Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Día 29 ❣ Ira

Ni bien pasaron unas noches desde que Fingon había organizado una acampada con Maedhros, Turgon y Finrod, en la mañana del cuarto día despertó más que arrepentido. Su cuerpo le dio los buenos días con un dolor infernal, y es que pareció mala idea compartir carpa con Maedhros, su novio.

Chasqueo los dientes cuando, después de revisar a su derecha y no encontrarse con Maitimo, maldijo y un fuerte dolor en el pecho se hizo presente.

—Maldito cabrón... —dijo entre quejidos. Fingon no era alguien fanático de las malas palabras, pero incluso él tenía días que no se despertaba con el pie derecho.

Casi haciendo magia logró vestirse y calzarse. Lo malo es que incluso la ropa que ahora llevaba puesta lo incomodaba demasiado de sus pezones.

Salió de la carpa con total decisión y en el camino se encontró con Finrod y Turgon intentando encender una fogata; el rubio le saludó con una sonrisa y su hermano menor con una simple mirada, pero les ignoró olímpicamente. En estos momentos sólo tenía cabeza para encontrar a Maedhros y descargar en él toda la ira posible.

—¿Ahora que le pasa a ese? —se quejó Turgon evocando una mueca en sus labios—. Todavía que nos tomamos la molestia de darle el buenos días, aparece con su cara de gruñón.

Finrod en respuesta y presumiendo su ternura, emitió una leves y sensuales (al menos para Turgon) risas. Lo tomó del mentón atrayendo toda su atención, a tal punto de poder ver su reflejo en los ojos del morocho y a escasos centímetros de hacer realidad un beso, Finrod se separó.

—Entiéndelo un poco —musitó el rubio de ojos celestes logrando sacar una chispa potente para su fogata—. Parece que anoche Maitimo se excedió en eso, ya sabes, en lo que a ti también te gusta.

A Turgon se le subieron los colores a las mejillas y puntas de las orejas. Bajó la mirada y frunció el ceño, pero esta vez Finrod no se quedaría limpio; lo golpeó en los hombros haciéndolo perder el equilibrio y caer de sentón al suelo.

—Ya callate mejor —le dijo en medio de la vergüenza.

—Ya, lo siento, pero eso no era necesario —le dijo limpiándose el trasero y volviendo a colocarse en cuclillas—. De cualquier forma, deja que se arreglen. En un rato vendrán a desayunar, ya verás.

Y como bien lo había predicho el rubio, Fingon encontró a Maedhros tomando un baño en el lago más próximo. Se cruzó de brazos en la orilla y llamó la atención del mayor con esa voz gruesa que conjuraba cuando estaba molesto.

—¡Russandol! —le dijo—. ¡Eres un jodido animal!

El mayor sonrió y levantó sus brazos. Quizá Fingon se hubiese mantenido en la misma postura de no haber sido por la situación; su mayor estaba desnudo y las gotas le corrían por su cuerpo, el cual estaba bien tonificado.

—¿Ahora qué hice? —burló con el cabello carmín atado en una coleta—. Soy inocente, lo juro.

—¡¿I... Inocente?! — protestó Fingon en medio del tartamudeo—. ¡Me has mordido los pezones muy fuerte y te había dicho que no! Ahora por tu culpa siento mucho dolor.

Maedhros formó una mueca inocente, siendo esto suficiente para que Fingon relajara su expresión. Entonces el mayor chapoteo en la orilla y le invitó a bañarse juntos.

—Quizá me pude haber pasado...

—Lo hiciste, ¡El problema es que lo hiciste y ahora piensas solucionarlo con tus tontas caras! —le interrumpió Fingon.

—¡Bien, lo siento! — le dijo—. Soy de lo peor si así lo quieres pero ¿y si lo solucionamos con otra cosa?

Ante el silencio de Fingon producido por la cuestión, fueron suficientes un par de mirada picaras y burlonas de Maedhros para que aceptara invitación. Se deshizo de sus ropas y entró, dejándose cubrir por los brazos de Maedhros.

Justo como Finrod había dicho, más tarde llegaron con una sonrisa en sus caras para por fin, tomar el desayuno.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro