10. SE ACABÓ
"El amor no es una atadura ni un compromiso, es un sentimiento especial"
Una mañana luego de despedirme de mis padres crucé la calle y no me di cuenta que había una persona parada en la entrada del colegio, porque el sol era muy fuerte y me cegaba
choqué, me disculpé y traté de ingresar al colegio, pero me detuvieron del brazo.
Cuando regresé a mirar visualicé a Rónal.
-- ¡Suéltame el brazo! ¡Tengo que entrar! ¡Ya estamos atrasados!
-- No, Cárol hoy no vamos a entrar a clases y tú tienes mucho que explicarme.
-- Yo no voy a faltar a clases simplemente porque a ti se te antoja hablar conmigo.
A pesar de mis intentos por soltarme de los brazos de Rónal no lo logré y me llevó al estacionamiento. Trataba de bajarme.
-- ¡Suéltame, voy a gritar!
Rónal me abrazaba aún más con fuerza para no dejarme caer y tenía una risa burlona.
-- Grita todo lo que quieras, ya estamos en frente de mi auto.
Me puso en el asiento del copiloto, me abrochó el cinturón y condujo en silencio por un momento.
Cuando el auto se detuvo en un semáforo, Rónal me miró.
-- ¿Estás bien?
Simplemente asentí y continué perdida en mis pensamientos.
Rónal bajó la velocidad y con tranquilidad tomó mi mano.
-- ¿Me vas a contar lo que te sucede?
¿Por qué Gabriel entrelazó tu mano?
¿Por qué me gritaste cuando fui a verte en el departamento?
¿Y por qué me has evitado estos días?
Pero más importante aún ¿Cómo se enteró Gabriel que fuimos enamorados? ¿Se lo dijiste?
negué con la cabeza.
Me extrañó todo su bombardeo de preguntas, solté su mano, fruncí el seño y me acomodé en el asiento.
-- ¿Desde cuándo lo que a mí me ocurre a ti te interesa? Estaba muy molesta, yo también le formulé una lluvia de preguntas.
-- ¿Alguna vez te importaron mis sentimientos?
¿Dónde estabas tú cuando yo me caía?
¿por qué jamás has llamado para preguntarme si necesito de tu ayuda?
Él sólo escuchaba y conducía.
-- ¿Ésa es la relación que tú querías Rónal?
¿Te diste cuenta que pasaron dos años de relación y no hubo nada interesante que pudimos compartir?
-- Yo no sé lo que tú quieras ahora, pero a mi lado quiero una persona que esté cuando yo necesite y me comprenda. me cansé de recibir solamente unos minutos de tu tiempo todos los días.
-- Haber Rónal dime, durante los dos años que estuvimos juntos
¿Cuándo fue la última vez que tuviste un detalle bonito conmigo?
Siempre estabas ocupado, si no estabas en práctica de fútbol, estabas con tu grupo musical.
Rónal se quedó pensativo, pues lo ataqué con preguntas; luego de unos instantes suspiró.
-- Pero Cárol, tú sabes que también tengo una vida después del colegio, traté de darte lo mejor de mi durante ese tiempo, traté de ser el enamorado perfecto para ti.
-- ¿Seguro Rónal? el enamorado perfecto porque fuiste astuto para engañarme y un actor experimentado ¿por cuánto tiempo más me querías engañar? ¿Creías que sería ingenua?
Tenía la mirada fija en la carretera mientras me respondía, así que yo elevé el tono de mi voz; estábamos solos y me sentía con la libertad de hablarle en el tono que yo quisiera.
Me acomodé y me sentí muy molesta, me había guardado mis sentimientos desde que todo terminó y luego de nueve meses se presentó la oportunidad de aclarar algunas situaciones que se quedaron sin respuesta.
-- Tranquilo Rónal ahora ya no tiene caso revivir lo que sucedió, ahora sólo intento ser una buena compañera, el asunto es que me heriste y fin del tema.
me dolió recordar cómo terminó todo entre nosotros.
Tomó mi mano con delicadeza.
-- Cárol, yo todavía te quiero. estos meses sin ti me hicieron entender lo importante que eres para mi
-- Sí claro Rónal, soy importante porque ya no está a tu lado la tonta que te ayudaba en los deberes, la ingenua que te creía todo y la estúpida que pensó que eras fiel a mis sentimientos, pero, eso se acabó y no me hagas más difícil la convivencia contigo en el colegio. limítate a trabajar bien conmigo cuando por orden de lista nos coloquen juntos te lo agradecería.
Retiré su mano de la mía y aparté la mirada.
Él dejó caer una lágrima y negaba mientras conducía y repetía con desesperación:
-- Mira Cárol yo se que fallé, pero tú no hiciste nada, tan sólo te fuiste.
-- ¿Es enserio Rónal? ¿Pensaste que me quedaría en tu departamento a ver cómo tenías una linda cena con Sofía y luego finja que todo está bien?
Se detuvo un momento y frenó con fuerza para mirarme y con decepción repitió:
-- No puedo creer que te quedes sólo con tu versión y no me dejes aclararte nada y tan sólo te hayas apartado de mi.
¡Eres egoista!
Me acababa de decir egoísta después de todo lo que le entregué durante dos años y eso dolía.
No lo confronté, simplemente respondí:
-- Si claro Rónal, yo soy egoísta, así como tú cuando apagabas tu celular a partir de las tres de la tarde los viernes.
Soy ciega Rónal, pero no soy tonta.
Eso era verdad, muchas personas piensan que cuando no podemos ver somos fáciles de engañar, pero no es así, somos muy perceptivos.
Rónal empezó a frustrarse y con la voz alterada gritaba.
-- Tú te equivocas Cárol ni para mi tengo tiempo. Comprendo todo, como lo nuestro terminó ahora sí tienes tiempo para correr tras Gabriel ¿Verdad?
En ese momento la conversación estaba pasándose de tono porque los dos estábamos descontrolados, sólo respondí con frialdad:
-- Estás loco, Gabriel es sólo mi amigo.
Rónal rio con sarcasmo.
-- Sí, un amigo que te abraza y te consuela. ¡es un aprovechado!
Quería golpearlo por todo lo que me decía y sólo respondí para herirlo:
-- Quizá sí, quizá él pretende darme la atención que nunca me diste. Es probable que estés en lo correcto y yo necesite una persona diferente, alguien que no sea egoísta al igual que tú.
Eso lo lastimó porque guardó silencio y sólo soltó mi mano, se secó las lágrimas y no dijo palabra alguna durante unos minutos.
Decidí no discutir más del asunto y yo también guardé silencio para no hacer más grande el problema.
No tenía ganas de continuar en el auto de Rónal, así que le pedí lo detenga.
-- ¡Rónal por favor déjame bajar!
Me miró preocupado y gritó:
-- Mujer estás loca, estamos en medio de la carretera, no puedo detenerme aquí y dejarte sola.
Mis lágrimas caían mientras intentaba desabrocharme el cinturón de seguridad.
-- Por favor tranquilízate, no voy a permitir que te bajes así cómo estás tan alterada.
-- No estoy alterada, ¡estoy decepcionada de todo y de todos!
Estacionó el auto y se bajó; abrió la puerta del copiloto y me hizo bajar a mí también. Intenté caminar un poco y no miré a Rónal, me distancié unos pasos hasta que lo escuché.
-- ¿Ya respiraste? ¿Ya te tranquilizaste? regresa conmigo al auto dame tu mano por favor Cárol está corriendo viento muy fuerte, conversemos un poco prometo no cuestionarte.
Luego de unos minutos en silencio regresé hasta donde Rónal se encontraba de pie y tomé su mano un poco desconfiada; en ese momento no quería dar más explicaciones ni recordar cuánto dolía una mentira.
Todo acabó entre Rónal y yo, todo rastro de relación había quedado atrás.
Se había terminado dos años de entrega, confianza y comprensión de mi parte porque ya no quería estar con alguien que me engañaba y fingía quererme.
Ya me habían mentido lo suficiente como para aguantar más. Rónal, mis padres y todos sólo me engañaban y en ese momento me sentía completamente rota por dentro.
La tristeza de sus ojos, nadie puede evitar
Han caído lágrimas y se opaca su mirar
Se ha roto un corazón, que transmitía felicidad
Ahora ya no confía y desea olvidar...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro