Capítulo 35
Hinata descansaba tranquila en la casa de su departamento, aprovechando los minutos para leer una revista. No tenía planes, así que podía hacer lo que le plazca sin ningún remordimiento. El teléfono, que estaba sobre una mesita al lado del sillón, comenzó a sonar. Dejó su distracción de lado y contestó.
—¿Hola? —apoyó su codo en el brazo del sillón, para darle así soporte a su cabeza.
—Hermana, no sé qué habrás hecho esta vez, pero te cuento que Naruto está furioso contigo y va camino a tu departamento.
—¿Cómo dices? —dejó su posición relajada y se sentó de una manera que dejaba a notar lo tensa que la puso su hermana.
—Sí, ya ves que ayer le dijiste que te quedarías a dormir con nosotros. —asintió ante el comentario de Hanabi. —Por eso vino a buscarte aquí.
—¿Qué te dijo?
—Solo sé que venía del hospital, pero la razón por la cual está enfadado, no la sé.
Hinata dejó de responder, su cuerpo comenzó a temblar, empezando a ser invadida por el pánico. De lo único que Naruto pudo haberse enterado en el hospital es de que no está embarazada, de ser así, debe de andar buscando una explicación. Pensó rápidamente en una manera de salvarse de la furia del Namikaze, pues no se siente en la capacidad de enfrentarlo en ese instante. Cual sea el lugar al que decida escapar, siempre podría encontrarla, a no ser que esté con...
—Debo de ir con Sasuke. —tomó las llaves de su auto y salió de la casa. Le parecía inapropiado pedirle ayuda al Uchiha después de tanto que ha pasado entre ellos, pero quizá él conozca a Naruto más que ella, así que podrá encontrar la manera de calmarlo.
Condujo hacia el departamento ya conocido, rezando para que Sasuke se encontrara en casa. Lo más probable es que tuviese que explicarle al Uchiha, pero... ¿qué importaba ahora? Si Naruto ya lo sabía, era cuestión de horas para que Sasuke también se diera cuenta de toda su farsa. Apretó el volante con fuerza, al final todos sus planes quedaron en el fracaso. ¿De qué valió tanto sacrificio?
Su vista se nubló, por culpa de las lágrimas que amenazaban con salir, no fue hasta que estacionó frente al departamento que se permitió llorar por unos minutos. No entiende cómo pudo pasar por su cabeza la idea de querer haber retenido a Naruto con esa mentira. Al final Sasuke tuvo razón, ¿por qué se empeñó en estar con alguien que no la ama?
Se limpió las lágrimas, a la vez que salía del auto. Se encaminó hacia la puerta, tocando solo tres veces. Por más que esperó, no recibió respuesta alguna. Hizo un segundo intento, pero el resultado fue igual. La motocicleta del Uchiha estaba ahí, así que no había duda al pensar que debe de estar en casa. Giró la perilla, sorprendiéndose al ver que la puerta estaba sin seguro.
—¿Sasuke? —le llamó apenas asomando su cabeza. Le parecía todo muy extraño, se adentró con confianza, buscando rastros del pelinegro. —Sasuke... —volvió a llamar. Se detuvo al borde de la sala, notando el pequeño desorden de fotografías en el suelo.
Se acercó cautelosa, en todas las fotografías estaba Naruto sonriendo junto a Sasuke. Solo viendo eso sintió culpa por todo lo que causó, solo pensó en su felicidad, pasando por encima de la de ellos dos. Cubrió su boca al encontrar una fotografía de la boda, ambos se ven tan felices, y ella solo los separó.
¿Qué le sucedió? Ella misma se recuerda como una mujer dulce y compresiva, no como una persona vengativa. Incluso sintió vergüenza de sus actos.
Un pequeño brillo le llamó la atención, por lo que se acercó con curiosidad. Encontró un anillo tirado en el suelo, lo juntó para verlo con detalle. Tenía las iniciales de los nombres de ellos dos. Hinata lo apretó en la palma de su mano, enojada consigo misma. Regresó a la caja negra que yacía encima del sofá, para dejar la sortija guardada.
—¡Sasuke! —volvió a llamarle con más fuerza, quería verlo cuánto antes y disculparse. El verse casi descubierta le abrió los ojos a la realidad y darse cuenta de lo miserable que fue en todo ese tiempo.
Entró a lo que parecía ser la habitación del Uchiha, la cama estaba desordenada, al igual que un celular tirado en el suelo. Lo juntó, viendo todos los mensajes que tenía, ya fuera de Haku o de Yahiko preguntando por él, alegando que tenía una atraso de cuarenta minutos. El panorama era demasiado extraño, todas las cosas de Sasuke estaban ahí, ¿pero dónde está él? Pisó una bolita de papel, a la cual también decidió echarle un ojo.
—¿Una dirección?
No conocía muy bien el lugar que indicaba el trozo de papel, pero sí sabe que es un área lejana a la ciudad. Quizá Sasuke se encontraba allí, quería hablar con él, así que regresó a su auto y emprendió rumbo.
::::::::::::::::::::::::::::::::::
Naruto recién iba llegando al departamento de Hinata, topando con la desgracia de que tampoco estaba ahí, y podía darse cuenta por la ausencia del auto. Golpeó el volante con cólera, esa mujer en verdad le debía una explicación.
°°°
No puso en duda su decisión al haber llegado al hospital. Si por él hubiese sido, desde ayer, que Tsunade fue a ver a Chiyo, habría visitado el consultorio de la doctora. Tuvo que quedarse en la sala de espera, viendo cómo cada paciente entraba y salía, debía de tener paciencia y quedarse de último. No podía pasar por encima de todas las personas que ya tenían cita.
—Que tenga buen día, señora. —se despidió quien parecía ser una enfermera, la pelinegra lo miró sentado en esa silla. Se adentró un momento en el consultorio y cuando volvió a salir, le pidió a Naruto que entrara.
Se sentía ansioso de ver qué podía enseñarle la doctora, apenas si pudo dormir en la noche por pensar en ese supuesto embarazo psicológico de Hinata. Tomó asiento tratando de mantener la calma, algo muy poco común en él.
—Me alegra que hayas venido. —le dijo la rubia apoyando sus codos sobre el escritorio, mirándolo con una sonrisa. —Iré al grano, la señora me indicó que mi colega de al lado era su doctor, así que tuve una productiva plática con él, hasta que terminó confesando que realizó una prueba de embarazo falsa a cambio de un poco de dinero. Con esto, se descarta el embarazo psicológico, la señora sabía muy bien lo que estaba haciendo.
—Es una... —apretó ambos puños sobre sus rodillas. —¿Dónde está ese desgraciado?
—Ya el hospital está al tanto, fue retirada su licencia, así que no lo verás por aquí en un tiempo. —sacó un folder de debajo de su escritorio. —Aquí está la última ecografía, como ya le dije, ella no está embarazada.
Estrujó los papeles entre sus manos, la evidencia estaba delante suyo. Toda su separación con Sasuke fue para nada, tan solo fueron víctimas de la ira de Hinata, perdió a su amor por una estúpida mentira.
—Muchas gracias.
°°°
Por eso Naruto estaba en busca de la Hyūga, quería que ella misma confesara todo cuanto antes, y de ser posible, la llevaría delante de Sasuke. El problema es que no sabe en dónde más puede buscarla, y ni siquiera atendía las llamadas de su celular.
:::::::::::::::::::::::::::::::
Le tomó cerca de una hora llegar hasta el lugar de la dirección. No había más que una carretera rodeada por árboles, no puede hacerse la idea de qué puede estar haciendo Sasuke en un lugar como ese, ni siquiera tiene señal en su celular. Llegó a una casa, justo como indicaba el papel. Se bajó del auto para admirar la belleza de la naturaleza que rodeaba la vivienda. No había otro auto que le indicara que hubiese alguien ahí. Ni siquiera podía pensar que se trataban de vacaciones, siendo que, como ya había indicado, todas las pertenencias de Sasuke estaban en la ciudad.
Entró a la casa, que tampoco tenía seguro. Estando en un lugar con civilización prácticamente nula, hasta ella haría lo mismo.
—¡Sasuke! —levantó el tono de su voz por al amplitud del espacio, caminaba lento, como si temiera que algo pudiera sorprenderla en cualquier momento.
En una de las habitaciones, el Uchiha abría con pesadez sus ojos. Le costaba mover su cuerpo, lo sentía todo entumido. Se percató que claramente no estaba en su casa y pronto comenzó a recordar todo lo que había sucedido con Jūgo. Escuchó una voz femenina que le llamaba, por lo que trató de levantarse con dificultad. Tenía que hacer una fuerza doble, incluso triple, para poder mover su cuerpo. Apoyó sus manos sobre la mesa al lado de la cama, sus brazos cedieron y cayó al suelo; aún debía de estar bajo el efecto de la droga que le fue inyectada.
—Sasuke... —abrió su boca, pero incluso le costaba poder hablar, apenas si se escuchaba su voz. Reconoció a la persona que estaba ahí, era Hinata. Buscó algo que le sirviera para llamar la atención.
Primero puso una mano en el suelo, después la otra y así pudo levantarse lo suficiente para alcanzar un adorno de porcelana sobre una cómoda. Lo fue empujando a como pudo hasta que lo hizo caer al suelo, los pedazos se regaron, convirtiéndose en un peligro para sí mismo, pues en cualquier momento sus fuerzas volverían a ceder.
—¿Sasuke...? —la puerta se abrió, Hinata entró presurosa al verlo tendido en el suelo. Escuchó cómo algo se había roto, así que eso le dejó ver que no estaba sola. —¿Qué te pasó? —ella le sirvió de apoyo para que pudiera incorporarse un poco, allí se dio cuenta que el Uchiha no tenía control de su cuerpo.
—Tienes... que ir por... alguien. —dijo a como pudo, su voz salió casi en un susurro.
—Dime cómo llegaste aquí. —le alejó de los pedazos de porcelana, evitando que pudiese cortarse.
—Eso no... importa. —llevó un brazo hacia la sabana de la cama, quizá pueda volver a levantarse. —Ve.
La Hyūga dudó si dejarlo solo en el lugar, pero en verdad se daba cuenta de que estaba necesitando ayuda. Nunca esperó verlo en esas condiciones, a como también nunca pensó que en algún momento le brindaría su ayuda. Asintió, levantándose del suelo para volver a su auto. La entrada a la habitación se vio obstruida por el mismo hombre que encontró aquella vez, su altura la hizo sentir intimidada, por lo que retrocedió unos pasos.
—¿Cómo es que llegaste aquí? —ese hombre se veía molesto.
—Y-yo...
—¿Acaso crees que dejaré que te vayas después de habernos encontrado? —la jaló de uno de los brazos, para aprisionarla de la misma manera que había hecho con Sasuke. Hinata sí sintió la fuerza de ese agarre, empezando a toser cuando Jūgo comenzó a meter presión en su cuello. —Creo que también tendré que dejarte igual a Sasuke.
—¡Espera! —Jūgo detuvo la aguja a unos milímetros del brazo de Hinata, miró a Sasuke, quien se levantaba a como podía. Cayó en la cama, pero pudo mantenerse sentado usando un brazo como apoyo. —No le hagas nada... ella... está embarazada.
Su voz salió con un poco más de fuerza, hacía todo lo posible para convencer a su mente de que podía ganarle al efecto de esa droga. Hinata le miró, aún en esa circunstancia estaba pensando en ella, ahí se dio cuenta de que el Uchiha no es tan malo después de todo. O quizá del todo no lo era.
—Hmp, como sea. —lanzó a la mujer a la cama, la Hyūga se quejó por lo brusco que había sido. —Que sepas que solo lo hago por Sasuke. —le dijo, ella se encogió en su lugar, acercándose al Uchiha. —Vendré en un rato por ti, amor. —sonrió al doncel, quien le miraba con desprecio.
La puerta volvió a cerrarse, Hinata comenzó a entrar en pánico por verse en la misma situación que Sasuke. No pasó por su mente que así podía acabar su búsqueda. Revisó la habitación en busca de algo que la ayudara escapar, y de esa manera, poder también ayudar al Uchiha.
—La ventana. —se acercó para revisar que pudiese abrirse, pero era una ventana fija.
—Hinata. —le llamó Sasuke, aún le pesaba el cuerpo. —No te esfuerces... encontremos la manera de irnos.
—¿Cómo fue que acabaste aquí?
—Ese malnacido se metió a mi casa. —frunció el ceño, pudo haberse defendido, pero Jūgo lo tomó por sorpresa. —¿Cómo me encontraste?
—Naruto... él está furioso conmigo, así que quería buscarte para que lo tranquilizaras. Entré en tu casa, y hallé un papel con esta dirección. —se sentó en el suelo, abrazándose a sí misma. —De haber sabido que ese hombre te tenía así, habría venido con alguien.
—¿Por qué Naruto está furioso? —se subió por completo en la cama, buscando algo de calor entre la sábanas. Aún vestía solo el pantalón de su pijama.
Hinata contuvo sus ganas de llorar, llamando más la atención de Sasuke. Cubrió su rostro, al verse en esa situación, se percató de que nada de eso estaría pasando si ella no hubiese mentido tan vilmente. Sasuke estaría con Naruto y ella solo debió de seguir su camino.
—Perdóname, Sasuke, lo digo en serio. No pensé que todo iba a llegar a tanto, yo solo quise tratar de recuperar mi felicidad a la vez que me vengaba de ustedes. No podía soportar ver a Naruto casado contigo, desde que lo vi, me enamoré de él, por eso no quise dejarlo ir. —no quería verlo a los ojos, no ahora.
—Hinata, ¿qué quieres... decir? —no entendía a qué se debía ese cambio de actitud. Si hace un par de días discutieron, y ahora la Hyūga le estaba pidiendo perdón.
—No sé cómo decirte esto... —confesó avergonzada.
—Pues sea lo que sea, aprovecha... que no me puedo mover. —y que además su voz seguía saliendo baja.
—Esa noche le puse somníferos a la bebida de Naruto, cuando se durmió solo le llevé a la habitación para quitarle la ropa. Te juro que no pasó nada entre nosotros. —los ojos del Uchiha se abrieron por esa revelación, no daba crédito a lo que estaba escuchando. La manera en que Hinata lloraba le hacía creerle. —Al otro día solo tuve que hacerle creer a Naruto que habíamos tenido relaciones. Después le pagué a un doctor para que me entregara una prueba de embarazo falsa. Yo no estoy embarazada, todo lo inventé para separarlos.
—¿Cómo...? —de estar completamente bien, le habría gritado todo lo que ocasionó, pero en esas circunstancias tenía que restringirse de poder hacerlo. —Eres...
—Sé que piensas lo peor de mí, pero te digo de corazón que en serio me arrepiento de haberlo hecho. No supe controlar mi dolor y mis celos, probablemente no puedas perdonarme, pero de nada vale seguir ocultándolo si Naruto ya lo sabe.
Sasuke deseó poder gritar a todos los vientos lo furioso que se sentía con Hinata y hasta con él mismo. Sin embargo, de nada valía la pena echarle en cara todo, considerando la situación en la que estaban envueltos.
—Ya tendremos tiempo para hablar de esto, créeme... —se acomodó mejor. —...que no te vas a salvar de tener que hablar conmigo.
La puerta se abrió de nuevo, esta vez Jūgo se veía con mejor cara que la vez pasada. Se acercó a Sasuke sin decir palabra alguna, y solo lo tomó entre sus brazos. Por más que el Uchiha intentó que lo soltara, su fuerza seguía siendo una burla a comparación de la de ese mastodonte.
—¿A dónde te lo piensas llevar? —le enfrentó la Hyūga, acercándose sin dejar notar sus nervios.
—Solo pienso darle un mejor hospedaje aquí.
Cuando cerró la puerta, se escucharon los golpes que Hinata daba en esta exigiendo que la dejara salir, llamados que fueron ignorados. Sasuke fue puesto con cuidado sobre la cama del cuarto que parecía ser de Jūgo, examinó cada objeto en la habitación.
—No debes de sentirse cómodo con esa ropa, tal vez tenga algo que te sirva.
—Prefiero quedarme así... a ponerme algo que sea tuyo. —trató de levantarse, esta vez sintiendo más fuerza en sus piernas. El efecto de la droga seguía disminuyendo.
—No sería apropiado de mi parte dejarte así vestido. —se acercó al Uchiha, tomándole el mentón para que lo mirase. —No sabes lo feliz que me hace tenerte aquí conmigo.
—¡¿Secuestrado?!
—No quería dejarte cerca de aquel maldito, solo te estaba haciendo sufrir. —le quitó un mechón de cabello en su rostro. —Puedo demostrarte que mi amor por ti es más verdadero que el de ese otro.
—Ese maldito, al que llamas... —con un movimiento deshizo el agarre. —Alguna vez fue mi esposo... y no dudo que después de salir de aquí vuelva a serlo... Na-Naruto es el único hombre al que voy a amar, ¡te guste o no!
—Eso ya podremos verlo. —sujetó su rostro y unió sus labios con los de Sasuke, este arrugó su rostro en un claro rechazo. Intentó forcejear. —¡Argh! —el pelinaranja de separó y retrocedió varios pasos, mirando al Uchiha con enojo.
—Agradece que te solté... malnacido. —se limpió la sangre que estaba en su labio, a causa de la mordedura que le brindó al de Jūgo.
—No cabe duda de que sigues siendo un doncel difícil...
Sasuke lo vio salir de la habitación, seguramente iría a limpiarse la herida. No le importaba todo lo que tuviese que hacerle, con tal de que no lo tocara.
~~~
Siguiente capítulo: Viernes 13 de Septiembre.
Ya para el siguiente llega Naruto💖
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro