Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 7| El dúo de los despechados.

Gus.

—No, esta bien. Yo cumpliré.

Las palabras me salieron de la nada, Truett me ve con sorpresa. Sus ojos verdes se ven oscuros, Karol tuerce una sonrisa y Max me ve con cara de ¿Que mierda cabrón?. Le sonrió y le digo en una mueca que todo estará bien. Doy un suspiro y me pongo de pie, le hecho un último vistazo a Rose y ella ni siquiera se digna en verme, esta concentrada en su novio que es el doble de guapo que yo.

—¿Quieres ir Truett?, O ¿eres fresa?. —pregunto cuando me posiciono frente a él, solo me observa y trata de analizar mis preguntas. Su amigo le da un empujón para que se levante, eso fue lo que ocasionó nuevamente el desorden en los presentes. Todos gritan y lo alientan.

Cuando se levanta su estatura me sobrepasa, tengo un pequeño Dejavu del día del bus. Sus ojos sobre mí, la misma sudadera la tiene puesta. Sus cabellos cayendo en su frente, lo intimidante que se ve. Es la misma situación, hay muchas personas a nuestro al rededor, con la única diferencia de que está vez si nos prestan atención y que no saldré corriendo en la primera parada que de el bus.

Trago saliva. Él no deja de verme, eso me incomoda un poco. No dice nada, solo asiente con la cabeza.

—Entonces vamos—le tomo de la mano y lo arrastro sobre el pasillo, los gritos y silbidos de los demás hacen que me sienta un poco nervioso, es solo un juego. No arriesgarse es de cobardes.

—¡LES PONDRÉ EL CRONÓMETRO!—no se quien lo ha gritado, pero aún así no le presto atención.

Nos paramos frente a la puerta de la habitación de Karol, leo el letrero. Bueno, yo soy divino. Abro la puerta y entro junto con Archie, el lugar se siente pequeño ante la presencia de Truett. Enciendo las luces, todo el lugar está sumamente ordenado y el olor a aromatizante se impregna en mí nariz.

Me siento en el borde de la cama, Archie se queda de pie sin decir nada. ¿A caso no tiene lengua?.

—¿Porqué aceptaste?—pregunta de repente, su voz varonil y gruesa hace que me sienta pequeñito—Esto no es necesario, lo juro. Solo debiste dejar que gira...

—Solo quiero pedirte disculpas, no por mí. O bueno, quizás también por mí, pero más por Max. —digo sin más, suelto aire por la nariz y me cruzo de brazos—Escucha, se supone que Max debería hacer esto.

—¿Esto?—su ceño se frunce, asiento con la cabeza.

—Sí, esto. Él debería estar pidiéndote disculpas, no yo. Pero sé que es tan malo haciéndolo que me da miedo que la llegue a cagar y que te vuelva a ofender—hago una pausa, Archie se sienta a mi izquierda y se queda viendo al frente—Con esto no pretendo que olvides todo lo que te hizo pasar, se que fue un imbécil, lo tengo muy en claro. Pero quizás puedas ver que no es tan malo. Un inepto que no sabe controlar su lengua, sí. pero malo no es.

Archie se ríe, y aunque suene loco me gusta cuando sus comisuras se elevan y forman un solo hoyuelo en su mejilla derecha.

—Agradezco que te quieras disculpar, pero a veces hay cosas que son difíciles de olvidar. Contigo no tengo ningún problema, con Max..., quizás lo perdone pero es preferible que se disculpe él mismo—da un leve suspiro y me observa.—Nunca te disculpes por alguien más, menos cuando no tienes ni la mitad de culpa de lo que ocasiono la otra persona.

—Eso fue un poco profundo—suelto una risita nasal y agrego:—Pero hay tanta verdad en eso.

—Por supuesto Augustine.—Él me ve, siento algo diferente cuando dice mi nombre completo. Es raro, suelto una risita divertida.—¿Sucede algo?.

Niego con la cabeza.

—No, es solo que nadie dice mi nombre completo. Bueno, no en mi presencia—le comento, paso mis manos por mi rostro y me dejo caer a la cama.—Se siente raro, suelen llamarme August o Gus todo el tiempo.

—Lo siento, como no eres mi amigo no veo conveniente llamarte por un diminutivo—puedo ver como Archie se encoge en su posición, quedando algo encorvado. Después de todo no parece ser un mal chico, creo que lo subestime demasiado.—Si gustas te puedo llamar como desees.

—Está bien, quizás el Augustine no suene tan mal después de todo.—pongo mis manos sobre mi pecho y observo el techo, no se cuantos minutos han pasado. Puede que solo hayan pasado segundos, pero aun así no tengo ánimos de salir.—Por lo del jueves en el transporte público...

—Yo lo siento, creo que te asusté—se apresura a decir.

—¡No te disculpes!—me río y me incorporo para verlo mejor.—Joder, ya perdí la cuenta de las veces que te has disculpado. En este caso yo quiero decirte que fui un poco exagerado, solo que tenía miedo a que te cobrarás lo de Max conmigo.

—¿Porqué pensaste eso?.

—No lo se, ¿Porqué soy amigo de Maximiliano Méndez?.—le remarco la pregunta, y él se ríe.—Uff, estaba cagado.

Archie me ve y ensancha su sonrisa.

—Lo note—hace una pausa en donde suelta un poco de aire—Por cierto. ¿Como sigues de los golpes?. ¿Sabes?, hasta a mi me dolió para ser sincero.

¡Oh sí!, ya ni me acordaba que tenía semejantes moretones en la barbilla, no me duelen pero las marcas están ahí para recordarme mi pésima suerte. Le muestro los moretones y él pasa un dedo por mi piel, siento como todo el cuerpo se me eriza al contacto. Él aparta su mano de inmediato y se disculpa. Parpadeo seguidas veces, el tacto aún se siente.

—Ya no duelen—le aseguro por alguna razón mientras acaricio con mi dedo el mismo lugar que él rozó hace unos segundos—Pero gracias por preguntar.—agrego, él no dice nada, vuelve a cerrarse. Archie me resulta alguien con mucho misterio.—No te sientas así, mira a mi me gusta hablar mucho y si no dices una sola palabra me voy a desesperar.—No habla, aparta su mirada y se queda viendo fijo un zapato.—Eso hago yo en las mañanas antes de meterme a la ducha e irme al instituto o al café Declan.

—...—sigue sin mencionar nada.

—No te quedes en silencio, parezco un loco hablándole a la nada.

—...—Nada, sigue ignorándome.

—Archie, si es por lo de que me tocaste no estés así, hasta yo hubiese echo lo mismo.—le aseguro pero no dice nada.—Escucha, se supone que los cinco minutos en el paraíso son para disfrutarse. No te pongas así—trato de hacer que la tensión baje pero sigue ignorándome. Hay unos segundos de silencio, no digo nada. Sin embargo esta vez habla:

—Pero tú me trajiste hasta acá para disculparte, no para hacer otra cosa.—me recuerda. Bueno, en parte tiene toda la razón.—Además eres hetero.

¡Ah es por eso!.

¿A caso él no lo es también?.

—Tienes razón, soy completamente heterosexual. Pero eso no quiere decir que no me haya besado con un chico, además esto es solo un juego—le hago saber mientras me acerco un poco más a él.—No es nada del otro mundo, incluso pienso que soy hetero curioso.

Él me observa, sus enormes ojos verdes me siguen pareciendo atractivos.

—Sé que es solo un juego, solo que yo no tengo la intención de cumplirlo.—Se levanta de la cama y da vueltas por toda la habitación—No te sientas mal, es solo que....—detiene sus palabras—Mejor olvídalo.

Puedo reconocer sus expresiones, la forma en que frunce su seño. La manera en que se expresa, el no querer hablar. Así me sentía yo, y me sigo sintiendo.

—La chica que me gusta sale con otro—suelto en un suspiro—Hoy quería declararme a ella, pero resulta que ya tiene novio.—muerdo mi labio y una sonrisa amarga se apodera de mi rostro—Y resulta ser más guapo que yo, me siento como la mierda; un moscorrofio. Una rata inmunda, animal rastrero, escoria de la vida, adefesio mal echo y toda la canción de Paquita la del barrio.

Archie me ve pero no dice nada, joder su silencio me mata. Ni siquera mis chistes en los peores momentos lo hacen sonreír.

—No digas nada, ya..., ya, te vas a pegar de tanto hablar. ¡sho! Dije que no hables, me vas a dejar sordo de tanta conversación. —me río y él también lo hace.—No dejes de sonreír—le digo mientras meto mis manos dentro de los bolsillos del pantalón—Escucha, hace poco me acaban de romper el corazón y fue la mierda más bonita y hermosa que me pasó. Tenía ganas de llorar, pero no lo hice porque apenas y estaba procesando ese sentimiento.—hago una pausa. Veo el suelo y mojo un poco mis labios, wow decir lo que sientes es liberador.—Creo que no querías darte cuenta de eso, apenas y me hablas. Soy lengua suelta, perdón.

Archie me ve de reojo y da dos pasos hacia mí.

—No eres el único—susurra.

Archie tiene algo que lo hace ver diferente cuando habla. Sus gestos son suaves, la manera en que mueve su boca y suelta suspiros al articular alguna palabra; cuando frunse sus cejas y ve hacía algún sitió que no sea tú rostro. Es como si evitara a toda costa verte a los ojos por miedo a algo desconocido.

—¿En ser lengua suelta?.—Tuerce una sonrisa y el hoyuelo vuelve a aparecer, niega con la cabeza.

—Mí casi algo sale con alguien más—eleva su vista y me ve, en sus ojos esta el destello de la decepción—Los vi haya afuera, es un poco traumático verlos. Se sintió horrible, soñaba que fuésemos uno solo, pero al final termine siendo solo yo. Otra vez. 

Mis ojos se abren un poco por lo que acaba de soltar, me pongo de pie y me acerco a él quedando a una distancia prudente. Le tomo una de sus manos, son suaves y más grandes que las mías. Sus ojos son dos esferas enormes, la luz del cuarto resalta el iris de estos, le sonrió y él también hace el intento.

Como son las cosas del destino, hace dos días le tenía pánico y ahora estamos tomados de la mano hablando de lo pésimos que somos en el amor como si fuésemos amigos de toda la vida.

—Somos el dúo de los despechados, ¿Quieres ir hacer karaoke?, podemos cantar juntos y a todo pulmón cosas del amor de Amanda Miguel.—le propongo—Pido ser Vikky Carr.

—Eres muy expresivo—no deja de sonreír, no quiero que deje de hacerlo.

—Lo sé, por eso todos me aman.—le guiño un ojo.

Nos quedamos un momento en silencio, aprieto suavemente mi agarre y él traga saliva. Los cabellos que le caen por el rostro lo hacen ver bien, incluso me siento como un microbio de baño publico ante su presencia.

—Cuando era pequeño, quería matar al monstruo que vivía bajo mi cama; ahora ese monstruo habita en mi cabeza—suelta de repente, no logro entenderlo, sin embargo no lo interrumpo—Nunca he tenido mis ideas muy claras, pero siempre estoy dispuesto a intentarlo, en cambio tengo una voz que me dice todo el tiempo que es lo que debo hacer y como lo debo hacer.—hace una leve pausa, en donde cierra los ojos y expulsa aire—Hay veces que necesitas que te agarren de la mano fuerte para sentirte seguro, a salvo.—su mirada baja hacia nuestras manos unidas y creo entenderlo, nunca he sido bueno al dar consejos cuando una persona se muestra vulnerable, soy del tipo de persona que entra en pánico al no saber que hacer.

Recuerdo aquella vez cuando una compañera de clases (estaba en sexto de primaria para ser exacto), comenzó a llorar frente a mí. No supe que hacer, me desespere mucho que incluso también llore a moco tendido junto a ella, no supe sus razones pero aún así sentía que le dolía algo dentro de su ser, fue tan fuerte que me transmito ese dolor.

Junto a mí tenía mi botella de agua de Batman, yo quería que ella dejase de llorar. Mis párpados estaban mojados y lágrimas adornaban mis mejillas, sentía los ojos arder; pero ella estaba peor.

—¿Quieres agua?—le pregunté, ella negó con la cabeza. Los gemidos que emitía me hacían entrar aún más en pánico, observé mi botella y se le extendí—Te la regalo..., no llores por favor. Toma, es tuya, en mi casa tengo otras cinco parecidas—aunque lo último fue mentira, ya que la pequeña botella era nueva y mi madre me iba a regañar en casa, no me importo.

Cuando sonrió algo se prendió en mi pecho, fue una sensación agradable.

—Gracias Gus—lo tomó y las lágrimas desaparecieron. Entonces me sentí bien conmigo mismo por primera vez.

Cuando mi mente regresa a la realidad observo a Archie y no se en que momento lo abrazo fuertemente. A penas y lo procesa, aunque no se por que lo he hecho siento que lo necesita.

—Sonríe. Igual todos estamos jodidos—le susurro con los ojos cerrados, él pasa sus manos por mis hombros y me abraza de igual manera que a un peluche.—A veces los finales felices no terminan siendo del todo felices, terminas llorando, con los sueños rotos y sin saber como seguir adelante—al decir esas palabras recuerdo el rostro destrozado de mi madre cuando mi papá nos abandono, todas las veces que lloró en silencio. Lo que me provocó emocionalmente esa separación, lo que sufrí en las incontables noches.—Quizás no comprendes que no fue del todo el final que esperabas, por que en el fondo la historia no ha llegado todavía a su fin.—me separo de él, un nudo se forma en mi garganta y comprime mi pecho.—Puede que la historia continúe..., joder. No se de donde saqué todo eso, me siento aconsejado por mi propio consejo, y no se si en realidad fue un consejo.

No se si es por la tensión que hay entre ambos o la profundidad de mis palabras, pero tengo ganas de llorar. Todo lo que le dije fue cierto.

Nunca antes había sacado lo que siento y mucho menos con una persona que no conforma mi círculo de amistad, con Max es normal hablar de estos temas y aunque no siempre tiene una buena respuesta intenta comprenderme.

—Descuida, comprendo lo que quieres decir.

—Es que ser profundo no va conmigo, arruina mi imagen de chico malo.

—No pareces ser un chico malo, das pinta de ser todo lo contrario. —se burla.—Además los colores de tu ropa demuestran que eres un encanto.

Elevo una ceja y le doy una mala mirada. Él solo se ríe.

—Deja de reírte Archie Bartolomé de las Colinas.—sentencio.

—Hace poco me decías que no dejara de sonreír y ahora me callas y de remate ofendes mi nombre—Se aproxima a mí, sin embargo solo lo observo.

—Era sonreírle a la vida, no que te pusieras a reír de mí.—le recrimino mientras achico los ojos, Archie esta tan cerca que tengo que ver hacia arriba para verle la cara. —Tú no captas, eres medio rarito.

—Y tú un mal filósofo.—se encoge de hombros restándole importancia a mis palabras.

—Pues recuérdame no darte ningún consejo la próxima vez.

Él frunce su ceño, haciendo que sus cejas se unan en una sola.

—¿A caso habrá una próxima vez?—indaga curioso.

Trago saliva y siento que mi rostro se calienta, no se porqué me he puesto nervioso, su mirada es juguetona; todo lo contrario al Archie del inicio.

—Pues...

—¡EL TIEMPO TERMINÓ!—una voz grita a través de la puerta. Más agradecido no puedo estar de que me hayan interrumpido.

Ambos observamos a la dirección de está. Suelto una calada de aire que no sabía que tenía retenida, giro mi rostro nuevamente a Truett y entonces noto que estamos demasiado cerca, tanto que nuestros latidos se escuchan.

—Hay que salir—comenta mientras me pasa por un lado.

—Sí, claro.—murmuro, avanzo a su dirección. Antes de que él tomara el pomo de la puerta le detengo la mano en un suave toque—Claro que habrá una próxima vez, podemos ser amigos. Bueno, si tú quieres. No es exigi...

—Me gustaría ser tu amigo, Augustine.—sonríe, yo igual lo hago por alguna extraña razón.—Vamos, salgamos.

—Espera—le vuelvo a detener.

—¿Que sucede?.

Me aproximo y le doy un pequeño beso en la mejilla, eso lo toma desprevenido (igual a mí). Le sonrió, Archie ha quedado en una fase de pasmo total.

—Ahora sí, los cinco minutos en el paraíso han concluido—comento y abro la puerta.

Al salir la presión de las miradas me hacen querer dar un paso atrás y volverme a encerrar. Max me observa seriamente y Karol ha desaparecido, solo quedan Rose y su novio–que por cierto es el mismo de la historia del Instagram–, el amigo de Archie y algunos cuantos más que se han quedado a esperar el chisme.

Veo de reojo a Truett, esta cabizbajo y ha vuelto a su fase de encerrarse en una burbuja. Algunos nos sonríen, otros nos dan miradas juzgonas, algunos que antes no estaban en el circulo del juego no disimulan y tiran comentarios ofensivos u homofóbicos. Nunca me han importado lo que digan los demás, estoy seguro de lo que soy. Pero al parecer Archie no.

—¡Hey!—una chica nos gritó, todos nos giramos a su dirección, estaba agitada y algo cansada por haber llegado apresuradamente—¡Alguien que vaya a auxiliar a Karol! ¡Esta casi desmayándose en el baño de abajo!. No es por ser mala onda, pero me da asquito ver vomito.

—Mierda—escucho maldecir a Max y bajar corriendo por las escaleras, todos nos quedamos viendo su reacción. Creo que eso fue la salvación de Archie y el mío, todos bajaron junto con él.

Chisme es chisme, seguramente todos aprovecharan para sacar unas cuantas fotos para hacer memes y stikers, eso si Max lo permite. Doy un leve suspiro y me giro para ver a Archie, pero este a desaparecido junto a la multitud.

Se ha ido.

Me ha dejado solo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro