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Capitulo 36

CAPITULO 36

-Vamos -expresa, mientras abre la puerta de la limusina -te dejaré en tu apartamento.

Pasamos al interior del edificio, toma mi mano y subimos por el ascensor. Le doy su abrigo el cual sostiene con su otra mano. Al llegar a mi piso observo una Anna sonriente tomando mi maleta, me mira y grita y yo igual, es como nuestro saludo cuando tenemos muchos días de no vernos. Corre a través del pasillo y yo la alcanzo para fundirnos en un abrazo, bueno, eso significa que se está tomando bien su ruptura con Hans.

-Por Dios, creo que he quedado sordo -exclama Jack tras nuestro frunciendo el ceño, saluda a Anna y ella sonríe apenada arreglando su melena castaña alborotada por la carrera que acaba de dar por el pasillo.

-Si me hubieses avisado con tiempo que vendrían hubiese preparado algo con tiempo.

-No, está bien -menciona Jack, observando su reloj -tengo que estar en la empresa en 30 minutos.

-Y para él 30 minutos son 30 minutos -interrumpo, recordando su típica frase,él solo sonríe de manera leve y Anna nos observa divertida.

-Bien, entonces prepararé algo para ti -expresa, regresando al apartamento, la falda de su vestido con rayas se mueve al son de sus rápidos pasos que resuenan por el pasillo.

-¿Tan rápido vas a trabajar? -pregunto, mientras camino a su lado hasta la puerta de mi apartamento.

-Tengo que ponerme al día con Kristoff, tú puedes descansar hoy -le sonrío levemente, son las mejores palabras que me ha dicho todo este tiempo, lo miro fijamente deteniéndome mientras recuesto mi espalda
en la pared cerca de la puerta, él también me mira parándose frente a mí, una intensa mirada que sé que extrañaré, se acerca a mí lentamente y besa mis labios tomando mi rostro con ambas manos, un beso tierno que ya no volveré a probar en al saber cuánto tiempo, en ese preciso instante la puerta del apartamento se abre y nos hace estremecer, ambos vemos en esa dirección y Anna nos está viendo con sorpresa, de inmediato cierra la puerta ¡Maldita sea! Hoy me espera un interrogatorio.

-Tengo que irme -dice Jack, viendo fijamente mis ojos. Sonrío, una sonrisa triste y melancólica mientras asiento, él deposita un suave beso en mis labios y lo observo alejarse por aquel pasillo, me da una última sonrisa antes de cerrarse el elevador.

Me quedo aún ahí estática, pensándolo... con mi vista puesta en aquellas puertas de metal, luego de un par de minutos recuerdo que tengo que entrar y
así lo hago luego de soltar un largo suspiro preparándome mentalmente para el cuestionario de Anna.

De inmediato que paso ese umbral, ella está ahí de piernas cruzadas tomando lo que creo es té, sonríe, una sonrisa pícara que ya conozco.

-No preguntes -digo, antes que salga de su boca cualquier morbosidad.

Ella sólo ríe y me observa retirarme hasta perderme tras la puerta de mi habitación, necesito cambiarme.

-Rapunzel, mañana es Halloween, ¿Vendrás a la fiesta, cierto? -la escucho desde afuera mientras cambio mi ropa.

-¿Aquella fiesta de disfraces de todos los años que hacen para el canal que trabajas? -frunzo el ceño, odio las fiestas de Halloween, mucho más porque Anna nos hace combinar trajes, el año pasado ella fue una enfermera sexy y yo la pastilla.

Un vestido de látex blanco y un gorro del mismo color al estilo el papa del vaticano, según ella era una pastilla.

-Así es, y tengo el de ambas -dice, de una manera sensual. Abro la puerta para verla con desaprobación.

-¿Y qué seremos esta vez? ¿Tú Gokú y yo la esfera del dragón? -enarco una ceja y camino hacia la cocina.

-¡Ja ja! -menciona en dos sílabas separadas.

Pasamos el resto del dia comiendo helado mientras Anna me cuenta lo que pasó con Han y sus tales amigas, a mí me encanta decir "te lo dije" al menos es la única persona que he conocido capaz de reírse de estas situaciones, reír por no llorar, como dice ella misma.

Me ha torturado casi todo el día con esas sus películas de amor, y sí que me tortura, no puedo evitar pensar en Jack -suspiro -¿Dónde estará? ¿Estará en la empresa? ¿Estará en casa? ¿Estará ocupado?Voy hasta mi teléfono celular para escribirle un mensaje, y como si estuviésemos sincronizados, al deslizar mi dedo sobre la pantalla de mi celular, me llega un mensaje suyo. Esto debe ser cosa del demonio.

De: Satanás

¡Hey!

¿Hey? Comienzo a teclear mi respuesta, cuando otro mensaje suyo me

interrumpe.

De: Satanás

No creas que pasé por alto el hecho que cambiaste tu nombre de contacto en mi celular.

No puedo evitar soltar una risa al recordar que había cambiado mi nombre a "mi amor" en los contactos de su teléfono el otro día.

Para: Satanás

¿Lo siento? -sí, a modo de pregunta, porque no, no lo siento.

De: Satanás

¿Quieres salir?... no lo sé... ¿A comer hamburguesas? Quizás.

Para: Satanás

¿Hamburguesas? Sólo dime cuándo y dónde.

De: Satanás

Ahora y tú dices dónde... estoy afuera de tu edificio.

Frunzo el ceño y miro por la ventana, ahí está el porsche y sí, ahí está él,recostando sus caderas sobre el auto sosteniendo su teléfono celular.

No sé en cuánto tiempo me cambié, pero lo dije a Jack que me esperara cinco minutos, tomo mi abrigo y Anna me observa con desconcierto al abrir la puerta.

-Satanás me espera, ya regreso -grito, cruzando el umbral. Sé que eso la dejó más desconcertada pero a la mierda, sé que se va a asomar por la ventana.

Llego hasta donde está Jack y él de inmediato clava sus ojos en los míos,sonrío mientras camino hacia él a paso rápido y él camina hacia mí con una amplia sonrisa, lo rodeo con mis brazos, mientras él con los suyos rodea mi cintura, como si no nos hemos visto en años.

-¿Tú...Jackson Overland... invitándome a comer hamburguesas? -digo,en un
tono burlón, él esboza una media sonrisa mientras abre la puerta del copiloto para mí, subo al auto y lo observo rodearlo para entrar del lado del conductor.

-Es que... -habla, sin hacer contacto visual -te extrañaba -dice, mientras pone en marcha el auto, por unos instantes me quedo atónita, él pone en marcha el auto y sólo observo cómo lleva su vista tan clavada al frente, sé que mis mejillas se han sonrojado, esbozo una sonrisa
nerviosa viendo hacia la carretera, no sé, estoy tan acostumbrada al Jackson Overland frost frío que estas palabras hasta enternecen mi corazón.

-Yo también -digo, y vuelvo mi mirada a él quién sólo esboza una sonrisa sin quitar su mirada de enfrente.

Hablamos por horas comiendo hamburguesas, para mi sorpresa se come una entera sin renegar y ríe de cualquier cosa que pase por la mente ocurrente de
Rapunzel Corons, mi Herbie ya está compuesto... es bueno saberlo y al escuchar su nombre se rió... por horas... maldito.

-Oye -llama mi atención, cuando salgo de su auto y él sostiene la puerta del copiloto -mañana es Halloween.

-Lo sé -río levemente -todos los años Anna me lo recuerda comprando disfraces extraños -él esboza una sonrisa -darán una fiesta en el canal para el que ella trabaja ¿Quieres venir conmigo?

-De hecho -lleva un mechón de mi cabello detrás de mi oreja mientras me mira a los ojos pacíficamente -yo te iba a pedir lo mismo, contigo cualquier
fiesta es divertida -me hace sonreír.

-Y vamos a bailar, así que prepárate -el ríe levemente mientras recuesto mis caderas en su auto -por cierto, deberías llevar a Kristoff para presentárselo a Anna, creo que se llevarían bien.

-Créeme que él no va a faltar -exclama, sosteniendo mis manos y acercándose a mí lentamente, toma mi barbilla y se pasea por cada uno de mis labios, esos
perfectos labios húmedos que me encantan; su lengua suavemente danza al mismo son que la mía, tomo su rostro con ambas manos, esa piel tersa,ese cabello sedoso que no dudo en enredar entre mis dedos, hasta que la lluvia comienza a caer y me siento en una jodida novela de Nicholas Sparks, pero en la vida real, te resfrías.

Jack se separa de mí con una sonrisa.

-Hasta la naturaleza nos tiene que interrumpir -menciona, lame sus labios y yo tengo ganas de continuar estos besos. Toma mi mano y camina conmigo hacia el edificio.

Sin decir una palabra, sólo nuestros dedos entrelazados subimos por el ascensor y caminamos así por el pasillo hasta mi apartamento.

-Hasta mañana, muñeca -menciona, con su mano en mi barbilla, depositando un tierno beso en mis labios.

-Hasta mañana -sonrío levemente, con uno de mis brazos rodeando su cuello.

Él se separa de mí acariciando mi rostro y camina en dirección al ascensor.

Entro a mi apartamento, con una boba sonrisa enmarcada en mi rostro.

Anna me observa y tiene una sonrisa traviesa pero no pregunta, camino hacia mi habitación y luego de cambiarme me sumerjo entre mis sábanas,
sonrío nuevamente al recordar a Jack. No sé cuánto me tomó quedarme dormida, yo... creo que me estoy enamorando.

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