⚠️ Hola! Ya sé que me he saltado muchos días en el calendario pero, como ya lo tenía escrito de hace tiempo, pues he decidido publicarlo en la fecha que le correspondía.

⚠️ Aviso: este one shot está pensado como un musical; así que cuando en el texto ponga [Play] es importante darle al vídeo multimedia del encabezado.

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Luka Couffaine iba por las calles de París montado en su bicicleta en dirección a la panadería de los Dupain-Cheng.

Hacia unas horas su novia Marinette se había pasado por el Liberty en busca de inspiración para sus bocetos mientras escuchaba exultante de felicidad las canciones de grupo Kitty Section durante uno de sus ensayos rutinarios. El problema residía en que, a la hora de despedirse, la joven olvidó por completo su libreta de diseños encima de una mesa. Así que ahora el Couffaine, al percatarse del nuevo despiste de su pareja, se dirigía a casa de la azabache para entregársela antes de que comenzara su jornada laboral como repartidor.

Pronto llegó a su destino.

Se bajó de la bicicleta para amarrarla fuertemente a una farola, tomó el cuadernillo y abrió la puerta del local esperando encontrar a Marinette ayudando a sus padres en el establecimiento; sin embargo, fue recibido con los efusivos saludos y abrazos de sus suegros.

–¡Luka me alegro de verte!
–¿Qué podemos hacer por ti, cielo? –le preguntó Sabine tan amable como siempre.
–Estaba buscando a Marinette. Se ha dejado olvidado en el Liberty su libreta para dibujar –mostrando el cuaderno– y había venido para entregársela antes de que se dé cuenta que la ha perdido y se preocupe.
–¡Ains, esta hija mía es tan despistada! –se lamentó la mujer.
–Hoy le hemos dado la tarde libre Luka, así que está en casa –le contestó el padre.
–Si quieres puedes subir a dárselo, pero mejor llévate la llave para entrar –le dijo la asiática ofreciéndosela–. Si está en su habitación oyendo música quizás no te oiga al llamar a la puerta.
–Muchas gracias –dijo Luka aceptando la llave con una cordial sonrisa–. Se la devolveré enseguida.

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Unos minutos más tarde...

El Couffaine se hallaba frente a la entrada al hogar de los Dupain-Cheng. Metió la llave en la cerradura y giró.

Nada más abrir la puerta el sonido de una canción inundó el interior de la casa.

[Play]

Es el hijo más mayor de Cronos
Se lo come porque está muy loco
Fueron devorados sus otros cuatro hermanos
Evitando así la profecía de Urano

Cerró la puerta lentamente para no hacer el menor ruido. No era el tipo de música que él solía escuchar aunque la reconocía de haberla oído alguna vez a través de algún amigo.

Ooh,
Por Zeus son liberados
En el Tártaro lucharon, a los cíclopes reclutaron
Ooh,
Les dan unos regalos
Uno para cada hermano y a su padre se enfrentaron

¿Acaso esa voz femenina que acompañaba a los cantantes era la de Marinette?

(Hades)
Tiene un casco
Cuando lo usa, no pueden tocarlo
(Hades)
Con sus hermanos
Revienta a Cronos y hacen un reparto

El peliazul comenzó a subir las escaleras lo más silencioso de lo que fue capaz. Nunca había escuchado cantar a Marinette tan desinhibida y ni por un millón de euros se perdería ese momento.

En su reino lo controla todo
Mola mucho, así que sale poco
Tiene un carro negro, tiene un superperro
Tiene un río propio y un barquero griego

Apoyó su mano en el pomo de la puerta y, poco a poco, lo fue girando para desplazar la puerta.

Ooh,
Está buscando reina
Se fija en su sobrina y la agarra de la pierna
Ooh,
Deméter se cabrea
¡Cómo no encuentre a mi hija, no hay más plantas en la tierra!

Luka abrió los ojos atónito al ver a su chica cantando, interpretando la ira de la diosa Deméter magistralmente y bailando eufórica en el centro de su habitación... y lo cierto es que no lo hacía nada mal.

(Hades)
Hermano mío
Suelta a mi hija, no seas pervertido
(Hades)
Para el camino
Le da semillas, un aperitivo

En ese instante, Marinette se volteó con un medio giro encontrándose a su novio en el umbral de la puerta de su habitación.

–¡¿Luka?! –exclamó abriendo los ojos como platos al ver a su amado observándola atentamente y fue inmediatamente hacia donde se ubicaba el ordenador que estaba reproduciendo el vídeo de la canción.

¡Hija!
¿Comiste algo de lo que te dio Hades antes de salir del inframundo?
Si, mamá, estas semillitas de Granada...

Y lo interrumpió bruscamente.

–¿Qué haces aquí? –le preguntó la muchacha ruborizada intentando disimular su apuro–. Creí que esta tarde estarías ocupado trabajando...
–Sí, pero antes vine para devolverte esto –adentrándose en el interior de la estancia y entregándole su libreta de diseños–. Te lo dejaste olvidado en el Liberty.
–Ahh –haciéndose un facepalm mental por su torpeza–. Muchas gracias Luka –dedicándole su mejor sonrisa.
–Marinette...
–¿Si?
–¿Por casualidad estabas escuchando una canción de Pascu y Rodri?
–¿¿Pascu y Rodri??¿¿Yo?? –poniendo la mano al pecho fingiendo sorpresa–. ¡Pero qué cosas dices cariño! –sacudiendo su mano en modo despectivo–. ¿Realmente crees que siendo una fiel seguidora de Kitty Section y Jagged Stone oiría algo como eso? –le espetó mostrándose indignada.

El Couffaine la miró a los ojos alzando la ceja divertido como diciendo "Cariño, no me mientas... se te da fatal".

–Ahhh, está bien... ¡lo admito! –llevándose las manos a la cabeza totalmente horrorizada–. ¡Me encanta esa canción! La tengo en mi cabeza y no puedo dejar de tararearla durante todo el día. Ya sé que a ti no te gusta la música de estilo indie pero, por favor, no me odies por ello –plantándose delante del chico para aferrarse a su camisa desesperada–. Yo te quiero Luka –le dijo mirándole a los ojos acongojada–. Te lo suplico, no me dejes –agachando finalmente la cabeza de manera sumisa.

Luka se echó a reír ante el dramatismo de su novia, cosa que la joven no sabía cómo interpretarlo y alzó de nuevo su rostro observándolo preocupada.

–Marinette, no voy a dejarte porque escuches a Pascu y Rodri –la calmó intentando aguantar lo mejor que pudo las ganas de seguir riendo.
–¿De verdad? –le preguntó esperanzada.
–Pues claro –asintiendo con la cabeza–. ¿De dónde te sacas esas ideas?
–Es que...cómo a ti te gusta tanto el hard rock... –musitó tímidamente–. Pensé que si descubrías que yo escuchaba este tipo de música... pues... –chocando la punta de sus dedos índices con nerviosismo– que te avergonzarías de mí.
–No me importa el tipo de música que oigas Marinette –le aclaró el guitarrista–. Por mí, como si quieres escuchar reggaeton, latino, folklore o música disco de los años 80. Eso no cambiará lo que siento por ti –tomando sus mejillas y acariciándoselas con ternura–. Eres una chica extraordinaria, clara como una nota musical, sincera como una melodía. Eres la canción que está siempre (y estará) en mi cabeza –musitó recordándole las mismas palabras que empleó la primera vez que se le declaró enterneciendo el corazón de la aspirante a diseñadora–. Te amo... –entrecerró los ojos con una sonrisa maliciosa– incluso con todos esos defectos que te hacen tan adorable.
–¡¿Eh?! –protestó la Dupain-Cheng enfurruñada.

Sin embargo, Luka no le dejó terminar la frase pues se inclinó inmediatamente sobre ella para besarla con dulzura durante un largo rato haciendo que la azabache se dejara llevar por completo olvidando su pequeño enfado momentáneo.

El sonido de una pequeña alarma alertó al guitarrista interrumpiendo su beso y echó un rápido vistazo a su reloj.

–Debo marcharme mi amor, se me hace tarde –dándole otro beso fugaz en la frente.
–Sí... claro... –susurró Marinette ensimismada viendo cómo Luka se alejaba mientras todavía percibía el hormigueo de la presión en sus labios por el beso que había recibido.
–Nos veremos luego –se despidió caminando hacia la puerta de la habitación.

No obstante, una vez en el umbral, se encaró de nuevo hacia su pareja y le dijo:

–Me ha encantado verte bailar y cantar esa canción... –con una sonrisa traviesa–. Cuando vuelva, quiero que me la dediques entera Marinette –en un tono sugerente.
–¡¿Qué?! –gritó la azabache alarmada y completamente sonrojada por la petición de su novio a lo que él le guiñó el ojo con complicidad antes de cerrar la puerta tras de sí.

Luka Couffaine sonreía encantado mientras bajaba las escaleras de la casa para dirigirse a la entrada principal pues no dudaba que esa noche, cuando regresara al hogar de los Dupain-Cheng, iba a ser realmente entretenida y excitante.

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🔹Cuando vi el calendario y leí en el día 18 "Canción de Pascu y Rodri" me dije: "¿Pero quiénes son estos dos?"

Busqué en el Google con esa referencia y la canción de Deméter fue lo primero que me salió. Al escucharla me encantó, pero después oí otra que tenía como protagonista a Hades y sencillamente me enamoré 😍 A la media hora ya me la sabía de memoria (gracias @Nikuqueen-sempai por hacer que los descubriera) así que finalmente fue la elegida para hacer su aparición estelar en este one-shot.