Capitulo 2
CAPITULO 2
|La entrevista|
Son como las 8 am, lo sé porque a estas horas ya la claridad que entra por la ventana golpea fuertemente mis pestañas y me encabrono, al menos me desperté un poco más tarde, me levanto molesta tirando todo lo que se pone en mi camino, supongo que ya Anna se ha ido a su trabajo, abro la puerta y hay una notita sobre esta.
"Siento mucho lo de ayer :( te dejé un pedazo de torta de limón en la nevera"
Que linda, sólo espero no me vuelva a hacer estas cosas, creo fielmente que me quedaré soltera criando Camaleones como mi vecino don Juancho.
Comiendo mi tarta de limón observo por la ventana, el gran rótulo del edificio Overland se divisa desde aquí, me dirijo hacia el sillón blanco en frente de la tv y empiezo a ver qué hay de bueno a estas horas.
Mi celular me hace dar un brinco del susto, llevo mi mano a mi pecho y suspiro, cambiaré ese jodido tono de la cucaracha.
Voy hasta mi celular a paso rápido y deslizo mi dedo por la pantalla.
Es un número desconocido.
-¿Hola? -pregunto al descolgar, con mi entrecejo fruncido, espero no sea que secuestraron a Anna y quieren dinero porque me les reiré sonoramente y nos van a matar a ambas.
-¿Rapunzel Corona? -pregunta una voz de hombre, un poco ronca e intimidante,Para mi, sí, la secuestraron, esto no puede estarme pasando.
-Sí, ella habla -contesto casi balbuceando -lo único que tengo en el banco son 100 dólares ¿Creen que con eso la dejan libre?
Silencio del otro lado.
-¿Disculpe? ¿Hizo usted una aplicación para secretaria de la presidencia en revista Overland?
¡Ah! ¡No puede ser! ¡Maldita sea!
-Así es... Lo... si...ento -digo, en un hilo de voz, espero no sea el jefe porque me suicido -creí que habían secuestrado a mi amiga.
Más silencio del otro lado, escucho unos murmuros con risas, pero no logro entender. El tipo aclara su garganta.
De seguro creerá que soy una lunática que hizo una aplicación desde un hospital psiquiátrico.
-Su cita para la entrevista es a las 9 am -¿9 am? Miro el reloj y ya son las 8 y 12 minutos.
-¡Claro! -aclaro mi garganta con una risa nerviosa -Muchas Gracias.
¡Las tres divinas personas! Llegaré tarde. ¿Por qué esta gente no avisa más temprano?
Me apresuro lo más que puedo tomo una ducha y me pongo mi traje de todas las entrevistas, formal y sencillo, no tengo mucho tiempo para pensar en otra cosa, el pantalón negro cubre gran parte de mis zapatos altos y observo una mancha en el borde del pantalón ¡Joder! ¿Qué es esto? Corro hacia el lavabo y con un trapo húmedo intento deshacerme de lo que parece ser...¿Excremento? No, no puede serlo, me quito el pantalón nuevamente para observar la mancha más de cerca, y mis fosas nasales se activan, abro mis ojos como platos ¡El gato del vecino! Ahora tengo que buscar que ponerme, le llevaré este pantalón a don Juancho, que sepa lo que su gato llega a hacer a mi apartamento y sobre mi ropa, yo que hasta le había comprado galletitas, tiene cajón de arena en su casa y ¡No! él viene a mi ropa.
Bufo,mientras corro por todo mi cuarto.Revuelvo mi armario, necesito otra cosa que ponerme, sí este pantalón blanco funciona y queda bien con el bléiser negro con débiles rayas blancas verticales. Sí, esto será.
Conduzco hasta la empresa, en cada semáforo aprovecho para poner sombra en mis párpados, antes de bajar del auto unto un poco de brillo en mis labios,me miro en el espejo retrovisor, al menos me miro bien.
Al entrar, observo que el edificio es mucho más lujoso de lo que pensaba, es todo de vidrio, al igual que los escritorios mezclados con mármol, todo está perfectamente alfombrado en color beige, hay lujosas y finas lámparas colgando del techo.
-Piso 25 -me dice la recepcionista, sin necesidad de preguntarle algo, como si sabía a lo que venía, dándome un pase de visitante para que cuelgue de mi ropa, un hombre uniformado me dirige hasta el ascensor y lo abre para mí,que caballeroso, no pude evitar notar un ascensor ubicado a la derecha con las letras "Corporativo" en dorado, supongo que debe ser de el todopoderoso de este lugar.
Sólo espero no sea el que me llamó para la entrevista porque me tiro por la ventana.
Llego al piso 25, alrededor de 40 chicas perfectamente maquilladas y con trajes provocativos están a la espera queriendo ser la típica secretaria sexy de película, suelto un suspiro por la larga fila, me hace pensar mas que no lo lograré y que solo estoy perdiendo el tiempo.
Todas ellas hablando de sus experiencias como secretarias y de cuantos viajes han realizado, solo ruedo mis ojos, ¿Qué más puedo hacer? Si me pongo a hablar con ellas yo no tengo mucho que contarles.
Más que Lucifer cagó mi ropa esta mañana,y esa no es una buena conversación para iniciar una buena amistad.
Luego de un buen rato de aburrimiento se acerca una chica pelirroja muy bien vestida, hace una repasada a todas las chicas-Rapunzel Corona -menciona,inmediatamente me levanto y me hace una seña de que pase adelante ¡Por fin! Ya estaba por irme.
Al entrar, la oficina es inmensa, todas las cosas en este piso estaban decoradas igual, así que se parece a recepción pero en forma de oficina y con una enorme vista de la ciudad, un joven hombre rubio está ahí sentado frente a mí, me escudriña de pies a cabeza con sus ojos color hazel, tiene un estilo de barbilla algo peculiar, se ve elegante pero relajado, lleva un saco color beige que encaja perfectamente con su apariencia, en su identificación de la empresa se puede leer "Kristoff".
-Tome asiento por favor -dice, señalando un pequeño sillón negro que está en frente de él al otro lado del escritorio, tomo el lugar, hasta los asientos son finos en este lugar.
Me observa por unos segundos.
-¿Usted es Rapunzel Corona? -enarca una ceja y yo frunzo mi entrecejo.
-Así es -contesto, aclarando mi garganta, espero no me haga propuestas personales, porque no, aunque esté guapo, los rubios no son mi estilo.
No me imagino yo rubia con otro rubio, mis hijos parecerán albinos.
El sonríe levemente y lleva su mirada a los papeles sobre su escritorio.
-¿Los secuestradores tomaron tus cien dólares y liberaron a tu amiga?
¡Joder! Era él, ya valí verga en esta entrevista.
-No, necesitaba cien dólares más -a la mierda mi vida, el tipo levanta levemente la mirada y ríe levemente.
Ya no tengo el empleo.
Comienza con las típicas preguntas de entrevista, mi vida, mis logros, mi experiencia, no puedo mentir, no tengo casi nada de experiencia, y la típica pregunta "¿Porqué debemos elegirte a ti?", he escuchado esa pregunta 40 veces en toda mi vida, un poco aburrida y aturdida por el tiempo en la larga fila, el sonido de mi estómago reclamando a gritos comida, recordando que Lucifer hizo sus necesidades en mi ropa y que confundí a este tipo con un secuestrador -es obvio que no entraré -no se me ocurre más que contestarle un poco demasiado honesta:
"La verdad, no sabría decirle porqué debería elegirme a mí y no al resto de las chicas, no las conozco así que no podría decir porqué soy mejor que ellas,pero algo de lo que estoy segura es que me conozco a mí misma y sé que puedo hacer este trabajo y cualquier otro que la empresa me imponga aunque digan que no tengo la experiencia suficiente, pero dígame,quien viene a este mundo sabiendo que hacer o con un manual que te diga cómo, lo que único que sé es que puedo aprender y superarme a mi misma todos los días"
¡Mierda! ¡La cagué! Tal vez tenía una oportunidad anteriormente pero ya no.
¿Saben qué? Iré reservando mi espacio debajo de un puente.
Dicho esto, el rubio me queda viendo fijamente, sin palabras, luego de unos segundos, por fin habla.
-Gracias señorita Corona, es todo, la llamaremos.
¿La llamaremos? No, no lo logré, seré una indigente con buen cabello, al menos.
Salgo de aquel lugar y conduzco de regreso a mi apartamento escuchando al saber que mierda de canción romántica por la radio.Anna siempre llega por la noche,así que me encierro en mi habitación recordando las veces que mi padre me dijo que lo que yo quería hacer no iba a servir para ganarme la vida, mucho más cuando dejé la escuela de medicina, sé que me odió en esos momentos,mi hermana como siempre quería agradarlo, sí, se decidió por la medicina,aunque ni siquiera aguantó el semestre completo, a mis padres pareció no importarles ya que se casó con un doctor, como es de imaginarse para mi padre mi hermana triunfó al ligarse un médico.
Y bueno yo, el fracaso de la familia.
Mientras esos recuerdos invadían mi mente,me quedo dormida, una hora después mi celular suena haciéndome despertar de un susto.
El número privado. Secuestradores o los de la revista.
-¿Hola? -Contesto adormilada ¿Por qué me están desvelando?
-¿Rapunzel Corona? -Pregunta una voz suave de mujer, me incorporo sentándome sobre el colchón de mi cama.
-Sí -expreso, un poco confundida.
-Hablo de la revista Overland, ha obtenido el puesto de secretaria de la presidencia. Por favor, preséntese mañana mismo para su jornada laboral de trabajo a las 8 am, mañana se le darán todas las instrucciones.
¿Ah? Estoy sin habla y paralizada, había conseguido el trabajo que menos quería pero que igual era en la revista Overland Y... ¿Cómo es que lo logré?.
-Está bien -digo, balbuceando -Muchas gracias.
No sé como lo logré y no me importa, inmediatamente llamo a Anna para darle la noticia, ella se aparece luego de sus horas de trabajo con una botella de champagne para celebrar, junto con ella está Hans, y dos de sus amigas Astrid y Esmeralda, ¡Ah! Todo estaba bien hasta que estas tipejas aparecen.
No me agradan, sus voces chillonas y de niñas mimadas hacen mis tímpanos sufrir, cubren más mis calzones que sus shorts, he visto como hans queda viendo a la morena, creo que esa es esmeralda, no sé como Anna no lo ha notado pero yo ya le hubiese sacado los ojos.
Anna me convence de salir a una discoteca cercana... con ellos... sólo me pongo una cazadora café encima, no tengo ganas de cambiarme y es que también esta camisa con un enorme gato gruñón en frente me causa gracia y no me la quiero quitar, las tipas esas de Esmeralda y Astrid me miran y miran mi blusa alternadamente, murmuran entre ellas y ríen, hijas de puta.
Tenía mucho de no salir a un lugar sin preocupaciones y se siente bien.
Regreso a casa como a las 1 am, la verdad no me había percatado de la hora y mañana tengo que trabajar ¡Genial! Caigo sobre mi cama como si fuera la última maravilla del mundo, y sí, lo es. Me casaría con mi cama si pudiera...
y si fuera legal.
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