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Capítulo 20

Himiko tenía pocos minutos de haber vuelto a casa, su hija no estaba en ningún aposento de la primer planta, por lo que intuía que estaba en su habitación. Hinata no suele estar en el balcón. Al entrar en el cuarto, en efecto la encontró, sin embargo, no esperó verla en un pequeño estado de shock.

—¿Qué te pasa? —se acercó a ella, tocándole el hombro, ya que al parecer no se había percatado de su presencia. —Hija...

—Tuve un accidente antes de caer en coma, ¿no? —alzó la mirada, su madre la miró asombrada. —Supongo que así fue, no por nada estaría recordando eso.

—Así que ya recuerdas todo.

—Así es... o al menos eso creo. —se levantó de la cama, aún se sentía un poco mareada, pero podía soportarlo. —Naruto me quería pedir el divorcio, yo fui a tu casa para evitar enfrentarlo, y cuando quise buscarlo, tuve el accidente. Todo ese tiempo siempre sospeché de Sasuke, y después de volver del hospital... me llevaba de maravilla con él, ¿por qué no me dijiste que él tuvo la culpa de todo?

—Fue por recomendación del doctor, nadie debía de decirte qué pasó.

—No me extrañaría que Sasuke se estuviera burlando de mí, finge ser muy amable conmigo pero en el fondo solo se ríe. —apretó ambos puños. —Debería de ir a ponerlo en su lugar, dejarle ver que no debe de meterse conmigo.

—Eso es exactamente lo que NO harás. —le dijo alzando la voz. —Si le dejas ver que recuerdas todo, no andará con tanta cautela como lo ha venido haciendo. Si él finge ser amable contigo, tú finge no recordar nada, incluso ante Naruto. Solo tú y yo lo sabremos, ¿entendido?

—¿Y aguantarme toda la rabia que tengo por dentro? No, mamá, no haré eso. Mi matrimonio está en medio de todo, no pienso ponerlo en riesgo.

—Hazme caso, hija, ya verás que todo saldrá bien. No te preocupes. —se acercó para abrazarle, Hinata recordó cuando su madre hacía eso cada vez que lloraba de niña, o se sentía mal. Era de esos abrazos reconfortantes.

Ese día, Hinata procuró no darle mayor importancia a todo lo que había escuchado y recordado, por recomendación de su madre, para no aparentar estar enojada o inconforme con algo. Seguía comportándose como la misma chiquilla dulce y tierna de siempre, al menos desde que regresó del hospital. A pesar de su discusión con Naruto, en la noche volvió a ser la misma esposa de siempre, en la cena le tomó la mano frente a Sasuke y buscó mantenerlo ocupado en una conversación.

Al otro día, bajó las escaleras ya lista para recibir al nuevo día, su cabello estaba de medio lado atado en una trenza, la mañana estaba un poco calurosa para su gusto. Se acercó a la cocina en busca de un vaso con agua, sin embargo, se detuvo cerca del marco al escuchar a Chiyo y a Sasuke hablar.

—¿Estás seguro?

—Sí, dejaré la cena lista antes de irme, así nadie tendrá que preocuparse por eso. Le dije que no me parecía una buena idea, pero me insistió tanto que... simplemente no me pude negar, dice que me ayudará a no pensar tanto en el bebé.

—¿Bebé? —susurró para sí misma.

—Solo espero que les vaya bien, después de esto que vivieron, merecen tener un rato solo para ustedes. —la mujer acarició la mejilla del Uchiha, podía ver en sus ojos que aún le dolía la pérdida. —Sé que nunca vas a olvidar a tu bebé, ninguno de los dos lo hará, pero pueden vivir con ello. Quien sabe, quizá la vida los compense con todo lo que están haciendo y les vuelva a dar la oportunidad de ser padres.

¿Sasuke iba a ser papá? ¿En qué momento sucedió eso? Hinata se sentía verdaderamente confundida, ya que en ningún momento se enteró de un embarazo en esa casa, solo de aquella noche en que Kushina llegó de visita. Tenía una mal presentimiento, le había dicho a Chiyo que saldría esa noche, y su esposo le dijo que esa noche no estaría en casa por una supuesta reunión. Tampoco era estúpida, su esposo nunca ha tenido reuniones a esas horas, y de tenerlas, era con todo su equipo de trabajo.

Solamente había una cosa que podía hacer, y era esperar pacientemente a que esa hora llegara. En tanto Sasuke salga de la casa, ella lo seguirá a una distancia prudente, así sabrá si su esposo le ha sido infiel todo ese tiempo y si ese par le ha estado viendo la cara de idiota. Además, con lo poco que había escuchado, así se daría cuenta incluso si Naruto iba a ser el padre de ese bebé.

—¿Qué estás buscando al escuchar conversaciones ajenas? —la Hyūga menor dio un salto provocado por el susto, no escuchó llegar a su madre.

—¡Ay, mamá! —se quejó en voz baja, tenía suerte de que ese par seguía hablando. Llevó una mano a su pecho, su corazón latía con fuerza. —Nada, solo venía acá y escuché a Sasuke hablar con Chiyo, me enteré que... perdió a un bebé.

—Vaya, así que lo perdió...

—¿Lo sabías? —levantó una ceja, normalmente entre ellas dos se cuentan todo, le sorprendía que Himiko se saltara un detalle tan importante como ese. —¿Por qué no me dijiste nada?

—Ay, mi niña, tenías mejores cosas en las cuales pensar. ¿Por qué mejor no vas a... no sé, a hacer lo que sea?

Así quisiera oponerse, su madre no se lo permitiría, así que no le quedó más opción que subir a la segunda planta y buscar algo que hacer. Desde niña siempre le obedeció en todo. Aún se le hacía sorprendente que Sasuke estuvo cerca de ser papá, a ella ni de broma se imaginaría como madre, tenía mejores cosas que hacer en vez de pensar en pañales sucios y llantos a altas horas de la madrugada.

Himiko se adentró en la cocina, mirando a ambas personas como si se trataran de seres inferiores a ella. Siempre fue una fiel creyente de las diferencias entre clases sociales, y era un hecho que este era uno de esos casos, aún no podía hacerse una idea de cómo fue que Sasuke consiguió casarse con Naruto. Eran tan distintos.

—Qué buena noticia me acabo de enterar, perdiste al bebito ese. —no se inmutó ante la mirada fulminante del Uchiha, Chiyo le tomó del brazo para evitar que se acercara a la Hyūga. —Supongo que fue el día del evento, porque ustedes dos desaparecieron como por arte de magia, y eso fue hace dos días. Aquel niño le contó a su mamá que le hiciste de héroe, qué lindo.

—¿Cómo puede decir algo así de una criatura inocente? —la misma Chiyo se estaba conteniendo de no arremeter contra esa mujer.

—Para lo que me importa, eso es mejor para todos, ¿no? A ver, Sasuke, tú mismo me dijiste que no lo habían planeado, así ya no tendrás que preocuparte en ocultarlo. Todos estaremos más tranquilo sin ese pequeño estorbo de por medio.

—Escuche, señora, le puedo aceptar que se burle de mí todo lo que se le venga en gana, que me insulte o diga lo que quiera, porque a fin de cuentas me importa muy poco su opinión. —dio un paso hacia ella, la fuerza de Chiyo en ese momento no servía de mucho. —Pero bajo ninguna circunstancia le voy a permitir que se exprese de esa manera de mi hijo, ¡admita que a la única que le "estorbaba" era a usted! Claro, siendo así las cosas, se asegura de seguir manteniendo a su hija en un mundo de fantasías.

—Hinata no está en ningún mundo de fantasías, como tú le llamas, esta es su realidad.

—Cuando acepté toda esta farsa, no significó que usted debía de llenarle la cabeza de ideas, ¿qué no se da cuenta que de esa manera solo la hará sufrir? Ni siquiera puedo culpar a Hinata por las cosas que haga o diga, con semejante arpía que tiene por madre.

—¡A mí no me vas a faltar el respeto, maldito idiota! —iba abofetearlo, pero Sasuke le sostuvo la muñeca con fuerza en el aire. —¡Suéltame!

—Si usted no respeta a mi hijo, ¿de verdad cree que puede esperar algo bueno de mi parte? Si no la echo de esta casa es por pura consideración a Hinata, pero si por mí fuera... hace mucho que se habría largado de aquí.

—Tú no tienes ningún derecho a tomar decisiones en esta casa, ¡no te creas mucho! Ni mi hija pudo echarte de aquí.

—¿Qué motivo tenía para hacerlo? Ah, sí, su enorme inseguridad que la hacía sentirse atacada por cualquier persona que se acercaba a Naruto. ¿Qué motivo tengo yo? Creo que no es necesario decirlo.

—Maldito Uchiha...

—Namikaze, para usted. —le devolvió con la frente en alto, hacía tiempo que no usaba el apellido de su esposo, en verdad se sentía bien. —Decida si quiere seguir aquí discutiendo conmigo, o si mejor prefiere irse a ver a Hinata, no creo que tenga mucho que hacer sin mi esposo aquí. —le soltó la muñeca, pasando de ella. —No crea que no las escuché.

La Hyūga dio media vuelta para irse, de ninguna manera pretendía soportar semejante insolencia de parte de un chiquillo, a ojos de ella. Definitivamente tenía que encontrar la manera de sacarlo de esa casa.

Sasuke, al quedarse solo con Chiyo, soltó un profundo suspiro, no iba a negar que sí le había afectado las palabras dichas por esa mujer, sin embargo, no puede mostrarse débil frente a ella. No debe de bajarle la mirada nunca a nadie, eso lo había aprendido de su familia. Chiyo se sentía verdaderamente mal por las cosas que el Uchiha tenía que soportar, simplemente no podía quedarse con los brazos cruzados a ver cómo esa mujer aprovechaba cada oportunidad que tenía para despreciarlo. Quizá debería de decirle a Naruto todo lo que estaba sucediendo, sin embargo, era un hecho que Sasuke llegaría a enojarse. No quería causarle más emociones fuertes después de lo sucedido con el bebé.

Hinata paseaba por su habitación, nunca fue al balcón a hacerle compañía a Naruto, en ese momento tenía muchas cosas en las cuales pensar. Era un hecho que estaban pasando cosas demasiado extrañas en esa casa, y al parecer, ella era la única que las desconocía. Su madre siempre le desviaba el tema, apenas si cruza palabras con Chiyo, y Sasuke... él es otro cuento. Escuchó el teléfono principal de la casa sonar, salió dr la habitación y se arrimó a una pequeña mesa.

—¿Quién habla?

Buenas, ¿el señor Namikaze se encuentra?

No, pero si gusta dejar un recado, con mucho gusto se lo daré.

Gracias, es para informar que la reservación en el Hotel Grand Hyatt Tokyo está confirmada para hoy en la noche. Estábamos con pocas habitaciones disponibles y el señor Namikaze me pidió una confirmación.

Sus ojos se abrieron de la impresión, rápidamente se emocionó. Quizá su esposo le había mentido respecto a la reunión con sus empleados para que no sospechara nada, cuando en realidad sí pensó en su aniversario. Era un hecho de que no tenía que preocuparse por Sasuke, su esposo la ama, y nadie puede interferir entre los dos. Miró el anillo en su dedo, sintiéndose mal por haber dudado de él.

—Muchas gracias, señorita

Es todo un placer.

Finalizó la llamada. No podía ansiar a que llegara la noche y poder ver a Naruto, lo besará y se disculpará por haber discutido con él, es lo mínimo que puede hacer después tan gran detalle que él está teniendo para su aniversario.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Sasuke miró el último mensaje en su celular, era Naruto donde le indicaba la dirección exacta del lugar al cual quería llevarlo. No quiso darle detalles, su esposo en verdad sabe guardar una sorpresa cuando se lo propone. En la cuadra de un gran hotel, vislumbró el auto de Naruto a los lejos, mientras que lo esperaba recostado en la puerta del copiloto, elevando la mirada para detallar en el enorme edificio. Pagó lo necesario al taxista y se bajó.

Naruto, al percatarse de que Sasuke ya había llegado, caminó hacia el para tomarlo entre sus brazos y estrecharlo en un fuerte abrazo.

—Ten cuidado con lo que haces. —le susurró el pelinegro.

—Siempre puedo decir que tu abuelo se murió y solo estoy consolándote. —le besó fugazmente los labios. —¿Te gusta la sorpresa?

—Si me dijeras qué es, tal vez pueda responder esa pregunta.

—¿Qué no es obvio? ¿No notas el enorme edificio a nuestro lado? —Sasuke rió por la expresión de su esposo.

—No te leo la mente, ¿cómo iba a saber que era eso? Bien pudo ser solo un lugar de encuentro, no la sorpresa.

—...Bueno, en eso tienes razón, ¡pero!... eso no es todo, aún falta.

Hinata recién iba llegando al hotel, había una numerosa cantidad de autos estacionados a ambos lado de la calle, sin embargo, las personas brillaban por su ausencia. Quizá había alguna actividad en un punto cercano y todos encontraron esa calle como el lugar perfecto para estacionar. Caminó por la acera en busca de su marido.

Himiko tuvo que bajarse del taxi en que iba lo más rápido que pudo, ni siquiera supo si pagó la cantidad justa o si por el contrario se excedió. No le interesaba nada en ese momento.

○○○
¿Dónde está Hinata? —le preguntó a la anciana, que estaba concentrada en apreciar las flores de un jarrón.

—Salió hace un momento, señora Himiko. —sacó su celular para llamarla, pero Chiyo volvió a interrumpirla. —Ni lo intente, dejó el celular en su cuarto.

Soltó un chasquido y subió a la segunda planta, en efecto el celular de su hija estaba sobre la cama olvidado. Lo tomó con la esperanza de encontrar algo que le indicara dónde puede estar, Hinata no suele salir así como así. La conversación más reciente fue con Hanabi, no dudó en abrir el chat.

"Sin saberlo le arruiné a Naruto la sorpresa de nuestro aniversario, me siento mal por eso, pero me reconforta que no se olvidó de celebrarlo. Creí que ya no le importaba."
[21:13]

"¿Qué es la sorpresa?"
[21:14]

"Una noche en el Hotel Grand Hyatt Tokyo, ¡¿puedes creerlo?! Estoy segura que pasaremos la mejor de las noches. Una cena romántica, juntos en la noche, solo nosotros dos."
[21:14]

Solo eso le bastó para saber que tenía que darse prisa.

○○

¡Naruto! —Hinata le llamó al verlo al otro lado de la acera, pensó en cruzar, sin embargo, paró en seco al ver a Sasuke frente a su esposo. Ambos charlaban mientras se sonreían.

Sintió una punzada en su pecho al ver que el Uchiha rodeaba con sus brazos el cuello de Naruto, ambos se acercaron para darse un profundo beso. Sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas, la traición estaba delante de sus ojos y su mente estaba en shock. Sus pies no se movían, estaba congelada.

—Na-Naruto... —volvió a llamarle con voz débil. Los vio tomarse de la mano y adentrarse en el hotel, solo en ese instante pudo reaccionar e ir tras ellos cuando las puertas se cerraron. —¡Naruto! —tropezó con el pequeño desnivel de la calle con la acera, tuvo suerte de que no habían vehículos transitando por esa calle, porque ni siquiera se fijó a la hora de cruzar.

—¡Hinata! —su madre apareció a su lado, tomándola por los hombros. La Hyūga no tuvo que preguntar para saber que habia llegado tarde.

Hinata había visto todo.

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Siguiente capítulo: Sábado 24 de Agosto.

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