Dos
Llevaban ocho meses siendo una pareja formal, Franco vivía en Barcelona con Pablo, bueno, cada que tenía tiempo o mejor dicho cuando no tenía una carrera que lo llevaba al otro lado del mundo, estaba con Gavi.
La última carrera así, fue en Qatar, Gavi había querido ir, pero estaba atrapado con el mismo caso.
Cuando Franco estaba en Qatar, Gavi había salido a un operativo, habían tenido bajas, bajas por las cuales Gavi se sentía culpable.
Él también resultó herido, un impacto de bala en su muslo derecho, algo que hizo que Franco casi perdiera la cabeza en plena carrera.
Ahora estaba ahí, viendo cómo su omega trataba de no cojear para no escuchar un regaño suyo, Franco suspiró.
—Deja eso, yo lavo los platos, vos andate ya a la cama.
—Puedo ha... Bien, te espero arriba.
Cuando ya no vio la espalda de Gavi, Franco se llevó las manos a la cara, su corazón aún no se calmaba, desde que se entero de que le habían disparado a su omega estado lejos de él... Su mundo entero casi se vino abajo.
Seco los platos y los dejo ahí, se dio la vuelta para ir hasta la habitación, soltó un último suspiro, cuando abrió la puerta, el aroma de dulce con meta lo golpeó.
—Uh..
—Lo siento... Se me había olvidado decírtelo, tampoco me diste tiempo, llegaste de sorpresa.
—Tranquilo... Dormiré en el sofá, voy a agarrar una manta y mi almohada.—Dijo Franco para entrar, pero antes de poder hacer algo más, Gavi se abrazo a sus espaldas.
—Alfa... Quédate.
Franco tragó, en lo que llevaban juntos, nunca habían pasado un celo juntos, no porque no quisiera, sino por la gran posibilidad de que Gavi quede embarazado.
—Gavi...
—Tome las precauciones, por favor Franco... Te necesito.
Eso fue suficiente para el Alfa, se volteo para tomar los labios del omega, Gavi por poco y no se derrite en sus brazos, lo amaba tanto, lo necesitaba tanto.
—Vas a estar arriba, no quiero lastimar tu pierna, si sentis que voy muy rápido o te duele algo me decis.
Gavi asintió para luego ser cargado por su Alfa, Franco se sentó con la espalda contra la cabecera de la cama, y Gavi sobre él.
Los besos empezaron desde la mandíbula hasta los labios y luego fueron hasta el cuello, lo desvistio con calma, no quería hacer un movimiento brusco.
La mañana llego y lo primero que vio Franco al abrir sus ojos, fue a su omega durmiendo con una sonrisita sobre él.
Amaba esto, amaba tener esto y esperaba que en un futuro Gavi le de la oportunidad de poder tener una familia... Daría la vida por este omega.
—Enano... Es hora de despertar.—Dijo Franco, Gavi se removió un poco y el Alfa lo tomó de la cintura y la pierna para que no se lastimara por accidente.
—Mmmh...
—Buenos días bestia durmiente.
—También te amo Alfa.
Ambos rieron, Gavi se acercó un poco más para darle un pequeño beso a su Alfa, Franco lo tomó del cuello para profundizar ese beso.
—Buenos días a mi hermoso omega, ¿Qué queres de desayunar?
—Que te mantengas lejos de la cocina Alfa.
—Oh, por favor, solo fue una vez.
La mañana fue así, con risitas y besos, ninguno de los dos tenia que salir de casa, Gavi por su reposo y Franco porque no tenía ningún compromiso cerca con Williams.
Se la pasaron juntos, pegados como chicles.
—Franco.
—¿Mmmh?—Dijo el Alfa, ambos estaban en el sofá, Gavi sobre Franco y Franco acariciando los cabellos de su omega.
—¿Algún día te gustaría... Te gustaría tener una familia?
Franco detuvo las caricias, Gavi se removió para poder verlo.
—Yo ya tengo una familia Pablo, vos y yo somos una familia, tu pregunta seria, si en algún momento me gustaría agrandar nuestra familia... Y la respuesta es sí
Gavi no dijo nada, simplemente se volvió a acomodar en los brazos de su Alfa.
—¿Fue el mismo?—Preguntó Franco después de un largo silencio.
Gavi sabía a que se estaba refiriendo, no necesitaba preguntar, suspiró para luego asentir.
—Sigue siendo mi objetivo, y sigue escapando de mí... A veces pienso que nunca lo voy a capturar, que nunca podré darle paz a todas esas familias que aún están esperando a sus seres queridos.
—No podes cargar con todo vos solo... Tenes a tu equipo.
—Lo sé... Pero ya son casi tres años Franco, tres años en los que este maldito... Los familiares siempre están en la agencia, pidiendo alguna respuesta, es tan doloroso ver a los cachorros más pequeños preguntando si sus madres volverán, hay cachorros que ni siquiera recuerdan el rostro de sus madres.
—Amor... No es tu culpa, no podes cargar con eso, por favor.
—A veces... A veces siento tanto miedo al ver a esos cachorros Franco, tengo miedo de algún día estar en su lugar...
—No pienses en eso, yo siempre voy a estar acá.
—La situación se esta poniendo más peligrosa Franco, ¿No crees que sería mejor que tomes unas vacaciones en Arge..?
—No.
—Franco.
—Que no, Gavi, soy muy mayorsito para saber cómo cuidarme, y no pienso dejarte solo.
—Tengo miedo de perderte...
—Entonces no me mandes lejos enano.
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