Notita: esta historia sigue una línea de tiempo actual. Ósea que yoongi tiene  27 y Jimin 24 (aunque yoongi todavía no haya cumplido ;^;)

Futuro: Noooo que recuerdos, lloro mucho svshwk TT

Año 2005

El sol comenzaba a ponerse en su punto más alto en aquella pequeña cuidad de Busan. El ruido de los pájaros y el cálido viento conformaban la bonita estación de verano.

Era mediodía y en el ambiente de aquella cuidad se pudo escuchar un fuerte timbrado de la campana de la única escuela que había en ese entonces.

Niños y niñas se reunían en un mismo punto para ingresar a su respectivas aulas y iniciar un día nuevo de clases.

Había tanto niños de todas las edades que el ambiente se sentía sofocado en gritos y risas. Eso era algo realmente malo para aquel niño de cabello negro y ojitos felinos.

A pesar de llevar 2 meses en aquella escuela, le era muy difícil acostumbrase al cambio de cuidad y instituto.

Pero tenía que ser fuerte, tenía que demostrarle a su madre que él podía ser feliz en cualquier lugar, tenía que dejar de hacerla sentir preocupada por lo menos un día.

El timbre de entrada sonó y el pequeño niño no pudo sentirse más cohibido al ser empujado por todos y sentirse extrañamente en pánico al ver tanta gente desconocida en un mismo lugar.

—Tienes que ser fuerte—musitó en un murmuró para sí mismo y su pánico interior. Se obligó a caminar a pesar de sentír sus piernas temblar—tienes que hacerlo por mamá, debes de ser feliz por ella...

El pequeño pelinegro camino lentamente, siendo el último en ingresar a su aula y el centro de atención por unos segundos de sus compañeros que lo veían curioso y algunos con una pequeña sonrisa burlona.

Se sentía tan intimidado, tan solo...

Se sentó en el último banco de la fila. Lo que menos quería hacer era llamar la atención, Además nadie le hablaba y ni mencionar que no había hecho ni un solo amigo.

Suspiro y solo se dedicó a pensar en su antiguo hogar...en su madre y en todos los problemas que él sabía perfectamente que su familia estaba metida.

Podía parecer un inocente niño de 11 años, pero él sabía perfectamente que su familia estába en peligro y que ahora mismo su mamá estaba siendo perseguida por aquellos hombres malos.

Aquello último no lograba comprenderlo del todo...¿porque aquellos hombres altos y tan intimidantes querían a su madre?

No lograba comprenderlo completamente, pero si de algo estaba seguro es que aquellos hombres tenían algo que ver con su padre.

—Muy bien chicos, hagan silencio por favor. —vociferó la mujer encargada de enseñarle a todos— hoy vamos a hacer un nuevo ejercicio. He notado que algunos de acá no se llevan muy bien con otros o que simplemente no conversan con nadie—dijo mientras miraba a los alumnos que se sentaban hasta atras—asi que la actividad de hoy va ser esencialmente para conocerse entre sí y...¿quien sabe? Tal vez forjar una nueva amistad.

Termino de hablar la mujer y no se tardo el bullicio emocionado de los infantes que estaban felices por que la actividad comenzará de una vez y poder hacer nuevos amigos.

Todos gritaba emocionados a excepción de dos niños que solo se sintieron más incómodos y cohibido con la idea de la docente.

—Muy bien—hablo nuevamente la profesora, haciendo que los menores guardaran silencio casi automáticamente— JaeBeom dime un número del  uno al diez.

—¡dos!—respondió emocionado a la profesora—.

El pequeño Lim JaeBeom siempre estaba lleno de energía y curiosidad.

—Muy bien Jae —felicito la maestra mientras acaricia levemente el cabello del pequeño castaño— Entonces...la dinámica del juego será la siguiente—dijo mientras agarraba un pequeño cuaderno en donde tenía anotado el nombre de cada estudiante del salón—Lo que harán es que van juntar sus sillas con el compañero con el que se lleven dos años de diferencia, no importa si son dos años mayor o dos años menores, pero ojo...no pueden juntarse con su amigo o con el grupo que ya se conocen entre sí. La regla aquí es conocer a todos y todos tratar de ser amigos ¿ok?—finalizó la mujer y todos asintieron a sus reglas, algunos con emoción y otros ya no tanto.

Todos comenzaron a mover sus asientos, haciendo sentir al pequeño pelinegro en total pánico.

El no tenía amigos y tampoco sabía como relacionarse con los demás.
Él tenía un cierto nivel de pánico a los lugares llenos y si eso se le sumaba el hecho de no tener a nadie conocido, lo hacía sentir mucho peor.

Yoongi sintió sus ojitos arder, quería llorar...extrañaba su casa, extrañaba a su antigua escuela y quería volver a los brazos de su mamá.

Sentía que lo que más necesitaba en esos momentos era un abrazo de su madre y sus palabras que no hacían más que relajarlo cuando se sumia en el miedo en algunas situaciones o cuando aquellos hombres iban a su casa a buscar a su padre.

Pero su madre no estaba aquí...se encontraba solo con su abuela en una cuidad desconocida, escapando de aquellos hombres y tratando de sobrevivir el día a día con el poco dinero que tenían.

Su abuela solía decirle que no era bueno pensar en cosas malas  en momentos difíciles, pero cuando menos se dio cuenta una pequeña lagrimita se había escapado de su ojo.

—Hola, ¿puedo sentarme contigo? —pregunto un niño con la voz baja, llamando así la atención del pequeño yoongi— ¿puedo?

Volvió a insistir con la pregunta el pequeño castaño, haciendo que el pelinegro reaccionara rápidamente y se limpiara la pequeña lágrima que aún bajaba por su mejilla.

—S-si —no pudo evitar ponerse nervioso, no era muy común en sus días que niños se le acercaran para hablar con él—.

Y así fue. El niño se sentó a su lado y le sonrió de una manera que extrañamente le trasmitió un sentimiento de paz al pequeño pelinegro.

Yoongi vio a más detalle al ñino que estaba a su lado y pudo notar muchas diferencias que habían entre él y el niño.

Pudo notar que su piel era un tono más oscuro al suyo y que era un poco más alto que el, sus dientes eran chistosos y tenía labios muy bonitos.

Pero lo que llamo más su atención fue sus bonitos ojos que se había hecho más pequeños al sonreír de aquella manera que le trasmitió un poco de paz y confianza.

—Muy bien chicos, veo que ya todos tienen a su compañero de banco—hablo la maestra, sacando así al pelinegro de sus pensamientos—ahora lo que tiene que hacer es conocerse...pero no van a decir su nombre hasta el final. Empezaran a conocerse con el año en cuando nacieron ¿ok?

Todos asintieron hacia la actividad de la profesora, el bullicio no tardo en aparecer. Todos comenzaba a socializar entre sí.

Y el castaño y el pelinegro esta vez no eran la excepción...

—Yo nací en...—inició el castaño con emoción y se pausó en medio camino para pensar un poco— ¡en 1995! —dijo con una sonrisa al acordarse bien el número. Eso hizo sonreír un poco al pequeño pelinegro—.

—Yo soy de 1993...—dijo él pelinegro con mayor facilidad—.

—¡Un gusto conocerte! —habló con emoción el niño castaño y sonrisa muy bonita—. Naci aquí con mi mejor amigo y tengo 9 años...pausó unos momento nuevamente para pensar— Ah y mi nombre e-...

Justo cuando el pequeño castaño iba a hablar el timbre sonó, indicando la salida del primer receso.

—Mmm...¿te parece si seguimos conociéndonos afuera? —propuso el castaño con emoción mientras corría a su asiento a agarra su pequeña lonchera de ositos—.

El pelinegro se sorprendió por la energía del castaño y por una extraña razón sintió la suficiente confianza como para ceptar.

Aquel niño de sonrisa y labios bonitos era muy agradable y yoongi solo le produjo curiosidad por querer conocerlo mejor.

Espero que les haya gustado estos tres capítulos mielcitas mias♡

Si ven algún error me disculpo y si gustan corregirme para yo poder mejorar para ustedes, se lo agradecería mucho ♡

Los amo y muchas gracias por todo el apoyo 💜💜💜💜

Nos vemos pronto❤💜❤💜❤