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Capitulo 3

CAPITULO 3

|Satánas Overland|

Caigo profundamente dormida casi de inmediato, mi teléfono suena unas pocas horas después, siento que no he dormido nada, número desconocido nuevamente, sé que los únicos que llaman anónimamente son los de la revista, me suspendo de la cama y aclaro mi garganta para no sonar adormilada.

-Buenos días -digo al descolgar.

-¿Rapunzel Corona? -Pregunta una voz de varón, ese es el tal Kristoff, estoy segura.

-Sí, ella habla -froto mis ojos, necesito dormir más.

-Genial, necesitamos que estés aquí en 30 minutos el señor Overland decidió adelantar su vuelo, nos acaban de avisar que está por llegar, no te conviene en
tu primer día no estar presente.

¡Oh Por Dios! miro el reloj y observo que faltan 40 minutos para las 6 a.m.

¿Es enserio?

-Ok, ahí estaré -contesto, me levanto de un salto, mi cabeza da mil vueltas,corro hasta el baño y me ducho en menos de cinco minutos.

Me hubiese arreglado mejor pero no tengo tiempo, me pongo un pantalón negro casi similar al del día de la entrevista y unas plataformas que encontré a la vista, busco entre todo el desorden de mi armario, tengo que encontrar algo formal, como siempre, todas las cosas se niegan a aparecer cuando más las necesitas.

Corro hasta la habitación de Anna quién está sobre la cama en una posición bastante incómoda con la cabeza colgada, alguien va a tener un tremendo dolor de cuello luego, lo primero que encuentro es una blusa blanca con vuelos medievales, pero muy mírame todo para mi gusto, mi sostén se vería completo, y como que para conocer al anciano de tu jefe, mejor no.

Por gracia u obra maestra de un ser supremo encuentro una blusa blanca de tiritas que funcionaría perfecto en el interior ¡estoy lista!Faltan 10 minutos y me peino en el ascensor, me importa una caca de lucifer que todos se me queden viendo, quise ir por un café pero vi que no quedaba
tiempo, llego justamente 3 minutos antes de la hora indicada.

Entro y todo mundo corre de lado a lado, ¿Qué es esto? ¿Un simulacro en caso de terremotos? Camino sin dirección ¿A dónde se supone que iré?

¿Dónde está el tal Kristoff? Llego a una sala que parece la cafetería, cuando estoy a punto de verter un poco de café dentro de una pequeña taza, el hombre rubio que me entrevistó la toma y la pone de regreso en la mesa.

Me dá unos papeles que parecen ser las reglas de la empresa.

-Son cosas que debe memorizar, porfavor sígame para que conozca al señor Overland-.

Salgo de aquella sala y mis piernas flaquean al ver todos aquellos papeles,son como 500 páginas, me quedo parada a la par del hombre rubio mirando
con desconcierto el montón de palabras y siento que mi cabeza da mil vueltas, levanto la mirada y observo a todos los empleados con los nervios a flor de piel, debe ser el típico anciano gruñón, -ahh lo que me espera- dirijo de nuevo mi vista a los papeles, por suerte traje mis lentes, miro el reloj y son las 6 en punto.

-Ahí esta -exclama, mueve su cabeza en señal de saludo, sigo viendo los jodidos papeles ¿Está aquí también entre las reglas "no respirar"?

-Wow si que es puntual -digo, aún sin levantar la mirada ¿Para qué putas tantas reglas?

-Más de lo que se imagina, señorita -¡Ah! ¡Genial! Y a mí que no me gusta madrugar.

Alguien se para frente a nosotros y su aroma alerta mis fosas nasales, que buen gusto tiene este anciano en fragancias, despego mi vista de los papeles y lo primero que veo son sus zapatillas, finas y relucientes, podría usarlas como espejo para poner mi labial.

Saluda a Kristoff de una apretón de manos y escucho su voz, no suena a un anciano, inmediatamente subo la mirada a su rostro.

-Sr. Overland, ella es Rapunzel Corona, su nueva secretaria.

Me quedo perpleja, sin palabras viendo quién se supone que es mi jefe, es...¡maldita sea!... simpático.Tiene cabello lacio y Blanco perfectamente peinado, sus ojos son tan azules pero un azul oscuro y enigmático dignos de un cielo nocturno, tiene una mirada tan profunda que irradia poder y autoridad con sólo verlo, sus cejas negras hacen aún más dramática su mirada, sus ojos no
son muy grandes, tiene una perfecta nariz y labios rosados, ¿Cómo es posible? ¿Este hombre apuesto es mi jefe? No tiene ni 30 años puedo apostar,miro a todas las chicas que están cerca verlo y murmurar entre ellas, ahora entiendo porqué todas las chicas mueren por un trabajo acá, ese hombre tan atractivo es el dueño de la revista, no entiendo porqué todos corrían y actuaban como locos antes de su llegada, y luego lo entendí.

Estrecho mi mano modo de saludo, él sólo la mira, da la vuelta y se va, me quedo con la mano estrechada, y comienza a dar un montón de órdenes.

-Si es posible escribe todo lo que diga -habla Kristoff-si no haces una cosa considérate despedida -

¿¡Que!? Me da un lápiz y se encamina tras él a paso rápido, lo único a manos que tengo son las reglas de la empresa y ahí comienzo a escribir todo lo que
escucho, habla demasiado rápido.

-Necesito los papeles arreglados hoy, contacta al tipo encargado del diseño de la nueva portada, necesito verlo hoy, llama al señor Arendell para cancelar la reunión de medio día, dile a Miguel que prepare la sesión fotográfica de
Jennifer López -¿Jennifer López? ¡Oh Dios! ¿La conoceré? ¿Miguel? No sé ni quién es Miguel, conozco tres Miguel, un ex compañero de la universidad, un vecino... ¡Rapunzel! Concéntrate que te despiden ¡Mierda! Me distraje por un segundo y no escuché que fue lo último que dijo ¡Jesús! No escuché lo último que dijo, mejor me despido yo sola.

Aclaro mi garganta y de manera cautelosa hago la pregunta que por instinto sé que no debería hacer.

-Disculpe señor Overland ¿Puede repetir lo último que dijo? -él gira hacia mí al abrir la puerta de la que creo es su oficina, abre sus preciosos labios sólo para mencionar 19 palabras, sí, las conté porque las dijo lentamente como si fuese alguna retrasada mental.

-¿Es en serio? Yo no repito dos veces, si no tienes todo eso para hoy mejor no regreses mañana.

¡Hijo de p...!Rapunzel contrólate, es tu jefe y el mismo demonio, necesitas el empleo, necesitas el empleo, necesitas el empleo.

-Lo último que dijo es que trajeras su café -Kristoff el salvador, deberían ponerlo en una cruz.

-Gracias,en serio - digo, y me dispongo a correr lo más rápido que puedo hasta la bendita cafetería repitiéndome una y otra vez que necesito el empleo.

Lo que hace uno por ser pobre.

-Al Sr.Overland le gusta el café late sin azúcar -dice, la pelirroja del día de la entrevista, se voltea hacia mí revolviendo algo en una taza con una cucharita y esboza una amplia sonrisa.

-Gracias por el dato -¡Bendita mujer! Desde ya me cae bien.

Hago el café tal y como la chica pelirroja me lo dijo, me dirijo a su oficina y golpeo, "adelante" su voz tan fuerte y varonil se escucha del otro lado, como odio esa voz, abro la puerta y ahí está con un chico de un os 18 o 20que sostiene una cámara, pongo el café en la mesa.

El muchacho se despide cordialmente y sale de la oficina.

-Ya le dije a miguel que preparara la sesión fotográfica, una cosa menos que tienes que hacer -estupendo, significa que ese es el fotógrafo.

Toma un sorbo de café e inmediatamente lo tira al suelo. Maldice.

¡Rayos!

-¿Qué diablos es esto? -me mira fijamente con cara de ira que intenta calmar al verme el rostro.

Santísimos seres divinos, llévenme ahora o mato a la chica pelirroja.

-Una pelirroja que estaba en la cafetería me dijo que así le gusta el café -estoy nerviosa, seguro me despiden por ese monstruo teñido, voy a matarla.

-¿La asistente de Kristoff? -pregunta y suelta un suspiro -Dejaré pasar esto sólo porque eres nueva, por favor dile a Kristoff que venga, espero hagas el resto de tus tareas bien sin ser influida por alguien -dice esto último entre pausas y sonando sus uñas contra su escritorio, maldita sea.

Salgo de la oficina y al frente está la chica pelirroja, ella sonríe de la forma más triunfante posible, si mi trabajo no estuviera en juego la agarro de las greñas y la arrastro por todo el piso. Me dirijo a Kristoff, quien está parado casi en frente leyendo unos papeles.

-El señor Overland quiere verlo -Éste me mira incrédulo y sé que está a punto de preguntarme ¿Qué mierda hiciste....?

-Pregúntele a su asistente-Digo
antes que pueda articular una palabra volviendo a ver a Ariel con cara de desaprobación, me doy la vuelta y me retiro. Maldita pelirroja estúpida,ojalá se quede calva.

Mi día transcurre tan rápido por tantas cosas que hacer que hasta olvido respirar en algunos momentos, mucho más con satanás Overland presionándome y mandándome a hacer todo de nuevo si no está bien hecho,¿A qué horas entré a este lugar? Ahora la idea de vivir debajo de un puente suena genial en mi cabeza, ser indigente, pero feliz.

Regreso a casa a eso de las 7 pm luego de terminar todas mis tareas del día,no se me ocurrió nada más que quejarme con Anna.

-Es lo peor, es la persona más desagradable del mundo, no lo soporto, voy a renunciar -camino de un lado a otro en la sala de nuestro departamento con desesperación.

-Rapunzel, no vas a renunciar en tu primer día de trabajo, recuerda que es una revista de prestigio, cualquier chica mataría por tener tu puesto. Y ¿Es cierto que es apuesto? -Los ojos Azules de Anna brillan mientras agrega azúcar a una tacita de té.

-Bueno sí -me detengo unos momentos para verla, no voy a mentir está más bueno que el pan de doña Silvia del piso de abajo -pero luego de ver reflejado a Hitler en él cualquier belleza física es borrada. ¿Cómo es que es el dueño de esa revista? No me imagino a alguien de unos 27 años dirigiendo una empresa y siendo el temblor de todos los trabajadores -Anna se sienta en el
sillón con su típica pose de piernas cruzadas.

-Tengo entendido que tiene 25 -¿Que? ¿25? -Es el hijo mayor del fundador de la revista, dijo en una revista para el canal que trabajo que se retiraba porque
quería pasar tiempo de calidad con su esposa y dejaría a cargo a su hijo mayor -toma un sorbo de su te y sigue revolviéndolo con la cucharita -Esa persona desagradable para la que trabajas hizo crecer mucho mas la revista en dos años a cargo, antes no era ni la mitad de lo que es ahora, y lo creas o no es el dueño de la mitad de Nueva York, tiene acciones en la mayoría de empresas de esta ciudad, y no sólo acá, también a nivel mundial,prácticamente es un genio para los negocios.

Me quedo sin palabras por unos instantes frunciendo el espacio entre mi entre-ceja.

-Con razón actúa como el dueño del universo -maldito desgraciado -ah, y fracasé desde mi primer día, una estúpida chica me quiere hacer la vida imposible.

Anna me mira y sonríe.

-Yo de tí, la arrastro hasta un callejón sin que nadie se dé cuenta.

Río a carcajadas,Anna es única para aconsejar, al menos me hizo olvidar la desgracia que es mi vida en estos momentos.

-Tienes razón, no lo había pensado -añado, caminando hacia mi cuarto. Tengo que dormir no sé qué mierda me espera mañana.

El último mes de mi vida ha sido el más estresante, no me da tiempo ni de socializar, no sé ni con quienes trabajo, ya hasta estoy aprendiendo mi rutina
de memoria, gracias a Dios no me ha tocado lidiar con la chica pelirroja estúpida, esta semana ha sido más relajada, ya que satanás está de viaje.

Estoy en lo más profundo de mi quinto sueño, mi celular suena exactamente a las 5 y 55 am. Me levanto de golpe quedando sentada sobre el colchón de mi
cama, desorientada busco mi teléfono celular entre mis sábanas, con mis ojos entrecerrados observo que es... ¿Kristoff?

-El Sr.Overland está llegando a la oficina ¿Dónde estás? -dice de inmediato,ni siquiera me deja hablar, su tono reñido me molesta, voy a decir una grosería cuando recuerdo que es el gerente general y mejor amigo de satanás,mejor me calmo, suspiro.

-Nadie me avisó de estar antes de mi hora de trabajo -digo con voz apacible,esto no puede ser verdad.

-¿Qué? Ya sabes que cuando está de viaje, le gusta llegar a las 6 de la mañana la empresa, sabías que el volvía hoy.

-Yo no...... -Cuelga la llamada, todos en esa empresa son unos hijos de puta.

Hoy seré despedida, y lo peor, es que yo misma haré mi carta de despido.

Llego a la empresa lo más rápido que puedo, medio me maquillo en el elevador para que no se note que me había despertado hace 15 minutos, por suerte vivo bastante cerca.

Llego a la oficina esperando el sermón del día y por algún motivo satanás no está.

-Tienes suerte –replica Kristoff tras mío mientras miro alrededor poniendo mi bolso en mi escritorio -salió a desayunar con su padre. Puedes esperar tu
jornada de trabajo.

Me había levantado casi a la carrera para estar aquí en 15 minutos y resulta que el todopoderoso no está y ahora debía esperar que mi jornada comenzara ¡Esperar dos horas! ¡Que pude aprovechar durmiendo! ¡Durmiendo!.

Miro a Kristoff con mi cara menos amable posible mientras este se retira y se pierde por el pasillo que lleva a su oficina. Estos de esta empresa están locos, todos.

No tengo tareas aún porque Jack aún no regresa, ya eran las 8 y 30 ¿Tan importante será la plática con su padre? Me estoy quedando dormida con la cabeza sobre mi escritorio cuando escucho murmuros y sonidos, abro mis ojos y observo que todos están corriendo de un lado a otro, arreglando papeles, limpiando escritorios, al tal señor Overland le gusta todo impecable,esa es la razón por la que todos corren cuando él se acerca, me asomo a través del vidrio de la oficina y sí, es él llegando, a la par suya está un señor mayor,de su misma altura, muy parecido a jack de hecho, sólo con unas pocas arrugas y en su cabello ya se asoman algunas canas, supongo que es su padre,
pasan de largo y entran a su oficina, seguidos de Kristoff, luego de unos minutos el señor se retira.

Por algún motivo Jack hoy no está tan demandante, está más bien pensativo y retraído, no le importó mucho el color de la portada, ni como sería la edición de las fotografías en la reunión,Miguel, el fotógrafo explica cómo será la nueva portada y a éste no parece importarle, mira a Miguel, pero sé que no lo ve a él, sino que ve más allá de él ¿Será que algo no está bien con la empresa? No lo sé y no puedo preguntar, él odia las preguntas.

Golpeo la puerta de su oficina, "adelante" contesta con esa su voz ronca e intimidante.

-Señor Overland, llamó el señor Christopher Robin para una reunión de hoy y....-

-Cancela la reunión -interrumpe, ni siquiera me deja terminar la oración.

Me retiro y cancelo la reunión tal y como él ha ordenado, algo no está bien aquí y se puede notar.

Ese día regreso temprano a casa, por primera vez en mucho tiempo regreso temprano, hace mucho que ya no sabía que es regresar a tu casa y ver películas mientras comes palomitas de maíz,Anna regresa unas cuantas
horas después, con ella está Hans, ni siquiera saluda al entrar, pasa directo al refrigerador y toma
un yogurt, que es mío, lo observo con mis ojos entrecerrados.

-¿Era tuyo? -menciona con la boca llena, recargándose en la puerta del refrigerador.

-Sí, lo era -digo, en ese preciso momento escupe lo que tenía en la boca de regreso al envase y le pone su respectiva tapa.

-Lo siento -enuncia, guardándolo en el refrigerador nuevamente, suspiro para no perder la calma mientras él camina hacia la habitación de Anna, me levanto conteniendo mis ganas de matarlo, voy hasta el refrigerador y tiro el yogurt a la basura ¿Porqué Dios no me diste el poder sobrenatural de torturar con la mente al estilo Jane Volturi?

-Rapunzel ¿Vienes con nosotros? -espeta Anna, tomando su bolso, la miro con mi entrecejo fruncido, a mi no me agrada la compañía de Hans.

Pero al final, como siempre, me convenció, es un bar un poco demasiado lujoso para mi gusto pero bueno,Hans está invitando, al menos así me paga mi yogurt, al llegar al bar nos sentamos en la barra, ellos comienzan a tomar
unos tragos, yo también tomo algunos porque ya estoy aburrida, luego recuerdo que tengo que trabajar mañana así que me detengo, la música está
muy alta, Hans y Anna se van a bailar y yo me quedo sola, como siempre, tal vez sí necesito un novio, aunque sea para de vez en cuando.

La música me está comenzando a aturdir, salgo de aquel bar a tomar aire fresco, me recargo sobre un pilar viendo al exterior cuando una silueta saliendo de aquel bar llama mi atención, observo detenidamente enfocando mejor y para mi sorpresa, satanás va saliendo de aquel bar, mi jefe ¿Está saliendo de un bar? Está tomado y apenas puede sostenerse cuando torpemente comienza a tocar la alarma de su auto apuntando en todas las direcciones, un auto suena y él comienza a caminar en esa dirección, se sostiene de una banca y toma lugar sosteniendo su cabeza con ambas manos
con los codos sobre sus rodillas, me acerco a él, espero no arrepentirme de esto pero no puede conducir en ese estado.

-Hola Sr.Overland.... -me acerco lentamente -¿Se encuentra bien?

De inmediato lleva su vista en mi dirección, clavando esa inescrutable mirada en mí.

-¿Señorita Corona? ¿Qué hace aquí? -sus ojos me escudriñan de pies a cabeza

¿Qué? ¿Acaso yo no puedo salir a un bar?

-Salí con unos amigos, si quiere le ayudo a llamar un taxi -me quiero portar lo más amable posible, no quiero que me despida por meterme en su vida,
quedaré como una chismosa, eso no se vería bien en mi currículum.

-No, gracias, estoy bien. Sólo vete -Quita su mirada de mí para ver hacia un auto frente a nosotros, la misma mirada desorientada de la reunión que mira algo con interés pero en realidad está pensando.

-¿Sucede algo? ¿Hay algo malo con la empresa? -me abrazo a mí misma por el frío, tal vez necesitaba un abrigo más grueso.

-No hay nada de malo con la empresa -suspira, viendo al frente -lo malo es con mi padre, el siempre está esperando de mí algo que no puedo ser, y ahora
por eso puedo perder la presidencia, algo que a mí me ha costado, ¿Alguna vez te han arrebatado algo que te haya costado a ti?

-Bueno...- me siento a la par suya -muchas veces, creo que así son todos los padres, esperan de nosotros algo que no somos.

-Es que esto es diferente -levanta su voz con un tono reñido, a cierto grado que alguien más pueda escuchar, miro a mi alrededor, por suerte no hay nadie cerca -Quiere que todo sea como él dice, he hecho lo mejor para esta empresa y él sólo juzga mi forma de ser. Siempre está diciéndome que mi hermano
piensa mejor que yo y que le dará la presidencia a él. Él ni siquiera sabe que es luchar por algo... dime... ¿Qué tiene que ver sentar cabeza con dirigir una empresa?

-Bue... bueno -balbuceo ¿Qué tal si contesto algo que no le agrade y me despida? -muchos creen que sentar cabeza es para personas responsables.

Dicho esto satanás no puede contener el vómito, y se desmaya ¡Oh por Dios!no sé qué hacer, no hay nadie alrededor para pedir auxilio, no me puedo regresar y decirle a Anna porque tendría que dejarlo sólo, no hay ni un taxi cerca.

Lo primero que se me ocurre es tomar las llaves de su auto, comienzo a tocar el botoncito de la alarma, y sí, ahí está, su auto, es nada más que un Porsche, yo nunca he conducido un Porsche, y si lo estrello ni prostituyéndome un año lo pago, tengo que ir con cuidado.

No puedo levantar a Jack, es muy pesado, por suerte un guarda de
seguridad va pasando cerca y al ver mi lucha por levantar a Jack, muy amablemente se acerca.

-¿Es su novio? -pregunta, llevando sus manos a su cintura y me mira con intriga.

-¡Jesucristo! ¡No! Apenas nos estamos conociendo ¿Y ya me está dando bromas señor guarda de seguridad? -resoplo sonoramente, él arquea sus
labios en una sonrisa y me ayuda con Jack-es mi jefe -digo, mientras camino tras él hasta el jodidamente caro porsche.

El señor robusto voltea y me mira frunciendo su entrecejo.

-Entonces ¿Está secuestrando a su jefe? ¿Lo hará su esclavo sexual? -gesticula una sonrisa traviesa y yo como que me ahogo con mi propia saliva.

-Y sigue con sus bromas pesadas -bufo, siguiendo mi caminata hasta el porsche.

-He leído cientos de historias con jefes y jovencitas todas terminan
bien -me guiña un ojo.

¡Ahhh! Ruedo mis ojos exasperada. Él ríe, deja a Jack en el auto y luego se dirige a mi.

-Luego las azotan y les dan nalgadas si se portan mal -me detengo en seco frunciendo mi entrecejo -Le recuerdo que aquí hay cámaras, si el señor no aparece mañana ya sabré cuál fue su fin -guiña un ojo y se retira, miro alrededor, si a un caso satanás no aparece mañana la primer sospechosa seré yo y el señor guarda de seguridad dirá que yo lo tengo como esclavo sexual ¡Estupendo! o que me están azotando en al saber qué lugar extraño.

Subo del lado del conductor, este auto es el cielo en autos, mis ojos brillan,ah y tiene GPS, está programado para llevarlo a su casa, algo me dice que el señor Overland es bueno a las borracheras.

Por suerte su casa no está muy lejos, conduzco conforme la pequeña pantalla me indica, no me sorprende en nada el vecindario de niños ricos al que acabamos de entrar, observo por el parabrisas del auto que se está dirigiendo a una enorme casa ¿Por qué tener una enorme casa para vivir solo? Bueno, por lo que ha dicho hoy estoy segura
que no tiene una pareja estable y supongo debe vivir solo, al llegar, observo el enorme portón principal y a un costado hay un hombre uniformado que al ver llegar el auto frunce su entrecejo, me bajo para saber cómo se abre esta cosa y de inmediato sus ojos me enfocan y camina hacia mí a paso rápido,tocando algo en su cadera, y yo ya puedo estar segura que es, por instinto,subo mis manos y él me apunta con un arma, no puedo ni gritar cuando
escucho una mujer que viene gritando cruzando la calle.

-¡Oye tú! ¿Qué estás haciendo? ¿Quién eres? -vuelve a ver al auto y mira a Jack dentro con los ojos cerrados -¿Qué le hiciste a mi muchacho?

¿Es enserio? ¿Creen que si yo le hubiese hecho algo lo trajera a su casa? ¡Por Dios!

-L...lo siento -balbuceo y trago saliva -soy Rapunzel Corona, secretaria del señor Overland, estaba muy tomado y lo traje a su casa antes que alguien lo vea en ese estado y sea noticia-estoy nerviosa, terminaré con una bala en la frente y atacada por esta mujer, doy un paso hacia atrás para alejarme de ella y choco contra la enorme puerta de hierro.

-Muéstreme su identificación, licencia de conducir y también identificación de la revista Overland -menciona el hombre alto con el arma, hago lo que me
dice ¿A qué horas traje a este hombre a su casa? Siempre que intento hacer cosas buenas me pasan cosas raras –Rapunzel Solaris Corona, sí, es ella -
menciona, bajando el arma y guardándola en su bolsillo.

La señora sonríe ampliamente.

-Es un placer niña Rapunzel -¿niña Rapunzel? -Gracias a Dios que lo encontró y lo trajo acá, yo soy luna, ama de llaves del señor Jack.

¡Ah! ¡Ahora ambos me sonríen! ¿En serio creen que yo les voy a sonreír? Yo mejor me voy antes que me causen un ataque cardíaco.

-¿Saben qué? Yo mejor me voy. Si sat... digo, el señor Overland pregunta cómo llegó aquí no digan que yo lo traje -acomodo mi cazadora y comienzo a caminar.

-¡Oh! ¿Pero porqué? -la señora llama mi atención -El estará muy agradecido.Es una persona muy buena, de hecho me compró la casa de al frente, para que no tuviera que estar viajando todos los días y pudiese vivir con mi familia.

Oh, al parecer el señor Jack Overlan tiene un corazón pero no con todos,sé cómo sería si sabe que lo vi en ese estado, iré preparando mi carta de despido por si acaso.

-Prefiero que no lo sepa Sra. Luna, gracias, debo irme, mi amiga me espera.

-¿La llevo señorita Corona? -pregunta el hombre moreno, al menos su arma ya no me está apuntando en la frente, niego con mi cabeza ¿En serio cree que dejaré que un hombre que me acaba de apuntar con un arma me lleve a casa?

Sí, claro.

-No, gracias, fue un placer conocerlos -la verdad no, dicho esto salgo corriendo y por suerte un taxi va pasando al frente. Subo y llamo a Anna al ver que tengo 10 llamadas perdidas de ella.

-Punzel, te he buscado por todas partes ¿Dónde estás? -apenas la escucho, la música del otro lado está muy alta.

-Casi me matan Ann...

-La música está muy fuerte -interrumpe- no te escucho, me quedaré en casa de Hans esta noche, te veo mañana.

Cuelga la llamada, aún no me recupero del shock y tengo que dormir sola,guardo mi celular en mi bolsillo y doy la dirección de mi casa al taxista ya que pensaba volver a la fiesta pero creo que con ese susto mejor me voy a
dormir. Espero no volver a tener que traerlo nunca a su casa otra vez.

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