Baekhyun corre por la acera de la avenida principal, definitivamente tomar un taxi hubiera sido la peor elección ya que eran las 8 de la noche y esa maldita avenida está congestionada. El bajito prefirió correr aunque no era fanático del ejercicio físico, el rubio prefirió ir escuchando los infernales sonidos citadinos que iban desde los claxons de los autos hasta improperios gritados por algún conductor malhumorado. Baekhyun prefería correr y correr ante todo, sin importarle la ropa que lleva que es muy simple para tratarse de él, sin importarle si suda y eso que odia sudar.

Baekhyun está corriendo como si la vida se le fuera en ello y tal vez no se le está escapando la vida pero si el amor y hay gente exagerada que jura que sin su amor se muere y Baekhyun es uno de esos románticos empedernidos. Pero Baekhyun también es callado respecto a sus sentimientos y en el último minuto decidió que era mejor tarde que nunca.

Por eso está corriendo. Para alcanzar a Park Chanyeol antes de que su vuelo a Japón salga.

Baekhyun ha entendido que es mejor un minuto siendo correspondido que una vida sin ser amado.

La historia detrás de la carrera de Baekhyun es un poco complicada y comienza, y Baekhyun espera que termine, con Park Chanyeol.

Baekhyun y Chanyeol son amigos, que se conocieron gracias a Kyungsoo, la amistad de estos chicos se creó rápidamente porque ambos tenían muchas cosas en común, como el amor por la música y el molestar a Kyungsoo para que colocara su adorable expresión de enfado. Fueron muchas tardes de chistes tontos creados por ambos que hacían a Kyungsoo rodar los ojos y de ambos bajitos ayudando a Chanyeol a componer lo que consolidó su amistad, se volvieron un trío de amigos de esos que se complementan los unos a los otros. Fueron muchas mañanas de desayunos en la cafetería de la familia de Kyungsoo, muchas tardes de relajo y muchas noches de diversión las que vivieron el trío. Crearon recuerdos de esos que se plasman en la cabeza para siempre, de esos que cuando eres mayor y estás sentado pensando o viendo a tus hijos se te vienen a la cabeza y te sacan una sonrisa de añoranza.

No es un secreto para nadie que Chanyeol es un prodigio musical, Baekhyun y Kyungsoo lo habían visto componer canciones en treinta minutos y hasta pasar la noche en vela perfeccionando armonías. Chanyeol trabajaba duro porque sabía que en el futuro cada gota de sudor valdría la pena y como era de esperarse un día la oportunidad llamó a su puerta.

Fue hace seis meses, mientras el trío de chicos jugaba en la vieja Nintendo 64 de Kyungsoo que el teléfono del más alto sonó.
Y estuvo a punto de no responder, en serio, porque él estaba aplastando a sus amigos en Super Smash. Pero resulta que su tono de llamada era una canción que Kyungsoo odiaba con toda su alma y por eso había pausado el juego y le había gritado a Chanyeol que contestara "el maldito aparato del infierno con la canción de las infernales chiquillas de Red Velvet" o iba a golpear el aparato con la cabeza de Baekhyun. Así que Chanyeol contestó el teléfono par salvar la cabeza de Baekhyun.

Resulta que la llamada provenía de una academia musical muy famosa de Japón porque Chanyeol había sido el alumno recomendado por su universidad por ser la eminencia musical de la misma.

Definitivamente Chanyeol no esperaba que lo llamarán a él porque recomendaban un alumno por cada escuela de composición y universidad con menciones en música del país.

Chanyeol casi se desmaya de la emoción, en un momento se quedó sin habla y Baekhyun tuvo que tomar el teléfono por él para anotar todas las indicaciones que le dictaba una de las directivas de la academia.
Y en esta vida casi todo tiene un costo y el costo para Chanyeol de cumplir uno de sus sueños es dejar su país, su ciudad, su bonita ciudad que él ama tanto, que alberga su hogar y su cafetería favorita, el parque donde conoció a Kyungsoo a los 8, el conservatorio en el que aprendió a tocar el piano y la ciudad donde está el apartamento de Kyungsoo, el lugar más cómodo del mundo, según él y Baekhyun. Le dieron seis meses para preparar los papeles para el viaje, conseguirle una residencia y para que aprendiera algo del idioma así como también para que aprovechara al máximo con sus amigos y familiares a los que obviamente no podría ver tan seguido.

Como no podría haber sido de otra manera los dos bajitos estuvieron muy felices por Chanyeol y habían celebrado la ocasión a lo grande, llevando al chico a festejar en la disco. A la semana de recibir la noticia ambos no podían parar de presumir a su amigo, hasta el punto de avergonzarlo un poco. Al mes Baekhyun y Kyungsoo habían decidido aprender japonés junto a Chanyeol para motivar al chico. Pero a los tres meses ocurrió algo extraño.

Celebraban la fiesta de cumpleaños de Baekhyun (fiesta sorpresa organizada por Chanyeol) a la que solo habían asistido unas pocas personas más a parte de Kyungsoo y Chanyeol. Era, por lejos, una de las mejores fiestas de cumpleaños de su vida, era entre sus mejores amigos, siendo ellos mismos y riendo hasta que se escaparon las lágrimas, comiendo botanas preparadas por Kyungsoo y cantando karaoke como solo el mismo Baekhyun y Chanyeol podían, venciendo al resto de las parejas, y eso que Kyungsoo se había aliado con JongDae. Hasta ese punto todo iba bien, la cosa extraña comenzó a ocurrir cuando se acercaba el final de la fiesta. Chanyeol se había esfumado por unos diez minutos y después volvió con su guitarra acústica de madera clara al hombro.

Naturalmente Baekhyun se imaginó que Chanyeol iba a animar la fiesta con una de sus canciones pero se llevó otra sorpresa cuando sobre la guitarra había un lazo amarillo y una tarjeta de Chanyeol que decía: para ti.

El corazón de Baekhyun se agitó como loco, Chanyeol le estaba regalando una de sus posesiones más preciadas y era la misma guitarra que el alto siempre le prestaba cuando le enseñaba a tocar alguna canción. Le encantaba el regalo, esa guitarra era preciosa a pesar de ser un poco vieja pero no entendía muy bien por qué Chanyeol se la estaba dando, él la amaba, había sido su primera guitarra. Cuando Chanyeol dejó la guitarra en sus brazos no pudo evitar hacer la pregunta y entonces Chanyeol con una sonrisa respondió algo que hizo que el corazón de Baekhyun doliera de forma que él creía egoísta.

—Realmente creo que se te da tocar la guitarra, solo necesitas practicar más y ahora que no voy a estar para ser tu profesor te dejo esta guitarra para que nunca pares de aprender canciones nuevas, para que te motive.

Hasta ese momento sobre los hombros de Baekhyun no había caído el peso de la realidad.

Chanyeol se iba, no lo vería, no le iba a enseñar guitarra en sus ratos libres, no iba a estar con él y con Kyungsoo en sus ratos libres. No iba a haber más duetos improvisados en la sala de Soo y no iban a ser el trío especial de amigos. Todo iba a cambiar dentro de solo tres meses. Realmente Chanyeol se iba a ir y en ese momento vio la sala de su casa por completo y se la imaginó dentro de unos meses. La presencia de Chanyeol no estaría ahí, nada de su sonrisa, sus historias sobre cómo lo dejó el bus una vez más, su voz. Esas cosas simplemente no compartirían lugar con él otra vez.

El resto de la noche Baekhyun estuvo viendo a Chanyeol y estando muy pegado a él porque lo tenía que aprovechar si lo tenía ahí, a su lado, porque también estaba teniendo unas dolorosas imaginaciones de como se sentiría todo sin Chanyeol. El corazón de Baekhyun se estaba lastimado y curando solo, todo al mismo tiempo y Baekhyun no entendía por qué sentía todo tan a flor de piel.

Al terminar la fiesta Chanyeol se despidió con un abrazo grande para Baekhyun y este lo sintió hasta en sus huesos, de verdad quería guardar ese abrazo para siempre. El tonto de Chanyeol también se despidió con un abrazo de su guitarra y de Kyungsoo solo sacudiendo su cabello lo que hizo que el más bajito rodara los ojos y le dijera que se largara solo.

Pero Kyungsoo no se quedó en el apartamento solo con Baekhyun porque estuviera "molesto" con Chanyeol, Kyungsoo ya había planeado quedarse ahí con Baekhyun.

—¿Me puedo quedar esta noche, cierto?— le preguntó a Baekhyun mientras lo ayudaba a recoger el apartamento. El rubio asintió, sus amigos siempre eran bienvenidos.

Y después de eso estuvieron callados durante un rato, solo se escuchaba la escoba barriendo y los platos siendo lavados. Fue todo muy calmado hasta que Baekhyun cerró la llave del agua para comenzar a secar los platos y escuchó sollozos y cuando se volteo a ver a Kyungsoo se encontró con el pelinegro con las mejillas empapadas mientras seguía barriendo, aunque casi ni se movía, parecía más bien que se estaba aferrando a la escoba.

Intentó llamar su atención pero Kyungsoo lo ignoró y Baekhyun estaba realmente preocupado porque nunca había visto a Kyungsoo llorar, y eso era decir mucho. Tuvo que llegar hasta donde encontraba el más bajito de los dos y quitarle la escoba, Kyungsoo seguía sin mirarlo, solo lloraba mientras veía el suelo. Baekhyun dejó de hablarle y simplemente lo abrazó y dejó que llorara ahí en su hombro y vaya que lloraba, estaba llorando aun más fuerte que antes.

Baekhyun también había comenzado a soltar un par de lágrimas, eran muchas emociones para él en una sola noche.

—Se va... —susurró Kyungsoo en su oreja—, Se va... Chanyeol se va— su voz se quebró en la última palabra, cada vez le costaba más hablar—, Maldita sea Byun, se va... Y hoy lo sentí tanto, sé... Que tu también... Ahora es tan real... Chanyeol se va— Las manos de Kyungsoo se aferraron más a la espalda de Baekhyun y él había comenzado a llorar de la misma forma que Kyungsoo. Todo era ran real en ese momento—, Y lo lamento... Lamento toda esta escena, sé que te debe doler más a ti... Pero cuando pienso en que ese estúpido gigante no va a estar rondando por aquí mi ridículo corazón comienza a tener estos estúpidos sentimientos tristes.

—Deja de decir esas cosas— lo regañó Baekhyun—, Tus sentimientos no son estúpidos, son sinceros y no seas idiota a los dos nos duele igual... Que Chanyeol se vaya— la voz de Baekhyun se rompió y estalló en llanto.

Y eso era todo, llanto. La escoba quedó tirada por ahí en el suelo y el plato que Baekhyun había dejado mal colocado ya se había caído, y ya estaba roto. Y de un momento a otro se dejaron de abrazar y estaban sentados en el suelo llorando y solo viéndose a los ojos, esperando a que alguno pudiera decir palabras que sirvieran de consuelos para ambos, pero sinceramente, no las había, ambos estaban muy tristes.

—Es en serio cuando digo que te debe estar doliendo más y yo estoy siendo un mal mejor amigo— se acusó Kyungsoo—, Porque tu y Chanyeol tienen eso... Lo que sea... Esa química que siempre está por estallar... A ti te gusta y se va y yo estoy aquí llorando de forma egoísta sin poder hacer nada por ti.

Baekhyun frotó sus ojos y por un momento los sollozos pararon.

—¿Qué dices? A mi... — y por su cabeza comenzaron a pasar un montón de recuerdos.

Chanyeol posicionado detrás de él para enseñarle como colocar las manos en la guitarra, lo extraño que se sintió, la pena que le dio pero de todas formas eso le pareció tan a gusto. Recordó la vez en la que iban a la universidad y el clima estaba un poco nublado y Chanyeol dijo que iba a llover pero él se confió y no llevó paraguas y Chanyeol le dijo en un principio que se iba a reír mucho cuando llegara empapado a la universidad pero la verdad era que no había llegado empapado aunque había llovido, cuando las primeras gotas comenzaron a caer Chanyeol puso su paraguas en la mano de Baekhyun y después puso su mano sobre la misma y caminaron los dos bajo el paraguas, sus manos tocándose, eso se sintió tan cálido.

A su cabeza vinieron imágenes de Chanyeol tocando el teclado, de cuando llegaba al punto máximo de concentración y sus ojos se cerraban y todo su cuerpo parecía irradiar música, sus oídos revivieron las letras de las canciones de Chanyeol, tan sincero, tan cursi, tan asustado de la vida, tan real.

La imagen de Chanyeol llevándolo en motoneta hasta su casa y desviándose del camino un poco para pasar sobre el puente del río y contemplar la preciosa vista también apareció en su mente. Chanyeol bailando horriblemente en las discotecas y siendo rechazado por cada chica y chico al que invitaba a bailar y a la final siempre tenía que terminar el mismo Baekhyun bailando con Chanyeol porque Kyungsoo no soporta que le pisen los pies, Baekhyun por otro lado no se podía negar a bailar con él porque le gustaba ver a Chanyeol intentar bailar y también le gustaba el hecho de que se disculpara de forma tierna cada vez que tropezaba.

El brillo de los ojos de Chanyeol cuando habla de algo que le gusta, la risa sonora de Chanyeol que alegra el día de cualquiera, su sonrisa peculiar, su torpe andar, la amabilidad que siempre tiene con todos. Esas cosas siempre han inflado su pecho de felicidad, le han alegrado el día, hacen latir su corazón más rápido de lo normal, lo hacen estar más vivo...

Oh mierda fue lo último que pensó Baekhyun, si le gustaba Chanyeol, más, estaba enamorado de Chanyeol y desde hace tanto.

—A mi si me gusta Chanyeol... Yo quiero muchísimo a Chanyeol— confesó más para si mismo que para Kyungsoo y fue cuando dejó caer su cabeza en sus manos y lloró aún más.

Y después de ese día en el que Baekhyun aceptó sus sentimientos también se prometió guardarlos porque él creía que no era justo ni para Chanyeol ni para él confesarse porque si Chanyeol le correspondía, el dolor, ese dolor se iba a multiplicar y además no quería ser un ancla pesada para Chanyeol, no quería que Chanyeol estuviera con un corazón roto, pensando en él en vez de estar concentrado en su futuro.

Los días que le restaban junto a Chanyeol fueron tan insanamente dolorosos pero eran tan pocos... Que hubiera preferido aguantar ese dolor durante más tiempo. Escondió sus sentimientos todo lo que pudo pero cada día que pasaba se daba cuenta de otra cosa más que lo había enamorado de Chanyeol y sufría pensando en que ya no vería esas cosas o viviría esas cosas.

Y entonces llegó el día de la partida de Chanyeol. A petición del mismo Chanyeol no hicieron fiesta de despedida, él solo se despidió de su familia y les pidió a Baekhyun y Kyungsoo que lo acompañaran al aeropuerto pero las despedidas duelen y Baekhyun a pesar de que dijo que si iría no pensaba aparecer y era una decisión egoísta pero los corazones dolidos no toman buenas decisiones. Baekhyun prefirió pasar todo ese día pensando en lo que hubiera sido si Chanyeol no partía esa noche. En la relación que pudieron tener y entonces un pensamiento floto arriba de todos.

¿Y si Chanyeol de verdad me quiere y desde hace mucho?

Si Chanyeol también lo quería igual iba a ser un ancla pesada y eso se salía de sus manos, si los sentimientos de Chanyeol eran como los de él igual ocuparía parte de su tiempo en pensar en eso de «¿qué habría pasado si hubiéramos estado juntos?», si Chanyeol lo quería y pensaba que no era correspondido se estaría marchando con un corazón no roto, pero pesado, repleto de sentimientos que nunca fluyeron, un corazón lleno de dudas sobre el rechazo. Un corazón no se debe sentir así.

Y entonces ese pensamiento impulso a Baekhyun a mover su trasero de su cama, salir de su escondite de mantas y pañuelos desechables porque era mejor un minuto siendo correspondido que una vida sintiéndose rechazado. Baekhyun prefería despedirse de Chanyeol mientras hacía su corazón menos pesado, porque la verdad libera.

Baekhyun ahora siente que el corazón se le va a a salir del pecho, ya ha atravesado las puertas principales del aeropuerto y ahora solo le queda correr y pedir con todas sus fuerzas que el vuelo de Chanyeol se retrase y que no los hagan ingresar todavía a aquella zona donde sin un boleto él no es capaz de pasar, aunque si tuviera que hacerlo compraría el boleto más barato que y entraría a la zona a buscar a Chanyeol.

Corre esquivando personas y salta sobre una maleta gigante sorprendiendo a todos e incluso a si mismo. Cuando se encuentra por fin en el lugar en el que Chanyeol los iba a estar esperando en un principio se vuelve loco mirando a todas partes y ve tantas personas que se marea pero entonces se cruza con una pequeña persona que está usando una camiseta que tiene estampado el nombre artístico del bailarín Kim Jongin, y sabe que solo una persona la tendría porque es un diseño original que Kyungsoo se mandó a hacer. Se desespera cuando no puede encontrar la alta figura de Chanyeol pero luego lo observa llegar mientras guarda su teléfono en su chaqueta y se imagina que estaba despidiéndose de alguien o diciéndole a sus padres que está por partir, igual, no piensa mucho en eso y se echa a correr.

—¡Park Chanyeol!— grita Baekhyun y el alto y su amigo se voltean, por el rostro de Chanyeol se expande una sonrisa y Kyungsoo aunque se está esforzando por no sonreír (porque está molesto con Baekhyun por la tontería que casi hace de no ir a despedir a Chanyeol) de igual forma su mueca se ve como una sonrisa-, ¡Park Chanyeol— grita una vez más cuando está a escasos metros del alto—, Te amo— confiesa en voz más baja cuando salta a los brazos de Chanyeol y envuelve sus piernas alrededor de su torso. Mete su cabeza en el cuello del mayor y las manos de Chanyeol sostienen su espalda con fuerza, con urgencia, estaba preparado para atrapar a Baekhyun, siempre está dispuesto a todo por Baekhyun.

Chanyeol aspira el aroma de Baekhyun y se derrite por dentro, termina aspirando hasta su presencia y se le clava como una flecha en el pecho y lo tiene que hacer, tiene que hacer eso que ha estado rondando por su cabeza tiene que darle rienda suelta a sus sentimientos porque es ahora o nunca porque está cansado de llorar por él, tiene que ser feliz aunque sea por un minuto y es por eso que saca su rostro del cuello de Baekhyun y está listo para besarlo pero los labios del bajito se estrellan contra los suyos antes, dejándolo impactado.

Baekhyun le da el beso a Chanyeol porque no hay mucho tiempo para palabras, o es todo o es nada en esos últimos minutos y siente que los sentimientos en su pecho explotan y se dirigen hasta su boca y quiere que Chanyeol entienda todo y lo hace. Chanyeol comienza mover sus labios al ritmo de los de Baekhyun y se siente tan feliz y completo y el sabor de los labios de Baekhyun se graba en su cerebro y los sentimientos del rubio se mezclan con los de su corazón y por fin está en armonía.

Un minuto queriéndose, entendiéndose, en armonía, repletos de felicidad es lo mejor y es suficiente para ambos.