"La mentira y el dolor van de la mano, pero el amor y la confianza las alejan"
Gabriel me abrazó muy fuerte, necesitaba que alguien me abrazara con sinceridad. 

Me separé luego de unos minutos y secó mis lágrimas con sus pulgares. 
-- ¿Estás mejor? ¿Quieres un poco de agua?

Gabriel fue a la cocina y mientras trataba de regular mi respiración buscó un vaso para traerme el agua, luego de beberla logré calmarme.

Gabriel era un buen amigo, siempre me escuchaba, pero jamás me vió bulnerable  por nadie.

-- Bueno Cárol, tienes que igualarte con la materia del día de hoy, no dictaron mucho, pero tenemos que realizar ejercicios de física, leer un relato corto y hacer un resumen, tenemos cuatro páginas de inglés que resolver.

Gabriel me prestó sus apuntes para que me iguale, me dictaba y de esa manera terminé más rápido
Realicé unas tareas que habían trabajado en clase por la mañana

-- ¿Te parece si preparamos algo de comer, ya me ruge mi barriga ja, ja ?

Me hizo reír la confesión de Gabriel
Se dirigió a la cocina y buscó los ingredientes para preparar pizza.

Yo lo seguí y me estiré un poco para ver que había en la despensa. Encontramos todos los ingredientes y preparamos pizza y conversamos un rato más mientras nos comíamos la pizza de jamón, pepperoni y queso parmesano
-- Gracias por acompañarme esta tarde Gabriel, pero tus padres deben estar preocupados.

En verdad estaba preocupada y Gabriel me observaba mientras lavaba los utensilios que usamos.

-- Tranquila Cárol si les informé que pasaría esta tarde contigo para ayudarte con las tareas del colegio y ellos accedieron.

Me sequé las manos y me dirigí a lal living,me acomodé en el sofá más grande

-- Me cubrí las piernas con una frazada y mirando a Gabriel asentí Está bien me quedo más tranquila.

Gabriel guardaba sus apuntes para no olvidarlos y preguntó:

-- ¿Podemos salir mañana a dar un paseo?

Me tomé un momento para responder, porque necesitaba despejarme, pero no tenía ánimo para nada. Así que sólo dije:

-- No lo sé Gabriel, no tengo ánimos para salir, tengo muchas interrogantes y aún estoy sensible.

Gabriel unió sus manos a modo de súplica y rogó:

-- Por favor Carol, prometo que vas a divertirte a demás Estrenaron una nueva película en el cine quiero verla contigo, Y no te preocupes yo te contaré todo lo que sucede en la película para que no te la pierdas.

Me causó gracia verlo en una posición de súplica y asentí.

-- Está bien Gabo, creo que necesito salir, yo te llamo en la mañana cuando ya esté arreglada para que pases por mí.

Se acercó, me dio un abrazo y recogió todo.

-- Gracias por aceptar mi invitación, eres la mejor, la película empieza a mediodía así que tenemos tiempo para pasear un poco, te recogeré a las once ¿De acuerdo?

Alcé la mirada, no sabía cómo reaccionar a sus muestras de afecto, era la primera vez que Gabriel me daba un abrazo más de una vez en la misma tarde. Con delicadeza bajé sus brazos para no mostrarme incómoda.

-- Si Gabo de acuerdo, estaré lista a esa hora.

Recogió su mochila que estaba en el sofá. Y me dio un beso en la mejilla al despedirse.

Después de cerrar la puerta, me dirigí a mi habitación y me puse a escuchar un poco de música.

Recostada sobre la cama con un libro en Braille sobre las piernas me cuestionaba

-- "¿Qué te está pasando Cárol, ahora vas a tener sentimientos extraños por Gabriel?"

Negué repetidas veces para mí misma porque él era mi mejor amigo no alguien a quien yo viese como algo más.

Intenté leer un poco los libros de García Márquez que me gustaban tanto, pero no podía concentrarme.

-- "Y si Gabriel siente algo también" ¡Ay ocurrida deja de pensar así!

Me regañé por eso.

Dejé el libro sobre mi escritorio y guardé todas las cosas que Rónal me regaló; ya no tenía sentido tenerlas a mi alcance, pues ya no estábamos juntos.

Primero el collar de corazón, luego la almohada con brazos, después la pulserita con mi nombre y por último un añillo con un corazón partido por la mitad con su inicial.

Todos esos objetos los guardé en una cajita y la escondí en un cajón de mi escritorio para no sacarlos otra vez cuando me invada la nostalgia.

"Por qué me sentía tan afectada después de comprender que no era amor, por qué dolía tanto las mentiras, para que esforzarse tanto por alguien que no me valoró"

Mientras sonaba en mi reproductor "amores extraños" de Laura Pausini lágrimas caían mojando mis manos.

Gabriel era todo lo contrario a Rónal, pero era mi mejor amigo y cruzar esa barrera sería algo arriesgado porque no deseaba ser lastimada de nuevo por nadie y decidí proteger mi corazón y no involucrarme con nadie para no pasar otra vez por decepciones.

Mis padres entraron en silencio y no lo noté

Tremendo susto que me di cuando mi papá ingresó en mi habitación.

-- ¡Hola princesa! ¿Por qué te asustas? soy yo tranquila.

-- Perdón papi no escuché cuando entraron al departamento.

-- Lo siento hija no fue mi intención asustarte, simplemente quería saber Cómo te fue hoy en el colegio, tienes que contarme algo.

-- Si papi hoy no entré al colegio.

-- ¿Por qué no lo hiciste? ¿ocurre algo? ¿te sientes mal?

Me puse de pie para tomar a mi padre de la mano y dirigirlo a mi sofá favorito; ese sofá era nuestro pequeño lugar para conversar por largas horas.

-- No papá, no es algo grave simplemente tenía que aclarar algunos asuntos con Rónal. Sé que no está bien faltar a clases, sólo traté de distraerme tengo tantas interrogantes en mi cabeza y no sé cómo empezar a responderlas.

Al único que siempre le contaba todo era a mi padre, por eso él estaba enterado de mi relación con Rónal; mi padre era analítico, comprensivo y directo. Por eso cuando supo de mi relación sólo dijo

-- No permitas que nadie te engañe y si Rónal lo hace ponle en su lugar, una relación basada en engaños y mentiras sólo destruye y lastima.

Siempre tuve en cuenta las palabras de mi padre, por eso no resistí más en la relación tóxica que sostuve con Rónal por casi tres años.

Mi papá mostró algo de preocupación al enterarse que no asistí al colegio, para todo el mundo mis calificaciones eran muy importantes.

-- ¿Quién te ayudará a igualarte con lo que los profesores enseñaron?

-- Tranquilo papá no te preocupes Gabriel ya me ayudó a igualarme y ya acabé todas mis tareas para el lunes. 

Esa noticia no le agradó para nada a mi papá, pues cruzó los brazos en señal de desaprobación.

-- ¡Gabriel entra y sale de este departamento como si viviese aquí! Y eso no me gusta.

-- No te enfades papá, simplemente él es mi mejor amigo y se preocupa por mí.

Le decía a mi padre mientras me envolvía en las frazadas que me entregó, estaba lloviendo y no tenía intenciones de salir de mi habitación.

Aún estaba muy molesta con mis padres y todo lo que pasé con Rónal todavía me traía el corazón acelerado, casi morimos, nos dijimos varias cosas, me lastimé la nariz y por último Gabriel había sido por primera vez espontáneo conmigo más de una vez.

Necesitaba descansar y en ese momento no quería explicar nada más a nadie.

Tenía sentimientos encontrados, la cabeza desordenada y el corazón lastimado.

Nunca me quedaba con intrigas, porque me gustaba resolver todo, pero ese día sólo eran sentimientos extraños y por primera vez me sentí perdida sin saber cómo actuar.

Al día siguiente no tenía mucho ánimo para levantarme de mi cama, así que me cubrí la cabeza para no recibir los rayos del sol que se filtraban por la cortina.

Recordé que tenía planes y de mala gana estiré los brazos para incorporarme y buscar algo bonito para lucirlo. Parte de sentirme mejor era verme mejor.

Mientras terminaba de colocarme los zapatos entró mi mamá.

Me miró extrañada y dijo:

-- ¿Tienes planes para éste día? ¡cancélalos porque hoy no saldrás de aquí hasta que te comportes como una jovencita sensata!

-- Pero mamá yo hice planes con Gabriel.

Le decía mientras terminaba de vestirme.

-- ¡Llámalo y cancela la salida!

-- Pero, mamá ¡no es justo!

Cerré la puerta de mi habitación y llamé a Gabriel para cancelar la salida.

-- Aló, Gabo buen día

-- Hola princesa ¿ya estás lista?

-- No, ¡mi madre quiere amargar mi día!

-- ¡Qué pena princesa! no discutas con tu mamá. Mañana te llamo.

-- Está bien Gabo, siento que nuestra salida se haya cancelado.

Colgué la llamada Y terminé de ordenar mi habitación.

Gabriel era mi mejor amigo el único que no me veía como bicho raro, quizá porque él tenía una hermana con limitaciones como yo.

Decidí no amargarme más, desayuné con mi madre, ordenamos el departamento y me quedé sentada en la alfombra de mi dormitorio.

"Confusión y duda, compiten con la razón

Sentimientos extraños habitan el corazón

No existen palabras que transmitan, aquella emoción

Sólo un pensamiento inquieto, es una explosión... "