"Cuando el miedo invade, la voz traiciona"

Las vacaciones terminaron y debía regresar a mi departamento en quito. 

Mi mamá fue a recogerme de la casa de Rosmery.

Nos despedimos con Alejandra con un fuerte abrazo.

-- Espero este sea el mejor de todos tus años en el colegio ya que es el último; recuerda que te quiero mucho, llámame cuando llegues. 

Me decía Alejandra mientras yo secaba las lágrimas de sus mejillas.

-- Gracias Alejita, fueron unas bonitas vacaciones, cuida mucho a tus hermanos, espero también tengas un bonito año escolar y tranquila llego al departamento y te envío un mensaje. 

Ya no llores me parte el corazón sentir tus lágrimas; además tenemos más vacaciones que podemos compartir. 

Es un hasta pronto, no un hasta nunca. 

Sonreí un poco para calmarla.

Yo no entendía por qué tanto drama, de todas maneras, nos veríamos en otras vacaciones.

Rosmery me abrazó y entre lágrimas dijo:

-- Gracias Cárol por compartir este tiempo con mis hijos es muy importante para mí.

algo no estaba bien ¿Por qué tanto drama? no era la primera ves que pasaba tiempo con sus hijos, pero ésta ves compartí más días con ellos y sentí que Rosmery trataba de decirme algo pero lo disimulaba.

Respiré y despejé mis pensamientos.

-- Tranquila tía Rosmery pasé muy bonito con Alejandra, Andrea y me divertí con las ocurrencias de Ian.

Luego de colocar mis maletas en el auto me despedí de todos y viajamos de regreso a Quito.

En el camino recordaba todo lo que compartimos y me inquietaba la preocupación de Alejandra por saber quién era el otro hijo de Rosmery.

Dos horas de viaje después llegamos a mi departamento; coloqué mi maleta sobre la cama y empecé a ordenar todo.

Me recosté y acaricié un oso de peluche era un oso polar  que Alejandra me había regalado y en ese momento recordé uno de los instantes junto a mi prima.

 SEMANAS ATRÁS*

 -- ¿Alejita, podemos escuchar algo de música?

 -- Por supuesto Cárol, ya enciendo la computadora ¿Qué quieres escuchar?

Tomé mi lugar en su cama y mientras me ponía ropa cómoda sugerí algo alegre 

-- Por favor si tienes salsa o merengue en tu playlist mejor. 

No me gustaba el ambiente silencioso y triste.

Alejandra colocó su playlist; bailamos salsa, merengue y hasta cantamos vallenatos. Yo adoraba cantar "osito dormilón" de Los inquietos del vallenato y Alejandra cantó "lloran las rosas " de Cristian Castro. 

Acomodaba su cabello, mientras ella preguntó.

-- ¿Cárol, cuántas veces has escuchado decir a mi mamá que tiene 4 hijos cuando tu estás aquí?

hice un repaso mental para tener una idea de cuántas veces había escuchado decir a Rosmery tener cuatro hijos.

-- No tengo idea Alejita, pero la he escuchado un par de veces, eso me parece extraño. 

respondí mientras me acomodaba mejor sobre su cama para cepillar su cabello. 

* PRESENTE* 

ese recuerdo me dio una pista, porque Rosmery sólo lo decía en mi presencia. me volvía loca la idea de ser hija de Rosmery porque eso indicaba mentiras y misterio.

Tomé mi celular y le envié un mensaje de texto para informarle que ya estaba en mi habitación y habíamos llegado sin ninguna novedad.

Yo: ¡Querida hermanita menor sólo quería decirte que eres importante para mí, no importa si tienes hermanos por ahí perdidos, yo siempre seré la mayor jajá!

Te quiero un montón gracias por estas vacaciones.

Alejandra: Tranquila ñaña espero pasemos juntas las vacaciones próximas.

Te quiero y tú eres ocurrida como voy a tener más hermanos regados por el país jajá. Descansa te quiero mucho.

Dejé mi celular en la mesita de noche luego de leer su respuesta.

Yo podía leer los mensajes de texto, porque aumentaba el tamaño de la letra al máximo; siempre el contraste de pantalla era blanco y las letras negras.

Se me ocurrió preguntarle a mi mamá si sabía algo oculto de Rosmery. Me acomodé en mi cama, me cubrí las piernas con mi frazada de corazones, coloqué las almohadas contra el espaldar y la llamé.

-- ¿Mami puedes venir un momento a mi habitación?

Mi voz sonó por todo el departamento, estábamos las dos y me causó risa escuchar mi eco.

-- Sí Cárol, dame un momento estoy terminando de preparar un café hace mucho frío. 

 Me abrigaba mientras mi mamá  estaba en la cocina. 

Me moría de los nervios no sabía cómo preguntarle a mi mamá si ella sabía algo al respecto de que Rosmery tenía cuatro hijos.

Después de unos minutos entró mi mamá con una taza de chocolate caliente  y galletas de vainilla para mí.

-- Listo Cariño ¿Deseas preguntarme algo? 

Me miraba con cara de confusión.

-- ¿Mamá tu sabes cuál es el otro hijo de Rosmery?

La expresión de mi mamá pasó de calmada a nerviosa.

-- ¿Cuál hijo? ¿Rosmery está embarazada?

-- Ay mamá como va a estar embarazada ya tiene tres hijos; pero es extraño que diga que tiene cuatro cuando yo estoy cerca de ella.

Mi mamá se quedó pensativa unos instantes, colocó la taza de café sobre su regazo y con voz un poco nerviosa dijo:

-- Yo creo que Rosmery dijo eso porque eres su ahijada.

-- Tienes razón mamá no lo había pensado así.

  mí mamá sonreía con algo de inseguridad, pero dejé pasar ese detalle.

Me besó en la frente y colocó mi taza de chocolate en la mesita de noche, me deseó dulces sueños y salió algo nerviosa de mi habitación.

"Gracias a Dios no me interrogó más, Cárol es demasiado astuta y nunca se queda con la duda. No sé qué va a pasar si algún día ella descubre la verdad. Es probable que pierda a mi hija y se vaya con Rosmery. Nunca debe descubrirse esa verdad"

Olvidé pedirle azúcar y salí de mi habitación, casi me golpeo contra su espalda, estaba parada en medio del pasillo, por suerte divisé su sombra.

-- Mami ¿ocurre algo? Te quedaste pensativa y callada por un momento.

Mi mamá giró sobre sus talones.

-- Lo siento cariño estaba pensando en que hace mucho frío y tu papá aún no regresa.

La tomé de la mano y la conduje hasta mi habitación. 

-- Si hace frío ¿por qué no te recuestas a mi lado?yo voy a la cocina por un poco de azúcar, no te levantes de la cama mamá. 

Regresé con mi taza de chocolate y más galletas y me recosté al otro lado de la cama. 

Terminó su café, dejó la taza en la cocina y regresó a mi habitación.

-- ¿Seguro estás bien mamá? Porque estás temblando y te siento así desde hace unos minutos 

¿Deseas  contarme algo?

Mi mamá tomó asiento a mi lado, se cubrió con mi frazada, me abrazó y me frotó el cabello con ternura. 

-- No tranquila princesita tengo un poco de frío.

Unos minutos más tarde se abrió  la puesta y sentí el aroma del perfume de mi papá. Antes de que me levante de mi cama él dijo:

-- ¿Dónde están mis hermosas? Yo llego del trabajo y no vienen a recibir.

-- ¡Ven a mi habitación papá! Estamos en mi cama hace frío tengo mucho que contarte.

-- Está bien tesoro ya voy para allá sólo me cambio y voy a verlas no se levanten.

Mi papá Gonzalo era atractivo, alto, atlético, con músculos definidos, cabello negro y ojos verde limón. Debía tener buen físico pues era agente de la Interpol.

Entró a mi habitación ya con ropa cómoda y se colocó en mi sofá frente a nosotras. 

 -- Primero déjenme darles un abrazo a mis bellas damas, ahora sí; cuéntame hija ¿Cómo estuvieron tus vacaciones en Latacunga?

-- Muy bien papá, nos divertimos mucho.

Vimos películas, escuchamos música, cantamos, comimos de todo y jugamos Monopoly.

Mi mamá se estiró un poco, se descubrió despacio para no resfriarse y se levantó. Tomó del brazo con suavidad a mi papá y lo condujo a la salida de mi habitación. Con un poco de sueño y la voz apagada dijo:

-- Las vacaciones estuvieron geniales para Cárol, pero ya es tarde y debemos dejar que nuestra hija descanse.

Mi papá rodeó por la cintura a mi madre con mucha delicadeza.

-- Sí cariño tienes razón, yo también estoy agotado y todos debemos descansar.

Me acomodé mejor para abrazar a mis padres y darles las buenas noches.

Programé la alarma del celular a las 06:00 AM, escribí en mi diario y me envolví entre las frazadas.

"Los recuerdos bonitos se alojan en el corazón

Ante la duda lo incierto

Ante el miedo, el amor

Un abrazo con fuerza transmite calor...