III. La despedida
⚠️ Éste capítulo contiene smut, por lo que puede ser incómodo para algunos lectores. 📍 (Donde empieza y termina la escena sexual
Definitivamente Jungkook no esperaba esa respuesta por parte de Taehyung, es decir, de todo lo que tenía en pensado el que viviera en otro país nunca cruzó por su mente. Pensó que el quizás había salido de una relación no muy buena y por eso no quería involucrarse en nada de eso, o no le gustaba de esa manera, hasta pensó que probablemente tenía hijos.
—Por un momento pensé que tenías hijos.
—Tengo uno.
—¿En serio? —cuestionó Jungkook sorprendido casi derramando el helado en su regazo.
—Sí, un perrito. Lo veo poco y quiere más a mi madre que a mí, aunque yo soy quien paga por su comida, es un desgraciado mal agradecido —dijo con su mirada al frente, la seriedad con la que dijo aquello solo hizo que estallara en risas.
—Por Dios Taehyung —comentó negando con la cabeza—. En fin, podemos seguir viéndonos mientras estés aquí, ¿Cuándo te vas?
—En una semana, ¿estás seguro que quieres hacerlo?
—Sí, no me importa que vivas del otro lado del mundo, yo solo quiero conocerte y ver hasta dónde nos lleva aun si estamos a una distancia —expresó Jungkook terminando el helado.
—No pretendo que seas mi esposo, no me casaré contigo por videollamada, así que mejor deja de aspirar a serlo.
—No prometo nada.
—Hablo en serio, lo último que necesito es llorarle a un hombre que no podré ver todos los días de mi vida y que mucho menos me dará sexo cuando llegue del trabajo, eso es muy triste —comentó con una expresión melancólica en el rostro, haciendo pucheros mientras movía la cuchara en el helado.
—Lo haremos funcionar, de lo único que llorarás será de placer, precioso.
Taehyung solo asintió con una sonrisa cómplice. Aunque no aclararon que es lo que iban a hacer funcionar, claramente Jungkook no quería algo de solo sexo si estaba dispuesto a tener algo aun en la distancia y él no tenía el corazón de negarse cuando el hombre estaba siendo persistente y determinante con ello.
No negaba que el necesitaba a esa persona que le diera los buenos días y las buenas noches, que se preocupara por cómo le había ido en el trabajo y sobre todo que no cuestionara lo que hacía solo porque veía personas desnudas la mayor parte de su tiempo. En ese momento, Jungkook apuntaba a ser ese tipo de persona, lo supo desde esa noche en la que estuvieron juntos tan solo sabiendo sus nombres.
Se supone que su cita terminaría en cuanto terminaran el helado que compartían en aquel parque, pero la conversación entre ambos nunca terminó. En un intento de despedida siempre surgía algo nuevo de lo que discutir, ninguno había hablado tanto con otra persona en una primera cita; estaban acostumbrados a las cosas triviales y quizás un pequeño beso de despedida si le gustaba la otra persona, pero ellos continuaban hablando, haciendo comentarios chistosos y riendo.
Taehyung terminó en el asiento copiloto del auto de Jungkook, lo que le trajo recuerdos de la primera vez que estuvo en ese mismo lugar. Seguía en el estacionamiento de la cafetería, el mayor tomándolo por la nuca para besarlo, como le encantaba besarlo, había declarado sus labios unidos como su nueva adicción.
Era inmensa la necesidad de volver a sentirlo en su interior, de tocarlo más allá de un beso húmedo y caliente; recordaba perfectamente como lo hizo sentir la primera y única vez que tuvieron sexo, por lo que besarlo en el interior de su auto, de una manera tan desesperada que ni siquiera se preocupó por ocultar, como tampoco lo hizo con sus jadeos cuando este apretó su cintura, eso solo aumentaba sus ganas de llevarlo a algo más.
—Me vuelves loco —admitió separándose un poco de los labios de Jungkook para sentarse a horcajadas sobre él.
Las manos de Jungkook fueron hasta las nalgas de Taehyung, quien tomaba su rostro con ambas manos y lo besaba con vehemencia, sintió sus largos dedos recorrer su cabello, jadeante y ansioso sobre él.
Le estaba excitando tenerlo de esa manera en su auto, agradecía que tuviera ventanas tintadas para evitar que alguien los viera, aunque estaba seguro que si seguían como iban, el guardia terminaría yendo hasta ellos para echarlos. Taehyung sabía lo que hacía cuando empezó a mover sus caderas sobre el de manera provocativa.
—Bebé, dije que no tenía segundas intenciones, soy un hombre de palabra —dijo tratando de separarse de los labios de Taehyung, pero este solo negó con la cabeza y volvió a besarlo.
—Ya, pero yo no y te deseo como no tienes idea.
—Bueno, si me puedo hacer una idea —comentó Jungkook apretando sus manos en las caderas del contrario para que dejara de moverse—. Estas duro como una piedra, puedo sentirlo en mi abdomen.
—Si me dejas llevarte a casa, puede que te un premio si almorzamos juntos —comentó Jungkook.
—Mmm, ¿de qué clase de premio estamos hablando? —preguntó Taehyung moviendo el piercing en el labio de Jungkook con su lengua.
—La clase que implica que estemos desnudos —expresó Jungkook mirándolo cuando se apartó acomodando su cabello.
—Bien, mi madre debe estar en casa, dudo que podamos hacer algo que implique que estemos desnudos, pero puedes llevarme a tu lugar luego —comentó mientras volvía a su asiento, con Jungkook a su lado poniendo el auto en movimiento.
En el momento que el coche de Jungkook se estacionó frente a la casa de su madre, empezó a arrepentirse de invitarlo a comer sabiendo que su madre haría toda clase de preguntas, que no sería para nada discreta y que empezaría a hablarle a Jungkook del porqué él era un buen partido, contándole historias vergonzosas de su infancia que arruinaría por completo su imagen de hombre maduro y atractivo.
—Mi hogar no es tan lujoso como el tuyo, pero la comida es deliciosa —anunció Taehyung mientras se quitaban los zapatos en la entrada.
—Eso no me importa, tu casa linda, mucho más acogedora que la mía.
—Pulgoso, deja de ladrar —se quejó Taehyung cuando su perrito se detuvo frente a ellos—. Ya, quédate quieto.
—Mira como mueve la colita.
—Es porque le gustas, está necesitado de atención y por eso ladra —comentó al levantarlo del piso—. Mamá, ya estoy en casa.
—Así que esta es tu casa de infancia —expresó Jungkook en voz baja al ver los cuadros de un Taehyung mucho más joven colgando de la pared—. ¿Eres hijo único?
—No, mi hermano menor murió en un accidente con mi padre.
—Oh, lo siento, no quise...
Las palabras de Jungkook se vieron interrumpidas cuando una mujer sonriente llegó hasta ellos, se detuvo junto a Taehyung sacando las manos de sus bolsillos para saludar con una reverencia.
—Él es Jungkook, el hombre que arruinó mis vacaciones con trabajo —lo presentó al dejar a su mascota en el piso cuando se tranquilizó.
—Te conozco, eres el dueño de esa marca...
—Coveland —terminó de decir Taehyung viendo lo nervioso que se notaba Jungkook ahora que le ponía atención.
—Es un placer, tiene un hijo maravilloso —fue lo primero que dijo, obteniendo de la mujer frente a él una sonrisa cómplice y que llevara su mirada coqueta hacia su hijo.
—Así que no es una relación de jefe-empleado —consideró con la mirada ahora puesta en Jungkook.
—No mamá, ¿Por qué traería a mi jefe a mi casa? —señaló Taehyung—. Estamos hambrientos, ¿queda algo de comida?
—No, cariño, dijiste que comerías fuera —expresó la mujer adentrándose a la cocina—. Pero puedo preparar algo delicioso para el señor Jeon.
—¿Señor? No, dígame Jungkook, el único señor aquí es Taehyung hyung —comentó con una sonrisita.
Jungkook sabía que a Taehyung no le gustaba del todo y su mirada fulminante se lo confirmó. Su almuerzo juntos fue mucho más divertido de lo que pensó que sería mientras su madre estuviera con ellos, aunque el mayor no estaba tan feliz con que hablara de manera tan animada con la mujer que le dio la vida.
Tal y como lo predijo, su madre no dejaba de contarle a Jungkook sus más vergonzosos momentos de infancia y adolescencia, hasta que finalmente pudo estar a solas con el hombre que no dejaba de verse atractivo ni siquiera cuando comía.
Se encontró a si mismo comiendo en silencio mientras él y su madre reían de las historias que contaba, estaba perdido en la risa de Jungkook, en como este reía con todo su cuerpo y echaba su cabeza hacia atrás. Era mucho más risueño de lo que aparentó cuando lo conoció en esa fiesta, tan serio y demandante.
A pesar de que Jungkook deseaba mucho quedarse en casa de Taehyung todo el día, pudo notar que este estaba más callado y cuando lo vio bostezar, pensó que pudo haber estado cansado, es decir, recién había entregado un gran trabajo en poco tiempo, estaba casi seguro que sacrificó algunas horas de sueño.
Aunque Taehyung quiso detenerlo para que se quedara más tiempo ahora que estaban a solas, pero Jungkook solo le sonrió, viendo como trataba de ocultar sus bostezos provocando que sus mejillas se inflaran en el proceso.
—Me engañaste para que te invitara a mi casa —reclamó Taehyung mientras acompañaba a Jungkook a la salida.
—Soy un hombre de negocios y tú eres fácil de convencer —declaró Jungkook ganándose un golpe juguetón en su hombro.
—Bueno, me debes premio doble —señaló cuando llegaron al coche del hombre—. No juegues con el sexo, si dices que me darás pene, tienes que cumplir tu palabra.
—Yo nunca dije que era sexo, tú lo creíste así por la calentura del momento —aclaró el menor, abriendo la puerta de su auto Hyundai Equus.
—Pero...
—Sí, hablé de nosotros desnudos. No tiene que ser sexo, podemos ducharnos, meternos en la tina o simplemente ver películas sin ropa.
Taehyung se rio ante el ultimo comentario de Jungkook, tenía razón, pero pensar en ellos completamente desnudos en la sala de su casa, únicamente viendo películas, era una imagen un tanto graciosa que le hizo reír de manera casi escandalosa.
—Bien, hagamos eso, después del sexo.
—Me parece que eso será en nuestra segunda cita, te escribiré cuando esté libre.
Taehyung asintió sintiéndose tímido, otra vez. Lo pensó tan solo por un minuto, antes de acercarse a Jungkook que seguía de pie junto al coche con la puerta abierta, mordiéndose el labio inferior deslizó sus dedos por el pecho del azabache hasta sus hombros. Depositó en sus labios un corto beso que fue bien recibido por el pelinegro que de manera fugaz tuvo sus manos en la cintura del mayor.
—Cuídate —masculló Taehyung al dejarlo ir. Jungkook le sonrió por última vez y antes de cumplir con los caprichos del hombre que lo despedía con dulzura, se marchó a casa.
La semana inició llena de mucho trabajo, todo giraba alrededor de ese nuevo lanzamiento, una vez más estaba sumergido en el trabajo, teniendo a penas tiempo para comer, momento que aprovechaba para hablar con Taehyung, el hombre que permanecía en su cabeza la mayor parte del tiempo, aun cuando estaba hasta la coronilla de trabajo.
Taehyung se pasó los siguientes tres días restantes de sus vacaciones, haciendo lo mismo de siempre; pasear a su perro, visitar algunos lugares con su madre. De vez en cuando tomaba su cámara y se iba por Seúl a tomar fotografías en la calle, en los rascacielos y miradores, pero sobre todo durmió hasta tarde, porque sabía que sería la última semana en la que podría hacerlo.
En cuanto supo la posición que ocupaba Jungkook en su empresa, fue consciente de que este era un hombre bastante ocupado, es por ello que siempre esperó a que fuera el primero en escribir. Primero, porque no quería parecer un necesitado de atención o que quería estar todo el tiempo enganchado de él, aun fuera cierto; segundo, porque no quería interrumpir en su horario de trabajo que al parecer era hasta muy tarde, cuando probablemente el ya estaría durmiendo o casi haciéndolo.
Todo aquello solo le recordaba que algo como una "relación de no amigos", no funcionaría en cuanto el volviera al trabajo, apenas y tenían tiempo para verse cuando solo uno de ellos trabajaba, ¿Cómo sería estando a kilómetros de distancia? No quería ni imaginárselo.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por las vibraciones de su móvil en su mesita de noche.
"Precioso, ¿estabas dormido? ", escuchó la voz de Jungkook del otro lado, cansada y suave.
"No, todavía, pero ya estoy en la cama".
"Perdón ", masculló Jungkook.
"¿Por qué? ", cuestionó Taehyung confundido.
"He querido verte en estos días, pero cuando saco el tiempo para hacerlo surge algo, hay más trabajo porque mañana sale el nuevo producto y estoy muy involucrado en...
"Jungkook, para ", le pidió Taehyung. "No tienes que darme explicaciones, yo lo sé. No te preocupes por eso, puedo ir a verte mañana si estarás en tu oficina, me podrás ver y seguirás en tu trabajo, solo si tú quieres".
"No sabes lo mucho que me encantaría eso", dijo después de un suspiro que Taehyung pudo escuchar con claridad. "Estaré fuera toda la mañana y casi el final del día en la oficina, ¿funciona para ti?".
"Si, no estoy haciendo absolutamente nada. He rechazado tres trabajos el día de hoy".
"Eso pasa cuando eres un fotógrafo muy solicitado, deberías trabajar para mí".
"Trabajar para ti es otra cosa que no funcionaria, conociéndome, buscaría cualquier excusa para colarme en tu oficina besarte y tener sexo", admitió Taehyung pasando su mano por las sabanas que cubrían sus piernas.
"¿Así que esa es tu intención de venir a verme mañana?", preguntó Jungkook después de una risita.
"¿Puede ser?", dijo con una sonrisa, agradecía Jungkook no estaba allí para ver como posiblemente se sonrojaba. "Te escuchas cansado, quizás lo que necesitas es un poco de distracción".
"Y no hay mejor distracción que tu hermoso rostro y tu lindo cuerpo sobre el mío".
"Me lo imaginé y ahora estoy duro", admitió Taehyung.
"¿Si?, ¿tanto te gusto? Quiero verte, no puedo esperar a mañana. Hagamos videollamada".
Taehyung quiso negarse, pero en ese instante entró la videollamada, rápidamente se puso de pie frente a su espejo de cuerpo entero. Se revisó los dientes, acomodó mejor su cabello y su ropa antes de volver a su cama y contestar la llamada.
"Pensé que te habías dormido, ¿Por qué tardaste tanto?", preguntó Jungkook viendo como Taehyung no decía nada.
"¿Estas sin camisa?", preguntó Taehyung, ignorando por completo la pregunta del hombre que ahora tenía frente a su pantalla.
Jungkook estaba notablemente con el pecho al descubierto, aunque solo pudo ver sus hombros, y su cabello estaba algo húmedo echado hacia atrás. Quería pensar que no lo estaba provocando, pero aunque no fuera intencional, la sonrisa que le dedicó le dejó claro que pronto lo seria.
"Acabo de salir de la ducha, estoy desnudo, cariño", admitió con una sonrisa de lado. "Bueno, la toalla me cubre, pero si, no hay nada debajo, ¿quieres ver?".
"¡No!", chilló en respuesta. No es que no quisiera verlo, deseaba mucho poder hacerlo, pero prefería tenerlo en frente si iba a verlo desnudo. "Joder, me excitaré más si lo haces, no quiero ver si no te tengo en frente para disfrutarlo mejor".
"Puedes tocarte", sugirió Jungkook mientras jugaba con el piercing de su labio.
Lo estaba provocando, había bajado más el móvil por lo que ahora podía ver parte de sus tatuajes y su pecho al descubierto. Empujó su mano contra su erección, ese hombre realmente lo ponía caliente sin tener que hacer mucho, como deseaba atravesar el teléfono y pasar su lengua por todo su pecho, de tan solo imaginarlo se le hacía agua la boca.
"No voy a hacerlo si simplemente puedes enviarme la ubicación de tu casa y hacer lo que tú quieras hacer conmigo".
"¿No recuerdas donde vivo?", preguntó Jungkook confundido.
"No, apenas pude salir de allí, soy pésimo con las direcciones, sobre todo cuando hace tiempo que no vivo aquí", comentó Taehyung agradeciendo que Jungkook había dejado de jugar, porque realmente estaba a punto de tocarse descaradamente frente a él.
"Bueno, lo recordarás pronto", comentó Jungkook con una sonrisa de lado. "Te dejaré dormir, ya que rechazaste el sexo telefónico y yo estoy exhausto".
"Me parece bien, te ves cansado".
"Nos vemos mañana, descansa", masculló Jungkook acercando la cámara a su rostro, Taehyung pudo ver como sus ojos empezaban a cerrarse, realmente se veía agotado.
"Tu igual, besos".
Como respuesta obtuvo la imagen de Jungkook lanzándole besos con sus finos labios y sus ojos aun cerrados, hasta que ambos colgaron. Dejó el móvil a su lado y se deslizó entre las sabanas dejando salir un suspiro mientras se cubría por completo con ellas hasta terminar dormido con la imagen de Jungkook lanzándole besos y llamándolo por esos apodos que lo hacía sentir como en las nubes.
Al siguiente día, las horas para Taehyung pasaban tan lentas, no quería volver a llegar tarde a su segundo encuentro con Jungkook, así que no quitó la mirada de su reloj. Esperó impaciente la llamada del hombre que le avisaría su llegada a la oficina, incluso esperó listo para salir de casa cuando dieron las siete de la noche.
Durante su camino hacia el edificio que ya conocía bien, decidió comprar algo que pudieran compartir los dos, supuso que con lo poco que le habló Jungkook ese día era muy poco probable que haya comida algo, así que se tomó el atrevimiento de llevar la cena. Además, en la primera cita él fue quien invitó, así que esta vez tomó la iniciativa de invitarle la cena.
—Hey, el fotógrafo más hermoso del país acaba de llegar.
—¿Te quedas solo aquí?, ¿no te da miedo que no haya nadie? —preguntó Taehyung mientras cerraba la puerta detrás.
—No estoy solo, Seokjin está en su oficina, algunos colaboradores administrativos también, solo es muy silencioso —expresó al ponerse de pie para saludar apropiadamente a Taehyung, a quien abrazó fuerte contra su pecho y besó su cabeza, que para su delirio, olía demasiado bien, a shampoo de cereza para ser exacto.
Taehyung se sorprendió un poco por el saludo, esperaba un beso en los labios, pero aquello fue mucho más íntimo y cercano. Sentir sus brazos rodearlo por completo, su cabeza escondida debajo de sus brazos cuando este se empinó un poco para quedar tan solo un poco más alto, transpirar su perfume suave a flores en combinación con alguna crema de miel y luego sentir sus labios besar su cabeza. Aquel era un saludo que gritaba "te extrañé", aunque solo hayan pasado cuatro días.
—Traje Japchae y algo bulgogi, ¿ya cenaste? —preguntó Taehyung cuando el hombre volvió a estar del otro lado de su escritorio.
—No como nada desde el almuerzo —comentó Jungkook viendo los envases que Taehyung dejaba en una esquina de su escritorio, con miedo de dañar algo—. Permíteme, recoger este desorden.
—No, usaré la mesita de allá para que no te desconcentres de tu trabajo —señaló Taehyung tocando la muñeca de Jungkook. Hicieron contacto de mirada por unos segundos y ambos se sonrieron.
Taehyung se llevó la comida a la mesita a pocos pasos del escritorio de Jungkook, junto al sofá blanco de res plazas. En silencio organizó toda la comida mientras escuchaba al pelinegro teclear en su computadora con algo de rapidez.
Comieron juntos sentados en el sillón, Jungkook apenas apartó su mirada del plato, se notaba que estaba hambriento y la sonrisa de satisfacción al terminar se lo confirmó. Le gustaba verlo comer, los sonidos de complacencia en cada bocado, como movía sus pies y de vez en cuando movía sus hombros de felicidad, nunca pensó que verlo tan feliz por comer sería tan satisfactorio.
—Gracias por la comida, estuvo deliciosa —agradeció Jungkook tomando su mano luego de haber terminado de recoger todo de la mesa, ambos de pie frente al ventanal.
—Es bueno que comas si vas a estar trabajando hasta tarde, ¿sueles saltarte la comida? —preguntó Taehyung curioso.
—Casi siempre la cena, a veces solo quiero llegar a casa y dormir.
—No deberías saltarte la comida, ninguna —declaró Taehyung apuntándolo con su dedo indicie, mismo que Jungkook tomó entre sus dientes en forma de broma, lo que hizo al mayor reír por lo grande que se veían sus ojos ante aquel gesto.
—Terminaré el trabajo y nos vamos, ¿sí?
Taehyung asintió y volvió al sofá en el que comieron antes, se supone que estaba allí para que pudieran verse sin que este dejara de atender sus responsabilidades laborales. Se entretuvo mirando algún drama en su móvil, mientras esperaba que Jungkook terminara, no sabía cuánto tiempo le tomaría, pero cuando vio más de un capitulo, supo que no sería pronto.
Él estaba intentando dejar para otro momento lo que tenía en mente que harían en cuanto Jungkook no estuviera ocupado, lo mismo que dejaron sin terminar la noche anterior durante su videollamada, pero ver como se pasaba la mano constantemente por el cabello, suspirando y dejándose caer hacia atrás, estaba arruinando sus planes de quedarse tranquilo. El menor movía los papeles sobre su escritorio y tecleaba con suma concentración, apretando sus labios en una fina línea, dejando a la vista ese pequeño lunar debajo de su labio inferior.
En el momento que volvió al escritorio donde tenía todo el trabajo atrasado de hace dos días por haber estado de reunión en reunión, Jungkook puso toda su atención en ello para terminar lo antes posible e irse a casa con Taehyung, es lo que tenía planeado hacer, llevarlo a su apartamento y terminar con la notable tensión que había en su oficina.
De vez en cuando miraba a Taehyung de reojo, estaba concentrado en el drama que miraba en su móvil, cruzado de piernas y con una sonrisa a medias en el rostro, de vez en cuando lo escuchaba reír, eso cuando no estaba mirándolo sin nada de disimulo.
Jungkook fingió no darse cuenta de su mirada cuando él estaba en medio de un momento de estrés; lo único que deseaba era terminar el trabajo rápido, sin tener que dejar nada para el siguiente día, ya que sus planes eran pasar más tiempo con el hombre que ahora se acercaba a él.
Taehyung no podía seguir viendo como Jungkook continuaba suspirando con su mirada en la pantalla de su computadora, su ceño seguía fruncido. Verlo de esa manera solo le hacía pensar en las cosas que podría hacer para que se relajara, eso y que desde que puso su mirada sobre él, dejando de lado el drama que aún se reproducía en su móvil, no abandonaba el pensamiento de cómo este estuvo desnudo durante su llamada la noche anterior, la manera tan osada en la que le sugirió que se tocara.
No lo soportaba más, no esperaría llegar a donde sea que él lo llevara después. Esa tensión entre ellos ha estado ahí desde que se besaron en el salón de reuniones, luego en su auto y esa llamada; así que verlo lucir tan sexi cuando estaba concentrado en algo, estresado, con su traje algo desarreglado al igual que su cabello, lo volvía débil. Él era débil ante ese hombre y no era un secreto para ninguno de los dos.
Sintió las manos de Taehyung sobre sus hombros cuando estuvo detrás suyo, masajeó en la zona haciendo que Jungkook cerrara sus ojos ante la increíble sensación, dejó ir sus manos del teclado y echó su cabeza hacia atrás mientras sentía los dedos del mayor hacer magia.
—Estas muy estresado —susurró en un tono de voz mucho más grave que solo hizo sonreír a Jungkook porque sabía hacia donde se dirigía con aquel comentario.
—Lo estoy —reafirmó.
En medio de su masaje y del intento fallido de Jungkook al querer seguir concentrado en el trabajo, vio como este relajaba su cuerpo. Desde donde estaba pudo ver como el bulto en sus pantalones formales crecía. Taehyung sonrió ante la vista que tenia de este, estaba funcionando su excusa de querer darle un masaje, no sabía que tan efectivo seria, pero claramente ya estaba en la delantera.
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—Déjame ayudarte —masculló Taehyung acercándose al oído de Jungkook y deslizando sus manos por su pecho, inclinándose lo suficiente para llegar hasta su pelvi y detenerse allí por pocos segundos, para luego pasar sus dedos suavemente sobre la creciente erección del pelinegro.
Sin esperar una respuesta, Taehyung hizo girar la silla blanca y se arrodilló frente al hombre que mantenía su atención en él, podía ver el deseo en su mirada, podía ver como intentaba resistirse. No apartó su mirada mientras desabotonaba con urgencia su pantalón, ni siquiera tuvo que bajarlo por completo para tener su miembro erecto frente a él.
—Tengo que terminar, esto es para mañana.
Fue un intento de queja que hizo sonreír a Taehyung, pasando su dedo índice por la punta de la erección que seguía creciendo en su mano. Con aquella sonrisa de lado y la mirada puesta en Jungkook, deslizó su dedo por donde se marcaban las venas y retiró el líquido preseminal, llevando ese mismo dedo a sus labios.
—¿Quién dijo que no puedes seguir trabajando? —cuestionó Taehyung moviendo su mano enroscada en el miembro del hombre que lo miraba con lujuria.
—Sabes que no...
Las palabras de Jungkook se quedaron en el aire cuando Taehyung se llevó toda su virilidad a la boca, lo observó chupar y lamer como si se tratara de su golosina favorita, sentir el caliente de su boca y como este se movía al compás de sus manos, fue su perdición. Echó su cabeza hacia atrás, escuchando los sonidos lascivos provocados por su boca en cada sube y baja.
—Mañana es el último... joder, hyung, no me mires así —se lamentó en medio de lo que tenía pensado decir, en cuanto puso su mirada en el hombre de rodilla frente a él, mirándolo desde esa posición con su miembro completo metido en la boca, olvidó lo que tenía para decir—. Hay una exposición fotográfica, creo que te gustará... podemos ir juntos mañana.
—De vefrda me edshtas invitfando...
Jungkook rio ante el intento de Taehyung formular una oración, por un segundo le pareció tierno, pero al tener esa imagen tan sucia de él fue lo que evitó que esa ternura durara mucho tiempo.
—No se habla con la boca llena, bebé —señaló Jungkook entre jadeos, acariciando el rostro de Taehyung mientras este dejaba ir su erección con la respiración algo agitada.
—¿Me estás invitando a una cita mientras te doy una mamada?, ¿en serio? —cuestionó Taehyung alzando sus cejas.
—No tienes que contestar con la boca, dedo arriba si es un sí, dedo abajo si es un no —comentó pasando su mano por el cabello de Taehyung, empujando su rostro contra su miembro erecto y húmedo por la saliva de quien ahora lo miraba furibundo.
No era por la propuesta de la cita en medio de un oral, Jungkook sabía que esa mirada era por la manera que lo calló, a Taehyung le gustaba tener el control y ser quien decidía como se llevarían a cabo las cosas, pero ese no fue el momento. Con el mismo enojo, empezó a mover su mano mucho más rápido, su lengua alrededor de su virilidad y como este jadeaba fue lo que provocaron sus gemidos, cerró sus ojos sintiendo el caliente recorrer todo su cuerpo.
Fue cuando escuchó los gemidos roncos de Taehyung que volvió su atención a él y por los movimientos de su mano que antes le mostró pulgar arriba, notó que estaba tocándose, y tan solo ver como lo hacía encendió todo su cuerpo en llamas, estaba listo para llevar su mano al cabello del hombre para incrementar el movimiento, pero en ese momento escuchó como tocaban la puerta.
—Mierda —susurró tocando la barbilla de Taehyung, quien lo miró de inmediato. Jungkook posó su dedo índice sobre sus labios pidiéndole que hiciera silencio, pero la mirada que le dedicaba su amante le dijo que no lo haría, sin embargo, hizo más ruido con sus labios, al lamer la punta con descaro, pasándola por toda su extensión y sin dejar de tocarse a sí mismo.
—Jungkook, ya nos vamos, ¿te quedas? —escuchó la voz de Seokjin del otro lado.
—S-sí, ya casi termino —contestó con la mirada en la puerta que no estaba asegurada, solo rogaba que no entrara o se encontraría con algo que no deseaba ver.
—¿Todo bien?
No podía concentrarse en su respuesta cuando Taehyung estaba jadeando a propósito, llevó su mirada al hombre frente a él, quien tenía sus cejas fruncidas, sus labios hinchados alrededor de su erección, misma que el devoraba con cierta habilidad que realmente le estaba enloqueciendo.
—¡Si! Nos vemos mañana —gritó esperando que Seokjin terminara de irse cuando escuchó sus pasos alejarse.
—Idiota —demandó tomando el cabello de Taehyung entre sus manos, moviendo su cabeza con más rapidez, provocando en este arcadas y lágrimas en las esquinas de sus ojos.
Sus gemidos, su mirada llena de lujuria puesta en él, la saliva mezclada con el líquido preseminal en las esquinas de sus labios y como este se tocaba con desesperación, fue lo que hizo que su abdomen se contrajera ante el orgasmo que terminó en la boca de Taehyung.
El mayor frunció sus cejas cuando alcanzó su propio clímax aun sintiendo como el miembro de Jungkook se contraía en su boca, chorreando aquel liquido ni tan salado, ni tan dulce. Se rio dejando caer su cabeza sobre el muslo de Jungkook, mirándolo desde su lugar con una sonrisa cómplice.
—Con que si tienes un fetiche por el exhibicionismo —declaró Taehyung pasando su lengua por las esquinas de sus labios, terminando de saborear los restos de la esencia del hombre que seguía jadeante, al igual que él.
—¿Por qué lo dices? —preguntó pasando el papel alrededor de los labios de Taehyung.
—Porque te corriste cuando pensaste que alguien entraría y nos vería.
—Tu igual, y ensuciaste mis zapatos, cariño —dijo Jungkook dedicándole la misma sonrisa cínica de Taehyung, quien tomó la servilleta que este le tendía para limpiar sus fluidos de sus zapatos, parte de la alfombra y su mano.
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Jungkook volvió a acomodarse los pantalones y volver al trabajo mientras Taehyung se acomodaba una vez más en el sofá, esta vez sí esperaría pacientemente. De vez en cuando ambos se sonrieron por el desastre en su cabello después de lo sucedido.
El pelinegro se concentró en terminar y se dio cuenta de la hora cuando ya era muy tarde, el reloj en su escritorio marcaba las 12 de la madrugada, cuando puso su atención en Taehyung vio como este dormía con el móvil sobre su pecho, se veía tan pacífico y tierno con sus labios ligeramente abiertos.
Recogió todas cosas del escritorio, apagó las luces y con cuidado cargó a Taehyung hasta el coche, quien siguió durmiendo incluso cuando lo cargó hasta su apartamento, balbuceando entre sueños cosas que Jungkook no llegó a entender hasta que despertó cuando lo dejaba reposar en su cama.
—Tranquilo, puedes quedarte a dormir —susurró Jungkook cuando vio que este parecía alarmado.
Taehyung solo asintió y terminó dejándose acurrucar con las sabanas, mismas en las que despertó, enredado en ellas. El aroma ya era conocido para él y solo le trajo recuerdos de aquel hombre abrazándolo, esta vez la luz solar se filtraba por debajo de las cortinas. No se apresuró en salir de la cama, incluso le gustaba estar allí, solo esperaba que Jungkook apareciera.
—Buen día, precioso.
—¿No dormiste aquí? —fue lo primero que preguntó cuándo vio la figura del pelinegro entrar a la habitación, terminando de abotonarse la camisa blanca de rayas negras.
—Oh si lo hice, me abrazaste toda la noche como si fuera tu peluche y olfateabas mi cabello también, eres mucho más tierno cuando duermes —admitió Jungkook con una sonrisa ladina.
—¿Cuándo estoy despierto no lo soy?
—No, eres más coqueto y atrevido que tierno.
Pudo haberse quedado en casa de Jungkook hasta que llegara el momento de su cita en la exposición de arte, pero en cambio, decidió lavarse los dientes antes de salir corriendo detrás de hombre que lo dejaría en su casa antes de irse a trabajar sin tener que llegar tarde.
Solo tenían días viéndose y cada que no estaba con él lo extrañaba, sentía que el tiempo se acababa, en cuanto volviera a Londres quizás todo aquello terminaría, no estaba seguro de lo que pasaría con ellos cuando eso pasara. Trató de no pensar mucho ello, pero a pesar de ello no salió de su mente que lo único que podrían tener era una relación únicamente de sexo, pero en el momento que Jungkook volvió a aparecerse en la puerta de su casa para llevarlo a una cita, desechó esa idea inmediatamente.
Poder discutir con alguien sobre el arte de la fotografía y que este no solo mostrara interés, sino que igualmente expusiera su punto de vista, era lo mínimo que pedía en una pareja. Por momentos, Jungkook parecía ser un sueño, escucharlo hablar con él, ver como este lo escuchaba con atención, asintiendo y sonriendo solo hizo que lo que sea que sintiera por ese hombre en ese momento, claramente no podría olvidarlo pronto, ni mucho menos solo dejarlo atrás.
Taehyung decidió acompañarlo al lanzamiento de la nueva ropa interior, pudo ver sus propias fotografías en algunas tiendas, en las vallas publicitarias de la ciudad. Aunque estuvo de un lado para el otro, hablando constantemente por teléfono, Jungkook de vez en cuando lo tomaba de la mano, incluso cuando caminaban en medio de la calle, besaba sus nudillos o lo abrazaba por encima de sus hombros.
Él nunca estuvo acostumbrado a ese tipo de afecto viviendo en Saúl, precisamente por las miradas que obtuvieron cuando él tomaba la iniciativa para besar su mejilla antes de que tuviera que alejarse. Le gustaba que a Jungkook no le importara nada de ello, pero el que lo tomara de la mano ya despertaba un millar de sentimientos de los que sentía que perdía el control.
Tenían poco tiempo conociéndose, pero cada segundo que pasaba junto a Taehyung le confirmaba que era él la persona, quien podía seguir su ritmo de vida, no se quedaba esperando a que fuera únicamente el quien encontrara el tiempo de verse, sino que buscaba cualquier espacio en el que pudieran estar juntos incluso si él trabajaba, eso le demostró que era una persona comprometida con lo que tenían.
Estaba seguro que el hecho de estar de vacaciones y que aquellos fueran sus últimos días influyeran en que el estuviera a su alrededor cuando terminaba su trabajo, pero aun así, no dejaba de pensar que él era la persona con quien debería intentar tener algo serio.
Tenían cosas en común, se entendían, no podían negar la química que tenían y el deseo que despertaba en ambos tan solo con una mirada o un toque. Es como si estuvieran hechos el uno para el otro, lo único que los hacia dudar era la distancia y el miedo de cambiar todo lo que habían construido por lo que ya han sufrido antes: amor.
Era muy poco tiempo para poder definir lo que tenían, pero claramente no era solo sexo, sentimientos empezaban a florecer en cada momento que pasaban juntos.
El resto de la tarde la pasaron juntos, visitaron el parque de atracciones de Lotte World, comieron dulces y se subieron casi a todos los juegos aun cuando Jungkook temía de la mayoría, quien a diferencia de Taehyung, bajaba tembloroso y riéndose con nerviosismo, lo que fue motivo de burla para el mayor.
Terminaron en el cine, una vez más discutiendo seriamente sobre la fotografía y la trama.
—¿No se te ha cruzado por la mente retratar a la persona con que sales?
—Sí, pero mis antiguas parejas no estaban interesadas en nada de eso, así que nunca lo he hecho —admitió Taehyung siguiendo los pasos de Jungkook fuera del restaurante del que terminaban de comer, tomados de la mano.
—¿En serio? Deberíamos hacerlo, yo dejaría que me retrataras desnudo sin pensarlo.
—¿Ahora?
—Sí, ahora. Vamos por tu cámara, saludamos a tu madre y vamos a mi apartamento, ¿o prefieres el estudio? —cuestionó Jungkook mientras encendía el auto.
—No, tu casa está bien —respondió tratando de ocultar su emoción.
No pudo ocultar mucho su emoción cuando tuvo su cámara en manos y a Jungkook desnudo sobre el sofá de su sala con las cortinas corridas, permitiendo la entrada de la luz de la luna, Taehyung le dio las indicaciones y tomó todas las fotografías teniendo en mente como las editaría luego.
Le encantaba el cuerpo de Jungkook, su complexión tenia detalles que lo hacía hermoso, como los dos lunares en sus muslos, y por su supuesto que podría escribir todo un libro, escribir una canción, dedicarle todo un poemario a sus muslos y su mandíbula. Como se marcaba sus músculos en sus fuertes piernas, sus pectorales, bíceps y la línea de su mandíbula era digan de ser retratada como él lo estaba haciendo.
—Estira tu pierna izquierda y coloca encima la derecha —le pidió Taehyung ahora que tenía a Jungkook recostado sobre el sofá con su cabeza echada hacia atrás, su cabello aun húmedo y su brazo tatuado sobre su abdomen—. Sube un poco más la pierna derecha, solo quiero que se note el vello púbico sin que se llegue a ver la parte intima, ¿sí?
—Entendido.
Le tomó más fotografías, de frente al ventanal de la sala, aprovechando la vista, incluso le pidió que acomodara en la cama e hizo una secuencia de fotos de su espalda al momento que este fingía estirarse mientras despertaba, con las sabanas enredadas sobre sus piernas. Con ello estuvo más que complacido, Jungkook en ningún momento se negó a nada, simplemente posó y se dejó llevar por las instrucciones del mayor.
—Taehyung —lo llamó Jungkook mientras este le seguía tomando fotografías de diferentes ángulos.
—¿Si?
—Quiero intentarlo contigo —expresó Jungkook, pero el otro no dijo nada por un minuto que se sitio como una hora, Taehyung solo siguió tomando fotos sin saber que decir a ello.
—Sé que quizás es muy pronto para pedirte esto, pero no creo que necesitemos más para saber que tú y yo tenemos algo especial, tu y yo nos entendemos, conectamos tan bien que hasta da miedo —explicó Jungkook aun de espaldas a Taehyung—. Así que sí, quiero intentarlo contigo.
—Me encantaría, ¿pero que nos garantiza que funcionará? He cometido muchos errores y ya he intentado una relación a distancia, te doy un adelanto, no funcionó —dijo Taehyung dejando su cámara reposar sobre la mesita de noche.
—Nada lo garantiza y nunca lo sabremos si no lo intentamos, precioso —susurró Jungkook dándose la vuelta para encarar a Taehyung—. Entiendo que con esa persona no haya funcionado, ¿pero tuvieron algo como lo que tenemos nosotros?
—No, no lo he tenido con nadie.
—Entonces, puedo asegurarte que funcionará, buscaré la manera, no hoy, ni mañana, pero podemos hacerlo funcionar mientras tanto.
—No quiero salir lastimado, Jungkook, no tenemos que tener algo tan serio, así como estamos está bien —respondió con la mirada en sus manos.
No se atrevía a mirarlo a la cara, porque sabía que cambiaría de opinión al instante. Tenía miedo de que no funcionara con él, porque de ser así le dolería más que cualquier otra de sus rupturas, él era todo lo que deseaba tener en la vida. El hombre que lo entendía, que haría casi cualquier cosa que le pidiera, más allá del buen sexo, Jungkook era atento y cariñoso, él no lo era tanto, pero estar con el sacaba a flote su lado más romántico y tímido.
Todo lo que quería era aceptar, pero su miedo a que saliera mal no le permitía darse la oportunidad que se merecía, que ambos se merecían.
—No voy a hacerte daño, hyung —dijo levantando el mentón de Taehyung. Ambos sentados sobre sus piernas, uno de ellos completamente desnudo.
—Te cuidaré y querré, no soy el hombre perfecto, es decir, estoy todo el tiempo trabajando, a veces olvido las cosas por estar trabajando, pero tú has comprendido la posición en la que estoy. Te aseguro que lo haré funcionar, no pienso perderte o tenerte como amigo con derecho, cuando te presentaste como mi futuro esposo.
—¿Lo prometes? —cuestionó tomando la mano de Jungkook que acariciaba su mejilla con cariño.
—Lo prometo —masculló pegando su frente a la de Taehyung—. No debes temer, solo dame la oportunidad de demostrártelo.
—Está bien, espero que no te lleves una decepción de mi —contestó antes de juntar sus labios con los del menor que sonrió en medio del beso.
Sus lenguas se encontraron en juego húmedo, las caricias de ambos desencadenaron los jadeos que pronto se hicieron presente en la habitación. La felicidad que sentían en el momento aceleraba sus corazones, ambos quedaron de rodillas sobre la cama mientras Jungkook desvestía a Taehyung, con ansias de poder tocar su cuerpo una vez más.
Jungkook supo lo mucho que sus dedos extrañaron el contacto de su cuerpo desnudo cuando sintió su piel erizarse de tan solo acariciar el torso de Taehyung, volvió a explorar todo su cuerpo, dejando un camino de besos en los mismos lugares que hace un año besó. Se tomó el tiempo de memorizar cada caricia, cada sonido que se escapaba de los labios de Taehyung cuando lo preparaba.
Lo tenía por poco tiempo, es por ello que Taehyung se acomodó sobre la cama, permitiendo que Jungkook fuera quien liderara en esa ocasión. Lo tenía sobre su cuerpo, besándolo, lamiendo sus pezones, moviendo sus dedos en su interior provocando los suspiros que quedaban suspendidos en al aire en cada penetración.
Sus labios volvieron a unirse cuando sus cuerpos se volvieron uno, gimiendo de placer sobre los labios del otro. Sonrisas llenas de complicidad y movimientos que causaba en ellos esa corriente eléctrica en sus cuerpos, ese caliente que los llenaba de satisfacción en cada estocada que los aproximaba al orgasmo.
La lujuria y el placer eran los protagonistas, los gemidos la música que acompañaba la escena en la que sus cuerpos se unían.
—Quiero ser solo tuyo, Jungkook.
—Lo eres —dijo entre jadeos—. Yo soy tuyo desde hace un año.
Un par de estocadas más, y aumentó la velocidad de sus movimientos. Jungkook sujetó las piernas de Taehyung y las mantuvo alrededor de su cintura, colocando sus brazos a cada lado de la cabeza del hombre que gemía su nombre sin vergüenza de ser escuchado.
Sus labios entreabiertos se rozaban cuando ambos llegaron al clímax, sus cuerpos sacudiéndose ante la sensación de placer que llenaba sus cuerpos de aquel fluido que se mezclaba con la sudoración en sus pechos.
Taehyung volvió a unir sus labios, aun cuando su respiración era errática, la necesidad de tocar sus labios mientras seguían jadeantes a causa del orgasmo. Quería volver a sentir su sonrisa mientras lo besaba y seguía dentro suyo, como si realmente fuera solo suyo y de nadie más. Enredó sus dedos en el cabello ya alborotado de Jungkook, y lo escuchó reír sobre sus labios.
—¿Qué te causa gracia, futuro esposo?
—Parece que acabamos de hacer el amor, precioso.
—Eso parece —susurró Taehyung acariciando su cabello mientras lo miraba con una sonrisa de oreja a oreja, apreciando el brillo único de su mirada.
Terminaron recostados uno al lado del otro, después de haberse duchado juntos, donde jugaron entre ellos debajo de la lluvia artificial. Taehyung secó el cabello de Jungkook y este hizo lo mismo con él. No dijeron mucho mientras sus miradas estaban en el techo a oscuras, únicamente con la luz del exterior que apenas iluminaba la recamara.
Taehyung recostó su cabeza del pecho de Jungkook, mientras este lo abrazaba, acariciando su brazo, tomándolo por la cintura, besando su cabeza de vez en cuando. Cerró sus ojos para grabar ese momento en su mente por mucho tiempo, el aroma a flores y miel que emanaba de su cuerpo, lo tranquila que era su respiración.
Mientras estuviera lejos de su cuerpo, extrañaría esa sensación de afecto y cercanía, extrañaría su aroma que era casi natural de él, extrañaría tenerlo cerca, lo extrañaría a él.
Este es el regalo de San Valentín que más se ha tardado en terminar😅. Si les gustó no duden en contarme que les pareció.
Pasaron muchas cosas en este capítulo, aparte de que todo estuvo muy hot, el romance señores, esto es lo hermoso entre estos dos. Taehyung ya dio él si a intentarlo, ¿cómo creen que se den las cosas a distancia?, ¿realmente Tae terminará yéndose?, ¿como se sentirá Jk al respecto? Los leo.
Se supone que este sería el último capítulo, pero estaba muy largo así que lo dividí, el próximo capítulo lo estoy terminando de editar, así que espérenlo🥹🫰🏻. Este si será el final.
Cuídense mucho, nos leemos dentro de poco💜✨.
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