Se escuchó un sonoro sollozo en las extensas instalaciones de Corps élégant las cuales estaban extrañamente vacías de personal.

Usualmente. Por no decir siempre los pasillo estaban lleno de personas, ya sea de las secretarias que hacían su trabajo o los modelos corriendo de aqui para haya luciendo sus despampanantes vestuarios y sus hermosos cuerpos. Incluso de vez en cuándo una vez a al mes los clientes de la misma marca de confeccion Corps élégant se reunian con los jefes y modelos y se armaba una pasarela de ensayo con las prendas de la nueva temporada.

Pero ahora todo estaba vacío y silencioso y eso era algo que el peligris
Agradecía internamente. Por mas que intentara contener las lágrimas estas no paraban de salir.

Hacia tanto tiempo no se derrumbaba de esa manera que no le sorprendía. Tanto tiempo engañandose a si mismo, fingiendo ser feliz detrás de una máscara llena de mentiras asquerosa y resguardandose detrás de la maldita sociedad.

Estaba harto de vivir...

El llanto aumentó. No le quedaba nada en la vida. En un abrir y cerrar de ojos había perdido su oportunidad para lo que basicamente se preparó la mitad de su vida y la única amistad verdadera que tenía se había ido...despreciandolo.

Se escucho un gran suspiro seguido de pasos algo pesados en toda la alfombra principal del showroom.

Si algo había aprendido Min yoongi aparte de los números y ecuaciones más difíciles fue perdonar.
Odiaba ver a las personas tristes, aunque no lo demostrara a simple vista una tristeza se instalaba en su interior por la curiosidad de la aflicción de las personas a su alrededor.

"Odiar es un despilfarro del corazón y nuestro corazón el mayor tesoro que tenemos."

Era una frase que la abuela del joven rubio no se cansaba de repetir todas las noches cuando ella era la encargada de arroparlo entre las cobijas más suaves que ella misma había hecho con sus propias manos 
y brindarle un dulce beso de buenas noches en su pequeña frente.

La señora estaba consiente de todo el daño que estaba experimentando su pequeño en la escuela. Por eso lo educó de la mejor manera e enseñandole que odiar a todas aquellas personas que alguna vez lo dañaron solo envenenaria su pequeño y dulce corazón.

Le dio tanto amor y atención que no le dio oportunidad a los malos momentos para dominar dentro la vida del pequeño yoonnie.

No iba a permitir que el pase por lo mismo que su padre...no mientras ella siga viva.

Por eso y solamente por eso decidió caminar hasta el afligido peligris.

¿Debía hablarle?¿motivarlo a que dejara de llorar tal vez?

No se sentía capaz de soltar palabra luego de ver y oír como de aquello angelicales pero ahora diabólicos labios salieron tales palabras dirigidas a el...

Tal vez no le dolía tanto el hecho de que haya hablado de esa manera de el...después de todo estaba tan acostumbrado a los comentarios insultantes hacia su persona.

Pero, ¿que lo haya hecho a sus espaldas?

Sentía que no había actitud más infantil y poco profesional como esa.
Y le dolió que la imagen más hermosa que tenia del modelo se haya roto con un par de palabras bobas.

Suspiro nuevamente y se tragó su propio orgullo.

-Hey...¿estás bien? -hablo con el tono más relajado que tenia-.

El peligris reaccionó inmediatamente, asustandose por la presencia del otro y pegando un leve saltito en su lugar. Esa acción causó ternura en el rubio quien se le escapo una pequeña risa y dio a lucir sus rosadas encías.

Ahora el peligris aparte de tener el rostros hecho un asco por el maquillaje corrido y lleno de lágrimas  también tenia un leve sonrojo adornado sus abultadas mejillas.

El peligris le mantuvo la mirada unos segundos al rubio y no sabía que sentir exactamente.

Genial...¿ahora el nerd se viene a burlar de mi?

Penso jimin mientras veía como el rubio seguía sonriendo de esa manera tan...extraña.

Jimin bajo la mirada y espero cualquier comentario burlon del rubio. Después de todo sentía que no podía caer más bajo.

Sin embargo jamas espero que enfrente de él se tendiera un pequeño pañuelo de tela seguido de una sueves palabras...

-Ten, úsalo para secar tus lágrimas, No es justo para tus lindos ojos que llores tanto. -le dio su preciado pañuelo de tela. Aquel que su querida abuela le había hecho especialmente para el ya que en su costado se hallaba bordado las iniciales "M.Y".

El peligris miro incrédulo por unos segundos el pañuelo blanco y desconfío de la amabilidad del rubio.

¿Porque lo hacia? El no tenia nada que al nerd le podría interesar.

Sin embargo termino aceptado el mugroso pañuelo de textura muy mala.

-Gracias...-dijo mientras pasaba aquel pañuelo por su ojos y se deshacía del maquillaje corrido y manchando la pequeña tela con delineador.

Luego de limpiar su rostro se percató de que no había nadie en los pasillo, Ni siquiera las secretarias estaban en sus puestos de trabajo.

-¿D-donde están todos? -musito el peligris parándose del suelo y tratando de no tropezar nuevamente al sentir sus piernas temblar.

Yoongi vio a su alrededor y suspiró sonoramente.

-Todos ya se fueron...-Respondio con un tono sinceramente cansino-.

El peligris abrió los ojos y pegó un leve saltito en su lugar.

-¿En que momento paso tanto tiempo? -murmuro en un susurro ya sin prestarle atención a la existencia del rubio que seguía parado al frente suyo. Sin embargo yoongi escucho su pregunta pero prefirió que el peligris se respondiera a si mismo-.

De pronto se vio observando como el menor se paseaba de un lado para otro, fijando su mirada a todas partes y viéndose cada vez más desesperado consigo mismo.

-¿Buscas algo? -se atrevió a preguntar al ver la actitud del peligris-.

-Mis cosas...mi celular, mis llaves del auto, la llave de mi casa! -dijo en un tono que cada vez iba aumentando más al nombrar otra pertenencia-.

-¿Donde las dejaste la última vez?

-¡Aqui! Justamente aquí! -dijo corriendo y apuntando en una de las esquinas de la pasarela de ensayo-.

-Calmate...tal vez el personal de limpieza las vio y como no había cerca las guardó...

El peligris asiento rapidamente con una sonrisa muy dulce que el rubio al verla se quedó un poco embobado. Tanto que no percato cuando el peligris tomo su mano entre las suyas y comenzó a jalarlo con algo de desesperación.

-¡Tienes razón! Vamos con el personal de limpieza para...

-Todos se fueron. -añadio el rubio de manera rápida, sintiendo como el agarré en su mano se debilitaba para luego ser soltada. Se arrepintió un poco por su palabras pero lo que menos quería era seguir enamorándose del peligris Y decir que algo no se murió por dentro de él al ver el tamaño de las pequeñas y delicadas manitas del peligris seria mentira.

El peligris se vio en una posición estatica y muy preocupada.

Se sentía muy cansado. aunque no pareciera la carrera de modelaje era cansador.
El despertar muy temprano y siempre tener que ensayar con prendas nuevas todos los dias era agotador física y mentalmente.

El peligris sintió las ganas de llorar otra vez...¿Porque todo le estaba saliendo tan mal?

Suspiro y se apoyo en una de las paredes deslizándose hasta el suelo completamente harto de todo.

-¿Que haras a-ahora? -hablo porfin el rubio, quien se sentía realmente cohibido por la situación-.

-N-no lo sé...mi dinero, mi celular, mis llaves estaban en mi bolso...

El rubio no necesitaba una segunda explicación para darse cuenta que el menor no tenía donde ir y pasar la noche.

No quería, su orgullo estaba colocándole un soga en el cuello y estaba a punto de ahorcarlo por lo que su lengua picaba por querer decir.

Suspiro nuevamente...¿cuantas veces ya había suspirando en un mismo día?

Si había algo que Min yoongi no le agradaba era ver a las personas tristes y necesitadas de ayuda.

Y si algo le habían enseñado su madre y su abuela era que si había una persona y esta necesitaba de ayuda el no debía ni siquiera dudar en ayudar.

Sea quien sea...incluso si es la persona que más pisoteo su autoestima.

-¿Quieres pasar la noche en mi casa?

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Espero que les este gustando la historia y la trama :')

Muchas gracias por todos sus lindos comentarios ♡

Pd: perdonen las faltas de ortografía y de puntuación. <:)

Las amooo mucho.