Cuando Miguel Ángel Miranda fué nombrado Coordinador de los Comité del barrio caraqueño La Cascada se convirtió en la esperanza de su vecindario.

Miguel Ángel era el hijo mayor de Gabriela Miranda, y junto a él, otros cinco menores estaban siendo criados por su mamá. Tres de ellos eran sus hermanos; los otros dos sus primos. Para el ambiente del barrio, lo que ocurría en la familia Miranda no era extraño. Gabriela Miranda tenía cuatro hijos con hombres diferentes. Cuando conoció Dieter, el padre de Miguel Ángel, ambos trabajaban en una fábrica de ropa. Ella manejaba una de las máquinas de coser, y su compañero, descendiente de alemanes, era técnico en electricidad. Apenas se conocieron, iniciaron una relación que duró muy poco. A Dieter lo trasladaron a una sucursal del interior del país y Gabriela no lo volvió a ver. El papá de Miguel nunca llegó a enterarse de que, producto de aquella fugaz relación, nació en hijo.

Gabriela Miranda se las arreglaba para salir adelante; sin embargo, cada vez que tenía un romance, manejaba la situación equivocadamente. Pensaba que quedando embarazada podía retener a su compañero junto con ella. Esa técnica no le dió resultado en ninguno de los tres casos posteriores al nacimiento de Miguel Ángel. Tanto así que, después de su último fracaso, decidió quedarse sola.

Las cosas se complicaron cuando su hermana Luisa, que tenía siete hijos, y vivía en una pequeña población mirandina llamada Cúa, fué abandonada por su esposo. Ante la desesperación de verse privada del único ingreso para sustentar a tantos muchachos, recurrió a su hermana. Gabriela optó por traerse a la capital a los dos mayores.

Manuel y Alexandra eran hijos naturales de Luisa, por lo tanto, tenían el mismo apellido Miranda. Los otros cinco eran hijos legítimos de Octavio, el padre que había decidido abandonar a la familia. Lo cierto es que Gabriela tenía que trabajar de sol a sol para alimentar a seis jóvenes cuyas edades oscilaban entre nueve y diecisiete años. Durante el día se dedicaba a coser, y gracias a que su experiencia la llevó a destacarse en alta costura, gozaba de una selecta clientela en las urbanizaciones vecinas de clase media. Por la noche contaba con la colaboración de los cuatro mayores para la elaboración de tortas y pasteles que eran vendidos en sonas cercanas. En la época de navidad,le llovian las demandas de hayacas y panes de jamón.

Miguel Ángel y sus primos, Alexandra y Manuel, tenían además un negocio que funcionaba en la humilde vivienda. En una mesa larga ponían bastidores donde hacían las franelas, gorras y uniformes. Para ello era de gran ayuda la habilidad de Miguel Ángel en la creación de diseños. Aunque los recursos eran limitados, podían colaborar para que el grupo de siete pudiera alimentarse y educarse.

Tanto Miguel Ángel como Manuel cursaban el último año de Bachillerato. Alexandra con sus dieciséis años, era la aficionada a los deportes y estudiaba cuarto año. También estaba Estéfany, hermana de Miguel Ángel. La dinámica de estudiante de noveno grado tenía una personalidad avasalladora. Enamorada de la vida y con un positivismo contagioso no podía pasar inadvertida.

El cuarteto de estudiantes asistía al Liceo los mangos, el único que funcionaba en los alrededores de La Cascada, y además de ser excelentes deportistas, les encantaba hacer excursiones en el cerro Ávila. Por lo menos una vez por semana se las ingeniaban para compartir sus actividades con su paseo hasta Sabás Nieves o alguna de las quebradas cercas.

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Bueno mis queridos/as lectores/as, hasta aquí llega el primer capítulo de ésta historia, espero que lo hallan disfrutado

Tomando en cuenta que aquí en Wattpad muchos no conocen a mi patria Venezuela y tampoco comprenden varias palabras, por favor dejen en sus comentarios las palabras que no comprenden para así armar un pequeño glosario

Eso es todo, nos leemos pronto