de no cometer la torpeza de perder el equilibrio que logrará descubrirme.
La puerta fue abierta, saliendo de ahí Taehyung con una presencia firme y una aura terrorífica, haciéndome retener la respiración por el gran miedo de que llegara a escuchar mi pesada respiración.
—Hasta aquí llegaste, jiminie.
Escuche como magullo entre dientes, haciéndome sudar frío al escuchar el nombre, recordándome de donde provenía tal nombre.
Yoongi estaba en peligro...
Taehyung se subió a un auto negro de vidrios polarizados y arranco con velocidad, viendo como se perdía en la distancia y me permitía volver a respirar, percatándome como la adrenalina subía y bajaba con violencia por mi cuerpo, haciéndome sudor frío y desorientarme con repentinos mareos.
¿Que iba hacer? ¿Porque alguien como Yoongi estaría involucrado en algo como esto?
Trague duramente, obligándome a abandonar mis pensamientos y las miles de preguntas que solo lograban marearme y cada vez hacer la situación mas surrealista.
Lo único que podía pensar ahora era que debía correr.
Correr y no parar hasta saber que Yoongi esta bien.
...
⤵️⤵️⤵️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro